España en el Siglo XIX: De Carlos IV al Trienio Liberal y la Constitución de Cádiz

El Reinado de Carlos IV y el Impacto de la Revolución Francesa (1788-1808)

La Cuestión Sucesoria y la Ley Sálica

Durante las Cortes de 1789, reunidas para jurar al príncipe de Asturias, se presentó una proposición para anular el Auto Acordado de Felipe V, que había introducido la Ley Sálica. Esta anulación se llevó a cabo, pero Carlos IV no publicó el acuerdo. Esta decisión sería la raíz de futuros problemas, en concreto, de las Guerras Carlistas.

Reacción ante la Revolución Francesa y Ascenso de Godoy

En un primer momento, bajo la dirección de Floridablanca, se mantuvo una actitud de expectación y vigilancia para evitar la difusión de las ideas revolucionarias. Más tarde, Floridablanca cayó, siendo sustituido por Aranda, lo que no fue sino una maniobra para preparar el ascenso del favorito de la reina, Manuel Godoy.

Conflictos Internacionales y Consecuencias

Inicialmente, España se vio envuelta en una guerra contra Francia, un verdadero desastre que culminó con la firma de una alianza. Esta alianza, a su vez, nos llevó a la guerra con Inglaterra, en la cual sufrimos la derrota de Trafalgar (1805), de desastrosas consecuencias para nuestro país.

La Guerra de Independencia Española (1808-1814)

Contexto Pre-Bélico: Crisis y Desprestigio

Al iniciarse el conflicto, el país se encontraba en una situación crítica, caracterizada por:

  • Una profunda crisis demográfica y económica, con problemas para el comercio americano debido a la guerra con Inglaterra y la bancarrota de la Hacienda.
  • Un generalizado desprestigio institucional.
  • En 1807, la Conjura de El Escorial evidenció la tensión entre el príncipe de Asturias y su padre, Carlos IV.

El Tratado de Fontainebleau y el Motín de Aranjuez

En 1806, Napoleón decretó el Bloqueo Continental, al que Portugal se negó a adherirse. El 29 de noviembre de 1807, el Tratado hispano-francés de Fontainebleau permitió el paso de tropas francesas por territorio español. El 17 de marzo de 1808, el Motín de Aranjuez provocó la deposición de Godoy y la abdicación de Carlos IV.

Los Sucesos de Bayona y el Levantamiento del 2 de Mayo

En los Sucesos de Bayona, Fernando VII devolvió el trono a su padre, quien a su vez lo cedió a Napoleón, y este lo traspasó a su hermano, José Bonaparte. El conflicto estalló el 2 de mayo de 1808, cuando el pueblo de Madrid se amotinó, siendo duramente reprimido. La insurrección se extendió rápidamente por la mayor parte de España.

Desarrollo del Conflicto: Fases y Protagonistas

En los primeros meses, la guerra fue favorable a España, destacando la derrota francesa en Bailén (19 de julio de 1808), que obligó a José I a abandonar Madrid. Los ingleses, por su parte, derrotaron a Junot en Lisboa y se levantó el primer sitio de Zaragoza.

Más adelante, la situación cambió con la llegada de la Grande Armée. Las victorias francesas se encadenaron, aunque la ocupación del territorio nunca fue completamente efectiva. Desde 1809, las guerrillas desgastaron al ejército ocupante, a pesar de que los franceses lograron ocupar casi la totalidad del territorio.

A partir de 1811, los franceses comenzaron a replegarse, empujados por las fuerzas inglesas y los patriotas. La retirada de tropas para el frente ruso complicó aún más la situación del invasor. El 21 de julio de 1812, se produjo la derrota francesa en Vitoria. Finalmente, el 11 de diciembre del mismo año, Napoleón restituyó la Corona a Fernando VII. La guerra concluyó oficialmente el 8 de marzo de 1814.

El Sexenio Absolutista (1814-1820)

El Retorno de Fernando VII y la Derogación de la Constitución

El Tratado de Valençay (1813) restituyó la Corona a Fernando VII, quien regresó a España en marzo de 1814. Con el apoyo del general absolutista Elío y tras la recepción del Manifiesto de los Persas, el Rey promulgó en Valencia, el 4 de mayo de 1814, un Decreto por el que se derogaba la Constitución de 1812. A pesar de diversos pronunciamientos de carácter liberal, el Antiguo Régimen quedó restaurado en todo su vigor.

El Contexto Europeo: La Restauración y sus Principios

Todas estas medidas se enmarcaron en el contexto general europeo posterior a la derrota napoleónica, conocido como el período de la Restauración, que se basó en los siguientes principios:

  1. Restauración de la legitimidad de los monarcas absolutos y devolución de sus tronos.
  2. Antiliberalismo y antinacionalismo.
  3. Creación de alianzas para defender los principios del legitimismo y el absolutismo, como la Santa Alianza y la Cuádruple Alianza.
  4. Establecimiento de un sistema de congresos para analizar la situación política europea y adoptar medidas si fuese necesario, bajo el principio de intervención.

Descontento Social y Económico

La política emprendida por el monarca provocó un descontento generalizado en diversos sectores:

  • En el campo, por la restitución de los derechos señoriales, la devolución de bienes a la nobleza y a la Iglesia, y la recuperación de privilegios por parte de la Mesta.
  • En las clases urbanas, debido a la crisis económica provocada por la pérdida del comercio colonial.
  • En el ejército, por las malas condiciones de salario y armamento; la negativa a integrar a los antiguos guerrilleros y el envío de tropas para sofocar las insurrecciones americanas.
  • El problema principal, sin embargo, fue el de la Deuda Pública, que solo se habría podido solucionar haciendo pagar impuestos a los grupos privilegiados.

Pronunciamientos Liberales y el Triunfo de Riego

Todo este malestar provocó una serie ininterrumpida de pronunciamientos liberales, que fracasaron hasta que, el 1 de enero de 1820, triunfó el liderado por el comandante Rafael del Riego, al frente de las fuerzas que iban a ser enviadas a América.

El Trienio Liberal (1820-1823)

La Jura de la Constitución de 1812

Tras el pronunciamiento de Riego y otros sucesos, el Rey Fernando VII se vio forzado a jurar la Constitución de 1812, dando inicio al Trienio Liberal.

Inestabilidad Política y Oposición

Este período se caracterizó por una marcada inestabilidad política, provocada por:

  • La división de los propios liberales entre doceañistas o moderados y radicales.
  • La actitud del Rey, contrario a la Constitución y al liberalismo, quien se dedicó a entorpecer la acción de gobierno.
  • La oposición de gran parte de la población, que se organizó en guerrillas y constituyó las “regencias” absolutistas.

Reformas del Gobierno Liberal

Durante el Trienio, se intentó demoler definitivamente las estructuras sobre las que se apoyaba el Antiguo Régimen mediante diversas reformas:

Reformas Agrícolas

  • Supresión de la vinculación de la tierra.
  • Desamortización de tierras de propios y baldíos para proporcionar tierras a veteranos y labradores, y amortizar la Deuda Pública.
  • Desamortización de tierras de la Iglesia.
  • Reducción del diezmo a la mitad.
  • Establecimiento de una contribución directa sobre la propiedad.
  • Decreto de libertad de contratación, explotación y comercialización de productos agrarios.

Política Religiosa

  • Exigencia al Clero de la jura de la Constitución y su enseñanza.
  • Supresión de la Inquisición y la Compañía de Jesús.
  • Disolución de conventos y desamortización de sus bienes (conocida como la “Ley de Monacales”).

Como consecuencia, el enfrentamiento entre los gobiernos liberales y la Iglesia se hizo muy violento, empujando a esta última a los brazos de los absolutistas. Así surgió lo que se ha dado en llamar la “alianza entre el Trono y el Altar”.

Organización Militar y Policial

  • Promulgación de la Ley Orgánica del Ejército, que lo subordinaba al poder civil.
  • Restablecimiento de la Milicia Nacional.
  • Promulgación de la Ley de Orden Público para garantizar el nuevo orden.

Educación

  • Aprobación del Reglamento General de Instrucción Pública, que secularizó la enseñanza, organizándola en tres niveles.
  • Regulación de la enseñanza privada y prohibición de castigos físicos y educación mixta.

Hacienda Pública

  • Asunción de la deuda del período anterior.
  • Devaluación monetaria y recorte del gasto público.
  • Suscripción de créditos, facilitada por la asunción de la deuda, lo que supuso una garantía para la banca extranjera.
  • Planteamiento a largo plazo de una reforma fiscal basada en la Contribución Territorial Única y Directa como impuesto directo y en los Consumos como indirecto.

Desgraciadamente, la mayor parte de estas reformas no tuvieron una aplicación efectiva debido al escaso tiempo que los liberales estuvieron en el poder.

Fin del Trienio: La Intervención Extranjera

Además de la oposición interna, el fin del Trienio se precipitó por la intervención extranjera, decidida en el Congreso de Verona. Esta intervención buscaba evitar que el ejemplo español, que ya había prendido en otros lugares como Nápoles, Portugal o Grecia, se extendiera. Un cuerpo expedicionario francés, conocido como los “Cien Mil Hijos de San Luis”, invadió España, derrotó a las tropas liberales y liberó al Rey.

La Constitución de Cádiz de 1812: Pilar del Liberalismo Español

Características Fundamentales de la Constitución

La Constitución de Cádiz de 1812, conocida popularmente como “La Pepa”, presentaba las siguientes características:

  • Era muy extensa, con 10 títulos y 384 artículos.
  • Establecía la soberanía nacional.
  • Proponía una clara división de poderes:
    • Legislativo: Compartido entre las Cortes y el Rey (este último promulgaba, sancionaba y podía vetar un máximo de tres veces en dos años).
    • Ejecutivo: Recaía en el Rey, quien nombraba a los Secretarios, responsables ante las Cortes.
    • Judicial: Ejercido por los Tribunales.
  • Declaraba la religión católica como la única permitida.
  • Creaba un Ejército permanente y una Milicia Nacional.
  • Establecía la representación nacional en las Cortes mediante sufragio universal indirecto en tercer grado. Las Cortes eran unicamerales, se reunían un mínimo de tres meses al año y su mandato duraba dos años.
  • Los regidores de los ayuntamientos eran elegidos por la población. Se crearon Diputaciones Provinciales y Jefes Políticos, insistiendo en la unidad de España.
  • Reconocía una serie de derechos fundamentales: igualdad ante la ley, inviolabilidad del domicilio, libertad de imprenta, entre otros.

Legislación Ordinaria de las Cortes de Cádiz

Además de la Constitución, las Cortes de Cádiz elaboraron una ingente legislación ordinaria, que incluía:

  • La abolición del régimen señorial.
  • La desamortización de bienes de propios, baldíos y realengos, así como de parte de los bienes del clero regular.
  • La eliminación del mayorazgo.
  • La supresión de gremios.

Balance de la Obra de Cádiz

La obra de Cádiz representó un conjunto de buenas intenciones, aunque estuvo limitada por las circunstancias de la guerra y marcada por el origen social de los diputados. La masa del pueblo, en gran medida, ignoró la obra de las Cortes.