Arquitectura y Escultura Romántica: Orígenes, Estilos y Obras Clave

Arquitectura Romántica: Historicismo y Eclecticismo

La arquitectura de este período se asocia al romanticismo historicista y se caracteriza por una mirada a lo exótico y por la vuelta a estilos anteriores, especialmente los de la Edad Media.

Se manifiesta el carácter ecléctico de la arquitectura decimonónica a través de los llamados «revivals», que incluyen:

  • Neorrománico
  • Neogótico
  • Neobizantino
  • Neomudéjar

Subyacían motivos políticos de exaltación nacionalista que pretendían buscar y resucitar los orígenes de la propia civilización. Esto derivó hacia una arquitectura ecléctica que mezclaba estilos para dar forma a algo nuevo.

Se observa una dicotomía u oposición entre la arquitectura de los nuevos materiales, como el hierro (fruto de la Revolución Industrial), y la arquitectura tradicional. Esta última intentaba responder a las necesidades de la clase social dominante, la burguesía capitalista e industrial, que buscaba enraizarse en el pasado como un modo de “ennoblecerse”.

La Arquitectura Romántica supuso un rechazo a la razón y al orden del Neoclasicismo. Frente al arte oficial de las academias, se pretendía recuperar las raíces genuinas de los pueblos, presentes en la etapa medieval, y alejarse de la influencia del clasicismo. El proyecto imperial napoleónico y su afán de homogeneizar la cultura con un arte clasicista contribuyó a la aparición de sentimientos nacionalistas en todos los países ocupados, que iniciaron una búsqueda en el pasado medieval de sus propios estilos autóctonos.

El Neogótico en Inglaterra

En Inglaterra, el estilo gótico nunca se abandonó del todo, por lo que la recuperación de esas formas fue aceptada rápidamente. Influyeron los escritos de John Ruskin y Pugin y su valoración de la artesanía propia del gótico y los gremios medievales frente al maquinismo e industrialismo, los cuales rechazaban. El gótico fue considerado adecuado para la arquitectura religiosa, frente al laicismo (ausencia de religión) el cual se identificaba con las formas neoclásicas.

El Neogótico comenzó a principios del siglo XIX en Inglaterra. John Ruskin, con su tratado Las siete lámparas de la arquitectura, fue el gran teórico del Neogoticismo inglés. En las décadas siguientes, la denominada Era Victoriana, se realizaron multitud de remodelaciones o nuevas construcciones de toda clase de edificios, entre ellas muchos colegios universitarios que se extendió a las universidades estadounidenses, con tal profusión que el estilo recibe la denominación de Collegiate Gothic. También se desarrolló el Neogótico indio como consecuencia de la colonización.

Obras destacadas en Inglaterra:

  • En 1836, se construyó con criterios neogóticos el Parlamento de Westminster en Londres, obra de Charles Barry. Presenta una mezcla de planteamientos clasicistas, como la simetría y la regularidad de la planta, con una decoración gótica realizada por Pugin. Aunque existe una tendencia a la horizontalidad, las torres, de formas y alturas diversas, y los pináculos o remates en forma de agujas, insisten en la verticalidad.

  • Otro edificio representativo es el Pabellón Real de Brighton, de John Nash, en el que, empleando materiales modernos como columnas, vigas y barandillas de hierro colado, se aprecia la influencia del exótico arte de la India en su colorido, las cúpulas bulbosas y los minaretes.

La Arquitectura Romántica en Francia

En Francia, destaca la obra de Eugène Viollet-le-Duc, quien realizó reconstrucciones de edificios antiguos a los que añadió elementos no históricos, lo que le valió numerosas críticas. Las famosas gárgolas de Notre Dame de París son una creación de este arquitecto, añadidas durante la restauración de la catedral.

Obras destacadas en Francia:

  • De estilo Neogótico es la Basílica de Santa Clotilde de París.

  • De estilo Neobizantino es el Sacré-Cœur de París.

  • Destaca la Ópera Garnier de París, de Charles Garnier, máximo exponente de la burguesía francesa. Conjuga elementos arquitectónicos heterogéneos, mezclando lo fantasioso y lo opulento del gusto burgués con un medievalismo comparable al inglés en su variedad, resultando en un estilo Neobarroco.

Manifestaciones en Alemania

En Alemania, en esta época se terminó la Catedral de Colonia, iniciada en el siglo XIII. También se dotó al ayuntamiento de Múnich, tras su última reconstrucción en este siglo, de un estilo Neogótico.

El Neomudéjar y Eclecticismo en España

De fechas posteriores, se incluyen en la Arquitectura Romántica las reconstrucciones realizadas en la segunda mitad del siglo en estilo Neomudéjar o Neoárabe, como expresión de un estilo propio y nacional. Se utilizaron rasgos del antiguo estilo, como las formas abstractas de ladrillo, los arcos de herradura y la decoración con cerámica vidriada.

Fueron abundantes las construcciones de tipo civil. El auge de la burguesía propició la construcción de:

  • Casinos
  • Balnearios
  • Teatros
  • Plazas de toros

Ejemplos en España:

  • El Teatro Falla en Cádiz (1884, construido sobre un teatro anterior que ardió).

  • El Arco del Triunfo de Barcelona, diseñado por el arquitecto Josep Vilaseca como entrada principal a la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Con sus 30 metros de altura, está dedicado al progreso, la industria y el comercio.

  • La Plaza de Toros de Las Ventas en Madrid (1920).

  • El Teatro Romea en Murcia (1862) cuenta con una fachada del más puro eclecticismo, con rasgos de clara inspiración Neoclásica y detalles Modernistas como la marquesina y las verjas de forja de la entrada.

  • También se caracteriza por su eclecticismo el Palacio de Justicia de Barcelona, del arquitecto Sagnier, comenzado en 1887; es de marcada tendencia clasicista, aunque cercano al Modernismo, con influencias de la arquitectura medieval, sobre todo la Románica y Gótica. Muestra una planta rectangular y sus esquinas están rematadas por cuatro torres, además de otras dos que flanquean la portada principal.

Escultura Romántica: Expresión y Nacionalismo

La escultura de este período nunca renunció a la inspiración grecorromana, tanto en iconografía como en formas, y las obras resultaban frías y académicas, carentes de originalidad. A partir de 1810, de manera progresiva, se fueron sustituyendo por elementos contemporáneos.

El escultor más importante fue el francés François Rude, a quien se debe como obra maestra el grupo La partida de los voluntarios de 1792, relieve conocido como La Marsellesa, que realizó en la década de 1830 para el Arco del Triunfo de la Estrella en París. Representa a los patriotas franceses que lucharon en 1792, en plena Revolución, contra las potencias absolutistas de Prusia y Austria.

Al servir de adorno a una obra Neoclásica, mostraba ciertos condicionamientos en el vestuario y en la disposición triangular de los personajes. A través de las diagonales, consiguió movimiento y tensión dramática; se aprecia un efecto pictórico de los claroscuros. Ya hay un claro sentimiento romántico de exaltación de los valores nacionales en esta alegoría del pueblo francés revolucionario, encaminada a defender la República. La composición tiene ciertas conexiones con el cuadro de Delacroix, La libertad guiando al pueblo.