Lo esencial del arte musulmán radica en la arquitectura y la ornamentación, ya que prestaron poca atención a la escultura y la pintura. Se hacían falsas bóvedas, falsas cúpulas, falsos arcos… De ahí que los materiales más utilizados fueran la mampostería, el ladrillo, la madera y el yeso; es decir, materiales pobres pero decorados de forma que daban sensación de riqueza y brillantez. Como elementos de sostén emplean pilastras y, sobre todo, columnas, que son delgadas porque, generalmente, las techumbres pesan poco.
Utilizaron diversos tipos de arcos, uno de los más característicos es el arco de herradura, que procede del arte visigótico y es de origen cordobés. Otros tipos incluyen el arco lobulado y polilobulado, el arco de herradura apuntado (llamado también arco tumido), el arco apuntado, el arco de mocárabes («adornos en forma de lazos»), el arco de quilla, de medio punto, de medio punto peraltado, mixtilíneo, entre otros. También utilizan diversos capiteles y distintos tipos de bóveda.
Son frecuentes los temas vegetales estilizados (ataurique), composiciones geométricas como la red de rombos (sebka), lacería e inscripciones que, además de decorar, han servido para identificar monumentos. Todos estos motivos decorativos se emplean en series continuas ininterrumpidas.
La dirección de la oración está marcada en las mezquitas por un nicho llamado mihrab, que está adherido al muro principal llamado qibla. Junto a la mezquita se encuentra el minarete o alminar, una torre que tiende a la verticalidad por razones de su empleo: en ella sube el almuédano para llamar a los fieles a la oración, y al estar en un sitio alto, la voz se extiende mejor.
Arte Califal (siglos VIII-X)
El arco más utilizado, de herencia visigoda, es el arco de herradura, que se va modificando paulatinamente en este periodo, alcanzando cada vez mayores dimensiones y dando lugar al arco de herradura califal, en el cual el trasdós deja de ser paralelo al intradós; es decir, resulta más estrecho en los salmeres que en la clave. También se introduce el arco de herradura apuntado o tumido. El complemento indispensable del arco es el alfiz, moldura decorativa que lo enmarca.
La decoración será vegetal antinaturalista y geométrica, muy sencilla. La decoración se dispone en series continuas ininterrumpidas y, teniendo en cuenta el horror vacui, no dejan nada sin decorar.
La Mezquita de Córdoba
Su construcción fue iniciada por Abderramán I en el año 786. Su planta consta de 11 naves formadas por hileras de columnas en dos pisos (arcos de herradura y encima arcos de medio punto). Se llevaron a cabo tres ampliaciones:
- Efectuada por Abderramán II, quien derribó el muro de la qibla y sustituyó el mihrab primitivo por otro de materiales más lujosos y resistentes. El alminar conservado hoy en la mezquita pertenece igualmente a este periodo.
- Por Almanzor, quien ensanchó la mezquita lateralmente, quedando descentrado el mihrab. En esta ampliación aparece el arco de herradura apuntado.
Reinos Taifas (siglo XI)
Abundan los elementos decorativos, entre ellos el estuco policromado.
Dinastías Africanas: Almorávides y Almohades (finales del siglo XI, siglo XII y primera mitad del siglo XIII)
Cuando los cristianos conquistaron Toledo (1085), los árabes pidieron ayuda a los «hombres del rostro tapado», es decir, a los almorávides, procedentes de África, quienes, aunque terminaron su misión, se establecieron en la Península.
Utilizan los sillares para la parte baja de los edificios y continúan en la parte superior con mampostería y ladrillo. En cuanto a los soportes, los almorávides emplean la columna, mientras que los almohades prefieren las pilastras de ladrillo. Las bóvedas derivan de las de crucería califal, pero sus nervios se multiplican y, a veces, la plementería es calada.
El arco de herradura es el más utilizado, pero también el arco polilobulado de múltiples lóbulos que, al llegar a los salmeres, se serpentean.
Sin embargo, destaca como palacio importante el Alcázar de Sevilla (el actual es de época posterior, construido sobre los restos almohades) y la antigua Mezquita de Sevilla, de la que solo se conserva el Patio de los Naranjos y La Giralda, que es el antiguo alminar.
Los almohades destacaron por las fortificaciones y, más aún, por las murallas bajas o barbacanas y por las torres defensivas o albarranas, como por ejemplo La Torre del Oro de Sevilla, de sección octogonal y que responde también al esquema de torre dentro de torre.
Arte Nazarí o Granadino (siglos XIII-XV)
Ben-Amar erigió la Alcazaba, zona militar rodeada de torres, entre las que destaca la Torre del Homenaje. La parte del palacio tiene dos núcleos importantes:
El Cuarto de Comares
Es de tiempos de Yusuf I y se compone de dos patios: el Mexuar, que es un patio pequeño, y el Patio de los Arrayanes, que es más grande.
El Cuarto de los Leones
Data del reinado de Mohamed V y se caracteriza sobre todo por el Patio de los Leones y, por tanto, por su famosa fuente, la Fuente de los Leones. Esta sala está abierta al exterior por un mirador llamado Mirador de Daraxa, conocido también como Lindaraja.
Importantes también son las puertas exteriores de la Alhambra, sobre todo la Puerta de la Justicia y la Puerta del Vino. En comunicación directa con la Alhambra está el