La Evolución de la Literatura Española: Del Teatro de Valle-Inclán y Lorca a la Narrativa Post-Transición

El Teatro Español en el Primer Tercio del Siglo XX: La Dicotomía

El teatro que se representó durante el primer tercio del siglo XX en España partió de una dicotomía que se prolongó hasta la Guerra Civil: el teatro que triunfaba en los escenarios y el teatro innovador, que se representó en pocas ocasiones. Los factores que provocaron esta separación fueron los siguientes:

  • El teatro, como espectáculo, tenía muy poca competencia (no había cine, ni TV…).
  • El público que asistía a las representaciones era burgués, y convertía la representación teatral en un acto social. Les gustaba que les hicieran reír, llorar o enfadarse, pero no que se les desconcertara, provocara o preocupara.
  • Los críticos teatrales se sometieron a los deseos del público; limitaron su función a sancionar a los autores que planteaban innovaciones.
  • Los empresarios (propietarios de los teatros españoles) exigían que los autores respetaran los deseos del público para financiar una representación.
  • Los autores se plegaron, en su mayoría, a los gustos del público.

El Teatro Dominante: Estéticas Burguesas y Populares

El teatro dominante explotó la estética impuesta por los realistas en el siglo XIX; se acomodó a los ideales conservadores burgueses y cosechó clamorosos éxitos en los escenarios. Dentro de él, los escritores cultivaron las siguientes tendencias:

Teatro Burgués

  • Teatro realista: la alta comedia: Su mayor representante fue Jacinto Benavente (Los intereses creados). Se caracterizaba por desarrollar unas puestas en escena colmadas de lujo y ostentación. Las piezas planteaban conflictos familiares entre padres e hijos, maridos y mujeres, etc. El lenguaje de estas comedias adquiere gran calidad literaria.
  • Teatro antirrealista: El teatro en verso o Teatro poético moderno: Heredado de los dramas románticos, compartió éxito con la alta comedia. Dramaturgos como Eduardo Marquina (Las hijas del Cid) volvieron la espalda a los problemas que nuestro país tenía en esos momentos y utilizaron el pasado imperial y conquistador de España como fuente de inspiración; se idealizaba a los héroes nacionales.

Teatro Popular

  • El teatro costumbrista: Pretende reflejar idílicamente la vida. Los argumentos desarrollan unas cuantas situaciones sociales elementales, sin profundidad psicológica y sin ningún atisbo de crítica. El lenguaje imitaba la expresión popular. Los hermanos Álvarez Quintero cultivaron el sainete y la comedia de costumbres (Mariquita Terremoto).
  • El teatro cómico: Tenía muchas semejanzas con el costumbrista: utiliza tipos populares, situaciones sociales estereotipadas, lenguaje popular… Carlos Arniches partió del sainete costumbrista (de ambiente madrileño) y evolucionó hacia el ensayo de un nuevo género, la tragedia grotesca, que alterna lo trágico y lo cómico, la apariencia y la autenticidad, haciendo una crítica a las injusticias.

El Teatro Innovador: Rechazo y Renovación

El Teatro Innovador no obtuvo el aplauso del público. Las razones por las que no triunfó fueron dos:

  • Los autores del teatro innovador se propusieron, sobre todo, contrarrestar al teatro que triunfaba sobre los escenarios. Por ello, sus creaciones eran, en muchas ocasiones, irrepresentables. Se decía que el teatro de Valle-Inclán era un “teatro para ser leído”.
  • El público que comprendía estas piezas, generalmente joven y culto, era minoritario. Ningún empresario se hubiera arriesgado a poner en práctica un proyecto destinado a un público tan escaso.

Los primeros intentos renovadores proceden:

  • De la Generación del 98. El teatro intelectual y filosófico (de corte existencial) de Unamuno creó la teoría de la desnudez: reducir al mínimo el número de personajes, evitar que las pasiones humanas entraran en conflicto y reducir la ornamentación de la puesta en escena.
  • Del teatro del ensueño cultivado por autores de la Generación del 98 y Valle-Inclán: de carácter ideal y estético, relacionado también con el teatro fantástico de Shakespeare, es decir, se plasman mundos ficticios con la intención de superar el teatro de corte realista: Tragedia de ensueño.
  • De los poetas de la Generación del 27, que incorporaron formas vanguardistas (como el simbolismo), la depuración del teatro poético y el acercamiento del teatro al pueblo.

Dentro de este teatro se encuentra la obra más destacada de los dos autores que debemos comentar: Lorca y Valle-Inclán.

Federico García Lorca

Es, junto con Valle-Inclán, el máximo exponente de la renovación del teatro español del primer tercio del siglo XX. Se dedicó a él durante toda su vida, no solo como autor sino también como actor, como autor de bocetos para decorados y figurines y como director de «La Barraca», compañía teatral con la que recorrió los pueblos de España difundiendo el teatro español. Recibe influencias dispares: clásica, vanguardista y popular. El tema constante de sus obras es el destino trágico de sus personajes. En su teatro, además de la palabra, cobran importancia otros componentes, como la música, la danza y la escenografía.

Antes de 1930

En la década de los años veinte, tras pequeñas obras guiñolescas, le llega el éxito con Mariana Pineda, drama próximo a los esquemas del entonces dominante teatro en verso modernista o teatro poético moderno, que trata la historia de una joven ajusticiada en Granada en el año 1831 por haber bordado una bandera republicana. De más calidad es La zapatera prodigiosa, sobre una joven zapatera casada con un hombre mayor que ella.

Durante la Década de los 30
  • Teatro Vanguardista: Comedias irrepresentables, próximas al surrealismo, en las que plantea la necesidad de realizar un nuevo teatro, pero sin variar su temática constante de la frustración íntima: El público, obra en la que condena a una sociedad llena de prejuicios, y Así que pasen cinco años, en la que aparecen temas como el paso del tiempo o la muerte. Son obras herméticas y difíciles que han recibido por parte de la crítica el nombre de teatro imposible.
  • Teatro Realista (Dramas de la Frustración): Aunque Lorca pretenda representar un teatro estéticamente convencional, su depuración estilística y temática lo convierten en un teatro poético, pero no en el sentido modernista, ni en verso, sino porque la realidad está ficcionalizada por medio de sus elementos simbólicos constantes, que presentan el conflicto entre el individuo y la sociedad. Cuatro obras componen este teatro, dramas de la frustración, protagonizados por mujeres, cuya situación de marginación social es tema común de los cuatro. En ellos, Lorca aprovecha algunos elementos del drama rural benaventino, pero también introduce innovaciones como el desdibujamiento del espacio y del tiempo dramáticos.
Obras Clave de la Década del 30
  • Bodas de sangre y Yerma: Constituyen las dos primeras partes de lo que pretendió ser una trilogía (aunque algunos críticos ven la tercera parte en La casa de Bernarda Alba). En Yerma se aborda la maternidad frustrada.
  • Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las flores: Drama urbano de costumbres en el que se critica la sociedad burguesa finisecular granadina, donde Lorca ahonda en el patético problema de la soltería de una señorita de provincias.
  • La casa de Bernarda Alba: Considerada su obra maestra y que el autor no llegó a ver estrenada. Constituye la culminación del proceso de depuración estilística y temática de su teatro. Su subtítulo, Drama de mujeres en tierras de España, nos da una idea del sentido de la misma, drama poético en el que se reflexiona acerca de la inclusión del poder en la vida privada. El lenguaje dramático evoluciona «in crescendo» desde la realidad hasta la mayor estilización, cargándose de valores connotativos en sus diálogos, mientras que las acotaciones son de gran precisión. El tema central de esta obra es el enfrentamiento entre autoridad y libertad: Bernarda Alba, mujer dura y tiránica, impone a sus hijas ocho años de luto y reclusión tras la muerte de su marido. Su hija menor, Adela, se rebela contra esta situación, pues desea vivir su pasión amorosa por Pepe el Romano, prometido de su hermana Angustias. Al ser descubierta, y creyendo muerto a su amante, la joven se suicida.

Aunque tras la muerte de Lorca la censura impidió en España la representación de sus obras, en el extranjero Lorca fue considerado muy pronto un clásico. En la actualidad su teatro es representado en España con gran aceptación por parte del público.

Ramón María del Valle-Inclán: La Creación del Esperpento

En su trayectoria dramática, Valle-Inclán mostró una constante voluntad de renovación formal y temática. Progresivamente, evolucionó hacia su creación máxima: el esperpento. Tras los primeros intentos renovadores ya señalados (teatro del ensueño), se distinguen dos ciclos en el teatro de Valle:

  • Ciclo mítico: Al que pertenecen El embrujado, las Comedias bárbaras (trilogía compuesta por Águila de blasón, Romance de lobos y Cara de plata) y Divinas palabras. Todas ellas se localizan en una Galicia mítica, intemporal. Se trata de una sociedad arcaica, elegida para presentar una visión de un mundo en el que la existencia humana se rige por fuerzas primarias (lujuria, soberbia, crueldad, despotismo, pecado, superstición…).
  • Ciclo esperpéntico: Divinas palabras marca el punto de inflexión, pues en ella empezaba a verse un distanciamiento artificioso que culminaría con la deformación sistemática de la realidad con intención crítica que define este subgénero teatral. En este ciclo se integran cuatro obras: la más importante e iniciadora del ciclo, Luces de bohemia (una feroz sátira política y social de la España del momento, un mundo de injusticia, miseria, estupidez, arbitrariedad y violencia, sin otra salida que la muerte); a esta le seguirían Los cuernos de don Friolera, Las galas del difunto y La hija del capitán, estas tres últimas publicadas juntas bajo el título Martes de carnaval, siendo el centro de la crítica el ejército español.
Características del Esperpento

El esperpento, subgénero teatral creado por Valle-Inclán, constituye una estética deformadora de la realidad. Consiste en la deformación grotesca de personajes, situaciones y ambientes, pues de esta manera se representa fielmente la también deformada sociedad española. Mediante el esperpento, el autor nos revela el verdadero rostro de la vida española. A través de él, el autor hace una crítica de la España de la época y de sus instituciones, y muestra un mundo absurdo en el que todo está del revés. Para lograrlo utiliza los siguientes procedimientos:

  • Deformación caricaturesca de la realidad: Como si estuviésemos viéndola a través de un espejo cóncavo. Esto se logra por medio de la sátira y la caricatura, siempre con una intención crítica y basada en el humor.
  • Los personajes son títeres, fantoches o marionetas: Están cosificados o animalizados, como si se tratase de un teatro de guiñol. En muchas ocasiones, se presenta un personaje colectivo.
  • Creación de situaciones absurdas y exageradas: Sobre todo a través de los contrastes: realidad y fantasía, tragedia y comedia, lo más sublime se mezcla con lo más bajo (también lingüísticamente de acuerdo con la condición del personaje)…
  • Libertad formal: Uso de un lenguaje coloquial, que llega incluso a lo vulgar, lleno de casticismos y de juegos de palabras. Este adquiere matices connotativos con una intención crítica. Recibe muchas influencias de las técnicas cinematográficas.

El esperpento representa la despedida de la estética bohemia modernista ante esta nueva estética esperpéntica. Cada vez se percibe más la crítica social a la España del momento, con una marcada intención política contra el capitalismo, la policía, incluso contra el pueblo embrutecido (de ahí que en posteriores ediciones de Luces de bohemia se añadan los capítulos de mayor tendencia política). Estos dos autores intentaron crear un nuevo público mediante el acercamiento del teatro al pueblo. Compañías teatrales como “La Barraca” pretendieron, con sus giras, una educación teatral del público distinta de la dominante.

La Narrativa Española Contemporánea: De la Transición a la Actualidad

En 1975, con la muerte de Franco y el fin de la dictadura, se produce la llamada Transición a la Democracia y, con ella, desaparece la censura, regresan los autores exiliados y se buscan nuevos caminos expresivos retomando patrones narrativos más clásicos, como el interés por el argumento, el desarrollo lineal de la historia o la voz única del narrador. En definitiva, se recupera el gusto por narrar, por contar historias.

Las novelas que inauguran esta nueva etapa son La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza y Mortal y rosa de Francisco Umbral, ambas publicadas en 1975. Conviven durante estos años novelistas de las diferentes promociones y generaciones, así, la variedad de corrientes narrativas y el resurgimiento de las novelas de género (policíacas, históricas, de aventuras…) son característicos del panorama novelístico actual.

Principales Tendencias de la Nueva Narrativa

Entre todas las tendencias y géneros de la narrativa actual, destacan:

  • Novela histórica: Se trata de un tipo de novela, por lo general, de gran precisión histórica que obliga al novelista a documentarse sobre el período, acontecimientos y personajes que pretende recrear; en ella se advierte una notable preocupación formal que revela la sensibilidad y la preparación cultural y literaria de los narradores y su esfuerzo por lograr un estilo personal y de calidad. Dentro de esta tendencia, podemos citar: Galíndez, de Manuel Vázquez Montalbán o La voz dormida de Dulce Chacón.
  • Novela de intriga y policíaca: Combina una historia interesante con aspectos sociales y de denuncia; en ocasiones, reconstruye momentos históricos en los que se han producido serios conflictos y narra los hechos siguiendo el hilo de una intriga. Este modelo nace con La verdad sobre el caso Savolta de Eduardo Mendoza. Entre las obras que incluyen una visión crítica de la sociedad están las novelas de la serie protagonizada por el detective Pepe Carvalho, de Vázquez Montalbán o Plenilunio de Muñoz Molina.
  • Metanovela: Reflexión sobre los aspectos teóricos de la novela como tema o motivo del relato, a través de un personaje escritor (profesor de Literatura o perteneciente al mundo editorial) que indaga, dialoga y reflexiona sobre temas literarios. Algunos ejemplos de esta tendencia son Beatus ille, la primera novela de Antonio Muñoz Molina, o Papel mojado, de Juan José Millás.
  • Novela de realismo crítico y social: Plasma el conflicto entre los personajes y el mundo, en espacios tanto urbanos como rurales, y ofrece una visión crítica y comprometida con la realidad histórica de la época: Letra muerta de Juan José Millás, Lo real de Belén Gopegui o Crematorio de Rafael Chirbes.
  • Novela intimista: Los valores esenciales son la búsqueda de la perfección formal y la reflexión sobre la propia existencia (La lluvia amarilla de Julio Llamazares o Malena es un nombre de tango de Almudena Grandes).
  • Novela de aventuras: Emplea ingredientes como la intriga, el suspense, la sentimentalidad o la ambientación histórica. Algunos ejemplos son La tabla de Flandes de Pérez Reverte o La sombra del viento de Carlos Ruiz Zafón.
  • Novela neorrealista o de la Generación X: Trata los problemas de la juventud urbana, sus salidas nocturnas, el uso y abuso de drogas, del sexo, del alcohol y de la música rock. Son obras representativas de esta tendencia: Historias del Kronen (1994), de José Ángel Mañas, que inauguró esta tendencia, o Amor, curiosidad, Prozac y dudas de Lucía Etxebarría.

Autores Destacados de la Narrativa Actual

Almudena Grandes

Es conocida por novelas como Las edades de Lulú, con la que logró un gran éxito en 1989. La adaptación al cine de esta novela supuso un espaldarazo definitivo a su carrera. Estudió Historia en la Universidad Complutense de Madrid, aunque su carrera ha estado dedicada a la literatura, donde el peso de la historia, sobre todo el de la más reciente en España, juega un papel fundamental.

Además de escritora, Almudena Grandes es conocida por su colaboración habitual con medios de comunicación como la Cadena Ser o el diario El País, donde mantiene desde hace años una columna y ha publicado varios artículos. De entre su obra habría que destacar títulos como Malena es un nombre de tango, Los aires difíciles o Atlas de geografía humana, todas ellas llevadas al cine.

Rosa Montero

Ha alternado su faceta de periodista con la de novelista. Desde el año 1977 trabaja para el diario El País. Ha sido galardonada con numerosos premios periodísticos y literarios, entre ellos el Premio Nacional de las Letras en 2017. Sus novelas, de estilo fluido, giran en torno a temas recurrentes como la memoria, la identidad, el paso del tiempo y la muerte. Entre las más aplaudidas por la crítica y por el público figuran Crónica del desamor (testimonio de los años de la Transición democrática), La hija del caníbal (novela de intriga y misterio) y Te trataré como a una reina (defensa de la condición femenina).

Antonio Muñoz Molina

Comenzó los estudios de Periodismo en Madrid, pero los abandonó para estudiar Filosofía y Letras en la rama de Historia del Arte en Granada. Tras acabar la carrera, hizo el servicio militar en el País Vasco, concretamente en Vitoria y San Sebastián. Esta experiencia de vivir en una zona tan amenazada por el terrorismo será utilizada más tarde por el autor en su novela Plenilunio (1997), que fue llevada al cine en el año 2000.

En 1986 publicó su primera novela, Beatus Ille, aunque el reconocimiento le llegaría con el Premio de la Crítica por El invierno en Lisboa (1987). Beltenebros (1989) lo dio a conocer al gran público gracias, sobre todo, a la adaptación cinematográfica que realizó Pilar Miró en 1991; una novela de amor, intriga y de bajos fondos en el Madrid de la posguerra con implicaciones políticas. En ese mismo año también ganó el Premio Planeta por El jinete polaco, consolidando definitivamente su carrera literaria. Además de las ya mencionadas, su obra narrativa comprende otros títulos como Sefarad (2001), novela de novelas sobre las crueldades del siglo XX, o La noche de los tiempos (2009), recreación de las primeras semanas de la Guerra Civil en Madrid. Su última novela, Tus pasos en la escalera, fue publicada en 2019.

También escribe artículos periodísticos reunidos en volúmenes como El Robinson urbano o La vida por delante. Su obra muestra un estilo claro, un uso muy cuidado de la lengua y el dominio de los diferentes registros. Hoy en día está considerado como uno de los principales autores de narrativa de nuestro país.