1. Contexto Histórico del Arte Románico
Durante el siglo XI y gran parte del XII, un estilo artístico nuevo, con una gran coherencia y unidad, se extendió por toda Europa Occidental: el Románico. Tres procesos históricos enmarcan el nacimiento de este arte occidental:
- El Terror del Año Mil: Tras la incertidumbre del año 1000, cuando se comprobó que no se producía la última hora de la humanidad, un sentimiento de acción de gracias multiplicó las manifestaciones colectivas de fe.
- Las Peregrinaciones: La importancia que adquieren los monasterios en el siglo XII y el hecho de que muchos de ellos guarden reliquias de santos los convierten en centros de afluencia de las masas devotas.
- El Feudalismo: Como manifestación artística de la sociedad feudal, se ha considerado que el Románico no fue solo un arte monástico, sino también aristocrático.
2. Características Generales del Estilo Románico
El Románico fue el primer estilo internacional del arte cristiano medieval, aunque presenta también numerosas variedades regionales y nacionales. Sus características distintivas incluyen:
- El arco de medio punto, con forma de media circunferencia.
- La bóveda de cañón, que se origina prolongando un arco de medio punto.
- La bóveda de arista, formada por la penetración de dos bóvedas de cañón en ángulo recto.
- Las cúpulas semiesféricas, que suelen apoyarse sobre trompas o pechinas.
- Pilares cilíndricos o cruciformes.
- Aparejo grueso.
- Gran predominio del muro sobre el vano.
3. Arquitectura Románica en España
La Península Ibérica albergaba una diversidad cultural que le confería un carácter peculiar en la Europa de entonces. En el norte, estaba dividida por pequeños núcleos cristianos. El Camino de Santiago supuso un lazo de unión que contribuyó a que la economía se activara y se extendiera la fe cristiana.
En el sur, Al-Ándalus empezaba en el siglo XI su decadencia, pero aún conservaba intacto su prestigio cultural. De Francia nos llega todo ese arte del Camino de Santiago; las líneas de penetración van de este a oeste. Los primeros edificios se construyen en Cataluña y, a lo largo del Camino de Santiago, se trasladan técnicas y elementos estéticos hasta la sede compostelana.
El Románico español es importado, y la influencia francesa es bastante importante. En España surgirá una mezcla de elementos carolingios, Románico francés, árabe, asturiano… Surgirá finalmente un arte dotado de poderosa personalidad.
4. El Arte del Camino de Santiago: Obras Fundamentales
Hay cuatro obras fundamentales que marcan el Románico del Camino de Santiago:
- La Catedral de Jaca
- San Martín de Frómista
- San Isidro de León
- Catedral de Santiago de Compostela
San Martín de Frómista (Palencia)
En el exterior son llamativas sus formas perfectas y sus torres cilíndricas; quizá se ha restaurado demasiado. Es de planta basilical con tres naves, girola y capillas con el ábside y en los brazos el transepto, que es especialmente amplio. El interior es de dimensiones y pureza deslumbrante. El exterior ha sufrido diversas transformaciones, sobre todo en los siglos XII y XIII, cuando se construyó la fachada del Obradoiro.
San Isidro de León
Una de las iglesias más importantes del Camino de Santiago; los peregrinos entraban a la iglesia por la Portada del Perdón. El tímpano está dividido en tres registros que describen tres momentos de la Pasión y Resurrección de Cristo: el Descendimiento de la Cruz, las Tres Marías en el Sepulcro y la Ascensión. Las figuras, muy expresivas, se distorsionan para adaptarse al muro.
5. La Escultura Románica: Carácter Didáctico y Estilo
El primer rasgo a señalar en la escultura Románica es su carácter didáctico. A través de marfiles, piezas de orfebrería y miniaturas, las esculturas del comienzo del Románico iniciaron en la Edad Media la talla escultórica incorporada a la arquitectura, a las portadas o pórticos de las iglesias y a los capiteles de los claustros.
No interesaba tanto la belleza formal, sino el mensaje que debían proyectar los relieves: las tallas y el modelado de las figuras son toscos y primitivos, con hieratismo y frontalidad; composiciones sin perspectiva ni separación lógica, sino yuxtapuestas; en definitiva, representaciones ajenas a la realidad. Su arte es naturalista y expresivo. El cometido del escultor es evocar y recordar las verdades de la fe, no representarlas.
El tema más usual del Románico fue el Juicio Final; también se escenificaron escenas de santos, los Evangelios Apócrifos o temas de las Escrituras. El Cristo Románico es siempre una figura hierática y rígida.
6. Características de la Pintura Románica
Muchos caracteres de la escultura pueden aplicarse a la pintura Románica, que decoró frontales de tablas y, sobre todo, muros, bóvedas y ábsides de las iglesias. Es una pintura al fresco de gran cromatismo, con colores planos y vivos, y una clara tendencia a perfilar con trazo oscuro y grueso los contornos; carente de expresividad y perspectiva, pero de una gran belleza. Uno de los temas favoritos, de inspiración bizantina, es el Cristo Pantocrátor.
Como ejemplos estudiaremos:
Pintura de la Iglesia de Santa María de Taüll
Es una pintura mural; la escena representa a la Virgen con el Niño rodeada por los Tres Reyes Magos. Llama la atención la riqueza cromática, con colores puros, sin mezcla, que junto a los fondos lisos eliminan cualquier intento de modelado y de profundidad o perspectiva.
Pinturas de la Iglesia de San Clemente de Taüll
El tema es un formidable Pantocrátor que ocupa gran parte del ábside; está sentado sobre el arcoíris dentro de la Mandorla Mística. Alrededor de la cabeza ostenta el nimbo con la cruz y, por encima de sus hombros, están escritas las letras griegas Alfa y Omega (principio y fin); representa al Cristo apocalíptico.
San Isidro de León
Las pinturas recubren seis tramos de las bóvedas del Panteón. Narran la Infancia, Pasión y Resurrección de Cristo, por orden cronológico, siguiendo el texto de los Evangelios.
Santa Cruz de Maderuelo
Los frescos de la iglesia de la Vera Cruz están en el Museo del Prado. Pertenecen al Maestro de Maderuelo. Fresco y temple sobre muro, pasados a lienzo. Las pinturas de Vera Cruz de Maderuelo, aunque procedan de Segovia, revelan la huella bizantina.