Contexto Histórico y Filosófico de Platón
Contexto Histórico-Cultural
Platón nace en el 427 a. C., cuatro años después de que comenzara la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.), conflicto que enfrentó a Atenas, su patria, con Esparta —la otra gran potencia griega— y que puso fin al período glorioso que la primera había vivido. En efecto, desde el 479 a. C. —fecha en que se había puesto fin definitivamente a las Guerras Médicas con la derrota sin paliativos de los persas a manos de los griegos— hasta el inicio de la guerra citada, Atenas, capitaneada por el gran hombre de Estado Pericles (495/429 a. C.), vivió su momento de máximo esplendor desde el punto de vista político, económico y cultural.
No obstante, esta brillante etapa terminó con la Guerra del Peloponeso, que se saldó con la derrota final de Atenas. Tras la derrota, el régimen democrático fue sustituido por el autocrático de los Treinta Tiranos —en el que participaron algunos parientes de Platón—. Por último, la democracia fue restaurada un año después (403 a. C.) de que fuera establecido el anterior régimen, pero las cosas nunca volvieron a ser como antes para la ciudad. De hecho, la batalla de Queronea (ocurrida en el 338 a. C., nueve años después de la muerte de Platón, acaecida en el 347 a. C.), certificó la decadencia de Atenas al ser derrotada, junto a su aliada Tebas, por Macedonia y quedar bajo el dominio de esta última, a la sazón la única y verdadera fuerza hegemónica en Grecia.
Platón desarrolla su existencia, pues, en unas circunstancias históricas extraordinariamente convulsas. Y de alguna manera, su filosofía es una respuesta a la decadencia y el desorden que le tocó vivir. (Cabe destacar que, en el plano cultural, la decadencia política no fue total, pues las comedias de Aristófanes, la obra historiográfica de Jenofonte, la escultura de Praxíteles y la retórica de Isócrates, Esquines y Demóstenes, además de la propia filosofía de Platón, continuaron manteniendo el “listón muy alto”).
Contexto Filosófico: Influencias en La República
Este texto pertenece a La República, libro que se sitúa en la etapa de madurez (387-367 a. C.) de Platón y, tal vez, la obra cumbre del filósofo, donde este expone prácticamente todo su sistema de pensamiento: su ontología, su gnoseología, su antropología, y su teoría social y política.
En lo que respecta a los tres primeros apartados (ontología, gnoseología y antropología), los filósofos que influyeron en Platón fueron, fundamentalmente, Heráclito, Parménides, Pitágoras y Sócrates.
Aportaciones de los Presocráticos y Pitágoras
- Heráclito: Platón tomó, a través de su maestro Crátilo, la ontología del mundo sensible: nuestro mundo como algo sujeto constantemente al cambio y el movimiento, donde las cosas nacen y perecen.
- Parménides: Adoptó las características fundamentales del mundo inteligible: las Ideas, al igual que el Ser de Parménides, son también perfectas, inmutables e inmóviles.
- Pitágoras: De él recibió su visión dualista de la naturaleza humana (esencial para la “teoría de la reminiscencia”) y su admiración por las matemáticas, cuyos objetos situaba Platón en el mundo inteligible.
La Influencia Decisiva de Sócrates
Fue su dilecto maestro Sócrates quien puso a Platón tras la pista de las Ideas, pues estas surgieron a partir de la hipostasiación de los conceptos socráticos, en los cuales veía Platón en un principio el objeto de la ciencia (episteme).
En lo que respecta a la teoría social y política, también se percibe el influjo de Sócrates:
- El Gobierno de los Sabios: De Sócrates tomará la idea de que solo los honestos y, sobre todo, los que saben deben gobernar. De esta manera, el pueblo, a causa de su ignorancia, no puede hacerlo y, por tanto, la democracia no es un sistema político deseable.
- Rechazo a la Sofística: Adoptará su desprecio por la sofística —el movimiento intelectual que se había desarrollado durante la segunda mitad del siglo V a. C. y en el que descollaron figuras como Protágoras y Gorgias—. En sus ideas subjetivistas, relativistas, escépticas y convencionalistas, Platón veía, al igual que Sócrates, los gérmenes corruptores de toda sociedad sana.
En suma y para terminar, Platón pudo haber afirmado, como el gran Newton muchos siglos después: «Me he apoyado sobre los hombros de gigantes».
La Misión del Filósofo: El Regreso del Liberado
Temática Central y Dialéctica Descendente
La temática del texto es el regreso del liberado y sus consecuencias. Esta parte del relato representa la fase descendente de la dialéctica y el descenso del filósofo para educar a los ciudadanos, representados por los otros prisioneros. Este retorno también forma parte de la educación del liberado, ya que el filósofo reconocerá los seres sensibles como lo que son: seres de segundo orden.
Consecuencias del Retorno
Si bruscamente se hace descender al liberado, ya convertido en filósofo, será incapaz de reconocer las sombras. De esta incómoda situación se seguirán dos consecuencias principales:
- Ridiculización y Acusación: Será ridiculizado. Le acusarán de haber perdido la vista por haber salido del lugar que le corresponde. Concluirán que salir es un peligro, pues atrofia la capacidad de conocer.
- Rechazo y Violencia: Si el liberado propusiera a los demás salir, se negarían: no creerán que fuera está el mundo verdadero ni que el liberado haya llegado a conocerlo. La reacción sería, si sus cadenas se lo permitieran, matar a quien les amenaza con sacarlos.
El destino de Sócrates, condenado por traer nuevas ideas al Estado, se esconde tras estas palabras. El sabio se muestra torpe en las cosas cotidianas, pues está acostumbrado a las realidades puramente inteligibles. Sin embargo, debe cumplir su misión educadora, ya que este es su destino: liberarse hasta la contemplación de la verdad y volver para enseñarla a los que están encadenados.
La Función de la Filosofía
Para concluir, podría afirmarse que en este fragmento se condensa lo más novedoso que aporta el Mito de la Caverna, a saber, la dilucidación de la función de la filosofía, así como de la misión del filósofo. Estas consisten, respectivamente, en el desvelamiento de la verdad y la transmisión de esa verdad, aunque ello ponga en peligro al segundo: Platón descubre, en efecto, que el oficio de filósofo ha sido, históricamente, una «profesión de riesgo».
Claves Interpretativas de la Alegoría de la Caverna
En este último párrafo, el mismo Platón se encarga de desvelar las claves para la interpretación de la alegoría: su relación con los grados de realidad y grados de conocimiento, así como las implicaciones éticas y políticas.
Relación con los Grados de Realidad y Conocimiento
Para saber lo que significa la alegoría, hay que ponerla en relación con lo que antecede:
- La Caverna: Corresponde al Mundo de lo Visible y los prisioneros simbolizan al alma atrapada en él, lo que nos ata a la sensibilidad. Gnoseológicamente, la caverna representa la Opinión (tanto la conjetura como la creencia).
- Niveles del Mundo Sensible: En el mundo sensible nos encontramos con dos niveles: el formado por los seres naturales («figurillas de hombres y animales») y por los artificiales («utensilios»), y el formado por las imágenes, es decir, las sombras, reflejos y copias de los seres naturales y artificiales («sombras»).
- El Fuego: El fuego cuya luz se proyecta dentro de ella es el sol, de manera que todo lo que se ve y ocurre dentro de la caverna es posible gracias al fuego. Sin la luz ni el calor del sol, el conocimiento sensible y la vida serían imposibles.
- La Ascensión: La ascensión hacia lo alto y la contemplación del mundo de arriba (exterior de la caverna) es el símbolo del camino del alma hacia el Mundo Inteligible, formado por los objetos matemáticos y las Ideas, que son los seres verdaderos, cognoscibles y no opinables.
La Idea del Bien: Causa de la Verdad y la Justicia
Lo último que el alma aprende a ver con esfuerzo en relación con el conocimiento puro es la Idea del Bien, que es la cima de todo lo que hay, pues es la causa de toda excelencia («de todas las cosas rectas y bellas»).
La Idea del Bien tiene una doble función causal:
- En el Mundo Sensible: Ha generado la luz y el sol (que es así literalmente un «vástago del Bien»).
- En el Mundo Inteligible: Es responsable de la existencia de la verdad y de la inteligencia.
Hay que llegar necesariamente a la conclusión de que esta Idea es la causa de todo lo que existe en el mundo de justo y de bello y de que quien desee obrar racionalmente, tanto en la vida privada como en la pública, tiene forzosamente que haberla contemplado.
Implicaciones Éticas y Políticas
La contemplación del Bien establece las bases de la ética y la política platónicas:
- Implicación Ética: Solo puede aspirar a la bondad quien conozca el Bien.
- Implicación Política: Han de gobernar los más sabios por ser los conocedores de la Justicia y el Bien (la figura del Filósofo Rey).