Descartes: Racionalismo, Método y Ontología Cartesiana

Descartes: René Descartes (1596-1650) y su nueva forma de ser filósofo: Nació el 21 de marzo en La Haya. Estudió en el colegio de jesuitas de La Flèche y Derecho en la Universidad de Poitiers. Se alistó en el ejército y participó en la Guerra de los Treinta Años. En 1629 se fue a Holanda, donde desarrolló sus investigaciones sobre matemáticas y filosofía. En 1649 fue invitado por la reina Cristina de Suecia a Estocolmo para impartir clases de filosofía. En invierno de 1650 contrajo una pulmonía que lo llevó a la muerte en marzo, a los 54 años.

Los Primeros Escritos del Racionalismo

Escribió una docena de obras filosóficas y científicas. Inventó la geometría analítica. En sus obras, desarrolló un método que llevara al conocimiento verdadero. Surge el movimiento filosófico racionalista, que plantea que el único conocimiento válido es el que proviene de la razón.

Destacan:

  • Discurso del Método (1637), dividido en 6 partes, donde aparecen ideas centrales de su filosofía: duda metódica, moral provisional, pruebas de la existencia de Dios y mecanicismo.
  • Su obra fundamental, Meditaciones Metafísicas (1641), compuesta por 6 meditaciones, donde vuelven a aparecer los problemas de su filosofía, aclarando y ampliando en ocasiones las soluciones propuestas en el Discurso.
  • En las Reglas para la Dirección del Espíritu (1628, publicada en 1701), presenta los pasos que debe seguir el conocimiento para alcanzar el estatus de seguridad y veracidad de las matemáticas, ciencia de referencia.

Teoría del Conocimiento: Dudar para Saber. Racionalismo

El racionalismo es un movimiento filosófico cuyo principio fundamental es que el único medio para conocer es la razón, descartando los sentidos y la experiencia como fuentes de conocimiento. La verdad reside en el sujeto que conoce. Los racionalistas rechazan el realismo a favor de un idealismo según el cual, el objeto de conocimiento son las ideas. El racionalismo busca una serie de principios a partir de los cuales deducir el conocimiento de la realidad. Estos principios son innatos.

Necesidad de un Método de Conocimiento Verdadero

La razón es una, y para evitar el error, Descartes propone encontrar un procedimiento que sirva de guía en la búsqueda de la verdad. Los orígenes se encuentran en el análisis geométrico y en el ideal de la ciencia como sistema deductivo. La lógica aristotélica, basada en los silogismos, no permitía ningún avance del conocimiento, ya que en un silogismo la conclusión se encuentra implícita en las premisas. Esto no satisface a Descartes. El nuevo método estará basado en los principios lógico-matemáticos del análisis euclidiano, que intenta deducir la proposición que se trata de demostrar a partir de otras conocidas y demostradas. El método cartesiano refleja la estructura de la razón humana y se puede aplicar a cualquier área. Es el fundamento de la ciencia universal.

Reglas del Método

En el Discurso del Método, Descartes presenta los pasos que hay que seguir, el llamado “método cartesiano”:

  1. Evidencia: No se debe admitir como verdadera ninguna proposición que no sea evidente. Lo evidente se muestra de forma clara y distinta a la mente. La evidencia se presenta como el criterio de verdad.
  2. Análisis: Se divide cada dificultad en tantas partes como sea necesario hasta alcanzar la evidencia, reduciendo lo complejo a lo simple.
  3. Síntesis: Alcanzadas las verdades simples, hay que ordenar los pensamientos, hasta reconstruir lo más complejo. Deducción de lo complejo a partir de lo simple.
  4. Enumeración y Comprobación: Revisar los pasos para descartar errores.

La intuición es el mecanismo del entendimiento que relaciona al sujeto con el objeto de conocimiento. Permite conocer las verdades innatas contenidas en la mente, y se deriva una certeza de que lo que conocemos es verdad. La intuición es la operación mental que lleva a la verdad. Para construir un conocimiento seguro, el entendimiento llevará a cabo la deducción del resto de las proposiciones verdaderas.

De la Duda a la Primera Verdad

Para alcanzar alguna verdad, Descartes usa la duda. La primera regla es rechazar como falso todo aquello de lo que se pueda dudar. Una duda sistemática e hiperbólica (exagerada) que debe aplicarse a los conocimientos, ideas y creencias. La duda lleva al conocimiento. Duda de todo para conocer algo. Exigencia del método en su momento analítico, alcanzar alguna evidencia. Motivos:

  1. Falacia de los sentidos: Son fuente de engaño habitual.
  2. Incapacidad de distinguir el sueño de la vigilia: Se sueña y se cree que lo soñado es real, no hay criterios fiables, pues se cuestiona la existencia de la realidad exterior.
  3. Capacidad de la inteligencia para establecer razonamientos: Descartes amplía el proceso de duda con la hipótesis del genio maligno: un dios engañador impide fiarse del funcionamiento del entendimiento. Se cuestiona la totalidad de la razón.

La argumentación cartesiana llega al escepticismo absoluto, dudando de la capacidad de la razón humana. La duda cartesiana es provisional. El escepticismo es un paso para alcanzar lo indudable.

Pienso, Luego Soy

La duda lleva a Descartes a la única idea de la que no se duda: la intuición de la existencia. El sujeto que piensa, mientras duda, existe. Se puede dudar, pero no de que se está dudando. Descartes tropieza con una evidencia absoluta, escapa de la duda. Cogito ergo sum, es la primera verdad y se presenta como una idea clara. Es el punto de partida de Descartes.

Ideas

El contenido del conocimiento no son las cosas sino las ideas. No se piensa en el objeto sino en la idea. Tipos:

  1. Adventicias: Parecen provenir de nuestra experiencia externa, pero ningún pensamiento garantiza la existencia del objeto. Ejemplo: idea de mesa o árbol.
  2. Facticias: Ideas que construye la mente a partir de otras ideas. Fruto de la imaginación. Ejemplo: animal fantástico como un unicornio.
  3. Innatas: No provienen de la realidad exterior ni son generadas por la mente, están en la mente desde el nacimiento. Ejemplo: Idea de Dios.

La idea es un objeto mental que tiene como propiedad la verdad. Descartes ha dudado de la existencia del mundo exterior y ha concluido que la única verdad es la propia conciencia del sujeto que piensa. La verdad de una idea no puede venir de la contrastación con la realidad, tiene que ser una propiedad interna de esa idea: verdad evidente. Si la verdad es una característica más de las ideas, está en la razón. Descartes se aleja del realismo anterior y dibuja el idealismo. Queda por demostrar si existe algo más que el sujeto que piensa. Descartes inaugura un nuevo enfoque: el conocimiento es un producto del sujeto.

Ontología Cartesiana: Noción de Sustancia

Una sustancia es una cosa que existe de tal manera que no necesita de ninguna otra para existir. Hay dos clases: finitas e infinitas. Entre las finitas reconoce: cuerpo y mente. La infinita es Dios. La ontología cartesiana establece la existencia de tres sustancias: res cogitans (mente), res extensa (cuerpo), res infinita (Dios). Cada una tiene un atributo: res cogitans (pensamiento), res extensa (extensión), res infinita (perfección). Cada sustancia podrá tener otros rasgos llamados “modos”.

Huida del Solipsismo

El salto de la teoría del conocimiento a la ontología es una huida del solipsismo. Para salir del sujeto, hay que encontrar alguna idea dentro de él que contenga la posibilidad de la existencia real del objeto. Descartes va desde la idea de Dios a la existencia de este y de ahí a la existencia del mundo. Hay una conexión entre las tres sustancias: yo, Dios, mundo.

Sustancia Infinita y Perfecta: Dios

A nivel ontológico, el sustento de lo real será Dios. Descartes plantea varias demostraciones de la existencia de Dios:

  1. La existencia de Dios garantiza el buen funcionamiento de la razón, si Dios es perfecto tiene que ser veraz. Se puede confiar en que la razón creada por él funcione bien.
  2. La existencia de la sustancia Dios fundamenta la existencia del mundo de las sustancias extensas, aunque no garantice que a todas las ideas les corresponda un objeto que exista de verdad.

Descartes reconoce la idea de un ser perfecto e infinito dentro de la mente del sujeto pensante. Plantea su prueba de la existencia de Dios: la idea de infinito no puede tener como origen un sujeto finito. Dios tiene que ser el origen de la idea de infinito. La novedad de Descartes está en que la existencia de Dios se demuestra según el criterio de verdad de las ideas innatas, porque el sujeto encuentra dentro de sí la idea clara de perfección infinita.

La Sustancia Corpórea: Res Extensa

Dios garantiza que fuera del sujeto hay cosas. Por una parte, tiene que investigar las ideas que hay en la mente acerca de las cosas materiales. Por otra, tiene que determinar su existencia real, saliendo de la mente y saltando del plano del conocimiento al plano de la realidad. Las ideas que quiere encontrar son aquellas que muestran la esencia de las cosas. No se reconoce, por ello, encuentra que la esencia de las cosas es la extensión. La extensión es una idea clara y distinta, irreducible a otras ideas. Descartes se encuentra con dos sustancias: res extensa y res pensante, dando lugar a un dualismo ontológico.

Mecanismo Físico

Descartes parte de la uniformidad de la naturaleza, formada por cuerpos que guardan relaciones que responden a una razón matemática. La característica fundamental es la extensión: ocupan un espacio. La ciencia de referencia será la geometría. A partir de las ideas de extensión se pueden deducir las leyes de la física. El mundo físico es comprendido como una multiplicidad de partículas simples que están en dinamismo. Esta consideración de la materia lleva a Descartes a rechazar el vacío. En sus obras de física, presenta una concepción mecanicista del mundo. El mundo es una máquina que funciona con el principio de causalidad y leyes de la mecánica. La realidad muestra una estructura racional y coherente con la estructura de la razón. Es una realidad cuantificable y matemática, donde no hay cualidad ni finalismo de la filosofía de corte aristotélico. El mundo es copernicano, materialista y determinista.