El Siglo XIX Europeo: Romanticismo, Nacionalismo y las Grandes Transformaciones Políticas

Romanticismo y Nacionalismo: Las Ideologías del Siglo XIX

El Romanticismo

El Romanticismo fue una corriente de pensamiento que valoraba lo irracional, surgida como reacción contra el racionalismo de la Ilustración. Se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX y encontró su mayor expresión en las artes, como la música, la literatura o la pintura.

Orígenes y Principios del Romanticismo

Los elementos más característicos del Romanticismo pueden sintetizarse en los siguientes principios:

  • Particularismo: Frente al carácter universal del racionalismo, opuso el carácter exclusivo de los individuos y de los pueblos. Esa insistencia en la particularidad convirtió a las naciones en sujetos históricos protagonistas de su destino, base sobre la que se sustentaría el nacionalismo romántico. En este principio destaca Fitche.
  • Exaltación de la libertad: Como valor necesario para la afirmación individual, el Romanticismo apeló a la libertad de los individuos, al yo individual y creador, y, como consecuencia, conectó con el liberalismo.
  • Sentimiento e intuición: Frente al racionalismo del saber ilustrado, opuso la intuición como medio para conocer la realidad. El movimiento cultural alemán Sturm und Drang y el pensador Herder fueron sus máximos representantes.

El Nacionalismo

El Nacionalismo se basaba en la defensa de la libertad y del particularismo de los pueblos planteada por el Romanticismo. Como ideología, el nacionalismo evolucionó hacia dos posturas distintas, incluso opuestas:

  • Nacionalismo liberal: Presente en los movimientos revolucionarios que defendían la libertad y la independencia de los pueblos.
  • Nacionalismo conservador: Que concebía a los pueblos como realidades históricas que se manifestaban mediante las costumbres e instituciones tradicionales.

Puesta en Práctica del Nacionalismo

La puesta en práctica se reflejó en una doble vertiente:

  • Fuerza disgregadora o centrífuga: En los estados plurinacionales, el nacionalismo operó como elemento disgregador. Así ocurrió en los imperios austriaco y otomano, donde los pueblos sometidos desarrollaron discursos nacionalistas propios que reivindicaban su derecho a constituirse como países.
  • Fuerza unificadora o centrípeta: Hubo territorios en los que un pueblo culturalmente homogéneo estaba dividido entre múltiples estados. En este caso, el nacionalismo actuó como impulso aglutinador.

Las Oleadas Revolucionarias Liberales

Causas de las Revoluciones del 20, 30 y 48

Las revoluciones se desarrollaron debido a que el Congreso de Viena arremetía contra el liberalismo y el nacionalismo. Debido a esto, liberales y patriotas protagonizaron estas nuevas revoluciones.

Revoluciones de 1820

La respuesta liberal contra la Restauración comenzó en España. En enero de 1820 se produjo el pronunciamiento de Rafael de Riego. En Nápoles, las revueltas promovidas por los carbonarios obligaron al rey Fernando I a instituir un Parlamento y conceder una constitución. Fracasó el movimiento decembrista en Rusia. Solo Grecia logró la independencia del Imperio otomano tras la firma del Tratado de Adrianópolis del año 1829.

Revoluciones de 1830

El proceso empezó en Francia. Luis Felipe de Orleans sancionó una monarquía constitucional moderada. Ese año, Bélgica se independizó de Holanda y estableció una monarquía constitucional, y Polonia vivió una revuelta contra el zar Nicolás I que fue violentamente sofocada; también fracasó la rebelión del norte de Italia contra Austria. En los estados alemanes, la revolución fue reprimida con dureza.

Revoluciones de 1848: La Primavera de los Pueblos

En 1848 tuvo lugar una oleada revolucionaria en toda Europa. Su carácter democrático y social hizo que fuera bautizada como la Primavera de los Pueblos.

Diferencias con Oleadas Anteriores

La revolución de 1848 se diferenció de las oleadas anteriores en que se dio en toda Europa, fue conocida como la Primavera de los Pueblos, estuvo marcada por la crisis económica y el descontento burgués, y fue una revolución democrática, donde se pedía la democracia.

Causas de 1848

  • Crisis económica: Entre 1845 y 1847 se pasó por un período de malas cosechas, al que acompañó una crisis industrial y comercial que agravó la inestabilidad.
  • Descontento de la pequeña burguesía: El carácter censitario de los regímenes liberales impedía a ese grupo social la participación en la vida política.
  • Actividad liberal y nacionalista: De forma clandestina habían proseguido su defensa de regímenes constitucionales o de la independencia nacional.
  • Aparición del proletariado como sujeto político: Desde entonces reclamaron sus derechos políticos y una mayor justicia social.

Desarrollo de 1848

La revolución comenzó en Francia, donde la monarquía se vio desestabilizada por la oposición democrática. En la Confederación Germánica estalló una revolución que obligó a la convocatoria de la Asamblea Parlamentaria de Fráncfort, que redactó una constitución. En Italia hubo revueltas liberales en el reino de Nápoles, y en el Véneto, la Toscana, Parma y Módena contra la presencia austriaca. En Austria, la sublevación provocó la destitución de Metternich y la abdicación de Fernando I en su sobrino Francisco José I. El nacionalismo húngaro conquistó Parlamento propio, y los checos también reclamaron su propia Cámara.

Las Grandes Potencias Europeas

Francia: Segundo Imperio y Tercera República

Tras la revolución de 1848, accedió a la presidencia francesa Luis Napoleón Bonaparte. Siguiendo los pasos de su tío, en el año 1851 dio un golpe de Estado y se proclamó emperador.

El Segundo Imperio (Napoleón III)

El gobierno de Napoleón III quedó legitimado por una nueva Constitución.

  • Plano político: Intentó aplicar un contradictorio liberalismo autoritario que pretendía combinar un gobierno personalista.
  • Plano social: Intentó compensar la supresión de libertades con un programa de políticas sociales, y legalizó las huelgas.
  • Ámbito económico: Francia conoció una importante expansión industrial, ferroviaria y financiera.

Política Exterior Napoleónica

Bonaparte intentó trazar una política exterior que reforzara el prestigio de Francia en el exterior. Esta estrategia se desarrolló en tres frentes: Italia, expansión imperialista en África, Asia y América, y Prusia.

La Tercera República

La derrota en la guerra francoprusiana trajo a Francia la república bajo la presidencia de Adolphe Thiers.

  • Interior: En marzo de 1871, una revuelta popular instauró la Comuna de París para exigir una república democrática.
  • Reformas: En 1879 fue elegido presidente Jules Ferry. Durante su gobierno, se emprendió una reforma educativa. Además, se aprobaron leyes que ratificaron la separación entre la Iglesia y el Estado.
  • Economía: El crecimiento económico se consolidó, y la industrialización se extendió.

Reino Unido: La Era Victoriana

Tras la derrota de Napoleón, Reino Unido se convirtió en la principal potencia mundial. Su dominio de los mares le permitió controlar el comercio internacional, y la expansión industrial lo dotó de una superioridad económica definitiva. La estabilidad interna fue un factor determinante que favoreció su dominio. Su apogeo tuvo lugar durante el reinado de Victoria I. Este período es conocido como la Era Victoriana.

Reformas Políticas

El modelo parlamentario británico se había consolidado tras la revolución de 1688, pero a lo largo del siglo XIX se emprendieron reformas que ampliaban la participación y los derechos de los ciudadanos (Reform Act).

  • El sistema político funcionaba mediante la alternancia bipartidista entre los tories (conservadores) y los whigs (liberales).
  • A finales del siglo XIX se abordaron las reformas más profundas, que afectaban al sistema educativo y a las relaciones entre el Estado y la Iglesia anglicana.

El Imperio Británico

  • Economía: El papel de pionero en la Revolución Industrial y el dominio de los mares afianzaron el liderazgo económico de Reino Unido.
  • Expansión: En la segunda mitad del siglo XIX, los británicos intensificaron su política expansionista hasta dominar extensas zonas en África y Asia. En Asia, destacaron India y China; en África, el canal de Suez.

Imperios Multiétnicos

En estos imperios, el liberalismo apenas tenía implantación.

Monarquía Dual Austriaca

Bajo la dinastía de los Habsburgo, el Imperio austriaco había sido el exponente máximo del absolutismo de la Europa de la Restauración y el Congreso de Viena. Desde el punto de vista social, la minoría austriaca dominaba un conjunto de pueblos centroeuropeos (checos, húngaros, eslovenos…) cuyo descontento aumentó a medida que se divulgó el ideario nacionalista. En 1867, el imperio se convirtió en una monarquía dual como Imperio Austro-Húngaro: el emperador de Austria sería rey de Hungría, que además vio reconocida cierta autonomía política.

Rusia Zarista

Durante el siglo XIX, el Imperio ruso se regía aún por un modelo autocrático que descansaba en el poder absoluto de los zares de la dinastía Romanov y que estaba respaldado por la burocracia del Estado, el Ejército y la Iglesia ortodoxa. Desde un punto de vista social y económico, Rusia era un estado atrasado y rural en el que pervivía la servidumbre campesina.

  • En 1855, Alejandro II introdujo algunas reformas. La más destacada fue la abolición del régimen señorial en 1861. Además, reformó el sistema judicial y creó asambleas locales.
  • Sin embargo, Alejandro III sucedió a su padre y llevó a cabo un giro conservador.

Imperio Otomano

El Imperio Otomano se extendía por gran parte del Mediterráneo oriental. A mediados del siglo XIX daba muestras de una creciente debilidad por el nacionalismo. En 1876, la presión ejercida por el movimiento nacionalista de los Jóvenes Otomanos dio lugar a la aprobación temporal de una Constitución que instauró una monarquía parlamentaria en la que el sultán se reservaba un férreo control.

Unificaciones y Conflictos

Guerra Francoprusiana (1870)

El conflicto de 1870 permitió a Bismarck atraerse a los estados alemanes del sur. Tras la victoria en Sedán, se derrumbó el Segundo Imperio francés, y Guillermo I fue proclamado emperador (kaiser) del Segundo Reich alemán.

Consecuencias

El Tratado de Fráncfort (1871) cedía a Alemania las regiones de Alsacia y Lorena. Este hecho provocó un fuerte resentimiento en Francia que sería el germen de futuros enfrentamientos.

Preguntas Clave sobre Unificaciones y Revoluciones

¿Qué elementos comparten las unificaciones de Italia y Alemania?

En ambos casos hubo un Estado Promotor.

¿En qué se diferencia la revolución de 1848 de las oleadas anteriores?

Se dio en Europa (Primavera de los Pueblos), estuvo marcada por la crisis económica y el descontento burgués, y fue democrática, pidiendo la democracia.