La Ilustración: Razón, Progreso y Transformación Social en el Siglo XVIII

La Ilustración: Orígenes y Contexto Histórico

La Ilustración, un movimiento cultural que comenzó en Inglaterra en el siglo XVII, se extendió por Europa en el siglo XVIII. Tuvo lugar en la época de las revoluciones liberales burguesas y cooperó en el proceso contra el Antiguo Régimen y las monarquías absolutas.

Manifestaciones Regionales de la Ilustración

  • En Inglaterra

    La Ilustración revistió un carácter empirista-epistemológico, cultivando las ciencias de la naturaleza y abordando cuestiones sobre religión con un espíritu de libertad y tolerancia. Sus autores más representativos fueron Locke y Hume en filosofía, y Newton en la física.

  • En Francia

    Donde existía mayor tensión social, las cuestiones más relevantes fueron de orden moral y jurídico.

    La Encyclopédie: Un Faro del Saber Ilustrado

    La obra más representativa de la Ilustración francesa fue la Encyclopédie, elaborada bajo la dirección de Diderot y D’Alembert. Sus objetivos principales fueron:

    • Difundir la cultura y los conocimientos, proporcionando información e instrucción.
    • Crear opinión crítica y antidogmática.
    • Llevar a cabo una crítica de los prejuicios y creencias tradicionales.
  • En Alemania

    Se caracterizó por el análisis de la razón. Su autor más representativo fue Kant.

La Razón Ilustrada: Autonomía y Características

Puede afirmarse que la Ilustración supuso la culminación del proceso de autonomía de la razón, iniciado en el Renacimiento y heredera de esa confianza en la “luz de la razón” y en la autonomía del sujeto pensante con la que Descartes comenzó la filosofía moderna. Se caracterizó por el optimismo en el poder de la razón para encontrar solución a los problemas de la humanidad.

En el ámbito científico, con una concepción matemático-experimental de la razón, se buscó conocer y dominar la naturaleza; en el político, construir un orden más justo de acuerdo con las teorías del contrato social.

Aunque esta confianza en la razón tenía sus orígenes en la filosofía racionalista, los ilustrados mantuvieron —a pesar de sus diferencias— un concepto de razón ligeramente distinto. Las características de la nueva razón ilustrada fueron su carácter:

  • Autónomo
  • Crítico
  • Empírico
  • Secularizado
  • Transformador

La Dimensión Crítica de la Razón

Por un lado, la razón fue crítica de sí misma, en cuanto se dirigió a examinar las potencialidades y límites del conocimiento. Si bien Descartes enfatizó la autonomía del sujeto racional, los ilustrados rechazaron su concepción de una razón capaz de conocerlo todo a partir de ideas innatas, ya cargada de contenidos, de forma deductiva y a priori. La razón ilustrada fue analítica y empírica, inspirada en Locke y Newton; es decir, fue entendida como la capacidad de adquirir conocimientos en conexión con la experiencia, con un proceder matemático-experimental. Por este mismo motivo, la razón se consideró limitada.

En segundo lugar, la crítica afectó a la tradición, a la que consideraban llena de errores, prejuicios y supersticiones, y a cualquier idea o institución que consideraban una forma de opresión. No se dirigió tanto contra la ignorancia como contra los prejuicios que ciegan y paralizan la razón. No tanto contra el pasado, sino contra la tradición entendida como una carga que oprime al ser humano. No tanto contra la legalidad (pues reconocían que hay principios y leyes que deben respetarse para posibilitar la convivencia) como contra una autoridad no legitimada por la propia razón. Es decir, no fue una actitud puramente negativa, sino que se pretendió distinguir los elementos que se pudieran justificar racionalmente para construir sobre ellos el conocimiento y la vida social. Tuvo, pues, una vertiente positiva y constructiva.

La Razón y la Religión: Hacia la Secularización

En el caso de la religión, la razón se liberó de su tutela, se secularizó y fue la razón la que juzgó a la religión. Esto no quiso decir que la razón ilustrada tuviera un carácter meramente negativo, sino que lo que pretendió fue una clarificación racional de todo aquello que afecta al ser humano y trasladar los grandes temas anteriores al orden mundano. Una gran parte de los ilustrados mantuvieron posturas deístas.

Del Teocentrismo al Antropocentrismo

La Ilustración marcó un cambio fundamental en la perspectiva humana:

  • Frente al teocentrismo, se adoptó una actitud antropocéntrica y naturalista, con la naturaleza humana como punto de referencia.
  • Frente al providencialismo divino, se mantuvo la fe en el progreso continuo y sin límites de la razón y de la humanidad.
  • Frente a la redención sobrenatural, se confió más en la redención que el mismo hombre debía procurarse mediante su trabajo y esfuerzo por vencer las circunstancias desfavorables de la historia.

Deísmo: Conjunto de creencias religiosas que se consideran racionales y comunes a toda la humanidad, depurado del ceremonial, la superstición, la manipulación y el engaño. Afirma la existencia de un ser supremo creador, pero sin entrar en más cuestiones.

Paralelamente al deísmo, surgieron también posturas materialistas, ateas y agnósticas que se oponían a la religión, pues veían en ella la causa de la ignorancia y de la dependencia humana; sin embargo, fueron escasas.

Razón y Progreso: El Optimismo Ilustrado

Puede decirse entonces que la razón fue autónoma, la única guía de conducta y conocimiento humanos, independiente de cualquier instancia ajena a sí misma (especialmente de la religión) y limitada solo por su propia naturaleza. Todas estas características de la razón condujeron a la —relativamente nueva— idea de progreso.

La crítica de la religión provocó el abandono de la concepción teológica de la historia, según la cual esta es una historia de redención y salvación, regida por la providencia divina y cuyo centro es Dios. Los ilustrados adoptaron una postura naturalista y antropocéntrica; concibieron la historia de la humanidad como un escenario de progreso continuo y sin límites a través del trabajo y el conocimiento para vencer las adversidades, como ya había probado la ciencia de Newton. Esto es lo que se conoció como optimismo ilustrado, idea que llevó aparejado un ideal educativo.

El Ideal de la Educación Universal

Basándose en la concepción empirista que negaba la existencia de las ideas innatas y que afirmaba la posibilidad de que todo ser humano podía aprender, es decir, que la humanidad es perfectible, los ilustrados justificaron la necesidad de una educación universal que conduciría a la mejora intelectual, moral y política del ser humano y a su emancipación —ideal manifiesto en la Encyclopédie.

La Razón como Instrumento de Transformación Social

Por otro lado, la creencia en el progreso y la reflexión sobre el mismo fue inseparable de la reflexión sobre la sociedad desde presupuestos liberales. El horizonte de tal ideal educativo sería formar buenos ciudadanos que contribuirían al equilibrio entre la felicidad común y la individual y al progreso de la sociedad. Incluso Kant llegó a idear una sociedad o liga de naciones.

Los ilustrados rechazaron, por tanto, la concepción según la cual el poder del monarca derivaba de Dios y concibieron el poder político en diversas teorías del contrato social.

Sin embargo, la función de la razón no se redujo al conocimiento, sino que se extendió a la transformación de la realidad (natural y social) para satisfacer las necesidades del ser humano y mejorar sus condiciones. La concibieron como un poderoso instrumento de transformación de la naturaleza y de la sociedad humana para hacerla más libre y justa. El progreso material y moral de la sociedad fue fruto de esa razón autónoma y transformadora.