Claves de la Literatura Española del Siglo XV: Manrique, Romancero y La Celestina

La Literatura en el Siglo XV: El Prerrenacimiento Español

La creación literaria de este siglo deja el testimonio de un país que se aprestaba a vivir su etapa de mayor poder. Es una época de transición entre la Edad Media y el Renacimiento, conocida como Prerrenacimiento.

Características de la lengua literaria

  • Influjo de los clásicos: Se desarrolla una corriente latinizadora que busca asemejar el castellano al latín.
  • Enriquecimiento del vocabulario: Se incorporan numerosos galicismos e italianismos.
  • Presencia de lo popular: El habla popular gana presencia en las creaciones artísticas.

Lírica Cortesana

Es el arte literario desarrollado en las cortes durante los siglos XIV y XV, conservado principalmente en cancioneros.

Jorge Manrique

Aunque su producción es reducida (unas 50 composiciones, la mayoría de poesía amorosa de influencia trovadoresca y carácter cortesano), demostró una gran habilidad, técnica e imaginación metafórica.

Coplas a la muerte de su padre

La elegía que compuso tras la muerte de su padre, don Rodrigo Manrique, es una de las composiciones más perfectas y emotivas de la lírica castellana.

Está formada por cuarenta coplas de dos sextillas de pie quebrado (8a, 8b, 4/5c, 8a, 8b, 4/5c), también llamadas estrofas manriqueñas. Esta estructura proporciona un ritmo solemne y sereno, adecuado a la gravedad del asunto tratado.

Estructura interna
  • Coplas I-XIV: El poeta reflexiona sobre la fugacidad de la vida y la inestabilidad de las cosas de este mundo.
  • Coplas XV-XXIV: Se incluyen referencias a personajes ilustres del pasado reciente de Castilla, en las que Manrique emplea el tópico retórico del ubi sunt? (¿dónde están?).
  • Coplas XXV-XL: Se centran en la figura de su padre. El poeta resalta sus virtudes, relata la visita de la Muerte y la serena aceptación de don Rodrigo.
Temas principales
  • El menosprecio de las vanidades mundanas (dinero, belleza, poder…).
  • La fugacidad de la vida (tempus fugit).
  • El poder igualatorio de la muerte.
  • Los caprichos de la Fortuna.
  • La fama como forma de pervivencia que triunfa sobre la muerte.

Manrique adopta ante la muerte una postura serena y esperanzada, propia de la fe cristiana.

El Romancero

Dentro de las formas poéticas populares, el romance ocupa un lugar muy destacado. Aunque aprovecha los recursos de la lírica popular, no puede identificarse exclusivamente como género épico. Por ello, se define como épico-lírico.

Romancero viejo y Romancero nuevo

El conjunto de romances tradicionales de creación anónima, transmitidos oralmente y compuestos para el canto, recibe el nombre de Romancero viejo (siglos XIV-XV). Estos perviven en numerosas versiones.

La popularidad alcanzada por los romances hizo que en los siglos XVI y XVII todo tipo de escritores compusieran obras a imitación de las tradicionales. Estas composiciones reciben el nombre de Romancero nuevo o artístico, y se caracterizan por su transmisión escrita, tener un autor conocido y no presentar variantes.

Métrica y estilo

El romance es un poema no estrófico de versos octosílabos con rima asonante en los versos pares, quedando sueltos los impares.

Su transmisión oral es la causa de que presente ciertos recursos dirigidos a teatralizar los acontecimientos y a facilitar la memorización:

  • Dramatización de escenas mediante el diálogo.
  • Apóstrofes dirigidos al oyente.
  • Aparición del narrador.
  • Apelación al protagonista.
  • Repeticiones y recursos de recurrencia (paralelismos, aliteraciones…).

Las escenas suelen comenzar in medias res, situando al oyente bruscamente en mitad de la acción sin introducciones previas. Del mismo modo, finalizan en el momento de mayor intensidad, lo que dota al romance de una gran capacidad de sugerencia.

Características del lenguaje épico

  • Empleo de epítetos épicos.
  • Léxico y pronunciación arcaizantes.
  • Uso particular de los tiempos verbales, que a veces no concuerdan con la norma habitual.

Clasificación de los romances

  • Históricos: Se inspiran en un hecho histórico y están compuestos en momentos cercanos al acontecimiento (guerras civiles castellanas, romances fronterizos…).
  • Épicos o literarios: Tienen como fuente una obra literaria anterior, principalmente cantares de gesta (Rey don Rodrigo, el Cid, Fernán González…).
  • Novelescos o de aventuras: Creaciones de carácter variado, con temas líricos y de ficción.

Pervivencia del romance

El éxito de esta composición atrajo a muchos poetas a cultivarla a lo largo de la historia, como Lope de Vega, Góngora, Quevedo, Antonio Machado o los poetas de la Generación del 27.

La Celestina

Esta obra, atribuida a Fernando de Rojas, es una de las cumbres de la literatura española y se considera una obra de transición hacia el Renacimiento, precursora del teatro y la novela modernos.

Ediciones, variantes y autoría

La primera edición conservada fue impresa en Burgos en 1499. Era anónima, sin título y constaba de 16 actos. Pronto aparecieron otras ediciones con el título de Comedia de Calisto y Melibea. En ellas se afirma que el primer acto fue escrito por un autor desconocido y que un segundo autor, posteriormente identificado como Fernando de Rojas, la completó.

A partir de 1502, la obra se publica con el título de Tragicomedia de Calisto y Melibea y se le añaden 5 nuevos actos (el «Tratado de Centurio»). La opinión más aceptada es que el primer acto es anónimo y el resto, de Rojas.

Técnicas y género

La Celestina es una obra con abundantes elementos dramáticos, pero su considerable extensión y sus largos diálogos hacen pensar que fue concebida para ser leída en público y no para ser representada. La división en actos no se corresponde con el mecanismo habitual del teatro de la época y no hay acotaciones.

Se considera una comedia humanística, un género que reúne rasgos de la comedia latina, de la ficción sentimental medieval y del teatro religioso.

Argumento

Calisto, un joven noble, entra en el jardín de Melibea para recobrar su halcón perdido y se enamora perdidamente de ella. Ante su rechazo, Calisto recurre a su criado Sempronio, quien le recomienda los servicios de la vieja alcahueta Celestina. Esta, con sus malas artes, consigue que Melibea se enamore de Calisto. Como recompensa, Calisto le regala una cadena de oro a Celestina. Para arrebatársela, Sempronio y Pármeno (otro criado de Calisto) la asesinan, desencadenando la tragedia. Los criados son ajusticiados, y sus compañeras, las prostitutas Elicia y Areúsa, deciden vengar sus muertes contratando a un matón llamado Centurio. Una noche, mientras Calisto está con Melibea, oyen ruidos provocados por los secuaces de Centurio. Al intentar bajar por una escala para ver qué ocurre, Calisto resbala, cae y muere. Melibea, desesperada, confiesa todo a su padre, Pleberio, y se arroja al vacío desde una torre de su casa. La obra finaliza con el llanto de Pleberio por la muerte de su hija.

La sociedad del siglo XV en la obra

La acción transcurre en una ciudad sin nombre, que podría ser una mezcla de varias ciudades de la época. El ambiente social queda nítidamente reflejado, ya que los personajes «bajos» (criados, prostitutas, alcahuetas) adquieren una relevancia nunca antes vista.

En la obra chocan dos mundos: por un lado, el noble y cerrado mundo de Melibea, sometida al autoritarismo y al código de honor de sus padres; por otro, el mundo sin normas morales de los criados y de Celestina, que actúan por puro egoísmo. Se detecta un fuerte individualismo en todos los personajes: tanto los señores como los criados buscan su propio beneficio. La importancia del dinero es otro factor social clave que mueve las acciones de los personajes.

La lengua en La Celestina

En los diálogos se pueden distinguir dos niveles lingüísticos que se corresponden con el estrato social de los hablantes:

  • Los señores (Calisto, Melibea, Pleberio): Usan un lenguaje culto, retórico y latinizante, con periodos sintácticos largos y complejos.
  • Los criados y el mundo del hampa: Emplean un lenguaje popular, con frases breves plagadas de coloquialismos, refranes y expresiones vivas. Celestina, en particular, muestra su astucia y su dominio de la palabra adaptando su lenguaje a cada interlocutor.

Los personajes se escuchan cuando hablan y se ven afectados por lo que dicen sus interlocutores. Rojas consigue que cada personaje sea reconocible por su modo particular de hablar.

Intención de la obra

La obra presenta una intención didáctico-moral: advertir de los peligros del loco amor. Convierte así el amor en una pasión sin freno que desencadena todos los males. La intención moralizante se manifiesta en el castigo que reciben todos los personajes, que mueren de forma violenta como consecuencia de sus actos.

La visión del mundo que ofrece la obra es pesimista y terrible, reflejo de la crisis de valores de la época.