Arte Románico y Simbolismo en el Camino de Santiago Medieval

El Camino de Santiago y su Importancia Religiosa con el Arte Románico

El milenarismo marcará las expresiones culturales, ya que el arte se convertirá en el vehículo de los mensajes de salvación, popularizándose a través de la pintura y la escultura.

El terror al Apocalipsis inspiró manifestaciones piadosas como procesiones, penitencias, etc., con el fin de llegar preparados a dicho día. Las peregrinaciones, jubileos y perdones se popularizaron en todo Occidente. Con el paso del tiempo, a través de las rutas de peregrinación, se fue intercambiando información y tecnología, de manera que para el siglo XI nacerá el Románico.

Contexto Histórico y Espiritual

Identificación entre Época Romana y el Fin del Mundo

Según San Juan, tras mil años desde la aparición de Cristo, Satanás será liberado para desencadenar la batalla entre el bien y el mal. Cristo volverá a la Tierra, venciendo a Satanás, y se producirá una etapa después del Juicio Final. Muchos pensaron que en el año 1000 llegaría tal juicio, por eso prepararon la purificación de las almas, la fortaleza de la fe y la preparación espiritual para la segunda llegada de Cristo.

El Papel de la Orden Benedictina

Son una orden fundada por Benito de Nursia, cuyo lema (Ora et labora – reza y trabaja) dice mucho de su personalidad y sus ansias de renovación espiritual en un periodo en el que la Iglesia era una institución poderosa. Se negaban a aceptar la deriva materialista y lucharon contra vicios. Los abades eran elegidos por los monjes, ganando prestigio, y sus monjes, ya abades, se convirtieron en consejeros de los principales nobles y príncipes. Hacia el siglo XII llegó a tener más de 2000 casas de influencia. Pagaban a la casa madre Cluny, lo que la hizo riquísima. Cluny extendió sus preceptos morales y religiosos; además, difundió y unificó el arte Románico, ya que sus monasterios solían reproducir los sistemas constructivos de las iglesias de la casa madre.

Elementos novedosos introducidos o popularizados incluyeron:

  • El cimborrio sobre el crucero.
  • Los absidiolos adosados a la cabecera.
  • La tribuna de las naves principales.
  • La construcción de un solo transepto.

Características del Arte Románico

Arquitectura Románica

  • Se usa pilar de sección cuadrada o cruciforme, a menudo con columnas adosadas. Capiteles de influencia bizantina que pierden la proporción clásica, o capiteles troncocónicos que soportan un cimacio.
  • Los edificios (monasterios, iglesias y catedrales) se construyeron con gruesos y robustos muros de piedra sillar, cubiertos con bóvedas.
  • La planta alude al patíbulo donde murió Jesucristo, y sus partes toman la forma del crucifijo. Además, se orientan al este. Todo es simbólico.
  • La planta de las iglesias es de estructura basilical, con nave central y a veces dos o más naves laterales, con nártex a los pies, transepto y varios ábsides en la cabecera (generalmente semicirculares y cubiertos por bóvedas). En el crucero, donde se cruzan transepto y nave central, se suele levantar un cimborrio.
  • Se usan el arco de medio punto, las bóvedas de cañón en la nave central y de arista en las laterales, apoyadas en gruesos muros apuntalados por contrafuertes o estribos que coinciden con los arcos fajones. Los arcos que separan las naves se llaman formeros (siendo peraltados). Los arcos perpiaños tienen una dirección perpendicular a las naves laterales, enmarcando bóvedas de arista.
  • Es una arquitectura masiva, poderosa, con estrechos vanos e iluminación escasa. Al exterior, su imagen es muy plástica, abundando la decoración a base de arquillos ciegos, columnas adosadas, ajedrezados, etc.
  • Las portadas son abocinadas, con jambas y arquivoltas.
  • Los paramentos se cubren de enlucido y se pintan por completo.
  • Las iglesias suelen poseer torres-campanario, a veces exentas.

Características de la Escultura Románica

  • Cuando aparece en edificios, se subordina a la arquitectura, aplicándose la “ley de la adaptación al marco”.
  • Es simbólica, alegórica, expresionista y antinaturalista, con isocefalia y manos, ojos y gestos amplios y desproporcionados. La anatomía se oculta bajo pliegues planos.
  • Los volúmenes se aplanan y se esquematizan.
  • Se constata el horror vacui (horror al vacío).
  • Figuras hieráticas, sin movimiento, rígidas y frontales. Estereotipadas, de canon alargado, adosadas al paramento.
  • Se estructuran en escenas únicas.
  • Se esculpen relieves en las líneas de imposta, abundando en canecillos, etc.
  • Los motivos decorativos son variados: vegetales, geométricos, bíblicos, santos, etc.

La temática es religiosa. Se establece una jerarquía de tamaños según la importancia. Así, por ejemplo, los ábsides de las iglesias y los tímpanos principales serán ocupados por el Pantocrátor, el Tetramorfos o el Crismón; en las portadas secundarias, el Juicio Final.

Simbolismo Románico

  • El Pantocrátor: Cristo en Majestad, rodeado por una mandorla o almendra mística, con los pies sobre el orbe y con el libro de la vida en la mano izquierda, mientras que con la derecha realiza el gesto de bendecir. Su origen está en el Apocalipsis, donde aparecen escenas del Juicio Final.
  • El Tetramorfos: Representación compuesta por cuatro elementos, cuatro seres zoomorfos (a menudo alados) que rodean al Pantocrátor y que se han interpretado como los cuatro evangelistas (Mateo-ángel, Marcos-león, Lucas-toro, Juan-águila).
  • El Juicio Final: Tema recurrente en la visión apocalíptica de San Juan. Aparece Dios como juez en la figura central del tímpano, rodeado del Tetramorfos, los 24 ancianos, los condenados y los salvados, así como escenas de la resurrección de los muertos.
  • Momentos clave: La Crucifixión, la Resurrección, etc.
  • Aparecen monstruos y animales fantásticos.

Escultura Exenta: Las más importantes son:

  • Majestad Domini: Figuras vestidas, clavadas con cuatro clavos, hieráticas, con ojos enormes y gesto inexpresivo.
  • La Virgen con el Niño: Es tratada como simple “Trono de Dios” (Sedes Sapientiae), siguiendo el modelo bizantino. El Niño, sentado en sus rodillas, a menudo da la espalda o tiene un gesto serio.

La Pintura Románica

Lo más característico será la pintura mural, aunque se conservan algunos ejemplares de pintura al temple.

  • Se usa el temple y el fresco, con una paleta escasa.
  • Se pinta sobre cualquier paramento, en cúpulas, ábsides y frontales de altar.
  • Las líneas se perfilan y los colores se aplican en grandes superficies, generalmente en tintas planas de gran luminosidad.
  • No aparece la perspectiva, la proporcionalidad ni el movimiento; los volúmenes se aplanan.
  • La pintura tiene carácter narrativo y didáctico, con composiciones simples y estereotipadas, y una fuerte jerarquización tanto en las figuras como en la ocupación del espacio.

La parte más cuidada es el ábside, en cuya bóveda de cuarto de esfera se solía representar al Pantocrátor y el Tetramorfos, como en la representación de Sant Climent de Taüll.

Simbolismo de la Luz y el Color en el Románico

Las iglesias eran edificios majestuosos que proclamaban grandeza. Todo es simbólico, y el mensaje de Cristo se difundía mediante imágenes lo más expresionistas posible para que se pudiera comprender con facilidad. Todo estaba policromado con un manto de colores brillantes y puros.

La luz tenía un papel esencial, ya que pasaba de una penumbra casi total a lugares de plena luz. El crucero recibía iluminación a través del cimborrio, creando un camino ascensional hasta el altar.

La Vida Cotidiana en la Época Románica

En esa sociedad, los señores y la Iglesia se situaban en lo alto de la estructura social, mientras que los campesinos estaban ligados al campo. No podían abandonarla a menos que pagaran una indemnización a su señor; estaban obligados a trabajar ciertos días en las tierras del señor. Con el tiempo, se fueron fundando ciudades, sobre todo a lo largo de las rutas comerciales. La vida era mucho mejor que en el campo, pero no era muy cómoda y estaba muy lejos de las antiguas ciudades romanas.

Todas las infraestructuras romanas desaparecieron; no había ningún tipo de alcantarillado, canalización del agua, etc., y lo único que pervivió fue la muralla. El urbanismo era caótico: cada cual hacía su casa donde podía, y era frecuente que las casas estuvieran apiñadas en manzanas con huertos interiores. Sufrieron grandes incendios cíclicos. Las calles estrechas y sin ventilación ni alcantarillado eran foco de enfermedades. Se produjo una mejora durante la Baja Edad Media, aunque habría que esperar siglos para que se recuperaran servicios básicos que existían en la época romana, como el agua corriente.