La Gran Guerra: Causas, Desarrollo y el Impacto en el Siglo XX

Introducción a la Primera Guerra Mundial

La Primera Guerra Mundial, también conocida como la Gran Guerra, fue uno de los conflictos más devastadores de la historia de la humanidad. Sus raíces se encuentran en una compleja red de alianzas, rivalidades imperiales y tensiones nacionalistas que se gestaron durante décadas en Europa. Este documento explora los antecedentes, las causas profundas, el desarrollo cronológico y las trascendentales consecuencias de este conflicto que redefinió el mapa político mundial.

1. Antecedentes y Causas del Conflicto

1.1. Los Sistemas Bismarckianos y el Cambio de Política

Los años previos a la Gran Guerra estuvieron marcados por los Sistemas Bismarckianos, impulsados por Otto von Bismarck y el káiser Guillermo I. Esta etapa se caracterizó por la Realpolitik, una política exterior pragmática basada en la prudencia y el equilibrio. Su objetivo principal era crear un sistema de alianzas que permitiera aislar a Francia, considerada el gran enemigo de Alemania, y mantener una moderación en las relaciones con Inglaterra. Sin embargo, este sistema enfrentó problemas internos, especialmente por la cuestión rusa, que generó tensiones entre Austria-Hungría y Rusia, así como por los conflictos derivados del reparto colonial en el norte de África.

En 1890, esta política experimentó un cambio radical. La Realpolitik fue reemplazada por la Weltpolitik (política mundial), impulsada por el ascenso del nuevo káiser alemán, Guillermo II, y la consiguiente dimisión de Bismarck. La Weltpolitik supuso un giro hacia una política más agresiva y expansionista, que incluía:

  • El apoyo incondicional al aliado austrohúngaro.
  • Una política de rearme intensivo, incluyendo la expansión naval para competir por el control del mar del Norte.
  • El apoyo a Turquía, con el objetivo de contrarrestar la influencia rusa.

Esta nueva deriva condujo a la formación de nuevos sistemas de alianzas y a una tensión palpable entre las potencias, que se armaban en lo que se conoció como la Paz Armada.

1.2. La Formación de Bloques: Triple Entente y Potencias Centrales

El temor al creciente poderío alemán impulsó la alianza entre Francia y Rusia. Además, Francia, a su vez, renunció a Sudán para consolidar su alianza con el Reino Unido, lo que le otorgaba ventajas en los repartos coloniales y contribuía a preservar el equilibrio europeo frente al poderío alemán. Rusia, tras la guerra ruso-japonesa, también convergería con este bloque.

De este modo, se generó la Triple Entente, conformada por Rusia, Inglaterra y Francia, unidas por el temor al expansionismo alemán. Ante esta tesitura, Alemania reforzó su alianza con Austria-Hungría, con Italia y, en menor medida debido a su ocaso, con el Imperio Otomano. Se generaban así dos bloques antagónicos que serían los protagonistas de la Primera Guerra Mundial.

1.3. Crisis Prebélicas: El Preludio de la Gran Guerra

Diversas crisis se consideran el preludio de la Gran Guerra, aumentando la tensión en Europa:

  1. Primera Crisis Marroquí (1905): Un enfrentamiento entre Francia y España contra Alemania (no Inglaterra, como se mencionaba originalmente). Desembocó en el protectorado franco-hispano de Marruecos.
  2. Crisis Bosnia (1908): Anexión de Bosnia-Herzegovina por Austria-Hungría, lo que chocaba con los intereses rusos (que, no obstante, vieron parcialmente satisfechas sus aspiraciones con la independencia de Bulgaria).
  3. Segunda Crisis Marroquí (1911): Intento alemán de penetrar en territorio marroquí. La alianza franco-británica hizo desistir a Alemania de tal intento.
  4. Crisis Balcánicas (1912-1913): Conflictos derivados de la desintegración del Imperio Otomano, que llevaron a la “balcanización” de la región, es decir, a la fragmentación política y a la inestabilidad.

1.4. Causas Profundas de la Guerra

Más allá de las crisis puntuales, la Primera Guerra Mundial tuvo causas estructurales:

  1. Gran rivalidad franco-alemana: Persistente desde la Guerra franco-prusiana, se vio potenciada por la ideología nacionalista propia del momento.
  2. Rivalidad entre el Imperio Austrohúngaro y la Rusia de los zares: El expansionismo de ambos imperios chocaba en los Balcanes, lo que llevó a Rusia a bascular hacia los enemigos de los alemanes, dado el apoyo de estos a Austria.
  3. Progresiva confrontación entre Reino Unido y Alemania: Tanto por su rivalidad económica (ambas potencias de la Segunda Revolución Industrial) como por su oposición en los territorios coloniales. Ambos estados abandonaron su “espléndido aislamiento” y conformaron bloques de alianzas que se enfrentarían en esta Primera Guerra Mundial.
  4. Tensiones imperialistas: Los desafíos alemanes frente a franceses e ingleses afianzaron las bases de los bloques de alianza y las tensiones entre estos.
  5. La Carrera Armamentística: La preparación de las potencias europeas para una guerra inevitable. Europa era un polvorín armado que solo necesitaba una chispa para estallar.

2. El Estallido del Conflicto: La Chispa Inicial

El casus belli de la Gran Guerra fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando, heredero al trono austrohúngaro, y su esposa, a manos de Gavrilo Princip, un nacionalista serbobosnio, el 28 de junio de 1914 en Sarajevo. Ante este suceso, Austria-Hungría (apoyada por Alemania) exigió a Serbia, mediante un ultimátum, la anulación del movimiento paneslavista. Serbia se negó, contando con el apoyo de Rusia, Francia e Inglaterra.

Ante esta situación, Austria-Hungría declaró la guerra a Serbia el 28 de julio de 1914. A partir de ese momento, el castillo de naipes se desmoronó, y el 3 de agosto, el conflicto se había convertido en una guerra mundial, con las principales potencias europeas movilizando sus ejércitos.

3. El Desarrollo de la Guerra: Fases y Acontecimientos Clave

3.1. La Guerra Rápida y de Movimientos (1914)

La primera fase de la guerra fue una etapa de grandes movimientos de tropas, con la convicción de que la contienda podría resolverse muy pronto (“Para Navidad, todos a casa”). Es el conocido como Plan Schlieffen, que vulneró la neutralidad de Bélgica y Luxemburgo al invadirlas para conquistar Francia. Sin embargo, la contraofensiva francesa en el Marne hizo fracasar esta invasión. Hubo otros movimientos, como los ataques franceses a Alsacia y Lorena, o la ofensiva rusa contra Austria-Hungría, pero todos estos movimientos fracasaron. Esto supuso un cambio en la dinámica de la guerra, que derivó en una contienda de desgaste y agotamiento, conocida como Guerra de Posiciones, simbolizada por la omnipresencia de las trincheras.

3.2. La Guerra de Posiciones y su Extensión Mundial (1915-1916)

Con la estabilización de los frentes, se hizo necesario excavar miles de kilómetros de trincheras con el fin de controlar objetivos estratégicos y vigilar al enemigo. Las trincheras solían estar llenas de alambres de espino, minas y otras medidas defensivas. La vida en ellas era extremadamente dura, no solo por las condiciones de combate, sino también por las enfermedades que proliferaban, como el “pie de trinchera”.

Esta fase de la guerra de posiciones se caracterizó por el agotamiento y el desgaste. Durante este periodo, se incorporaron nuevos países al conflicto: Italia se unió a la Triple Entente, mientras que Bulgaria y el Imperio Otomano se sumaron a las Potencias Centrales. Los ataques se recrudecieron, como el ataque alemán y austríaco contra Rusia o el ataque aliado a los otomanos en Galípoli. De esta etapa son las conocidas batallas de Somme y Verdún, famosas por su crueldad y el elevado número de bajas. A pesar de estas auténticas carnicerías, las posiciones apenas variaron.

3.3. El Año Crítico (1917)

La Revolución Rusa

En febrero de 1917, Rusia se sumió en la Revolución debido a sus continuas derrotas militares y a la grave crisis económica y social que atravesaba el país. Un gobierno liberal tomó el mando hasta que, en octubre, el partido bolchevique (comunista) tomó el poder bajo el liderazgo de Lenin. Ante esta situación, los comunistas aceptaron las condiciones de paz impuestas por las Potencias Centrales y se firmó el Tratado de Brest-Litovsk, que implicó la cesión de vastos territorios en Polonia y Ucrania a los alemanes. La salida de Rusia del conflicto supuso un alivio para las Potencias Centrales en el frente oriental.

La Entrada de EE. UU. en la Guerra

La causa principal de la entrada de Estados Unidos en la guerra fueron las constantes agresiones alemanas a los convoyes estadounidenses, destacando el hundimiento del Lusitania. En abril de 1917, el presidente estadounidense Woodrow Wilson llevó a EE. UU. a la guerra con la idea de defender la libertad, asegurar la libertad de los mares y promover una organización supraestatal para mantener la paz. La entrada de EE. UU. en el conflicto, con su vasto potencial industrial y humano, hizo que los aliados recuperaran la iniciativa en la guerra.

3.4. El Año Decisivo (1918)

Con la entrada de EE. UU. en la guerra, los frentes alemanes fueron cediendo progresivamente. En septiembre de 1918, el Imperio Austrohúngaro, en franca descomposición, solicitó el armisticio al presidente Wilson. Bulgaria y el Imperio Otomano siguieron este camino. Sin embargo, Alemania se negaba a rendirse, a pesar de que los generales aconsejaban este camino al káiser. Ante esta situación, se extendió una insurrección que obligó al káiser a dimitir, al tiempo que en Berlín se proclamaba una República. Tras la abdicación del káiser, Alemania solicitó el armisticio, que entró en vigor el 11 de noviembre de 1918, poniendo fin a la Gran Guerra.

4. Consecuencias y Tratados de Paz

4.1. La Conferencia de Paz de París (1919)

La Conferencia de Paz se reunió en París en 1919, con la participación de 27 países, exclusivamente los vencedores. Las negociaciones fundamentales se redujeron a cinco potencias (EE. UU., Reino Unido, Francia, Italia y Japón), aunque las decisiones significativas fueron tomadas principalmente por estadounidenses, británicos y franceses.

La paz se estableció sobre la base de los Catorce Puntos de Wilson, que sirvieron de base para la firma del armisticio y fueron el único documento público que recogía las intenciones de los vencedores. Sus principales propuestas incluían el derecho a la autodeterminación de los pueblos, la defensa de un desarme general y la creación de una Sociedad de Naciones. Frente a la visión de Wilson, destacaron otras posturas:

  • Georges Clemenceau, primer ministro francés, buscaba afianzar la seguridad de Francia y debilitar a Alemania.
  • Los británicos apostaban por el equilibrio continental para evitar nuevos conflictos.

4.2. La Sociedad de Naciones

La Sociedad de Naciones fue una organización política internacional, aprobada en la Conferencia de París y con sede en Ginebra, cuyo objetivo era evitar futuras guerras. Fue el precedente de la ONU. Sin embargo, no contó con el apoyo de EE. UU., Alemania ni la Unión Soviética, lo que limitó su efectividad. El estallido de la Segunda Guerra Mundial en 1939 es el reflejo de su fracaso.

4.3. Las Consecuencias de la Guerra y la Paz Equivocada

Lo más significativo de los tratados de paz fue:

  • La desaparición de los grandes imperios históricos europeos: el ruso, el austrohúngaro y el otomano.
  • La creación de nuevas naciones: Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Checoslovaquia, Hungría, Austria y Yugoslavia.

Alemania fue tratada con especial dureza en el Tratado de Versalles. Se le impuso una condena moral, declarándola responsable del inicio de la contienda. Además, tuvo que aceptar:

  • Pérdidas territoriales: La retirada de Bélgica y del territorio ruso, la cesión de Alsacia y Lorena a Francia, amplios territorios a Polonia y la renuncia a sus colonias de ultramar.
  • Sanciones materiales y militares: Reducción drástica de su ejército, desmilitarización de la orilla izquierda del Rin (ocupada por los aliados durante 15 años), condena a pagar elevadas reparaciones de guerra y un bloqueo económico provisional.
  • Exclusión: Fue excluida de la Sociedad de Naciones.

En balance, la paz resultante fue percibida como injusta para los alemanes. Italia, por su parte, se sintió defraudada al no conseguir todas sus promesas territoriales. El Tratado de Versalles, más que un acto de paz, fue interpretado como un acto de odio y venganza, convirtiéndose en una de las causas fundamentales que propiciarían el estallido de la Segunda Guerra Mundial.