La Construcción de la España Liberal: De las Cortes de Cádiz a la I República

Crisis del Antiguo Régimen y Guerra de la Independencia

Reinado de Carlos IV (1788-1808)

El conde de Floridablanca mantiene la política de independencia respecto a Francia y cierra las fronteras a la propaganda revolucionaria francesa.

A Floridablanca le sucede el conde de Aranda, que inicia una política más neutral con Francia porque piensa que la auténtica rival es Inglaterra, que pretende arrebatarle sus colonias americanas aprovechando la guerra contra la Francia revolucionaria.

Aranda es sustituido por Manuel Godoy, con quien se habían iniciado las hostilidades con Francia. La guerra se desarrolló en la zona fronteriza franco-española.

La Paz, firmada en Basilea, dio un giro a la política española y la ligó a los intereses de Francia, lo que llevó a España a enfrentarse a Portugal e Inglaterra en diversos años, y produjo frente a esta última la derrota de la flota franco-española en Trafalgar.

Godoy firmó con Napoleón el Tratado de Fontainebleau, que permitía el paso por España de un ejército francés para invadir Portugal.

En 1808 estalla el Motín de Aranjuez y Carlos IV es obligado a renunciar al trono en favor del proclamado nuevo rey, Fernando VII (su hijo).

Causas de la guerra y la revolución política

El ejército francés estaba estacionado en distintos puntos de España con el pretexto de la invasión de Portugal, aunque la intención de Napoleón era invadir toda la Península. El motín de Aranjuez precipitó los acontecimientos.

Carlos IV pidió ayuda a Napoleón para recuperar el trono y este reunió al rey y a Fernando VII en Bayona (Francia). Napoleón era consciente de la debilidad de la monarquía española y la aprovechó para instalar en el trono de España a su hermano José Bonaparte.

El 2 de mayo de 1808, ante las noticias de que Napoleón tenía secuestrada a la familia real en Bayona y cuando el infante Francisco iba a ser conducido a Bayona, se produjo en Madrid el primer alzamiento popular contra los franceses, al tratar la muchedumbre de impedir la marcha del infante. El ejemplo del pueblo de Madrid se repitió en todo el país, y la población se levantó contra los franceses. El bando de Andrés Torrejón marcó el inicio de la Guerra de la Independencia.

En mayo de 1808 se produjeron las Abdicaciones de Bayona, por las que Fernando VII devolvió el trono de España a su padre y, a su vez, Carlos IV cedió el mismo a Napoleón, con lo que este nombró a su hermano José Bonaparte (José I) rey de España.

La creación de Juntas fue un acto de soberanía popular ante lo que entendían que era un vacío de poder. Tenían un carácter revolucionario.

Fuerzas políticas ante la invasión

  • Los afrancesados: grupo minoritario de sectores de la nobleza y burguesía que entró en el gobierno de José I.
  • El frente patriótico: grupo mayoritario formado por cuantos se oponían a la invasión francesa. Dentro de este se encontraban la nobleza y el clero (partidarios de la vuelta al absolutismo), los ilustrados y la burguesía, los liberales y el pueblo (sector mayoritario de la población).

El régimen de José I y la Guerra de la Independencia

José I intentó realizar un programa de reformas que apenas se aplicaron debido a la guerra, y tras la derrota francesa fueron suprimidas. Entre ellas destacaban:

  • Reformas socioeconómicas: incluían la desamortización de tierras de la Iglesia.
  • El Estatuto de Bayona: era una carta otorgada y no una constitución, pues fue elaborada por el entorno de Napoleón y no por los representantes del pueblo español. Establecía un sistema político basado en la monarquía autoritaria.

La Guerra de la Independencia fue al mismo tiempo un enfrentamiento contra un país invasor, un enfrentamiento civil entre afrancesados y patriotas, y un enfrentamiento internacional entre Francia e Inglaterra, aliada de España que ayudó militarmente. Dada la inferioridad inicial del ejército español frente al francés, hubo dos formas de resistencia:

  • Los sitios: las ciudades resistieron el avance francés soportando bombardeos para desgastar a las tropas francesas.
  • Las guerrillas: eran partidas organizadas, al mando de un jefe, para luchar contra los franceses.

Fases de la Guerra de la Independencia

  1. Hasta finales de 1808: la sublevación se transformó en guerra abierta y la resistencia tomó la forma de sitios. El ejército francés fue derrotado, lo que provocó su repliegue.
  2. Desde finales de 1808 hasta 1812: es una etapa caracterizada por la hegemonía francesa y la guerra de guerrillas. En otoño, Napoleón llegó a España con el doble de soldados que los españoles, y ocupó Madrid y todo el territorio español.
  3. Entre 1812 y 1813: el envío desde España de tropas francesas para la invasión de Rusia benefició a los españoles, que con ayuda de sus aliados ingleses derrotaron a los franceses. En el Tratado de Valençay, Napoleón pactó el fin de la guerra, reconociendo a Fernando VII como rey de España y retirando sus tropas del país.

Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812

La formación de las Cortes de Cádiz

La Junta Central Suprema reconoció como rey a Fernando VII y asumió la autoridad del país hasta su retorno.

La elección de diputados a Cortes fue difícil, dada la situación de guerra y la ocupación francesa de casi toda España. La mayoría eran de ideología liberal.

Los liberales lograron que se formara una única cámara de diputados. En la primera sesión, los diputados liberales, que eran mayoría, aprobaron el principio de la soberanía nacional. Con ello se ponía fin al absolutismo monárquico del Antiguo Régimen y se iniciaba una revolución liberal.

La obra legislativa de las Cortes de Cádiz

Las Cortes tuvieron dos objetivos básicos: la elaboración de una Constitución y la realización de las reformas socioeconómicas necesarias.

La Constitución de 1812

Era de ideología liberal, aunque mantenía un compromiso con la Iglesia. Sus principios fueron:

  • Afirmación de la soberanía nacional, que acaba con la monarquía absoluta y limita el poder real.
  • Declaración de los derechos del ciudadano: la libertad de imprenta, el derecho a la propiedad privada, etc.
  • Organización del Estado en una monarquía constitucional con separación de poderes: el legislativo (Cortes), ejecutivo (rey) y judicial (Tribunales de Justicia).
  • Reconocimiento de la religión católica como única y verdadera.
  • Contemplación de la reorganización administrativa territorial, la reforma de los impuestos y la hacienda pública, el servicio militar obligatorio y la enseñanza pública y obligatoria.

Reformas socioeconómicas

Las Cortes realizaron reformas para desmantelar el Antiguo Régimen y dar paso a una economía capitalista y a una sociedad de clases. Para ello se elaboraron leyes concernientes a la propiedad privada y a la libertad de mercado, que desarrollaron los siguientes aspectos:

  • Abolición de privilegios de la nobleza y del clero, de los mayorazgos y de los derechos políticos y judiciales.
  • La oposición a la existencia de propiedades amortizadas y la defensa de la desamortización de propiedades.
  • La supresión de gremios y la libertad de comercio, de industria y de contratación de trabajadores.

La obra legislativa de las Cortes de Cádiz fue inspirada por el liberalismo político, basado en pensadores de la Ilustración francesa (Montesquieu y Rousseau).

La emancipación de la América española

Causas de la emancipación

  • Discriminación de la burguesía criolla de los cargos políticos y de la administración colonial en favor de los peninsulares.
  • Fuertes impuestos y prohibición de comerciar libremente con otros países.
  • La Guerra de la Independencia en España.
  • Influencia de la Independencia de EE. UU. y de la Revolución francesa, que animaron a los criollos a afirmar la soberanía de las colonias y su deseo de independencia.
  • Ayuda de Gran Bretaña a los independentistas para poder comerciar libremente.

Proceso de emancipación

El proceso fue iniciado por la burguesía criolla aprovechando la debilidad de España por el inicio de la Guerra de la Independencia. Los criollos formaron Juntas, a imitación de las españolas, que asumieron el poder en las colonias, que no aceptaban ni la autoridad de José I ni la de la Junta Suprema Central, y muchas de ellas se declararon autónomas.

Los principales focos secesionistas fueron:

  • El Virreinato del Río de la Plata, con José de San Martín.
  • El Virreinato de Nueva Granada y Venezuela, con Simón Bolívar.
  • México, con Miguel Hidalgo y José María Morelos.

Tras finalizar la Guerra de la Independencia, el gobierno de Fernando VII mandó tropas para pacificar las colonias, lográndolo en Nueva Granada y México, pero no en el Río de la Plata (donde Paraguay y Argentina se declararon independientes). Simón Bolívar y José de San Martín extendieron la rebelión por toda América.

Desde el sur, San Martín atravesó los Andes y derrotó a los españoles en la batalla de Chacabuco, propiciando la independencia de Chile, mientras que Bolívar desde el norte derrotó al ejército español en la batalla de Carabobo, lo que permitió la creación de las repúblicas de Venezuela, Colombia y Ecuador. En México, la definitiva independencia fue conducida por Agustín de Iturbide.

Finalmente, los ejércitos de Bolívar y San Martín unidos derrotaron a las tropas españolas en la batalla de Ayacucho, logrando la independencia de Perú y Bolivia y acabando con la presencia española en la América continental. Solo las islas de Cuba y Puerto Rico permanecieron bajo soberanía española.

Consecuencias de la emancipación

  • La creación de nuevos Estados, pese a los intentos de Bolívar de lograr una América unida.
  • El dominio económico de Gran Bretaña y los EE. UU. sobre las nuevas naciones. Los británicos controlaron el comercio latinoamericano, convirtiendo a los nuevos países en un mercado para sus productos industriales.
  • El agravamiento de los problemas económicos de España.

Fernando VII: absolutismo y liberalismo (1814-1833)

El regreso de Fernando VII supuso el fin de la experiencia liberal, lo que provocó un conflicto entre absolutistas y liberales, los cuales optaron por la vía revolucionaria para acabar con el régimen absolutista. El reinado de Fernando VII se divide en tres etapas.

El Sexenio Absolutista (1814-1820)

Los diputados partidarios del absolutismo aprovecharon la vuelta del rey y redactaron el Manifiesto de los Persas, en el que le ofrecían su apoyo para restaurar la monarquía absoluta.

Nada más llegar a España, Fernando VII firmó el Decreto que significó la vuelta al Antiguo Régimen y la abolición de la Constitución de 1812 y de toda la legislación de las Cortes de Cádiz. El rey contó para ello con el apoyo de dos hechos esenciales:

  • La restauración del Antiguo Régimen en Europa.
  • La falta de apoyos al régimen liberal.

La política de Fernando VII en esta etapa se caracterizó por:

  • La restauración de las instituciones del Antiguo Régimen.
  • La crisis económica y financiera.
  • La represión de los liberales.

El Trienio Liberal (1820-1823)

El comandante liberal Rafael de Riego protagonizó un pronunciamiento en Las Cabezas de San Juan, proclamando la Constitución de 1812.

La etapa del Trienio Liberal se caracterizó por:

  • Se estableció el régimen liberal y la Constitución de 1812, y Fernando VII pasó a ser rey constitucional.
  • Se decretó una amnistía para los presos liberales y se formaron unas Cortes.
  • Se recuperó la obra legislativa de las Cortes de Cádiz y sus reformas socioeconómicas.
  • Se reformó el sistema fiscal, la administración, el ejército y la justicia, acabando con los privilegios de la nobleza y el clero.

La oposición al liberalismo, encabezada por el rey, la nobleza y el clero, y apoyada por amplios sectores del campesinado, originó conspiraciones y guerrillas contra el Estado liberal, y culminó con la intervención en España de los Cien Mil Hijos de San Luis, un ejército francés mandado por la Santa Alianza, que repuso a Fernando VII como rey absoluto.

La Década Ominosa (1823-1833)

La vuelta al absolutismo supuso la represión y el exilio de los liberales. Sus principales realizaciones fueron:

  • Se crearon el Código de Comercio, la Bolsa, el Tribunal de Cuentas y el Banco de San Fernando.
  • Se elaboró un proyecto de centralización del Estado.

Estas reformas provocaron la oposición de los ultrarrealistas, que se enfrentaron a la política de Fernando VII en dos situaciones importantes:

  • En la revuelta de los Agraviados, o sublevación armada de campesinos y artesanos.
  • En la cuestión dinástica, cuando tras la derogación de la Ley Sálica por Fernando VII se permitió que las mujeres pudieran reinar.

Los liberales moderados pactaron con la reina María Cristina y con los absolutistas reformistas su apoyo para que Isabel fuera reina a cambio de un gobierno reformista que hiciese concesiones a los liberales.

El Estado liberal: Isabel II y las guerras carlistas (1833-1868)

A la muerte de Fernando VII, la reina Isabel se encontró con el apoyo de una burguesía escasa, con unos partidos políticos liberales divididos en dos grandes grupos (conservadores y progresistas) y con la oposición del movimiento carlista. El método para imponer los cambios políticos recibió el nombre de pronunciamiento, y consistía en un golpe de fuerza militar que obligaba a la reina a cambiar su política.

El reinado de Isabel II puede ser dividido en tres grandes épocas (minoría de edad, mayoría de edad y últimos años del reinado) durante las que se fue consolidando el sistema político y económico liberal burgués.

Minoría de edad. Las regencias (1833-1843)

Se hizo cargo de la regencia el general Espartero. En estos años se iniciaron los enfrentamientos con los carlistas y se pusieron las bases institucionales del nuevo régimen.

El carlismo y la Primera Guerra Carlista (1833-1840)

El movimiento carlista, surgido a raíz de la sucesión al trono de Fernando VII, se mantuvo fiel a Carlos María Isidro en defensa del absolutismo monárquico.

El movimiento surgió en las Vascongadas, Navarra, Aragón, Cataluña y el Maestrazgo. Todos ellos eran territorios que defendían el carlismo y de predominio rural. Allí tuvo la guerra mayor incidencia.

Carlos inició las hostilidades después de la muerte de Fernando. Frente a su ejército se encontraba el isabelino Espartero, por lo que la lucha se prolongó. Después de seis años de enfrentamientos y muchas bajas, se llegó a un acuerdo entre Maroto y Espartero: el Convenio de Vergara.

Las primeras constituciones isabelinas

El Estatuto Real de 1834

No fue una constitución, sino una carta otorgada que reformaba el sistema político intentando complacer al antiguo régimen. Sus aspectos fueron:

  • Unas Cortes meramente consultivas y bicamerales (formadas por el Estamento de Próceres y el Estamento de Procuradores).
  • Un sistema electoral basado en el sufragio censitario.
La Constitución de 1837

Sus características fundamentales fueron:

  • El texto emana de la voluntad popular, por lo que se puede llamar Constitución.
  • Unas Cortes bicamerales (formadas por el Senado y el Congreso) que limitan el poder real.
  • La pertenencia al Senado es por elección real.
  • Un sistema electoral para el Congreso de los Diputados.
  • La separación clara de los poderes.
  • El reconocimiento de los derechos ciudadanos.

Las primeras reformas económico-sociales de los liberales

Para hacer los cambios económicos que exigían los nuevos tiempos fue necesario liberar aquellas trabas que había puesto el Antiguo Régimen en beneficio de sus privilegiados. Las medidas fueron sociales y económicas. Cronológicamente se sucedieron así:

  1. Supresión del mayorazgo (1836). Las tierras vinculadas desde la Edad Media quedarían libres para ser vendidas.
  2. Abolición de los señoríos (1837). Al desaparecer los antiguos señoríos, los campesinos pasarían a ser ciudadanos del Estado, tal y como lo exigía el liberalismo. Los propios señoríos pasaban a ser propiedad privada de sus dueños (nobles).
  3. Procesos de desamortización. Mendizábal (1837). Al igual que con los señoríos, el clero y los municipios tenían amortizadas en sus manos gran cantidad de tierras, que no trabajaban ni podían pasar a otras manos que lo hicieran. El gobierno progresista de Mendizábal las desamortizó y las puso a la venta pública.

Mayoría de edad y reinado de Isabel II (1843-1868)

Con trece años, Isabel II empieza a reinar. El sistema político se hará cada vez más moderado, pero el liberalismo se consolidará definitivamente apoyado en una nueva clase social, por efecto de la desamortización eclesiástica.

El gobierno moderado recibirá también el soporte de la Iglesia, alejando así el peligro del carlismo; se firma con la Santa Sede de Roma un concordato, con el que la Iglesia aceptaba la desamortización y se veía compensada en el terreno de la educación y en su presencia social de modo oficial.

La Segunda Guerra Carlista (1846-1849)

Los enfrentamientos se abrieron por la búsqueda de marido para la reina, aunque ahora estuvieron protagonizados por Carlos VI, hijo y sucesor de Carlos María Isidro.

La nueva Constitución moderada (1845)

Impulsada por el Partido Moderado. Las características de la Constitución de 1845 son:

  • La soberanía se encuentra compartida entre la reina y las Cortes.
  • El sistema sigue siendo bicameral: Senado y Congreso de los Diputados.
  • El Senado es elegido por la reina.
  • El sufragio es censitario.
  • La separación de poderes resulta confusa por la falta de independencia del poder judicial.
  • Los derechos ciudadanos se mantienen.
  • La religión católica se convierte en la oficial.

Las reformas liberal-progresistas (1854-1856)

Entre las medidas, hay dos que se mantendrán:

  • La desamortización de 1855.
  • La Ley de Ferrocarriles de 1855.
  • El reconocimiento de los derechos ciudadanos.

Últimos años del reinado (1856-1868)

Este periodo lo domina el general Narváez.

  • Una huelga general de obreros textiles en Cataluña será uno de los motivos de la vuelta de Narváez tras la caída de Espartero.
  • Tras dos años de gobierno de Narváez, O’Donnell construye la Unión Liberal. Fue relevante el intento de este gobierno de tener una política exterior de prestigio.
  • Los cinco últimos años son de alternancia y enfrentamientos entre conservadores y progresistas, que desembocan en los medios universitarios, luego estallan tras la crisis económica de 1866 y precipitan la caída de la Reina tras el éxito del pronunciamiento del almirante Topete. También se firmó el Pacto de Ostende con el objetivo de destronar a la reina.

El Sexenio Revolucionario y la Primera República (1868-1874)

La revolución española fue parecida a la europea, en la que la burguesía progresista intenta tomar el poder político. La política española quedaría en manos de la burguesía conservadora.

El movimiento revolucionario se inicia con el pronunciamiento del almirante Topete en Cádiz, al que se le unen los generales Prim y Serrano. El levantamiento popular y la victoria de Serrano hacen caer al gobierno moderado y fuerzan la salida de la reina a Francia.

Gobierno provisional y regencia de Serrano. Constitución de 1869

Serrano presidiría el gobierno provisional. El tipo de sufragio es universal. El censo electoral aumentó y la variedad política también. El triunfo fue para los partidos gubernamentales; también ganaron escaños los republicanos y los carlistas. Entre todos elaboran la primera Constitución democrática. Mientras tanto, se tomaron tres medidas de carácter económico.

Constitución de 1869

Fue una Constitución democrática porque emanaba de la voluntad general. Por primera vez se discute si se adopta la forma de monarquía. Sus postulados básicos fueron:

  • La soberanía corresponde a la nación.
  • El sistema es bicameral: Senado y Congreso de los Diputados.
  • El Senado es de elección popular.
  • El gobierno ejerce el poder ejecutivo.
  • Los derechos ciudadanos tienen una especial consideración.

El general Serrano es nombrado regente y encarga a Prim, como presidente de gobierno, que busque un nuevo rey para esta nueva monarquía constitucional y democrática. Las Cortes votan mayoritariamente al príncipe Amadeo de Saboya.

Monarquía de Amadeo I (1871-1873)

El nuevo rey viene a España en un momento de falta de acuerdo entre los partidos monárquicos, además de la irrupción de los republicanos. Los problemas que tuvo que afrontar Amadeo fueron:

  • El económico, iniciado con la crisis de 1866 y agravado por las guerras.
  • El social, pues no encontró apoyo en la aristocracia y fue ignorado por el pueblo.
  • El político, porque no recibió el apoyo de los partidos monárquicos.
  • El militar, pues a la Guerra de los Diez Años, con Cuba, se uniría la Tercera Guerra Carlista.

Ante esta situación, Amadeo decidió abdicar. Las Cortes aceptan su abdicación y en la misma sesión parlamentaria proclaman la República.

La Primera República (1873-1874)

Si el origen de la República fue paradójico (pues la implantó un parlamento monárquico), también lo fue su final, porque fueron los propios republicanos los que precipitaron su caída. Lo cierto es que la propia inestabilidad del momento, que condujo a establecer un régimen republicano, se acrecentó por una serie de problemas.

La situación se fue deteriorando a través de sus cuatro breves mandatos presidenciales:

  • Estanislao Figueras, su primer presidente, quiso mediar entre radicales y republicanos federales, pero una serie de revueltas sociales y de apuros económicos lo hizo difícil.
  • Francisco Pi y Margall, segundo presidente, intentó mantener el orden y conducir a la República hacia el federalismo, aunque fue arrollado por la corriente cantonalista, iniciada con la proclamación del Cantón de Cartagena. La insurrección cantonal le hizo dimitir.
  • Nicolás Salmerón, tercer presidente, envió al ejército a sofocar las rebeliones cantonales. Pero como no era partidario de firmar penas de muerte, dimitió.
  • Emilio Castelar, cuarto presidente, suspendió las Cortes y utilizó una política de fuerza contra el cantonalismo, contra la anarquía del país y contra la crisis económica. Era una política claramente conservadora que no iba a ser permitida por el federalismo; por ello, cuando tuvo que reabrir las Cortes, el general Pavía dio un golpe de Estado con el que concluía la República Federal.

La Junta de Capitanes Generales nombró jefe de gobierno de la República, ahora unitaria y de orden, al general Serrano, quien tampoco llegó a conseguir éxitos rápidos; el ambiente general del país pedía orden. El Manifiesto de Sandhurst ofrecía al pueblo español un espíritu de conciliación y unos ideales que harían posible su restauración en el trono.