Neoclasicismo: Concepto y Características Generales
El término Neoclasicismo apareció a principios del siglo XIX con un marcado valor peyorativo y se utilizó para denominar una breve etapa de “aparente imitación” de los modelos de Grecia y de Roma. El Neoclasicismo condena el arte inmediatamente anterior, es decir, el Barroco y el Rococó. Asume el arte clásico de Grecia y Roma y el arte del Renacimiento como modelos de equilibrio y medida, y se condenan los excesos decorativos de un arte basado en la imaginación. Al lujo y la exuberancia, se oponen la austeridad y la sobriedad. Sin embargo, el arte Neoclásico no puede entenderse como una mera imitación del mundo clásico, sino más bien una revisión y adaptación de ese modelo al mundo del siglo XIX. El Academicismo, es decir, la necesidad de adaptarse a unas normas establecidas por las academias, fue un rasgo fundamental. Se intentó sujetar la creación artística a reglas y producir obras modelo, que aspiraban a alcanzar un valor de universalidad. Surge a mediados del siglo XVIII, pero se mantiene, junto con otras tendencias, a lo largo del siglo XIX. Los centros principales de creación serán Roma y París.
La Escultura Neoclásica
El cambio de las formas de la escultura barroca a la neoclásica fue lento, sustituyéndose el dinamismo propio del Barroco por el equilibrio y la proporcionalidad que surgió durante la segunda mitad del siglo XVIII. El resultado fue una escultura más armoniosa basada en modelos de la antigüedad grecorromana. En este sentido, cabe señalar que el deslumbramiento por los modelos clásicos fue tan grande que no se tomaron como referencia para recrearlos, como hacía el Renacimiento, sino que se copiaron, pues su perfección se consideraba inalcanzable.
En general, podemos señalar que la escultura neoclásica se caracteriza por:
- La temática mitológica es omnipresente, tomada directamente o bien de forma alegórica, mientras que en los temas religiosos se busca una idealización alejada de las formas del último Barroco.
- El material escultórico más habitual es el mármol o el bronce, olvidándose de las maderas policromadas de etapas anteriores.
- Los géneros más cultivados por la escultura neoclásica son el retrato (típico de la burguesía), el monumento público y el monumento funerario.
Un cambio sustancial fue el hecho de que la monarquía, la alta nobleza y la Iglesia dejaron de ser los únicos clientes, siendo sustituidos por una burguesía de gustos más prosaicos. En cuanto a la escultura urbana, que sirve de referente en los ordenamientos viarios, las formas más frecuentes son los arcos de triunfo y las columnas conmemorativas.
Antonio Canova
Entre los escultores más representativos destaca Antonio Canova, italiano que marcó el paso del Barroco al Neoclasicismo, imitando los modelos de obras griegas conservados en su país.
La Pintura Neoclásica
La vuelta a la antigüedad en materia pictórica tenía un inconveniente: la escasez de obras pictóricas antiguas conocidas. El pintor neoclásico tuvo que inspirarse en la escultura, y fruto de ello es la adopción del dibujo como ideal. A él se aplicaba luego un color convencional o se dejaba sin colorear. Los pintores neoclásicos, grandes dibujantes, dejaron de preocuparse por la luz. Los temas que representan con más frecuencia son los clásicos, aunque también predomina la temática histórica. Los principales pintores neoclásicos son los franceses David e Ingres, y el alemán Mengs.
Goya: Transición y Modernidad en la Pintura Española
Francisco de Goya (1746-1828) es una figura clave del arte español entre los siglos XVIII y XIX. Su arte surge en un momento de transición para la tradición pictórica española. Fue el artista que mejor supo reflejar las contradicciones de este momento histórico, en una España social, económica y políticamente atrasada. Goya fue pintor de corte de los monarcas borbónicos (Carlos IV y Fernando VII). Recibió muchos encargos de la burguesía y la aristocracia, trabajos que alternó con obras en las que daba rienda suelta a su imaginación.
En su evolución pictórica, Goya comenzó realizando obras en un estilo próximo al Rococó y, aunque sobrevivió al academicismo (Neoclasicismo), creó un estilo propio y personal. Goya anticipó con su arte los caminos hacia la modernidad, trazando las pautas del arte contemporáneo. Esta anticipación favoreció el triunfo de la estética impresionista; además, sus pinturas deformes constituyen un precedente del expresionismo pictórico. Trabajó con temas que anunciaban el surrealismo y se adelantó al realismo al retratar a las clases sociales más pobres.
Goya empezó a trabajar como retratista en la corte. Los retratos son fieles a la realidad y, en ellos, recoge además la realidad psicológica del personaje. Retrata a los monarcas y familiares con un gran parecido físico y, a la vez, demasiado humanos y casi decadentes. Pone más atención en los rostros que en los vestidos, en los que la pincelada es una mancha de color. Su última época transcurre en Burdeos, a partir de 1824, donde retrató a la gente y la vida sórdida y miserable de su entorno. Estos cuadros están pintados con una pincelada amplia y libre, suelta y abocetada, rápida y escueta, de claro matiz contemporáneo.
Romanticismo: Características Generales
El término Romanticismo se ha utilizado con significados diferentes, pero no se debe confundir el movimiento romántico de principios del siglo XIX con la “sensibilidad romántica” existente en el arte y en todas las facetas de la vida desde mucho antes y mucho después de este momento histórico. El Romanticismo no es solo un estilo artístico, sino también una actitud vital que afecta al arte, a la literatura, a la música y a otros ámbitos de la vida. Sus raíces ideológicas se hallan en los grandes pensadores del siglo XVIII, especialmente en Rousseau y en la filosofía alemana ligada al nacimiento del nacionalismo.
El Romanticismo fue un movimiento que afectó a diversas artes, aunque tuvo una expresión particularmente fuerte en la pintura. En él se pueden distinguir los siguientes rasgos fundamentales:
- Diversidad frente a la uniformidad y exaltación del individuo y de las tradiciones nacionales.
- Aspiración a la libertad individual y nacional, idea que conecta con las revoluciones burguesas.
- Historicismo como búsqueda de las raíces nacionales en el pasado.
- Admiración por la cultura musulmana del norte de África y por el mundo oriental.
- Marcado gusto por lo exótico, lo imaginario, lo irracional.
- El retrato surge como el mejor género para representar el espíritu romántico. Se observan rostros llenos de tristeza y ternura que nos miran desde su soledad.
- El color predomina sobre el dibujo, en oposición al Neoclasicismo.
- La pintura romántica en Inglaterra convierte el paisaje en su principal expresión, al igual que en Alemania; en Francia se inspira en los acontecimientos contemporáneos; y en España se manifestó a través del costumbrismo, los cuadros históricos, los retratos y los paisajes.