La Estética Trascendental: Sensibilidad y Formas A Priori
La posibilidad de que haya objetos de conocimiento se fundamenta en la intuición. Kant define la intuición como la relación inmediata del sujeto con el objeto de conocimiento. Existen en el sujeto unas formas a priori de la sensibilidad, que son las responsables de reordenar los datos que obtenemos por los sentidos y que Kant identifica con el espacio y el tiempo.
El espacio es la forma externa de la sensibilidad, mientras que el tiempo es la forma interna. Cualquier realidad se insertará en un espacio y un tiempo; esto no significa que espacio y tiempo sean realidades objetivas, sino que son formas impuestas por el sujeto a las impresiones. Las impresiones sensibles enmarcadas en un espacio y un tiempo se denominan intuiciones empíricas.
La presencia de elementos a priori en la sensibilidad explica la existencia de la geometría y de la aritmética:
La Geometría
Es una ciencia basada en el estudio puro del espacio. Sus juicios son universales. Son enunciados previos a la experiencia que proporcionan información fundamental y ampliativa. Los juicios de la geometría son sintéticos a priori.
La Aritmética
Es una ciencia que se basa en la intuición temporal. Sus juicios también son sintéticos a priori.
La Lógica Trascendental
Analítica Trascendental: El Entendimiento y las Categorías
La analítica trascendental se ocupa del estudio de los conceptos que estructuran el entendimiento. La tarea del entendimiento consiste en sintetizar las representaciones obtenidas de la sensibilidad a partir de conceptos. Kant distingue entre conceptos puros y conceptos empíricos.
El estudio de Kant se centra en los conceptos puros, a los que denomina categorías. Las categorías son formas a priori del entendimiento que permiten pensar sobre las intuiciones sensibles. La existencia de categorías en el entendimiento significa que:
- Las categorías son la condición de posibilidad de que las intuiciones sensibles sean pensadas.
- Las categorías solo pueden aplicarse a las intuiciones sensibles. Cualquier otro uso de las categorías es ilegítimo y conlleva incurrir en errores.
Para Kant, el pensamiento y la intuición se necesitan mutuamente. Las intuiciones tienen que ser pensadas por el entendimiento. El entendimiento, a su vez, no puede operar sin intuiciones.
El resultado final del proceso de intuir una realidad y pensarla a partir de las categorías del entendimiento es el fenómeno.
La física es una ciencia posible, porque sus juicios se basan en categorías del entendimiento aplicadas a las intuiciones sensibles, dando lugar a juicios sintéticos a priori. Una categoría como la de causalidad no se puede aplicar a realidades no fenoménicas porque eso supone incurrir en un uso ilegítimo.
Kant denomina noúmeno o «cosa en sí» a la realidad previa a la forma humana de conocer. El noúmeno representa el límite de la experiencia, la realidad externa que permite que haya conocimiento, pero que en sí misma no puede conocerse. El noúmeno es lo que queda cuando se suprimen del fenómeno las categorías del entendimiento y las intuiciones del espacio y del tiempo.
Dialéctica Trascendental: La Razón y el Límite de la Metafísica
En la dialéctica trascendental Kant demuestra que la metafísica no es una ciencia. La dialéctica se ocupa de la facultad de la razón. Esta facultad es la que permite al ser humano indagar las causas y los fundamentos de toda realidad. Esta búsqueda inacabable se realiza aglutinando el conjunto de las informaciones en torno a tres ideas: el alma, el mundo y Dios.
Las ideas de la razón se caracterizan por trascender toda experiencia, y su función es reguladora. Sin embargo, cuando estas ideas reguladoras se toman como fenómenos, se están utilizando ilegítimamente. Las categorías del entendimiento producen enunciados contradictorios. Las tres ideas de la razón han dado lugar a tres ramas de la metafísica:
Psicología Racional
La idea reguladora de la razón conduce a pensar que todas las experiencias internas y la vida psíquica de una persona apuntan al alma. Cuando esta idea reguladora se confunde con una realidad objetiva, el metafísico se plantea cuál es su naturaleza y qué características tiene. Este uso inapropiado de la razón conduce a razonamientos incorrectos.
Cosmología
Para Kant, la idea reguladora de la razón conduce a dirigir las investigaciones como si el universo fuera una unidad. Cuando esta idea reguladora se convierte en un objeto al que se llama mundo, se incurre en contradicciones (antinomias).
Teología
La idea reguladora de la razón conduce a pensar que tras la realidad material y psíquica, existe una realidad trascendente que es el fundamento incondicionado de todo lo demás, y que denominamos Dios. Sin embargo, cuando esta idea reguladora se convierte en un objeto, conduce a la indagación sobre las pruebas de la existencia de Dios.
Crítica a las Pruebas de la Existencia de Dios
Kant refuta los principales argumentos metafísicos:
Argumentos Físico-Teleológicos
A partir del orden del mundo, se concluye con la existencia de un Dios ordenador. Sin embargo, Kant asegura que este paso es ilegítimo porque una cuestión fenoménica no puede conducirnos a una realidad trascendente y nouménica.
Argumentos Cosmológicos
Son argumentos que se centran en señalar que el mundo es contingente, por lo que su existencia hace necesario que exista también un ser necesario, que se identifica con Dios. Este paso es ilegítimo.
Argumento Ontológico
A partir del concepto no se puede demostrar la existencia. Aquí se confunden dos planos: el lógico con el ontológico.
En conclusión: no se pueden establecer juicios sintéticos a priori sobre el alma, el mundo o Dios, porque son ideas de la razón que trascienden el mundo de los fenómenos. Kant no pretende negar su existencia, solo se limita a apuntar que no puede probarse que estas ideas existan, porque no son fenómenos.