El Románico, un estilo artístico predominante en la Edad Media, se manifiesta principalmente como una arquitectura religiosa, definida por dos principios básicos: la monumentalidad y la perdurabilidad. Estos pilares obligan a un tipo de construcción sólida y duradera, reflejando la visión de la Iglesia cristiana como una institución eterna.
Arquitectura Románica: Solidez y Grandeza
La arquitectura románica es, ante todo, una expresión de fe y poder. Su monumentalidad responde al interés por imitar los grandes edificios romanos, cuya grandeza serviría también para propagar la importancia de la Iglesia. Por ello, sus templos tienden progresivamente a la grandiosidad.
La perdurabilidad es lógica en una arquitectura cuya promotora, la religión cristiana, se considera a sí misma una religión eterna. Por ello, sus edificios también deben serlo, utilizando técnicas que los hagan duraderos y no efímeros. El Románico construye fundamentalmente en piedra.
Aportaciones Técnicas Clave en la Arquitectura Románica:
- Plantas: La planta más común es la basílica, con crucero (destacado o no en planta), cabeceras de ábsides semicirculares y, en ocasiones, pórticos a la entrada. Progresivamente, este modelo de planta basilical irá agrandando el crucero hasta configurar la planta de cruz latina. El fenómeno de las peregrinaciones también afectó a la evolución de las plantas, obligando a la construcción de girolas o deambulatorios que permitieran el tránsito de los fieles. Una variante menos común son las iglesias de planta centralizada, normalmente circular u octogonal.
- Alzados: Todo edificio románico se asienta en robustos cimientos, tan profundos que permiten la construcción de criptas o iglesias subterráneas bajo el ábside. El muro, auténtico soporte de las cubiertas en el periodo románico, es grueso y se refuerza mediante contrafuertes, evitando la apertura de grandes vanos. Ello explica el predominio del macizo sobre el vano. Con el tiempo, la aparición de tribunas en la parte alta de la nave central contribuye a completar el sistema de soportes. En cuanto al sistema de soportes internos que también contribuyen a afianzar el sistema de cubiertas, la principal novedad es la utilización del típico pilar románico.
- Cubiertas: En ocasiones, sobre todo al principio, se utilizaba la madera por tradición y facilidad de tratamiento. El tipo de bóveda más empleado es la de cañón, reforzada por arcos fajones. Cuando se emplea la cúpula, la solución para pasar de un espacio cuadrado a uno circular es construir sobre trompas o pechinas.
- Torres: La torre es también un elemento importante. Es campanario, símbolo del vínculo entre los hombres y Dios, y testimonio enhiesto del poder de la Iglesia, visible desde cualquier punto del entorno.
- Fachadas y Decoración: Las fachadas suelen enmarcarse por las torres y concretan los principales programas ornamentales del edificio.
Ejemplos Notables de Arquitectura Románica:
- Saint-Sernin de Toulouse (Francia): De planta de cruz latina, alcanza la perfección gracias a la simetría.
- La Catedral de Jaca (Aragón): Obra clave para comprender la evolución del Románico castellano-leonés.
- El Monasterio de Santo Domingo de Silos (Burgos): Uno de los monasterios más importantes de la España románica.
Además de las construcciones religiosas, el Románico también abarcó obras civiles como castillos, murallas y torres fortificadas.
Escultura Románica: Narración y Doctrina
Además de la arquitectura, la escultura y la pintura tuvieron una especial relevancia en el arte románico. La escultura románica tiene dos objetivos principales: embellecer el edificio y cumplir una misión docente. En una población mayoritariamente analfabeta, la escultura servía para enseñar la doctrina de la Iglesia.
Características de la Escultura Románica:
- Ley de adaptación al marco: Las figuras se adaptan a la forma del espacio disponible (tímpanos, capiteles, etc.).
- Horror vacui: Densidad ornamental, llenando todo el espacio disponible.
- Tendencia a la esquematización: A marcar lo esencial, sin preocuparse por el realismo anatómico.
- Fuerte carga simbólica: Caracterizada por su antinaturalismo, priorizando el mensaje sobre la representación fiel de la realidad.
Tipos de Escultura Románica:
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Las Portadas: Se convierten en el principal marco donde se sitúa la escultura, simbolizando la puerta del cielo. Se diferencian las siguientes partes:
- El tímpano: Es el lugar jerárquico más importante, a menudo con representaciones del Juicio Final o el Pantocrátor.
- El parteluz y las arquivoltas: Se decoran con motivos geométricos, escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, figuras de santos, etc.
- Las jambas y los capiteles: Son también el marco preferente de la decoración escultórica.
- La Escultura Exenta: Son característicos los Cristos crucificados y las Vírgenes en actitudes inexpresivas, a menudo como asiento de Cristo Rey (Sedes Sapientiae).
Pintura Románica: Color y Simbolismo
La pintura en el Románico también está supeditada a la arquitectura. Las paredes de la iglesia románica estaban decoradas con pinturas, la mayoría hoy desaparecidas, que complementaban la función didáctica y ornamental del edificio.
Características Principales de la Pintura Románica:
- La pintura puede ser al fresco (sobre muro) o sobre tabla.
- El dibujo es grueso, con líneas marcadas.
- Color puro, sin mezclas y poco variado, con predominio de tonos intensos.
- Carencia de profundidad y de luz, sin perspectiva ni claroscuro.
- Composición yuxtapuesta, con preferencia por las figuras frontales y alineadas.
- Antinaturalismo, al igual que en la escultura, priorizando el simbolismo sobre el realismo.
- Dios se representa con una perspectiva jerárquica, siendo de mayor tamaño las figuras más importantes.
- Expresionismo a través del color y la gestualidad.
Una de las obras más importantes de la pintura románica es el Pantocrátor de San Clemente de Taüll.