Introducción a la Segunda República Española
La República nació entre el entusiasmo de las clases populares (obreros, campesinos…) y la hostilidad de las capas conservadoras (militares, Iglesia…). El primer bienio estuvo dirigido por gobiernos progresistas que iniciaron toda una serie de reformas y la aprobación de una nueva Constitución. La proclamación de la República se produjo en un momento en que en Europa entraban en crisis las democracias, que estaban siendo sustituidas por gobiernos totalitarios (Stalin en la URSS, Dollfuss en Austria, Hitler en Alemania y Mussolini en Italia). La coyuntura económica también era difícil, pues Europa sufría los devastadores efectos de la crisis de 1929.
La Proclamación de la República y el Gobierno Provisional (Abril-Junio de 1931)
Los socialistas y republicanos, entre otros, se habían unido en el Pacto de San Sebastián con el objetivo de acabar con la Monarquía, que había perdido muchos partidarios desde que apoyó la dictadura de Primo de Rivera, e instaurar una República. Tras el fracaso de la sublevación militar en Jaca, fueron las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 las que dieron el triunfo a republicanos y socialistas en las grandes ciudades. Las elecciones se habían entendido como un plebiscito entre Monarquía y República e hicieron que Alfonso XIII se exiliase de España. El 14 de abril de 1931 se proclamó la República, haciéndose cargo del país un Gobierno Provisional formado por diversos políticos, tal y como se había convenido en el Pacto de San Sebastián, y apoyado por militares: derecha republicana (Alcalá Zamora), Acción Republicana (Manuel Azaña), republicanismo catalán y gallego, y PSOE.
Aunque su principal finalidad fue organizar la convocatoria de elecciones a Cortes Constituyentes, el Gobierno desarrolló una intensa labor legislativa y reformadora que se continuaría durante el bienio progresista:
- En educación se potenció la enseñanza pública con más maestros y más escuelas.
- En agricultura se estableció el salario mínimo, la jornada de ocho horas o el laboreo forzoso de tierras útiles no labradas.
- Se inició la modernización del ejército y su sometimiento a la autoridad civil.
- Con respecto a la Iglesia se suprimió la enseñanza obligatoria de la religión en las escuelas y se expulsó al cardenal Segura por su pastoral antirrepublicana. Por otra parte, se produjeron ataques a edificios religiosos dentro de la exaltación anticlerical de algunos grupos.
El Bienio Reformista y la Constitución de 1931
El 28 de junio de 1931 se celebraron elecciones constituyentes que dieron la mayoría a republicanos y socialistas. Las Cortes aprobaron la nueva Constitución (diciembre de 1931), que definía un régimen democrático, laico y descentralizado. España se define como una República democrática de trabajadores.
Características Clave de la Constitución de 1931:
- Soberanía popular.
- La declaración de derechos es muy amplia, dando prioridad a los del Estado frente a los del individuo (por ejemplo, en el caso de las expropiaciones). Incluye derechos individuales clásicos y derechos sociales (seguridad social, trabajo, jornada laboral, salario mínimo…); limitación del derecho de propiedad (expropiación por utilidad social); posibilidad de nacionalización de servicios públicos.
- Sufragio universal directo y secreto.
- Supresión de la pena de muerte.
- Escuela pública, mixta, gratuita y obligatoria. Acceso a la cultura.
- El Estado es laico y se suprime el presupuesto para el clero. La Iglesia no podría dedicarse ni al comercio, ni a la industria ni a la enseñanza. Separación Iglesia-Estado (libertad religiosa, fin de la inmunidad fiscal, matrimonio civil, divorcio, etc.). Prohibición de la enseñanza a órdenes religiosas.
- Se reconoce la autonomía de municipios y regiones. Proyectos de Estatutos de Autonomía mediante referéndum y refrendo en Cortes.
- El poder legislativo recae en un Parlamento unicameral. El Gobierno tiene que tener la confianza de las Cortes y responde ante estas.
- En justicia se crea el Tribunal Supremo y el Tribunal de Garantías Constitucionales, que resolvía los conflictos entre poderes. Poder judicial independiente, con unidad de fueros (salvo el militar), y jurado.
- El Presidente de la República, que se elige de forma indirecta (es decir, por los diputados) y por un periodo de siete años, representa a la nación y sus decretos y actos tienen que ser firmados al menos por un ministro, pudiendo ser destituido por la cámara.
Una vez aprobada la Constitución, se formó el Gobierno presidido por Azaña e integrado básicamente por republicanos de izquierdas y socialistas, mientras que la presidencia de la República quedaba en manos de Alcalá Zamora. Se continuaron las reformas del Gobierno provisional, iniciándose otras nuevas.
Reformas Clave del Bienio Reformista:
La Ley de Reforma Agraria de 1932
Fue el mayor proyecto económico y social del Gobierno. Tenía como objetivos aumentar la productividad y distribuir tierras entre los campesinos no propietarios. Pretendía una redistribución de la propiedad y contó desde el principio con la oposición de pequeños propietarios y terratenientes. Se canalizó a través del Instituto de Reformas Agrarias con una aplicación simultánea que llevó a cabo expropiaciones, mediante indemnización (algunas muy costosas), de fincas de labranza no explotadas directamente por sus propietarios, en las que asentó a labradores sin tierras, creando comunidades de campesinos y cooperativas agrícolas. Los resultados quedaron mermados por la complejidad del proceso, la oposición social, la falta de fondos para pagar las indemnizaciones y la lentitud del proceso de adjudicación. Esto provocó decepción entre los campesinos sin tierras y una gran conflictividad social en el campo.
Política Religiosa
Originó fuertes debates en el Parlamento y supuso la aplicación del laicismo de Estado. Se aprobó la libertad de culto, la propiedad pública de templos y monasterios, la prohibición a la Iglesia de ejercer la enseñanza, el matrimonio civil, el divorcio y la secularización de cementerios. Estas medidas desataron una gran oposición a la República por parte de la Iglesia católica.
Política Militar
Azaña, ministro de la Guerra, fue el encargado de modernizar el ejército y someterlo a la autoridad civil. Se obligó a los militares a realizar un juramento de fidelidad a la República, se derogó la Ley de Jurisdicciones y se redujeron las fuerzas en activo (Ley de Retiro). Se creó la Guardia de Asalto, que era un cuerpo adicto a la República encargado del orden público. Las reticencias a la República de una parte del ejército se concretaron en el levantamiento fracasado del general Sanjurjo y la creación de la UME, donde se unieron de forma clandestina militares opuestos al régimen republicano.
La Enseñanza y la Cultura
Se creó un sistema de enseñanza público, laico y gratuito, centrándose los esfuerzos en la enseñanza primaria debido al alto índice de analfabetismo. Se abrieron miles de aulas y se formó a 7.000 maestros. Se crearon numerosas bibliotecas públicas. Las Misiones Pedagógicas fueron las encargadas de llevar la cultura al ámbito rural. Estaban formadas por maestros, artistas, intelectuales y estudiantes universitarios que organizaban actividades culturales en los pueblos. También se creó un grupo de teatro universitario, La Barraca, dirigido por García Lorca, que representaba por toda España obras del teatro clásico español.
Política Social
Se hicieron numerosas reformas y leyes desde el Ministerio de Trabajo, presidido por el socialista Largo Caballero:
- Se elaboró una legislación para el campo, protegiendo a los arrendatarios y regulando el contrato de jornaleros.
- La Ley de Contratos de Trabajo establecía el marco de relaciones entre patronos y obreros, fomentando la negociación y los convenios colectivos.
- En el nuevo marco laboral se establecieron leyes de jornada máxima (8 horas, también en la agricultura), derechos sindicales y se reguló el derecho de huelga.
- La ley de jurados mixtos, con comités paritarios, parecidos a los de la Dictadura, que agrupaban a la Administración, sindicatos y patronos.
- La ley de Términos municipales establecía la obligación de los patronos de emplear primero a los obreros del término municipal, que se complementaba con la ley de Laboreo forzoso, sujeta a la vigilancia por una comisión local de las labores necesarias para un cultivo adecuado.
- La ley de Accidentes de Trabajo en el campo equiparaba a estos con el resto de trabajadores.
Política Autonómica
En Cataluña, el Estatuto de Nuria fue aprobado como Estatuto de Autonomía, con algunos recortes, por las Cortes en 1932. Cataluña tendría competencias legislativas y ejecutivas en hacienda, economía, educación, cultura y comunicaciones. El Gobierno central se reservaba los asuntos exteriores y el ejército. Maciá, de Esquerra Republicana, se convirtió en Presidente de la Generalitat. Los estatutos vasco y gallego no se aprobarían hasta 1936.
Oposición y Crisis del Bienio Reformista
El Gobierno republicano se encontró con una fuerte oposición política y social, tanto desde la derecha, la Iglesia y un sector del ejército, como desde la izquierda, fundamentalmente de los anarquistas, a veces secundados por los comunistas.
La oposición política al Gobierno estaba formada por el Partido Radical y las derechas católicas y monárquicas. El frente más eficaz fue el de las organizaciones agrarias y católicas, que tuvieron su líder en Gil Robles, quien constituyó en 1933 la CEDA. En la derecha monárquica estaban el Partido Tradicionalista o Carlista y Renovación Española, de Calvo Sotelo. La extrema derecha era minoritaria. Bajo la inspiración del nazismo o el fascismo, surgieron formaciones como Falange Española, creada por José Antonio Primo de Rivera.
En el extremo opuesto, a pesar de las leyes favorables a los obreros y a los campesinos, los anarquistas impulsaron una serie de huelgas e insurrecciones, pues las consideraban insuficientes y su aplicación muy lenta, impulsadas por la FAI de Durruti y García Oliver.
Parte del ejército conspiró durante todo el bienio. En el verano de 1932 se levantó el general Sanjurjo, director de la Guardia Civil, en Sevilla. El golpe fue sofocado y el Gobierno condenó a muerte a Sanjurjo, aunque luego se la conmutó por cadena perpetua. También la Iglesia, desde el comienzo de la República, se había manifestado contraria a esta. El primado de España, cardenal Segura, publicó su adhesión a la Monarquía, por lo que fue expulsado de España.
Pero el episodio más impopular para el Gobierno se produjo en un pequeño pueblo, Casas Viejas (Cádiz), donde en enero de 1933 los campesinos se sublevaron, declarando el comunismo libertario y atacando a la Guardia Civil. Se envió a la Guardia de Asalto, que mató a varios campesinos. Este y otros acontecimientos, como las maniobras políticas de Lerroux y Alcalá Zamora para echar a los socialistas del Gobierno, obligaron a Azaña a dimitir. Alcalá Zamora nombró presidente del Gobierno a Lerroux y luego a Martínez Barrio, pero, ante la imposibilidad de un Gobierno estable, decidió convocar nuevas elecciones en 1933, que fueron ganadas por la derecha (esta vez unida) y los radicales, contándose por primera vez con el voto femenino.