Felipe II y la Configuración Territorial de España: De la Contrarreforma a la Reconquista

El Reinado de Felipe II (1556-1598)

Felipe II gobernó desde 1556 hasta 1592. Su reinado estuvo marcado por profundos conflictos religiosos y territoriales.

Contexto Internacional: La Reforma y la Contrarreforma

La situación internacional se vio alterada a partir de 1517, cuando Martín Lutero inició una protesta contra la Iglesia Católica, exigiendo reformas. Sus principales críticas y propuestas fueron:

  • La Biblia y la celebración de la palabra debían traducirse del latín a las lenguas vernáculas.
  • De todos los sacramentos, solo debían conservarse el bautismo, la eucaristía y la penitencia.
  • Cuestionó la figura de María, argumentando que no debía ser venerada como virgen.

A los seguidores de Lutero se les denominó protestantes. Ante esta división, la Iglesia Católica convocó el Concilio de Trento (1545-1563) para discutir estas ideas. El Concilio rechazó todas las protestas de Lutero, lo que consolidó un cisma definitivo entre protestantes y católicos.

Ante esta situación, Felipe II se erigió como el gran defensor de la Contrarreforma y de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Política Interior de Felipe II

Las medidas internas de Felipe II buscaron la uniformidad religiosa y el control ideológico:

  • Restricción Educativa: Prohibió salir a estudiar al extranjero, permitiéndolo solo a lugares considerados seguros, como Roma o Bolonia.
  • Censura: Se impuso una gran censura a las ideas protestantes y a todos los libros provenientes del exterior.
  • Refuerzo de la Inquisición: Se intensificó la actividad del Santo Oficio.
  • Expulsión de los Moriscos: Hubo una gran presión sobre los moriscos para que abandonaran las Alpujarras. Tras su partida, Felipe II repobló la zona con «castellanos viejos».

El Caso de Antonio Pérez y la Leyenda Negra

Se dio el caso de Antonio Pérez, secretario de Felipe II, quien era un manipulador. Pérez acusó a Juan de Austria (hermano de Felipe II) de querer usurpar el trono. Juan de Austria envió a su secretario, Juan de Escobedo, para aclarar la situación. Antonio Pérez, sin embargo, manipuló la información, señalando a Escobedo como el verdadero problema y el instigador de Juan de Austria.

Antonio Pérez mandó asesinar a Juan de Escobedo. Posteriormente, se encontraron documentos que demostraban que el único manipulador era Pérez. Antonio Pérez huyó a Aragón y luego a Francia, donde contribuyó a divulgar la Leyenda Negra sobre Felipe II.

Política Exterior de Felipe II

Felipe II se involucró en numerosos conflictos europeos, siempre como defensor del Concilio de Trento.

Guerra contra Francia

La guerra contra Francia terminó en 1557 con la Batalla de San Quintín. La victoria se obtuvo el 9 de agosto, día de San Lorenzo, y en homenaje a este santo se construyó el Monasterio de El Escorial.

Conflicto en Flandes (Países Bajos)

Las ideas de Lutero llegaron a Flandes. Felipe II presionó a la población para mantener la religión católica, lo que provocó sublevaciones y la quema de unas 400 iglesias. Felipe II envió al Duque de Alba, quien llevó a cabo juicios sin garantías judiciales.

Posteriormente, Juan de Austria consiguió apaciguar a la población de forma temporal, firmando la Tregua de los Doce Años. Holanda se convirtió al protestantismo y se independizó en 1580.

Batalla de Lepanto

Ante la expansión de los turcos en el Mediterráneo, se produjo la Batalla de Lepanto en 1571, una victoria crucial para la Liga Santa.

Guerra contra Inglaterra

Felipe II declaró la guerra a Inglaterra debido a que esta permitía que los piratas ingleses atacaran los barcos españoles y por su apoyo a los rebeldes en Flandes. España lanzó la Armada Invencible contra Inglaterra, sufriendo una gran derrota en 1588. España intentó disimular este fracaso atribuyendo la culpa al mal tiempo.

Consecuencias y Legado

A partir de este momento, España entró en una bancarrota total y una profunda crisis económica. En cuanto a la expansión territorial, Felipe II mandó conquistar Filipinas a Legazpi en 1571, aunque la ocupación fue compleja.

Conclusión: Felipe II dejó a España en bancarrota y estableció la capital en Madrid en 1561.

La Reconquista y la Estructura Territorial de España

La Reconquista duró desde el 722 hasta el 1492, y sus métodos de ocupación territorial influyeron decisivamente en la estructura de la población.

Formas de Ocupación del Territorio

La ocupación de las tierras reconquistadas se realizó mediante diferentes sistemas, dependiendo de la época y la zona geográfica:

Presura (Hasta el río Duero)

Se llevó a cabo fundamentalmente durante el siglo X. Se basaba en el principio de que la gente ocupaba las tierras vacías. Campesinos, clérigos y nobles de la Cordillera Cantábrica descendían y ocupaban pequeñas parcelas, dando lugar a los minifundios.

Cartas Pueblas (Hasta el río Tajo)

Este método se utilizó durante los siglos XI y XII. El rey otorgaba una Carta Puebla a una ciudad importante, concediéndole fueros o privilegios, además de un destacamento militar. Esta ciudad, a través de un concejo, gobernaba el resto del territorio circundante.

Encomienda (Hasta el río Guadiana)

Se dio fundamentalmente durante el siglo XIII. El rey encomendaba la tierra a alguien, generalmente a las Órdenes Militares, entre las que destacan:

  • La Orden de Alcántara
  • La Orden de Calatrava
  • La Orden de Santiago
  • La Orden de Oropesa

En estas tierras, las órdenes construían fortalezas-monasterios, se dedicaban a hacer cruzadas para defender el cristianismo frente al islam y desarrollaban la ganadería. Sus tierras eran extensas, dando lugar a los latifundios.

Repartimiento

El rey repartía las tierras y el botín entre aquellos que habían participado en la batalla. Este sistema dio lugar a grandes latifundios que quedaron en manos de la nobleza y el clero.

Influencia en la Estructura de la Población

La Reconquista supuso para España un mal reparto de las tierras, caracterizado por la coexistencia de grandes latifundios poco explotados y pequeños minifundios. A pesar de la gran demanda de productos, la agricultura española no pudo mecanizarse eficazmente debido a esta mala distribución.

Las grandes tierras, cuando eran explotadas, se dedicaban a menudo al monocultivo, como el olivo.

Intentos de Reforma Agraria

  • Siglo XIX: Se llevaron a cabo las desamortizaciones, quitando las tierras a quienes no las trabajaban para ponerlas a la venta. Sin embargo, estas tierras fueron compradas nuevamente por nobles y burgueses, perpetuando el problema del latifundio.
  • Siglo XX: La II República intentó llevar a cabo una reforma agraria para corregir este mal reparto, pero no se concretó debido al estallido de la Guerra Civil y el ascenso de la Dictadura.