Literatura Española del Siglo XV: Corrientes, Autores y Obras Fundamentales

Influencias en la Literatura Española Medieval

Los influjos son cuatro:

  • El Provenzal: que perdura desde la Edad Media en la poesía de cancionero y sigue desarrollando, ya de forma más manida y artificial, los tópicos del amor cortés.
  • El Italiano: con el dolce stil nuovo, derivación de la poesía provenzal cuyos máximos representantes fueron Dante, con su Vita Nuova, y Petrarca, con el Cancionero, cuyo influjo continuará hasta nuestros Siglos de Oro. De Italia también llega la influencia de la Divina Comedia de Dante a nuestra poesía alegórica y la del Decamerón de Boccaccio a nuestra prosa.
  • El Clásico: a través de Italia y de los humanistas, los studia humanitatis, interesados en la lengua, la literatura y los autores de la Antigüedad clásica, hecho que anticipa su importancia en el Renacimiento.
  • El Popular: con la valoración en esta época de las manifestaciones de la literatura oral. Se asimilan las cancioncillas tradicionales, se introducen en la corte y son adaptadas e imitadas por autores cultos, lo que llevará a manifestaciones como el Romancero Nuevo.

Poesía Cortesana

La lírica culta castellana se expresaba en gallego, pero a finales del siglo XIV empieza a hacerse en castellano. Los nobles, ahora cortesanos con inquietudes culturales, se convierten en hombres de armas y letras, que componen poemas refinados y cultos que se agrupan en cancioneros, antologías de poemas de tipo doctrinal, narrativo o alegórico, aunque lo más característico son las canciones en versos octosílabos en rima consonante, siguiendo los códigos del amor cortés.

Características de la Poesía Cortesana

Las características de esta poesía son la complejidad métrica, el uso de latinismos y de hipérbatos que imitan la sintaxis latina (con verbo al final), las referencias a los clásicos, los juegos de palabras y la antítesis.

Cancioneros Representativos

Dos cancioneros más representativos son el Cancionero de Baena y el Cancionero de Estúñiga. Junto a los cancioneros antológicos, también se encuentran los dedicados a la obra de un solo autor, pues recogen de él una selección de composiciones o una obra completa, como son el Cancionero del Marqués de Santillana o el Cancionero de Gómez Manrique.

Poesía Alegórica

En la poesía alegórica, que usa mayoritariamente los versos dodecasílabos, destacan Francisco Imperial y Juan de Mena, autor del Laberinto de Fortuna.

Jorge Manrique y las Coplas a la Muerte de su Padre

Jorge Manrique es un poeta clave en la transición del pensamiento medieval del siglo XV. Perteneció a una familia de importantes poetas, entre los que destacan el Marqués de Santillana y Gómez Manrique. Manrique escribió unas 50 composiciones, la mayoría de tema amoroso enmarcadas en la poesía cortesana y algunos poemas satíricos. La obra que ha pasado a la historia de nuestra literatura son las Coplas a la muerte de su padre.

Métrica de las Coplas

La métrica de las Coplas se compone de 40 estrofas formadas por dos sextillas octosílabas de rima consonante independiente y correlativa con terminación quebrada en cada una de ellas (abcabc).

El pie quebrado es casi siempre tetrasílabo y sirve para introducir una ruptura, un corte de discurso que se adecua muy bien al tono funeral del poema.

Rima

La rima es consonante y predomina la llana, concordando con la serenidad del poema, lo que produce que destaquen las rimas agudas tanto en el tono filosófico del principio como en las estrofas finales. También podemos señalar la armonía vocálica de muchos versos.

Temas

En cuanto a los temas, aparecen el juicio del mundo, la fugacidad de lo terrenal, el tiempo, la fortuna, la muerte, etc., junto a un homenaje póstumo a la figura de su padre, protagonista de la composición.

Estructura

La estructura es tripartita:

  • Primera parte (Coplas I a XIII): Es una meditación filosófica sobre la fugacidad de lo terrenal y la certeza de la muerte. El poeta exhorta al hombre, que vive sumido en el sueño de lo terrenal, a que despierte y medite en la brevedad de la vida.
  • Segunda parte (Coplas XIV a XXIV): Los temas del tiempo y la fortuna se ejemplifican con casos particulares de personas cercanas a Manrique y conocidas por sus contemporáneos, a los que aplica el tópico del ubi sunt? (¿dónde están?), pregunta retórica que no espera respuesta porque ya se conocen: no están porque han muerto.
  • Tercera parte (Coplas XXV a XL): El elogio a la figura del Maestre. A él también le llega la hora. Se establece un diálogo entre la Muerte, personificada, y don Rodrigo, quien acepta ese trance con serenidad y muere rodeado de su esposa, hijos, criados y hermanos.

Estilo

En cuanto al estilo, destaca por su sencillez y naturalidad, frente al estilo retórico de la época. Manrique prescinde de adjetivos para centrarse en sustantivos. Los recursos retóricos que utiliza son escasos y muy sencillos: interrogación retórica, personificación de la fortuna y la muerte, enumeraciones, paralelismos, comparaciones.

Poesía Narrativa: Los Romances

Con los cambios sociales experimentados a partir del siglo XIV, los largos cantares de gesta dejan de interesar al público porque preferían poemas más breves. Por eso, los juglares centraron su atención en los momentos más interesantes y entretenidos de dichos cantares. Estos fragmentos se conservaron en la memoria de la gente y adquirieron vida propia, dando lugar a los romances.

El conjunto de romances formado en el siglo XV de carácter oral y anónimo se denomina Romancero Viejo. En los siglos XVI y XVII se formará el Romancero Nuevo, escrito por autores cultos que imitan esta forma popular.

Métrica del Romance

La métrica: El romance es un poema no estrófico compuesto de un número indeterminado de versos octosílabos que riman en asonante en los pares y quedan libres los impares. También podemos encontrar otro tipo de romances (romancillo, de seis sílabas, o romance endecha, de siete, pero son menos frecuentes).

Estilo del Romance

Debido a su carácter oral, muchos romances han sido transformados a lo largo de los años y se conservan en distintas versiones. Además, su estilo es parecido al de los cantares de gesta, de donde proceden: poema narrativo sencillo y sin adornos; con figuras de repetición; carácter truncado; formulismo en la introducción a la acción o al diálogo; incluyen diálogos y pueden incluir descripciones, incluso con detalles de personajes, ropa o lugares.

Clasificación por Tema

Se clasifican según su tema:

  • Romances Épicos: Son los más antiguos y proceden de los cantares de gesta. A su vez, según el ciclo épico del que desciendan, se clasifican en:
    • Históricos (ej. el Cid, don Rodrigo, etc.)
    • Carolingios (relacionados con Carlomagno, Roncesvalles o Roldán)
    • Bretones (relacionados con leyendas sobre el rey Arturo, Tristán o Lanzarote)
  • Romances Fronterizos y Moriscos: De sucesos ocurridos en la frontera con los reinos moros (ej. Romance de Abenámar).
  • Romances Novelescos y Líricos: Inventados por los poetas, pueden enlazarse con los temas anteriores, pero centrándose en historias de amor y aventuras (ej. Romance del Conde Arnaldos, Romance del Prisionero).

La Prosa: Las Primeras Novelas

Novela de Caballerías

En el siglo XV es el momento del desarrollo de la ficción caballeresca, que pasa a ser la principal literatura de entretenimiento entre los círculos cortesanos. En este contexto surge la primera novela de caballerías: Libro del caballero Zifar y el Amadís de Gaula primitivo.

El Libro del caballero Zifar es una obra que se vale de diferentes tradiciones y géneros, mezclando lo caballeresco con lo didáctico. Fue compuesta hacia 1300, probablemente por Ferrand Martínez, clérigo de Toledo, cuyo nombre aparece en un cuento del prólogo.

El Amadís de Gaula presenta diferentes versiones desde mediados del siglo XIV hasta finales del XV. García Rodríguez de Montalvo refunde y amplía las anteriores, ofreciendo una versión definitiva. Su obra se convertirá en el modelo perfecto del libro de caballerías en el Renacimiento. Otra interesante novela de esta época, mucho más realista y verosímil, es el Tirant lo Blanc de Joanot Martorell.

Novela Sentimental

La importancia de la temática amorosa en la poesía cortesana del siglo XV permitió prosificar la concepción del amor expresada en la lírica cancioneril. Los primeros autores son poetas de la corte, como sucede con Juan Rodríguez del Padrón, autor de Siervo libre de amor (1439).

La novela sentimental trata sobre los amores, generalmente desafortunados, entre una doncella o princesa y un caballero. El caballero queda enamorado al ver a la joven y solicita sus amores. Solo entonces aparece un intermediario que pasa a convertirse en el narrador del relato (el autor) y que, mediante cartas, permite la comunicación entre los amantes. La narración casi siempre acaba relatando una relación imposible.

Otros autores son Juan de Flores y Diego de San Pedro, autor de Cárcel de amor (1492).