El Arte Románico: Escultura y Pintura en la Europa Medieval

El Románico: Un Fenómeno Artístico Europeo

El Románico es el primer fenómeno cultural que afecta a toda Europa Occidental con cierta homogeneidad. El término «Románico» está relacionado con las correspondencias que presenta este arte con la arquitectura romana (especialmente el arco de medio punto) y se utilizó en el siglo XIX para nombrar el arte desarrollado entre el Imperio Carolingio y el Gótico. Este estilo surge en el siglo XI en Europa Occidental (principalmente Francia y Alemania), muy relacionado con la recuperación económica y política en la Europa de la época, así como con la religiosidad altomedieval (reforma monacal, Cruzadas).

La Escultura Románica: Función Didáctica y Estilo

El Resurgimiento de la Escultura Monumental

La aparición de la escultura románica está relacionada con el resurgimiento de la escultura monumental en Occidente. En este período, la escultura depende directa y totalmente de la arquitectura, siendo un elemento fundamental de la decoración de los edificios. Su importancia radica en su función didáctica del cristianismo.

Tipos y Materiales

Se encuentran tanto relieves monumentales como esculturas exentas. Ambos tipos presentan prácticamente las mismas características formales. El material más utilizado en la escultura exenta es la madera, mientras que los relieves suelen ser de piedra, dada su relación con las construcciones románicas realizadas con sillares.

Limitaciones y Leyes de la Escultura Románica

El desarrollo de las artes aplicadas en el Románico fue posible, en parte, gracias al redescubrimiento de técnicas de la Antigüedad. Sin embargo, la tarea escultórica estaba marcada por una serie de limitaciones:

  • El escultor enseñaba de forma oral; no existían tratados teóricos ni escuelas de oficios.
  • Existían modelos impuestos, los llamados exempla, que dirigían el trabajo del escultor e implicaban la repetición de los temas.
  • Los materiales con los que se realizaban estas obras estaban impuestos, de forma sencilla, sin que existiera un paso intermedio complejo entre la idea y su ejecución.

La escultura debía integrarse en el edificio, por lo que debía cumplir dos leyes fundamentales:

  • La ley de adaptación al marco: adaptarse al espacio que determinaba tamaños y posturas.
  • La ley de adaptación a la función: las figuras no debían ser contradictorias con el elemento que adornaban (ej. estatuas-columna).

Principalmente, la escultura aparece en los capiteles de las columnas y en las portadas de las iglesias. Destaca especialmente la portada de la Catedral de Autun.

Características Formales de la Escultura Románica

En cuanto a las características formales, la escultura románica, aunque sensible a la belleza formal y a la perfección, no la prioriza. Se busca lo inmutable frente a la fugacidad humana. La preocupación por el significado y la espiritualidad lo ocupa todo, produciendo la representación de un mundo ideal y sobrenatural. Esta escultura, abstracta e intelectualizada, muestra un gran gusto por lo geométrico, lo que la lleva a buscar la simetría. Además, se observa el gusto por la seriación y la perspectiva jerárquica.

Las figuras son planas, rígidas y hieráticas, aunque se observa una evolución hacia cierto naturalismo en las últimas grandes obras del Románico. En las obras escultóricas románicas no aparece el paisaje natural; exclusivamente se representa un paisaje arquitectónico que enmarca las figuras, las cuales llenan el espacio resultante casi por completo (horror vacui).

Temática de la Escultura Románica

En cuanto a los temas tratados en las artes románicas, predominan los religiosos, recibiendo influencias de modelos paleocristianos, bizantinos y prerrománicos.

El Tema de Dios-Hombre

El tema por excelencia es el de Dios-Hombre. Nunca presenta sufrimiento ni ningún sentimiento humano, y su hieratismo confiere solemnidad a la figura. Generalmente, aparecen tres modelos principales:

  • El Cristo crucificado (desnudo o como Maiestas Domini).
  • El Cristo en brazos de María (nunca como niño).
  • El Pantócrator (en el trono celestial, rodeado de una mandorla y ángeles o el tetramorfos, es decir, la representación simbólica de los cuatro evangelistas).

También aparece con representación simbólica a través del Cordero o del Crismón.

La Representación de la Virgen María

Otro tema muy recurrente es la representación de la Virgen María, como la sublimación de la figura femenina. La imagen más habitual es la de la Virgen-Trono. Se presenta una María rígida y hierática, como soporte de su hijo, con el que no hay ningún tipo de comunicación.

La Figura del Hombre

Por último, la escultura románica también aborda el tema de la representación del hombre. No se trata de una persona concreta, sino que se representa al hombre como un modelo para una humanidad pecadora, lo que favorece una representación convencional, sin individualidades, basada en líneas y estereotipos. Los temas relacionados con el hombre son muy variados. Aparecen alegorías a la vida cotidiana, en las que las historias bíblicas y evangélicas juegan un papel clave como hilo conductor de las narraciones. Dentro de esta temática, se cuida especialmente la representación del Juicio Final. Siempre se mantiene una rígida separación del hombre respecto de Dios.

La Pintura Románica: Simbolismo y Color

Subordinación y Formatos

En cuanto a la pintura, esta aparece también subordinada a la arquitectura, principalmente como pintura mural. No obstante, también se encuentra en tablas, decorando altares, y en miniaturas de libros monásticos. Recibe influencias de los modelos bizantinos y prerrománicos.

Características Formales de la Pintura Románica

Presenta la misma intelectualización de la naturaleza que la escultura, con la que también comparte la simbología. El significado es lo fundamental; por ello, las obras pictóricas tienden a la estilización y la abstracción.

Otras características de las obras pictóricas románicas son: el trazado grueso del dibujo, la utilización de colores planos y puros, la geometrización de las formas (estereotipadas, frontales, que presentan un movimiento escaso y poco natural), aunque al mismo tiempo muestran un cierto gusto por el detalle. Las figuras carecen de volumen y profundidad, y son ellas las que generan el espacio.

Técnicas Pictóricas

La pintura románica utiliza principalmente dos técnicas:

  • El fresco: consiste en pintar sobre una preparación de cal y arena con colores de origen mineral.
  • El temple: consiste en pintar sobre una preparación de yeso y cal con colores que son el resultado de mezclar yema de huevo con pigmentos naturales.

Temática de la Pintura Románica

Los temas que utiliza la pintura son, a grandes rasgos, los mismos que los de la escultura. Aparecen temas como el Pantócrator y la Virgen María, con las mismas características propias de la escultura.

Son también comunes las representaciones con temas como escenas de mártires, en las que, en ocasiones, se busca la representación de los detalles más desagradables. Por ejemplo, el martirio de San Gabino y San Cipriano, donde se da especial importancia a los detalles del martirio físico.

También aparecen algunas obras de temática profana, presentes también en la escultura, como por ejemplo, los signos zodiacales que se encuentran en diferentes portadas de iglesias y catedrales. Por último, pueden aparecer también elementos ornamentales como guirnaldas.