El Arte del Renacimiento: Escultura, Pintura y Arquitectura en Italia

Escultura Renacentista

El tema central de la escultura renacentista fue la figura humana, reflejo de una nueva mentalidad: la mentalidad antropocéntrica del Humanismo, que tomó al ser humano como punto de referencia. La búsqueda de la veracidad y la fidelidad a la naturaleza llevó a los artistas a interesarse por el estudio de la anatomía, en cuya representación se alcanzó una perfección absoluta. El escultor del Renacimiento buscó la representación de una belleza idealizada. Los materiales predilectos fueron el mármol y el bronce, alcanzando una gran perfección técnica en su trabajo. La temática religiosa, la historia y la mitología también tuvieron gran importancia. El retrato adquirió una relevancia considerable. Desapareció la decoración escultórica de los edificios, y la tipología fue muy variada.

Escultura del Quattrocento

Los principales escultores de este período fueron Lorenzo Ghiberti y Donatello.

  • Lorenzo Ghiberti (1378-1455): Nació en Florencia y aprendió el oficio de orfebre. En 1402 ganó el concurso para realizar las puertas de bronce destinadas al baptisterio de Florencia, encargo en el que trabajó el resto de su vida. Siguió la técnica del schiacciato (aplastado), un relieve en el que se talla lo menos posible, como si las figuras emergieran del fondo.
  • Donatello (1386-1466): Es la figura indiscutible del Quattrocento y el artista más influyente del Renacimiento, junto a Miguel Ángel. Nació y murió en Florencia. Se formó en el taller de Ghiberti, con quien colaboró en las puertas del baptisterio. Entre 1443 y 1453, residió en Padua y allí realizó la escultura ecuestre de Il Gattamelata. La figura humana fue el eje de su actividad escultórica. En cuanto a los materiales, trabajó la madera, el bronce y el mármol con una extraordinaria versatilidad técnica que le permitió obtener muy variadas calidades. Entre sus obras más importantes se pueden destacar San Jorge o el David, el primer desnudo fundido en bronce. De extraordinario realismo es la estatua del profeta Habacuc.

Escultura del Cinquecento

Este período estuvo dominado por Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564). En su larga vida desarrolló una intensa actividad creadora, abordando proyectos de gran envergadura en arquitectura, escultura y pintura, aunque su verdadero temperamento artístico fue escultórico. Miguel Ángel nació en 1475 en Caprese, donde su padre desempeñaba un cargo público. Pese al deseo paterno de que se iniciara en la carrera pública y diplomática, Miguel Ángel demostró una afición temprana por el dibujo. A los 13 años entró en el taller más célebre de Florencia, el de los hermanos Ghirlandaio, donde permaneció durante tres años. Copió y estudió a Giotto y Masaccio. Entre 1490 y 1492 realizó sus primeras obras escultóricas, como La batalla de los centauros. En 1494, los Médici fueron expulsados de Florencia y Miguel Ángel se refugió en Venecia y Bolonia. En 1495 regresó a Florencia. En el año 1496 tuvo lugar su primera estancia en Roma, donde realizó su primera escultura a gran escala, Baco. En esos años realizó también por encargo su extraordinaria Piedad. En 1504 terminó el David, una de las más espléndidas esculturas de todos los tiempos. Al año siguiente, el papa Julio II lo llamó a Roma para confiarle la ejecución de su mausoleo. Sin embargo, el Papa decidió abandonar el proyecto y le pidió la decoración de la Capilla Sixtina, en la que trabajó desde 1508 hasta 1512. No podemos separar su obra de sus profundas convicciones filosóficas, que incluso condicionaron su forma de trabajo. La influencia del neoplatonismo lo llevó a creer en la belleza del universo visible y, sobre todo, en la belleza humana, cuya plasmación debía ser el objetivo del artista. Un aspecto esencial de su obra es el non finito. En cuanto a los materiales, Miguel Ángel trabajó preferentemente el mármol mediante la técnica sustractiva.

La Terribilità

La terribilità se refiere al momento previo a la expresión de gran dolor, tensión o emociones fuertes, una característica distintiva en la obra de Miguel Ángel.

Pintura Renacentista

La pintura renacentista tomó como modelo y fuente de inspiración la Naturaleza. La mejor expresión de esa voluntad de inspiración la encontramos en el hallazgo de un nuevo sistema de representación del espacio, que constituyó una de sus principales aportaciones. La perspectiva lineal apareció como un instrumento que hizo posible crear en la superficie pictórica la ilusión de profundidad espacial, rompiendo con el valor trascendente y simbólico del espacio. También se formuló la perspectiva aérea, que parte de la idea de que la atmósfera en la que están inmersos los cuerpos y los objetos hace que los contornos aparezcan más desdibujados en la distancia y transforma también los colores. Leonardo utilizó de forma magistral este tipo de perspectiva. Como consecuencia del dominio de la perspectiva, se indagaron engaños ópticos para crear la ilusión de profundidad espacial, como los escorzos (modo de representar una figura que en la realidad estaría dispuesta oblicuamente al plano en que ha sido representada) o los trampantojos. Los soportes y técnicas que se utilizaron fueron variados. En Italia siguió teniendo importancia la pintura mural al fresco. En cuanto al soporte de la pintura de caballete, en principio se mantuvo la tabla de madera y después se generalizó el lienzo. Por lo que se refiere a las técnicas, la auténtica revolución la supuso la introducción del óleo, por influencia flamenca. La composición se organizó con sencillos esquemas geométricos como el triángulo o el círculo, buscando sobre todo el equilibrio, la simetría y la claridad compositiva. Posteriormente, el Manierismo se inclinó por composiciones más inestables y asimétricas. Los temas tuvieron un carácter religioso, y los temas mitológicos fueron cada vez más frecuentes.

Pintura del Quattrocento

Los artistas contaron con el apoyo de los Médici. Los artistas más importantes fueron Masaccio y Botticelli, que representaron dos tendencias relativamente contrapuestas de la pintura renacentista.

  • Masaccio (1401-1428): Contemporáneo y amigo del arquitecto Brunelleschi y del escultor Donatello, compartió con ellos las investigaciones sobre la representación del espacio y la formulación de la perspectiva lineal. Gozó de gran prestigio entre sus contemporáneos y sus obras más importantes fueron el fresco de La Trinidad en Santa María Novella y los frescos de la Capilla Brancacci, ambas en Florencia. Falleció en extrañas circunstancias a los 28 años de edad.
  • Sandro Botticelli (1445-1510): Nació en Florencia hacia 1445 y su figura dominó la segunda mitad del siglo XV. Trabajó casi por entero en Florencia. Sus obras más famosas fueron: La Primavera y El nacimiento de Venus.

Pintura del Cinquecento

Tres grandes artistas de este período fueron: Leonardo da Vinci, Rafael Sanzio y Miguel Ángel Buonarroti.

  • Leonardo da Vinci (1452-1519): Nació en Vinci, pueblo cercano a Florencia, en 1452. Se formó como pintor bajo la dirección de Verrocchio y en 1472 entró en el gremio de pintores. En 1482 se trasladó a Milán para trabajar al servicio de Ludovico el Moro. En Milán pintó sus dos versiones de La Virgen de las Rocas, así como su obra maestra, La Última Cena, pintura mural para el refectorio del monasterio de Santa María delle Grazie. Alrededor del año 1500, se trasladó a Florencia, donde pintó su obra más célebre, La Gioconda. Murió cerca de Amboise en 1519. Leonardo fue el prototipo de artista universal del Renacimiento. Su pintura fue el resultado de una intensa investigación y reflexión teórica. Fue un auténtico maestro en el uso de la perspectiva aérea, ya que consideraba que la perspectiva lineal falseaba la visión natural de las cosas y no reflejaba el carácter mudable y fugaz de la naturaleza. La distancia hace que los contornos de los seres y objetos aparezcan más desdibujados en la lejanía, lo que modifica también las tonalidades, haciéndolas más azuladas. La indefinición de los contornos es representada mediante la suave gradación de las zonas iluminadas a las zonas oscuras, lo que se conoce como sfumato, una de las características que mejor definen su pintura.
  • Rafael Sanzio (1483-1520): Nació en Urbino en el año 1483 y murió en 1520 en Roma. Su padre era un modesto pintor que advirtió pronto las dotes extraordinarias de su hijo, pero falleció muy pronto, por lo que su educación artística dependió de otros pintores. En Florencia conoció a los mejores artistas del momento, como Leonardo y Miguel Ángel. Rafael observó y aprendió de todos, asimilando de forma original y creativa todas las influencias recibidas. En 1508, por indicación de Julio II, se trasladó a Roma para decorar las nuevas estancias, en las que destaca La Escuela de Atenas. Rafael sintetizó a la perfección el espíritu del clasicismo y su obra estuvo llena de armonía, serenidad y equilibrio, reflejando, además, de forma extraordinaria la belleza ideal.
  • Miguel Ángel Buonarroti (1475-1564): Su pintura reflejó la influencia en formas poderosas que revelaron un profundo conocimiento de la anatomía humana, especialmente la masculina. El tratamiento de las proporciones, la extraordinaria variedad de posturas, así como una representación del espacio despreocupándose de las reglas de la perspectiva científica, acercaron su obra a planteamientos anticlásicos. En cuanto al uso del color, la restauración y limpieza de su obra han sacado a la luz una paleta intensa y luminosa, de colores muy vivos y fuertemente contrastados. Decoró la Capilla Sixtina, en la que trabajó entre 1508 y 1512 en la bóveda, y posteriormente en la representación del Juicio Final hasta 1541.

La Escuela Veneciana

Destacaron dos grandes artistas: Giorgione y Tiziano. Las características principales de esta escuela fueron: la riqueza y brillantez de los colores, el gusto por el paisaje (lleno de profundo lirismo), el gusto por los grandes escenarios y las vestimentas de lujo, la exaltación del lado sensual y placentero de la vida, y el reflejo de la pujante sociedad veneciana.

  • Giorgione (1477-1510): Se conoce poco de su biografía y de su obra. La pintura de Giorgione reflejó una nueva sensibilidad para captar los estados fugitivos de la naturaleza, que se convirtió en protagonista del cuadro, integrándose en ella la presencia humana. La naturaleza adquirió en Giorgione una apariencia misteriosa al reflejar atmósferas inquietantes y momentos de incertidumbre. La luz tuvo un papel destacado, unificando la composición, y el modelado se obtuvo a través de la sutil gradación luz-sombra mediante la técnica del sfumato. Entre sus obras más importantes cabría destacar La tempestad.
  • Tiziano (1487-1576): Principal personalidad artística veneciana del siglo XVI. Se inició en el taller de los hermanos Bellini y posteriormente fue discípulo de Giorgione, de quien conoció la novedosa manera de pintar sin boceto previo y el uso de una luz cristalina y de colores radiantes. Poco a poco su obra evolucionó, donde el color se hacía más libre y expresivo. El retablo El emperador Carlos V en Mühlberg es su obra más importante.

Pintura Manierista

El Manierismo aportó importantes novedades en pintura, como la ruptura de la unidad espacial renacentista, las composiciones inusuales o el uso arbitrario del color. Roma perdió su papel rector, que ahora fue detentado por Florencia, Parma y Venecia. En Florencia destacó la obra de Pontormo y en Venecia fue importante la figura de Tintoretto. Obras destacadas incluyen: El lavatorio de pies, de Tintoretto, y La Tabla de la Separación, de Pontormo.

Arquitectura Renacentista

En primer lugar, se destaca el uso de elementos constructivos tomados de la Antigüedad clásica. Se recuperaron los órdenes clásicos, sobre todo el corintio y el compuesto. El muro volvió de nuevo a tener importancia como elemento de soporte y cierre. En los muros se abrieron ventanas y puertas formadas por columnas, semicolumnas o pilastras sobre las que descansaba un frontón triangular o semicircular. En el exterior, los muros presentaron con frecuencia paramentos almohadillados. El arco utilizado fue el de medio punto y las cubiertas fueron de cañón, de aristas o de vaída, aunque también hubo cubiertas planas y artesonados de madera decorados con casetones. La cúpula volvió a desempeñar un papel importante. Se alzó sobre pechinas y solía estar realzada por un tambor y una linterna, que servía también para iluminar el interior. En cuanto a los elementos decorativos, se recurrió al uso de medallones (elemento decorativo en relieve de forma circular u ovalada), guirnaldas (motivo ornamental a base de hojas, flores y frutos, unidos generalmente mediante cintas, constituyendo una comba suspendida en los extremos) y grutescos (decoración a base de seres fantásticos, vegetales y animales entrelazados, de origen pompeyano).

En segundo lugar, la arquitectura renacentista plasmó la armonía matemática. Para ello se utilizó el módulo, una unidad de medida, cuya aplicación explica esta armonía y, por tanto, la belleza que se desprende del edificio.

En tercer lugar, la tipología arquitectónica que destacó fue tanto la civil como la religiosa. Los modelos de edificio religioso que se encontraron en el Renacimiento fueron los de planta basilical y los de planta central. San Pietro in Montorio puede ser considerado como el paradigma del templo de planta central.

En cuarto lugar, la luz. Una luz natural que configuró un espacio diáfano y perfectamente abarcable por el ser humano.

Arquitectura Civil Renacentista

La arquitectura civil adquirió durante el Renacimiento un desarrollo espectacular, especialmente en el campo de la vivienda privada de los nobles y burgueses, representada a través del palacio. La tipología más frecuente fue la de un patio rodeado de dependencias, pero desprovisto de torres defensivas; una forma cúbica dividida en plantas, con grandes ventanas alineadas, cornisas salientes que marcaban la horizontalidad y una puerta en la fachada, primero simple y más tarde integrada en una estructura arquitectónica mayor. Fundador de la arquitectura palaciega fue Michelozzo, quien construyó el Palacio Medici Riccardi en Florencia, apoyándose en las experiencias realizadas por su maestro Brunelleschi en el Palacio Pitti.