La Lírica Griega: Definición, Características y Temas
La lírica, en su origen griego, no solo constaba de letra, sino también de música, aunque esta se ha perdido, conservándose únicamente los metros (el verso lírico que demuestra que estaba pensado para el canto). No es un bloque monolítico, sino que aparece dividido al menos en cuatro grandes subgrupos.
Definición de la Lírica
El término designa toda aquella composición cantada al son de una lira y, por extensión, de cualquier instrumento de cuerda (cítara o forminge). De ahí evolucionó para comprender todo lo que está escrito en verso que no sea épica ni teatro. (No es válida la simplificación de que «la lírica expresa sentimientos mientras que la épica narra acontecimientos»).
Características Comunes de la Lírica Griega
- Individualismo: Cuenta la persona y no la familia. En la lírica siempre aparece un «yo» que se dirige a un «tú», tratando de influir sobre él y tocando temas relacionados con el presente. A diferencia de la épica, donde el yo del poeta nunca aparece ni su mundo presente, sino que se remonta a un pasado mítico. Este afloramiento del individualismo lleva al poeta a firmar, orgulloso, sus obras.
- Interés por el presente: (Explicado en el punto anterior).
- Indefensión del hombre: Ante los dioses o el destino. Este sentimiento hace referencia a la confusión de valores que vive la sociedad griega de época arcaica, a la falta de bases sólidas donde asentar su conducta y a la inseguridad con respecto al futuro. Todo es efímero. Los poetas buscan la solución bien en el «carpe diem», bien en intentar superar las limitaciones del hombre, siendo más conscientes de su propia naturaleza y posibilidades.
Diferencias entre Subgéneros Líricos y la Épica
Estos subgéneros se diferencian entre sí y a la vez todos de la épica en:
- Dialecto en el que están escritos (lengua).
- Métrica.
- Modo de ejecución (cómo se cantaban).
- Tono con el que abordan los temas y la frecuencia de estos.
- Función del poeta.
Temas Centrales de la Lírica Griega
- Himno: Canto de alabanza a un dios o bien se le pide ayuda para la ciudad o el poeta, o incluso se le invita a bailar con el coro. Abunda en la lírica coral, pero también se da en la monodia con un carácter más privado. Destacan el Peán (dedicado a Apolo), el Ditirambo (a Dionisio) y el Epinicinio (o alabanza a los vencedores en los Juegos).
- Amor: Se pide el amor de la persona amada, se lamenta de un desaire o se expresan celos. Safo le da un tratamiento íntimo y sincero. Anacreonte lo frivoliza dentro del ambiente de los banquetes.
- Banquete: Se canta al vino, al sexo, a la alegría de vivir, a la belleza de las chicas, al amor sensual de los mancebos. A veces estos temas frívolos van unidos a reflexiones filosóficas o a normas de comportamiento. Abundan en la monodia.
- Muerte: Elige la forma de la elegía o las propias de la lírica coral (trenos).
- Conducta Humana: Incitan a la lucha (elegía); defienden la moral tradicional frente a los nuevos valores (Teognis); exhortan a la justicia y a la equidad (Solón); tratan de la amistad, de la debilidad del hombre ante lo incierto del destino (αμηχανιη).
- Sátira o Escarnio (o sus contrarios, Encomio o Alabanza): Pintan la sociedad y tratan de reformarla. Se dan sobre todo en el yambo.
La Poesía Lírica Latina: Orígenes y Subgéneros
Orígenes y Evolución
La poesía lírica surgió en Roma en el siglo II a.C., en un período muy tardío respecto a otros géneros literarios. La expresión de los sentimientos personales parecía relegada a un segundo lugar en la literatura latina, más preocupada por los ideales patrióticos de una Roma en constante expansión. La relación con la cultura griega, notoria en el círculo literario de Escipión, favoreció el individualismo y la expresión de los sentimientos personales, y se desarrollaron las condiciones favorables para que surgiera el género lírico.
Primeras Manifestaciones Líricas Latinas
- Himnos o cantos entonados por los salios, sacerdotes del dios Marte, a quien imploraban que cuidara las cosechas y les protegiera de la guerra.
- El Himno de los hermanos Arvales, Carmen fratrum Arvalium, sacerdotes de una antigua divinidad agrícola romana, Dea Dia, que era festejada en el mes de mayo.
Subgéneros Líricos Latinos
1. Oda
Las odas son poemas de cierta extensión con un lenguaje muy elaborado. Destacan los temas patrióticos o mitológicos, las dedicatorias a un amigo o los acontecimientos públicos. Los autores más representativos son Catulo y Horacio.
Cayo Valerio Catulo (87 a.C. – 57 a.C.)
Nació en Verona, en la Galia Cisalpina. En el año 62 a.C. marchó a Roma, donde se introdujo en los círculos literarios de los poetas neotéricos (poetae novi), muchos de ellos procedentes también de la Galia Cisalpina. Mantuvo una tortuosa relación con Clodia, Lesbia en sus poemas, mujer culta que llevaba una vida escandalosa y pertenecía a la influyente familia de los Claudios (su hermano Clodio provocó el destierro de Cicerón). Lesbia abandonó a Catulo, que murió poco después a la temprana edad de treinta años. Sus poemas nos han llegado bajo el título de Catulli Veronensis liber, que consta de 116 composiciones.
Quinto Horacio Flaco (65 a.C. – 8 a.C.)
Nació en Venusia, en el sur de Italia. Estudió en Roma y a los veinte años marchó a Atenas para completar sus conocimientos de griego y filosofía. Allí tomó contacto con el epicureísmo. Participó en la batalla de Filipos en el bando de los asesinos de César contra Octavio y Marco Antonio. Regresó a Roma después de que Octavio perdonara a los que habían luchado contra él. Su amistad con Virgilio le introdujo en el círculo de Mecenas y facilitó el encuentro con Augusto.
2. Elegía Latina
La elegía latina suele considerarse como un subgénero de la lírica porque expresa sentimientos íntimos. Pero tiene características propias: el tema amoroso tiene tintes dolorosos y la forma métrica utilizada es el dístico elegíaco. Por eso, algunos autores lo tratan como género literario independiente.
Orígenes de la Elegía
La elegía nace en Grecia. En su origen era un lamento de carácter funerario, entonado al son de una flauta. Sin embargo, en los líricos griegos arcaicos y en los poetas helenísticos encontramos también lamentos por temas amorosos y por la fugacidad de la vida, temas guerreros, políticos, filosóficos, etc. En Roma se adopta ese sentimiento de dolor y el esquema métrico, pero tiene rasgos propios que la diferenciaron de su modelo.
Características de la Elegía Latina
- Predominio del carácter sentimental, erótico y subjetivo.
- Expresión de sentimientos personales, incluso autobiográficos, de amor casi siempre desgraciado.
- Presencia del dolor y sufrimiento.
- Referencia a la persona amada siempre bajo un pseudónimo: Lesbia (Catulo), Delia y Némesis (Tibulo), Cintia (Propercio) y Corina (Ovidio), etc.
Grandes Poetas Elegíacos Latinos
Cayo Valerio Catulo
Además de escribir poemas líricos (odas), es considerado el primer gran poeta elegíaco por ser pionero en expresar sentimientos eróticos y amorosos en primera persona. Escribe poemas en dísticos elegíacos en los que alude a su relación de amor con Lesbia, así como a su posterior desengaño.
Albio Tibulo (55 – 19 a.C.)
Nació en Gabios, en el Lacio. Se han conservado tres libros de elegías en el llamado Corpus Tibullianum. Tibulo es el autor de los libros I y II; el tercer libro comprende composiciones de diversos poetas y solo se consideran de Tibulo las dos últimas elegías.
- Libro I: Dedicado a Delia, pseudónimo de una mujer casada llamada Plania. Se elogia la vida en el campo junto a la mujer amada.
- Libro II: Trata la pasión amorosa que siente por Némesis, mujer ambiciosa a la que dedica desgarradores versos llenos de dolor.
Su poesía se caracteriza por la expresión sincera de sus sentimientos amorosos, lejos de toda erudición mitológica. La obra de Tibulo es melancólica y sensual a un tiempo. También aborda los placeres del campo, o los lamentos por la enfermedad y la muerte. Tibulo es un poeta lánguido y enigmático que sugiere más que dice. Su dificultad disminuyó su éxito entre el público.
Sexto Aurelio Propercio (50 – 15 a.C.)
Procedía de la región de Umbría. Escribió cuatro libros de elegías:
- Libros I-III: Dedicados a su amada Cintia; en ellos, expresa con gran patetismo el amor trágico, los celos, la tristeza y la desilusión.
- Libro IV: Se ocupa de temas relacionados con el programa ideado por Augusto para recuperar las costumbres y leyendas tradicionales de la antigua Roma.
Propercio se inspira en el poeta alejandrino Calímaco, con el que comparte el estilo recargado y la abundancia de citas mitológicas, perfectamente integradas en el contexto poético. La poesía de Propercio es a la vez fogosa y apasionada en su contenido, pero retorcida y barroca en las formas, hasta el punto de que resulta farragosa y difícil de entender en una primera lectura.
Publio Ovidio Nasón (43 a.C. – 17 d.C.)
Ovidio nació en Sulmona, en la actual región de Abruzzo, de una familia acomodada. Desde muy joven decidió dedicarse plenamente a la poesía, por lo que renunció a una prometedora carrera de abogado.
En el año 8 d.C. fue desterrado por el emperador Augusto a Tomis, cerca de la actual ciudad rumana de Constanza en el mar Negro. Es posible que en la orden de destierro influyera la publicación de su obra Ars amandi (El arte de amar), considerada por algunos escandalosa e inmoral. Otros piensan que la causa real estaba relacionada con la persona del emperador. Ovidio murió sin poder regresar a su tierra, a la que tanto añoraba.
Las elegías de Ovidio son de dos tipos y pertenecen a dos períodos de su vida:
- Elegías amorosas (Juventud): Amores y Heroidas.
- Elegías dolorosas (Destierro): Tristia y Epistulae ex Ponto.
Su obra refleja el fin de la edad dorada de la literatura latina. Junto a la fluidez de su lenguaje y su versificación, su habilidad para superar las dificultades técnicas y su capacidad para tratar los temas tradicionales de forma asombrosa, encontramos cierto abandono y monotonía en el tratamiento de ideas y motivos, agotando sus temas de manera absoluta, y poca seriedad y buen gusto en ocasiones. Su poesía llegó a la calle, como testimonian las paredes de Pompeya. En la Edad Media fue tal su influjo lingüístico, temático y literario, que se ha llegado a hablar de aetas ovidiana para los siglos XII-XIII. El Libro del Buen Amor es un ejemplo de ello. También fue un poeta favorito del Humanismo y del Renacimiento. Y desde entonces la literatura conoce una dirección “ovídica” paralela a la “virgiliana”: Boccaccio, Ariosto, Tasso, Camoens, Shakespeare.
3. Égloga o Poesía Bucólica
La poesía bucólica latina hunde sus raíces en Grecia. Teócrito, a inicios del helenismo, compuso sus Idilios, pequeños poemas en los que el autor muestra una estampa campesina idealizada, que inspirarían durante siglos a pintores y escritores. Este subgénero lírico ensalza la vida tranquila en el campo en contraposición al bullicio de la ciudad.
Características de la Égloga
- Escenario natural o paisaje idílico: El locus amoenus.
- Figuras idealizadas: Pastores que expresan sus sentimientos amorosos al son de una flauta.
- Alusiones mitológicas: De contenido profético o ejemplarizante.
Representantes de la Poesía Bucólica Latina
Virgilio
Es su representante más destacado en la poesía latina. Las Églogas o Bucólicas de Virgilio son diez composiciones de tema pastoril.
Otros Autores
- Calpurnio Sículo: Escribió siete églogas, cuya finalidad última es la adulación del emperador Nerón.
- Nemesiano (Siglo III d.C.): Compuso cuatro poemas de tipo bucólico de gran calidad. Interesado además por los temas de la caza, escribió un pequeño poema llamado Cinegética.