Materialismo Histórico: La Concepción Marxista de la Historia
El Materialismo Histórico es la concepción marxista de la historia, una teoría que constituye el núcleo central del pensamiento de Karl Marx. Consiste en el intento de explicar la evolución de la sociedad humana mediante factores materiales y económicos. La dialéctica de Marx se centra en la realidad material y en la transformación revolucionaria de la misma. La totalidad se transforma en una totalidad material; por tanto, acepta la antítesis y la síntesis, pero ahora son materiales. No hay que empezar por las propuestas idealistas, sino por los hechos y las bases materiales. Es la realidad social la que determina la conciencia y las formas de pensamiento. Para Marx, la historia es la historia de la producción, la historia de la lucha de clases.
La Lucha de Clases: Motor de la Historia Humana
La historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases. Las clases sociales son grupos con cometidos diferentes e intereses comunes a todos sus miembros. Los enfrentamientos entre las clases son el motor de la historia. Este choque entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción es el responsable del cambio en el modo de producción. Las relaciones de producción dejan de ser formas de desarrollo de las fuerzas productivas y se convierten en trabas que las frenan. Cuando esto ocurre, se abre una época de revolución social en la cual la transformación de la base económica lleva consigo el cambio de toda la superestructura. La conciencia de clase es la conciencia de los intereses comunes de los miembros de una clase determinada y la conciencia del antagonismo de los intereses de esta clase con los de la clase adversa. El modo de producción capitalista, piensa Marx, es la última forma antagónica de la sociedad.
Del Capitalismo al Socialismo: La Dinámica de la Plusvalía
El motor de la economía capitalista es la ley del máximo beneficio, pero el trabajador produce mucho más de lo que consume. El sobrante producido por el obrero y añadido al valor de su fuerza de trabajo se denomina plusvalía. Esta explica la acumulación de riqueza en el propietario y la de pobreza en el proletario, pues al reinvertir este beneficio, el sistema crece de un modo desorbitado, pero lo hace también a costa del aumento de las diferencias de clases. Según Marx, esto llevaría al capitalismo hasta sus propios límites. También elaboraron la hipótesis auxiliar de que los países capitalistas avanzados no cumplirían esta tendencia por la explotación de los países atrasados económicamente.
La Sociedad Comunista: El Fin de la Historia y sus Etapas
El proletariado, una clase social que no vivía de explotar a ninguna otra clase y que sí sufría la explotación de una manera alarmante, desarrollaba su existencia en unas condiciones de vida francamente miserables; y precisamente por eso, porque carece de todo privilegio en la sociedad, es el pueblo escogido del materialismo histórico. ¡Proletarios de todos los países, uníos!
La instauración del comunismo se concibe en varias etapas:
- Dictadura del Proletariado: Desarrollar la industria, la educación y suprimir los privilegios.
- Etapa Socialista: Fomentar el desarrollo de los medios de producción de la riqueza social y tender a la abolición gradual de las clases sociales y sus antagonismos.
- Comunismo Pleno: El Estado, junto a la propiedad privada, se extinguiría.
Crítica Marxista de las Ideologías
El Concepto de Ideología y sus Funciones
Marx cree que el ser humano no se define por su interioridad, más bien por lo contrario. Con él se adquiere un sentido más económico y, a su vez, más peyorativo: el sujeto que se aliena es el hombre concreto. La alienación fundamental es la alienación del trabajo, producida cuando el trabajador no es dueño de lo que produce. El punto central de la teoría marxista es la consideración del trabajo como fuente principal de riqueza y como forma de autorrealización, pero rechaza el trabajo tal y como lo presenta la sociedad capitalista. Además, existe la alienación social y la política.
Las distintas formas de alienación generan un conjunto de representaciones que tienden a disfrazar la situación real alienada y que se denominan ideologías. El proceso de alienación es la base explicativa del proceso ideológico; en consecuencia, la crítica marxista está promovida por la exigencia de transformación de la situación alienada. Se puede decir que las ideologías son un reflejo invertido de la realidad material, económica y social. Hay tres niveles que determinan la realidad: el económico, el jurídico-político y el ideológico. Las ideas son productos históricos. Las ideas dominantes de una época histórica son las ideas de la clase dominante.
Crítica a la Religión
La religión es un producto de la cultura, como lo es la política o el Estado, que ha cobrado vida propia, una mera forma de la conciencia social o ideología y, por ello, incapaz de transformar el mundo. La religión justifica la injusticia, la desigualdad y refuerza la división de la sociedad en clases. Supone también la protesta contra la miseria, una protesta ineficaz para paliar la situación real. Por eso, se hace preciso eliminar la religión.
Crítica a la Filosofía Idealista
Marx rechaza el idealismo de Hegel porque pone la idea o concepto como realidad primera, concediendo a la naturaleza un papel secundario y dependiente de aquella. La realidad no es un pensamiento puro, razón, espíritu o idea, sino materia en proceso histórico. La filosofía ha sido hasta ahora interpretación. La filosofía es, como lo era la religión, una forma de alienación, un modo de huida y desvío de lo real hacia el refugio en lo abstracto, que convierte al hombre en un mero espectador de un proceso del que es realmente protagonista. Los filósofos se han limitado a interpretar el mundo de distintos modos; de lo que se trata es de transformarlo.