Evolución de la Narrativa Hispanoamericana
En los países hispanoamericanos, el desarrollo de una narrativa propia fue más lento que el de la poesía. Se suelen distinguir las siguientes etapas principales:
Hasta los años 40: Realismo Tradicional
En este período se mantienen los principios del realismo tradicional. En función de los temas, se distinguen tres grupos:
- Novela regionalista: La naturaleza se convierte en una fuerza invencible que siempre impone sus leyes. Un ejemplo es Doña Bárbara (1929), de Rómulo Gallegos.
- Novela indigenista: Denuncia la explotación del indio por parte de los blancos e implica también una búsqueda y valoración de lo autóctono. Destaca, entre otras, Raza de bronce (1919), de Alcides Arguedas.
- Novela política: Se centra especialmente en la Revolución mexicana y el fracaso de sus ideales, como en Los de abajo (1916) de Mariano Azuela.
De los años 40 a los 60: El Realismo Mágico
Esta corriente aparece a lo largo de los años 40 en una realidad todavía no dominada por el racionalismo occidental. Se caracteriza por combinar el realismo con elementos fantásticos o sobrenaturales propios de esa realidad, así como por incluir ambientes urbanos, antes apenas tratados, y dar cabida a problemas existenciales. Del mismo modo que hechos inverosímiles son introducidos con naturalidad en lo cotidiano, algunos hechos verosímiles se presentan como insólitos o increíbles.
Jorge Luis Borges
Escribió cuentos como Ficciones (1944) y El Aleph (1949). Son ejercicios de imaginación que plantean problemas metafísicos como la identidad, la eternidad y el infinito, el mundo como laberinto o el tiempo como ilusión. Con frecuencia, filtra la ficción bajo una apariencia de ensayo, con un estilo frío y preciso pero cargado de sugerencias.
Los años 60: El “Boom” Latinoamericano
En los años sesenta tiene lugar el fenómeno literario conocido como el “boom” de la literatura hispanoamericana. Este se basa en la acentuación de los rasgos del realismo mágico, como la ampliación hacia lo urbano, la incidencia en los problemas existenciales, la integración de fantasía y realidad, y la experimentación en técnicas y lenguaje. Destacan los siguientes autores:
- Julio Cortázar: En sus cuentos, tiene la habilidad de presentar aspectos de la realidad cotidiana como nuevos y asombrosos. Entre sus novelas, destaca Rayuela (1963), ambientada en París y Buenos Aires. Los temas son la soledad, la búsqueda de la autenticidad, el juego como forma de existencia más libre y la reflexión sobre la creación literaria. Presenta una estructura inspirada en el juego infantil de la rayuela.
- Mario Vargas Llosa: Su obra La ciudad y los perros se desarrolla en el ambiente cerrado y opresivo de un colegio militar en la ciudad de Lima. En este mundo, donde hacerse hombre significa la exaltación de la violencia y del machismo, los estudiantes sienten el peso de la soledad y viven en constante frustración.
- Gabriel García Márquez: Su novela más importante es Cien años de soledad (1967). Se ha visto en ella una metáfora de la condición humana, con un fondo de pesimismo existencial y una visión trágica y cerrada de la vida. Para otros, es una exploración de los elementos de denuncia social y política: el imperialismo económico y la opresión de los pobres.
A partir de los años 80: El Posboom
A partir de los años 80 se vive el posboom. Aunque perdura la literatura del realismo mágico, a menudo con una calidad discutible, las nuevas generaciones vuelven a vivencias cotidianas con enfoques testimoniales y realistas. Estos sirven para la denuncia social y política, y para el relato histórico, que nunca ha perdido vigor en América. Un autor representativo es Roberto Bolaño con su obra Los detectives salvajes.
El legado del cuento
La enorme calidad literaria del cuento o relato breve hispanoamericano arranca, en gran medida, de la obra de Borges.
Características del Lenguaje Periodístico
El redactor de prensa pretende comunicar hechos e ideas a un público heterogéneo, por lo que intenta adoptar un estilo que facilite la comprensión y capte el interés del lector. La necesidad de captar la atención y mantener el interés, además de conseguir un principio general de objetividad, establece algunas características comunes en el lenguaje de los textos periodísticos.
Principios Fundamentales
- Claridad: Se adopta un estilo neutral que prefiere la sencillez a la complejidad.
- Concisión: Tendencia a la brevedad y a la condensación de información.
- Corrección: Se insiste en la especial preocupación por ceñirse a las normas del idioma.
- Amenidad: Se busca un estilo ágil y plástico, que sea atractivo y que consiga que el lector «visualice» los hechos que se le narran.
Análisis por Niveles Lingüísticos
Nivel Morfosintáctico
La búsqueda de la objetividad selecciona rasgos lingüísticos distintos de los que aparecen en los géneros de opinión. Los primeros suelen estar también presentes en los géneros subjetivos (por la importancia de la apariencia de objetividad), pero nunca al contrario.
- En los géneros objetivos aparecen los siguientes rasgos: uso de oraciones enunciativas, de la tercera persona verbal, del presente y pretérito perfecto simple, de sintagmas nominales extensos, de adjetivación escasa (frecuentemente especificativa) y de una sintaxis sencilla (preferencia por oraciones simples).
- En los géneros subjetivos, además, se añaden las siguientes características: uso de oraciones interrogativas y exhortativas, de las primeras y segundas personas verbales, del presente atemporal, pretérito imperfecto, condicional, etc., y de una sintaxis compleja (causales, consecutivas).
En los titulares es frecuente la utilización de las estructuras nominales.
Nivel Léxico-Semántico
- En los géneros objetivos encontramos los siguientes rasgos: uso casi exclusivo de léxico denotativo, presencia de tecnicismos propios del tema tratado (política, economía, etc.) y abundancia de siglas y acrónimos.
- En los géneros subjetivos: léxico connotativo, frecuente uso de figuras literarias y de coloquialismos que buscan una fácil identificación con el receptor.
Errores Frecuentes en la Redacción Periodística
Los manuales de estilo denuncian algunos errores lingüísticos frecuentes en la redacción periodística, originados, sin duda, por la rapidez que exige la renovación de la información y por el descuido en la reiteración de incorrecciones. Señalamos algunos usos corregibles:
- Excesivo uso de expresiones coloquiales y frases hechas.
- Exceso de eufemismos.
- Exceso de retórica (sobre todo en las crónicas deportivas).
- Exceso en el empleo de extranjerismos y calcos.