La Poesía Medieval: Un Legado de Tradición y Creación
La poesía medieval se divide en dos grandes vertientes: la poesía popular y la poesía culta.
Poesía Popular Tradicional
Se caracteriza por ser obras anónimas y colectivas, resultado de un continuo proceso de reelaboración y transmisión oral de generación en generación. Su antigüedad es remota, y su conservación se debe a que escritores cultos las intercalaron en sus obras.
Manifestaciones de la Lírica Popular Tradicional
- Jarchas: Escritas en mozárabe, abarcan desde el siglo XI hasta el XIV. Expresan la queja amorosa femenina con gran sencillez formal y conceptual.
- Cantigas de Amigo: En galaico-portugués, del siglo XII al XIV. Utilizan el paralelismo y el encadenamiento como recursos estilísticos, y la naturaleza como confidente.
- Villancicos: En castellano, desde el siglo XV al XVII. Destacan por su condensación expresiva, sobriedad afectiva y espontaneidad.
Poesía Culta
Es de carácter individual, con autor conocido, y se trata de una obra escrita. A diferencia de la popular, la labor creadora recae en un solo individuo.
Manifestaciones de la Poesía Culta
- Lírica: Expresa sentimientos íntimos y personales del autor.
- Narrativa: Relata acontecimientos ajenos a la subjetividad del poeta.
El Mundo Social de la Celestina
La obra La Celestina refleja la transformación de la sociedad medieval, marcada por el ascenso de la alta burguesía en detrimento de la nobleza, donde la riqueza primaba sobre el linaje. Se configura un nuevo código moral basado en la conciencia de la individualidad, la libertad y el pragmatismo.
Poesía Narrativa Medieval: Mester de Juglaría y Mester de Clerecía
Mester de Juglaría
Cultivado por los juglares, individuos errantes que transmitían oralmente relatos de acontecimientos de actualidad (función informativa) y divertían al público con diversas habilidades (función lúdica). Su arte, más espontáneo, se conoce como mester de juglaría. Los cantares de gesta son la manifestación principal, narrando las hazañas de héroes y exaltando el carácter nacional. Se caracterizan por versos de 10 a 20 sílabas, divididos en dos hemistiquios, agrupados en tiradas monorrimas de rima irregular (generalmente asonante). El Poema del Mio Cid es el ejemplo más destacado, exaltando la figura de Rodrigo Díaz de Vivar y su proceso de engrandecimiento, dividido en tres cantares: El cantar del Desierto, El cantar de las Bodas y El cantar de la Afrenta de Corpes. Destaca por su realismo histórico y geográfico, la unidad de la obra y la maestría en la caracterización del protagonista.
Mester de Clerecía
Desarrollado por clérigos y hombres cultos, con un propósito didáctico y moralizador. Se basa en temas cultos y religiosos, transmitidos en lengua romance. Su métrica se caracteriza por la cuaderna vía (tetrástrofo monorrimo de alejandrinos) y la rima consonante. El estilo alterna el lenguaje popular con uno elevado. Destacan:
- Gonzalo de Berceo (Siglo XIII): Primer poeta de nuestra literatura. Obras: Milagros de Nuestra Señora (mariológica) y obras geográficas.
- Arcipreste de Hita (Siglo XIV): Autor del Libro de Buen Amor, obra cumbre del mester de clerecía, que aborda el tema del amor humano y divino con ambigüedad, humor y una rica variedad de temas y tendencias culturales.
Figuras Retóricas Clave
En la poesía medieval, se emplean diversas figuras retóricas para enriquecer la expresión:
- Anáfora: Repetición de palabras al inicio de frases o versos.
- Asíndeton: Supresión de nexos coordinantes o subordinantes para agilizar el ritmo.
- Elipsis: Omisión de un elemento gramatical que se sobreentiende.
- Hipérbaton: Alteración del orden sintáctico habitual.
- Paralelismo: Repetición de estructuras sintácticas similares.
- Polisíndeton: Uso reiterado de conjunciones para crear un efecto solemne.
La Prosa Medieval
Primeras Manifestaciones
Las primeras muestras de prosa romance aparecen en el siglo XIII, principalmente traducciones de textos latinos, como Calila e Dimna y El libro de los engaños.
La Prosa Alfonsí
Alfonso X el Sabio es fundamental en la consolidación de la prosa castellana. Fijó el sistema ortográfico, flexibilizó la sintaxis y enriqueció el léxico. Impulsó la redacción de tratados históricos, jurídicos y científicos.
La Prosa Literaria (Siglo XIV)
Surge con personalidades como el Canciller Ayala (cultiva la crónica histórica con espíritu crítico) y, especialmente, Don Juan Manuel, autor de El Conde Lucanor. Esta obra didáctica, una colección de cuentos, enseña a desenvolverse con astucia y cautela ante la vida, destacando por su estilo claro y preciso.
El Nacimiento de la Novela
En el siglo XIV, ligada a la decadencia feudal y el auge de la burguesía, nacen las primeras manifestaciones de la novela:
- Novela de Aventuras: Como La gran conquista de ultramar, que combina elementos corteses y leyendas clásicas.
- Novela Caballeresca: Como El Caballero Zifar, que fusiona elementos heroicos de la épica francesa con lo fantástico y legendario de las historias bretonas.
El Teatro Medieval
Sus orígenes se vinculan a las celebraciones religiosas, con la dramatización de ceremonias de culto. El Auto de los Reyes Magos (siglo XII) es la muestra más antigua. Tras un largo paréntesis, la actividad teatral renace en la segunda mitad del siglo XV, con un teatro cortesano que cultiva modalidades como las representaciones de Juan del Enzina y Lucas Fernández. La obra maestra de este periodo es La Celestina, de Fernando de Rojas.
La Poesía Narrativa Popular-Tradicional: El Romancero Viejo
Los romances son composiciones épico-líricas breves, surgidas de la fragmentación de los cantares de gesta (tesis tradicionalista) o de un esfuerzo creador individual (tesis individualista). Se transmitieron oralmente y fueron recogidos en cancioneros. Sus temas son variados: históricos, novelescos, líricos, fronterizos, moriscos, carolingios y artúricos. La métrica se basa en versos octosílabos con rima asonante en los pares. Estilísticamente, tienden a la brevedad, la repetición y la libertad temporal.
La Poesía de Cancionero (Lírica Culta)
Conjunto de composiciones de poetas vinculados a la corte, recopiladas en antologías. Los temas principales son el amor (influenciado por la tradición provenzal, italiana y trovadoresca, con rasgos de reserva, alegorías y juegos de ingenio), la reflexión moral y la sátira.
Coplas por la Muerte de su Padre (Jorge Manrique)
Obra cumbre de la elegía, en la que Manrique reflexiona sobre la fugacidad de la vida, la inconsistencia de los bienes mundanos y el poder igualatorio de la muerte. Utiliza la copla manriqueña (estrofa de doce versos octosílabos con pie quebrado). Los temas recurrentes son el mundo como tránsito, la fortuna, el tiempo, la muerte, el tópico ubi sunt? y la fama.
La Celestina
Publicada en 1499, es una obra maestra de Fernando de Rojas. La acción se estructura en un prólogo y dos partes, narrando la trágica historia de amor entre Calisto y Melibea, mediada por la alcahueta Celestina. Los personajes son complejos y realistas, destacando la propia Celestina, una de las creaciones más robustas de la literatura universal. Los temas centrales son el amor como pasión destructora, la codicia, la fortuna, la magia y la fugacidad del tiempo, culminando en la muerte.