Concepciones sobre el Ser Humano
La Visión Griega
El Héroe Homérico
En la época griega arcaica todavía no existía la idea del cuerpo como una unidad. El término “sôma” (cuerpo) se refería al cuerpo sin vida, al cadáver. Mientras vive, las referencias al cuerpo se hacen a partir de sus partes visibles o de los órganos internos. No hay aún distinción entre lo puramente físico y lo psíquico.
En los relatos homéricos de la Ilíada y la Odisea, el término “psyché” se refiere a la vez a:
- Principio vital: Es impersonal y hace posible la vida y el movimiento. Es impersonal, por lo que es el mismo en todos los seres vivos y abandona el cuerpo cuando estos mueren.
- La sombra o el doble del muerto: Como espectro o espíritu personal, que pasa a habitar el Hades, el reino de las tinieblas.
No hay núcleo unitario donde se sitúe la clave de la identidad del yo. Y es que, en la concepción homérica del ser humano, la identidad se contempla como algo que no viene dado desde dentro. Son otros los que, al reconocernos como alegres, tristes, etc., van fijando aquello que somos.
Desde esta visión, el máximo bien consiste en lograr la aceptación y el reconocimiento de los demás. Para ello, será necesario que el hombre homérico cultive la virtud o excelencia que lo capacita para lograr tan altas metas.
El Cuerpo como Cárcel (Orfismo y Pitagorismo)
Los defensores del orfismo y el pitagorismo pasaron a interpretar la “psyché” como una entidad espiritual de origen sobrenatural e inmortal, mientras que el cuerpo era simple materia corruptible. El alma representará la posición positiva y el cuerpo contendrá la parte negativa. Platón recogerá la idea anterior de que el alma es de naturaleza espiritual.
La Reacción Empirista: Aristóteles y los Atomistas
Aristóteles se mostrará crítico con la idea de la reencarnación del alma de su maestro Platón. Este interpretará el alma como aquella organización de la materia que hace posible que un cuerpo tenga vida. Atribuirá alma a todos los seres vivos, aunque distinguirá entre:
- Alma vegetativa: Posibilita las funciones de respiración, nutrición y reproducción.
- Alma sensitiva: Incorpora la capacidad de la sensación.
- Alma racional: Exclusiva de los hombres.
Se caracteriza al ser humano como un animal político, pues se hace humano en la sociedad, la polis.
En la Antigua Grecia hubo concepciones discrepantes como la de los atomistas. Leucipo, Demócrito y Epicuro optaron por una concepción materialista. Para ellos, todo lo que existe se compone de átomos y vacío. Los atomistas entendían que una persona es una estructura formada por átomos del cuerpo, átomos del alma (responsables de la vida) y vacío.
Desde este enfoque se rechazaba la posibilidad de la existencia del yo después de la muerte del cuerpo. Cuando morimos, la configuración atómica que nos define comienza a desmontarse.
El Humanismo Renacentista
El Renacimiento fue un movimiento artístico y cultural que se origina en Italia y se extiende a toda Europa, y se inspira en el legado de la antigüedad grecorromana. Se vive un gran interés por recuperar las fuentes clásicas.
El movimiento intelectual más destacado durante el Renacimiento es el Humanismo, donde se pasa de una cultura medieval de corte teocéntrico a una cultura antropocéntrica. El ser humano se muestra más optimista respecto a la posibilidad de disfrutar de la vida terrena. Los humanistas exaltaron la autonomía intelectual y moral del individuo, sin renunciar a las creencias de la religión cristiana.
Giovanni Pico della Mirandola destacará por reivindicar que todo ser humano está dotado de una dignidad esencial.
Los pensadores renacentistas reivindicaron el valor intrínseco de la existencia y la capacidad creativa del ser humano. De este modo, se defendió el valor de la conciencia subjetiva.
Las Grandes Humillaciones del Orgullo Humano
El descubrimiento de que habitamos un planeta que no es el centro del universo supuso una primera humillación al orgullo humano (Copérnico).
La comprensión del ser humano como un mono evolucionado daría lugar a una nueva humillación (Darwin).
Karl Marx señala en su libro La ideología alemana que es la vida la que determina la conciencia, lo cual sería consecuencia del lugar que ocupamos dentro del marco socioeconómico en el que nos encontramos.
Una nueva humillación vendrá de la mano de la teoría psicoanalítica (Freud) que, según su fundador, ha sido un error histórico identificar la mente con la conciencia, porque esta no recoge más que una pequeña parte del contenido de nuestra mente, ya que la mayor parte de la misma tendría un carácter inconsciente, el cual nos es inaccesible.
La Emancipación del Ser Humano y la Razón Moderna
Un gran desarrollo de las ciencias dio lugar a una concepción mecanicista del cosmos; este pasó a verse como una gran máquina. Fue un principio aplicado al ser humano que se refiere al cuerpo, ya que funcionaba según esas mismas leyes físicas que se aplicaban a toda materia, por lo que el cuerpo fue conocido como máquina. Numerosos filósofos de este periodo afirman que, al estar el cuerpo en contacto con el alma y ser esta de naturaleza espiritual, el ser humano está dotado de entendimiento y libertad.
Los avances en la Modernidad fueron aumentando la confianza en la capacidad de la razón. En este clima intelectual, la Ilustración se constituirá como un movimiento que reivindica que el ser humano va camino de alcanzar “la mayoría de edad”.
El tribunal [de la razón] pasaría a establecer qué creencias y qué valores se mantendrán y cuáles deben ser eliminados. Su lema será “Sapere aude”, que significa “atrévete a saber/atrévete a usar tu propia razón”, es decir, piensa por ti mismo, utiliza tu razón para llegar a tus propias conclusiones.
La Humanidad se había situado en la vía de un progreso que prometía ser ilimitado, pero las reivindicaciones políticas formarán parte de la lucha por la emancipación humana.
Diversidad de Perspectivas Contemporáneas
El Existencialismo
El movimiento existencialista se caracteriza por subrayar que lo que caracteriza fundamentalmente a los seres humanos es el hecho de que cuando nacemos somos un ser dotado de una gran indeterminación.
El hecho de estar dotados de consciencia y ser libres hace de cada uno un ser abierto a múltiples posibilidades, de manera que cada uno construye su propia identidad.
El hecho de tener que elegir constantemente qué hacemos con nuestra vida y asumir la responsabilidad de nuestros actos puede generar sentimientos de angustia ante la sensación de inseguridad que uno puede tener cuando no logra dotar de sentido su vida.
Estructuralismo y Sociobiología
El estructuralismo postula que la identidad es el producto de las normas, valores y estructuras culturales.
Lévi-Strauss creía que el hombre actúa según los patrones sociales y culturales que le han otorgado su identidad.
La sociobiología defendió una tesis similar a la estructuralista, pero basada en las ciencias naturales. Tomando como referencia una teoría darwiniana, pretende explicar todos los comportamientos sociales e individuales a partir de patrones de conducta innatos.
El etólogo británico Richard Dawkins llegó a afirmar en El gen egoísta que los humanos eran máquinas de supervivencia de genes.
El Sentido de la Vida Humana
El sentido de la existencia es un problema filosófico humano sin resolver, siempre unido a la experiencia del dolor y la certeza de la muerte.
La Cuestión del Sentido
La cuestión del sentido puede plantearse aludiendo a una formulación más global: ¿cuál sería el sentido de nuestra vida?, o todavía más global: ¿cuál sería el sentido de la vida humana en general? Así pues, la cuestión del sentido se puede plantear a distintos niveles.
Al hablar del sentido de la vida distinguimos dos significados para el término “vida”:
- Atribuido a todos los seres vivos: Conjunto de propiedades (nacimiento, nutrición, sensibilidad, autonomía motriz y muerte) que diferencian a los organismos de la materia inerte.
- Solo aplicable al ámbito humano: La vida es un periodo temporal de actividad consciente durante el cual la persona desarrolla sus capacidades físicas y psicológicas.
El Problema de la Identidad
El sentido del yo se va construyendo a medida que vamos entrando en contacto con la realidad cultural que nos envuelve.
La conciencia es un proceso de desarrollo psicológico en el sujeto.
El reconocimiento de que somos un ser singular dotado de sentimientos y pensamientos particulares origina la percepción de nosotros mismos como un yo distinto de los demás seres humanos que nos rodean.
En el proceso de la configuración de nuestra identidad pueden entrar en juego factores tanto individuales como sociales o culturales, pues es a partir de esa interacción de estos elementos que se construye la identidad.
Lo que los demás dicen de nosotros nos enfrenta directamente al problema de la identidad: ¿Cómo hemos llegado a identificarnos con lo que somos?
Las distintas concepciones sobre el ser humano nos ofrecen diversas respuestas, desde las cuales se obtienen distintas maneras de enfocar el problema de la identidad.
Libertad, Destino y Azar
Algunas escuelas filosóficas, como la del estoicismo, afirmaban la existencia del destino y negaban el azar, atendiendo a la cadena de causas que anteceden a los fenómenos de la naturaleza. Por lo cual, nada sucedía al margen del destino que dictaba la razón universal que rige el mundo y que se expresa a través de la causalidad.
Los estoicos no negaban la libertad humana, ya que para ellos consistía en la capacidad para adoptar una actitud. Somos nosotros los que decidimos desde qué estado de ánimo afrontar una situación.
La escuela epicureísta afirmaba que el destino no existía en absoluto. Según Epicuro, para preservar la libertad era preciso negar el destino, y con ello, todas las formas de adivinación de la época.
Para algunas personas, el sentido de la vida puede ser aquello para lo cual han sido destinados y creen que han de cumplir una misión que logrará dotar de sentido su existencia.
Los pensadores de la escuela existencialista afirmarán que la vida no tiene sentido, sino que nosotros podemos darle uno.
El Anhelo de Trascendencia
El anhelo de trascendencia es una apertura o relación con lo Absoluto.
La existencia de lo Absoluto constituye un auténtico problema filosófico.
El Absoluto
Cuando hablamos de la necesidad esencial que siente la persona de abrirse y acceder a algo superior que dé sentido a su existencia, hablamos de que este algo superior dador de sentido es lo Absoluto, que posee una serie de rasgos, los cuales son:
- Incondicionado e independiente: No necesita de algo distinto a sí mismo para ser. Su existencia no depende ni de nada ni de nadie, y es causa y razón de la existencia de todo lo demás.
- Infinito e ilimitado: No está sujeto a las limitaciones del espacio ni a los avatares del tiempo.
- Sobrehumano: Los anteriores rasgos se resumen en este, pues su carácter incondicionado e ilimitado hace que lo Absoluto sea una realidad que sobrepasa las dimensiones de lo humano.
Concepciones del Absoluto
Cuando se habla de lo Absoluto, se suele dar por sentado que se habla de Dios, pero son muy distintas las concepciones que se tienen de Dios:
- Panteísmo: Lo Absoluto es una realidad divina inmanente al mundo. Creen en un Dios que se identifica con la unidad de todo lo existente, es decir, con la naturaleza. Dios y naturaleza serían lo mismo. Representantes: Estoicos, Budismo, Hinduismo…
- Teísmo: Lo Absoluto es una realidad divina trascendente al mundo. Creen en un Dios creador del universo que puede intervenir en los acontecimientos que suceden en él. Es un Dios personal que puede revelarse a los hombres, que así pueden acceder a él. Representantes: Descartes, Cristianos, Judíos…
- Deísmo: Lo Absoluto es una realidad trascendente al mundo. Creen en un Dios que es causa y fundamento del mundo, pero no interviene en él. No es un Dios personal; el ser humano puede acceder a él de forma exclusivamente racional. Representantes: Voltaire, Toland…
Posturas Filosóficas ante la Existencia de lo Absoluto
Posturas ante la existencia y la posibilidad de conocer lo Absoluto:
- Teísmo: Aceptan y creen en la existencia de Dios. Consideran posible conocer y acceder a Dios.
- Ateísmo: Rechazan y niegan la existencia de Dios. Como Dios no existe, es imposible conocer su existencia o acceder a él.
- Agnosticismo: Duda permanente y radical de la existencia de Dios. Es imposible conocer o demostrar tanto la existencia de Dios como la no existencia de este.
- Indiferencia: Ni afirman ni niegan la existencia de Dios porque es una cuestión que no les interesa ni preocupa. Ni aceptan ni rechazan la posibilidad de acceso a Dios porque no les interesa.
Aunque no es posible hablar de una postura común a toda la filosofía, puede hablarse de ciertas tendencias generales:
- Desde la Antigüedad hasta la Modernidad: La filosofía ha sido básicamente teísta. La gran mayoría de los filósofos ha aceptado la existencia de lo Absoluto como causa y explicación de todo. Muchos filósofos han intentado construir un sistema que lo demostrara racionalmente.
- Desde la Modernidad: Hubo un cambio de perspectiva por la influencia del pensamiento kantiano. Para Kant, todos los intentos por conocer y demostrar racionalmente la existencia de Dios han sido en vano; no es posible tal experiencia de Dios, pues es un ser trascendente que está más allá de lo sensible.
- En la Época Contemporánea: Han proliferado los pensadores ateos. En los dos últimos siglos destacan pensadores de convicción atea, como Freud, Nietzsche o Sartre, que rechaza la existencia de Dios. La vida sin Dios, para él, es un absurdo, pero hay que aceptarlo así.