Introducción a la Transición Española
La Transición española, iniciada tras la muerte de Franco, fue un cambio de régimen político lento, gradual y sin violencia, que transformó una dictadura en una democracia parlamentaria. Este periodo supuso la conquista de la libertad, el reconocimiento del pluralismo y la consolidación de la convivencia pacífica. Estos valores fundamentales quedaron plasmados en la Constitución de 1978, vigente en la actualidad.
La Transición se llevó a cabo con el apoyo fundamental del Rey y del pueblo español. Constó de dos etapas principales: la primera, desde la muerte de Franco hasta la promulgación de la Constitución; y la segunda, hasta la consolidación de la alternancia política. Durante este periodo, España conoció a tres presidentes del Gobierno (Arias Navarro, Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo) y experimentó un golpe de Estado fallido. En Euskadi, la Transición tuvo hitos específicos, como la aprobación de la Ley para la Reforma Política en 1976 y la del Estatuto de Autonomía en 1979.
1. La Reforma Política y los Pactos de la Moncloa
La Transición se desarrolló en un complejo contexto de crisis económica, que fue afrontada mediante un gran pacto social: los Pactos de la Moncloa. Estos acuerdos fueron suscritos por prácticamente todas las fuerzas políticas democráticas.
Firmados por el Gobierno y los principales grupos parlamentarios, y apoyados por el empresariado y los sindicatos, los Pactos de la Moncloa preveían medidas urgentes para reducir la inflación, acometer una profunda reforma fiscal, modernizar la Seguridad Social y reestructurar las empresas públicas. En el ámbito de las relaciones laborales, se acordó establecer aumentos salariales vinculados a la inflación prevista.
2. La Constitución de 1978: Pilar de la Democracia
Tras la aprobación de la Ley para la Reforma Política en referéndum en 1976, al año siguiente se celebraron elecciones generales para constituir las Cortes que elaborarían y aprobarían la Constitución actualmente vigente. Inicialmente, se elaboró un anteproyecto con la participación de siete ponentes: tres miembros de UCD y cuatro representantes de los partidos más votados (PSOE, PCE, AP y PDC).
El objetivo principal de la Constitución fue sustituir las estructuras políticas franquistas por un Estado democrático y social de derecho. El texto fue aprobado tanto por las dos cámaras parlamentarias como por el pueblo español en el referéndum del 6 de diciembre de 1978. Sus pilares fundamentales son la monarquía parlamentaria, el régimen democrático y un Estado descentralizado.
2.1. Estructura y Principios Constitucionales
En cuanto a su estructura, la Constitución se divide en dos partes principales: una dogmática, donde se definen los principios fundamentales y se garantizan los derechos y deberes; y otra orgánica, que establece la organización de las instituciones del Estado y la distribución territorial del poder.
En el ámbito de los derechos, se establece la democracia política, el sufragio universal y el reconocimiento de los derechos y libertades individuales. Asimismo, reconoce la libertad de mercado y prevé la posibilidad de intervención estatal en la propiedad por motivos de interés público.
2.2. Organización del Estado
Se mantiene la monarquía parlamentaria, con el Rey como Jefe de Estado. Se establece un Parlamento bicameral que ejerce la potestad legislativa, y un Gobierno elegido por el Parlamento, compuesto por un Presidente que designa a sus ministros para dirigir y ejecutar la política del país. Además, se crea el Tribunal Constitucional, encargado de velar por el cumplimiento de la Constitución.
2.3. Organización Territorial y Consenso
En cuanto a la organización territorial, si bien se afirma la unidad del Estado, se hace eco de las reivindicaciones nacionalistas (catalanas, vascas y gallegas), que ya habían sido reconocidas en la II República. Se reconoce la autonomía como forma de estructurar el Estado, poniendo fin al centralismo histórico español. Los dos primeros Estatutos de Autonomía en ser redactados fueron el vasco y el catalán. Es reconocida como la Constitución del Consenso, demostrando que «no hay dos Españas irreconciliables y en permanente confrontación».
3. Los Estatutos de Autonomía: El Caso del País Vasco
De acuerdo con la Constitución de 1978, el País Vasco es considerado una «Comunidad Histórica» que puede acceder plenamente a la autonomía a través del artículo 151. Además, se reconocen sus derechos históricos o forales. La Asamblea de Parlamentarios Vascos, en colaboración con el Gobierno Central de UCD, creó el Consejo General del País Vasco como institución preautonómica encargada de redactar el Estatuto de Autonomía.
El Consejo General Vasco, órgano superior de gobierno preautonómico, estuvo integrado por tres representantes de cada territorio histórico. Estos representantes eran elegidos por sus Juntas Generales, integradas por parlamentarios de los partidos mayoritarios en Euskadi: PNV, PSOE y UCD. El Estatuto de Autonomía tuvo una gran importancia simbólica, ya que Euskadi recuperaba su identidad, sus propias leyes y su cultura, perdidas durante la dictadura.
3.1. El Estatuto de Gernika y sus Particularidades
La Ley Orgánica del 18 de diciembre de 1979 declaró que el País Vasco está integrado por los territorios históricos de Álava, Guipúzcoa y Vizcaya, con una lengua propia, el euskera, junto al castellano como lengua oficial. Asimismo, el Estatuto establece los poderes del País Vasco, que se ejercen a través de su Parlamento, del Gobierno Vasco y de su Lehendakari.
El Parlamento Vasco es la institución que ejerce la potestad legislativa, controla la acción del Gobierno y aprueba los presupuestos. El Lehendakari ostenta la más alta representación de la comunidad y designa a los consejeros que forman el Ejecutivo vasco.
La administración de Justicia en el País Vasco se estructura de acuerdo con la Ley Orgánica del Poder Judicial, culminando en un Tribunal Superior de Justicia. El Estatuto de Gernika es distinto a los demás por fundamentarse en la foralidad. Se actualizaron los conciertos económicos, establecidos tras la abolición de los fueros en 1876.
Las Diputaciones Forales poseen amplias atribuciones, lo que en ocasiones genera conflictos con el Gobierno Vasco. Aun estando recogidas de forma expresa en el Estatuto, todavía quedan un buen número de competencias por transferir.
4. La Violencia Política y la Conflictividad Social
En 1983 se crearon los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), un grupo de terrorismo de Estado con la misión principal de luchar contra ETA. A este grupo se le responsabilizan 27 asesinatos, entre los cuales varias víctimas eran personas inocentes no relacionadas con la organización terrorista. Su sede principal se ubicaba en la zona vasca de Francia, en Iparralde.
Tras varias confesiones de jefes policiales, que señalaban al entonces presidente Felipe González (PSOE), el poder judicial abrió una causa e investigó al líder socialista. Se condenó a Galindo, jefe de la Guardia Civil, a 71 años de prisión. Al ministro del Interior y al director general de Seguridad del Estado les correspondieron 10 años de cárcel. Como consecuencia, el PSOE sufrió una caída en su popularidad y Francia puso fin a la impunidad de los miembros de ETA en Iparralde.