La Filosofía Trascendental de Kant: De la Razón Pura a la Metafísica Crítica

La Contextualización Filosófica de Immanuel Kant

La obra de Immanuel Kant se puede contextualizar a través de tres apartados principales:

1. La Obra Crítica de la Razón Pura

Kant publicó por primera vez su obra cumbre, Crítica de la Razón Pura, en 1781. Inicialmente, esta obra no alcanzó el éxito esperado ni por parte del público ni de la crítica, generando incluso una oleada de indignación en los círculos filosóficos. Kant atribuyó este rechazo a una interpretación errónea y a la complejidad de su contenido doctrinal. Ante esta situación, se dispuso a escribir una obra que resumiera con mayor claridad sus ideas, titulada Prolegómenos a toda metafísica futura que quiera presentarse como ciencia. Este segundo prólogo, si bien no introduce cambios sustanciales respecto al primero, aprovecha la segunda edición para facilitar la comprensión al lector y avanza hacia el idealismo trascendental.

La biografía intelectual de Kant se divide en dos grandes periodos. Sus escritos anteriores a 1770 constituyen la fase pre-crítica. Durante esta etapa, su interés abarcó diversos temas y ascendió a la posición de profesor. Tras este periodo, siguió una fase de silencio de once años, durante los cuales se dedicó a meditar sobre sus Críticas. En 1781, con la publicación de la Crítica de la Razón Pura, inició su segunda fase. Además de esta obra fundamental, Kant escribió la Crítica del Juicio y La Paz Perpetua.

2. Los Estadios de la Razón

Kant sostenía que la razón humana ha transitado por tres estadios fundamentales, que él hace corresponder con tres grandes sistemas filosóficos:

  • Estadio Dogmático: Esta etapa se asocia con una razón en estado infantil, coincidiendo con el racionalismo de los siglos XVII y XVIII. Los representantes de esta corriente defendían la existencia de una intuición intelectual que permitía a la razón avanzar por sí misma. Para los racionalistas, la razón era la única fuente verdadera de conocimiento. Kant, en cambio, postulaba que el conocimiento resulta de la colaboración entre la sensibilidad y el entendimiento.
  • Estadio Escéptico: En este estadio, la razón somete a examen los productos de la propia razón, lo cual coincide con el empirismo de los siglos XVII y XVIII. Para el empirismo, el origen del conocimiento residía en la experiencia sensible, lo que supuso un fuerte rechazo de los ideales racionalistas. Kant afirmaba que la filosofía de David Hume le había”despertado de su sueño dogmátic”, ya que al limitar el conocimiento humano a los confines de la experiencia, Hume negó validez a los conceptos universales y necesarios. Según Kant, el hombre no puede conocer de manera universal y necesaria, pues su conocimiento está limitado por su propia experiencia.
  • Estadio Crítico: La razón debe superar el estadio escéptico para instalarse en el crítico. Esto implica someter a examen a la propia razón para establecer sus posibilidades y sus límites. El sistema kantiano pertenece a este estadio.

3. Kant en el Marco de la Historia de la Filosofía y su Época

Metafísica y Ciencia

En la filosofía kantiana, el término metafísica posee dos significados principales:

  • Como disposición natural: Es una tendencia innata en todo ser humano a plantear racionalmente, y más allá de la experiencia, los problemas fundamentales sobre la inmortalidad del alma y la existencia de Dios.
  • Como ciencia: Se refiere a la pretensión, hasta entonces fallida, de plantear y resolver estos problemas de manera rigurosa.

Kant integra ambos sentidos y añade uno nuevo al concebir la metafísica como “Crítica del conocimiento”. Esta nueva metafísica depura la tradición dogmática mediante la crítica, lo cual es posible gracias a un cambio de método, un verdadero giro copernicano en el enfoque filosófico. Este giro toma como modelo las revoluciones metodológicas ocurridas en las matemáticas y la física.

Kant propone que el ser humano, al interrogar a la naturaleza, no debe hacerlo como un discípulo que pregunta a un maestro, sino como un juez que interroga a un testigo: tiene en cuenta el testimonio, pero al final juzga desde su propio criterio y saber. Que en el conocimiento se dé un giro copernicano significa que el sujeto deja de regirse pasivamente por el objeto; por el contrario, los objetos dependen del sujeto y su naturaleza se configura en función de las estructuras cognitivas del propio sujeto.

La matemática es ciencia gracias a las formas a priori de la sensibilidad: el espacio y el tiempo, que son intuiciones puras o independientes de la experiencia. La física es ciencia por los conceptos puros (categorías) del entendimiento. La metafísica tradicional no es ciencia porque pretende conocer aplicando las categorías más allá de los límites de la experiencia posible.

El conocimiento, para Kant, es el resultado de una colaboración entre lo que se encuentra dado (siempre particular y contingente) y lo que aporta el sujeto (espacio, tiempo, categorías), que es universal y necesario. La tradición filosófica distinguía dos tipos de juicios:

  • Juicios Analíticos: Eran verdades de razón, presentaban una relación de identidad entre sujeto y predicado, de modo que el predicado estaba contenido en el concepto del sujeto. Poseían universalidad y necesidad, pero no ampliaban el conocimiento.
  • Juicios Sintéticos: Eran verdades de hecho, aportaban información nueva sobre la realidad, pero al referirse a estados de cosas particulares, carecían de universalidad y necesidad.

En opinión de Kant, ninguno de estos dos tipos de juicios podía servir de base a la ciencia, ya que esta requiere tanto necesidad y universalidad como la ampliación del conocimiento. Por ello, Kant defiende una tercera clase de juicios: los juicios sintéticos a priori, que son independientes de la experiencia pero amplían nuestro conocimiento de la realidad.