De la Constitución de 1812 a la Dictadura de Primo de Rivera: Transformaciones Políticas Clave en España

Las Cortes de Cádiz y los Inicios del Liberalismo

La Convocatoria de las Cortes

En medio del conflicto bélico de la Guerra de Independencia, la Junta Central Suprema realizó una consulta al país y, ante el hundimiento del Estado, puso en marcha la convocatoria de las Cortes. Las respuestas a la consulta señalaban a los gobiernos de Carlos IV como responsables de la situación y planteaban reformas que limitasen el poder del monarca.

La Junta no pudo superar las derrotas militares ni la oposición de los absolutistas, por lo que cesó en sus funciones y fue reemplazada por una Regencia de cinco miembros, dirigida por el obispo de Orense. Esta terminó de organizar las Cortes, que se convocaron en Cádiz, ciudad libre del dominio francés y protegida por la ayuda de Gran Bretaña.

Los diputados no siempre fueron elegidos con normalidad, ya que a menudo no pudo celebrarse el sufragio o los elegidos no podían desplazarse, siendo reemplazados por personas presentes en Cádiz. Se reunieron unos 300 diputados, se acordó que las Cortes serían unicamerales y se inauguraron en septiembre de 1810.

Los liberales consiguieron un triunfo significativo al aprobar que las Cortes ejercían el poder en representación de los ciudadanos (soberanía nacional), acordaron la división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) y reconocían a Fernando VII como rey de España. Este decreto establecía un carácter revolucionario, ya que rompía con la doctrina tradicional de la soberanía como atributo exclusivo del rey y eliminaba los privilegios estamentales, proclamando que todos los ciudadanos eran iguales ante la ley y poseían los mismos derechos.

La Constitución de 1812

Las Cortes aprobaron una serie de leyes y decretos, así como la primera constitución de la España contemporánea, conocida como “La Pepa”, que permitió sentar las bases de un nuevo sistema liberal y acabar con el Antiguo Régimen. Una comisión parlamentaria elaboró el proyecto constitucional, que se promulgó el 19 de marzo de 1812.

En sus artículos se definían:

  • Los derechos del ciudadano: derecho de petición, educación, propiedad.
  • Las libertades civiles: libertad de pensamiento, opinión e imprenta.
  • La igualdad jurídica y fiscal, además del reparto proporcional de los impuestos.
  • Establecía el sufragio universal masculino indirecto para mayores de 25 años.
  • Se garantizaba la seguridad individual a través de la inviolabilidad del domicilio, los derechos penales y procesales, y la abolición de la tortura.

La estructura del Estado correspondía a una monarquía limitada, basada en la división de poderes:

  • El poder legislativo recaía en las Cortes, que poseían amplias facultades: elaboraban leyes, aprobaban presupuestos y tratados internacionales, comandaban el ejército, etc.
  • El monarca estaba a la cabeza del poder ejecutivo; poseía la dirección del gobierno, intervenía en la elaboración de las leyes a través de la iniciativa y la sanción, y tenía veto suspensivo durante dos años.
  • El poder judicial era competencia de los tribunales y se establecían los principios básicos de un Estado de derecho: códigos únicos en materia civil, criminal y comercial, garantías procesales, etc.

La Constitución reconocía la confesionalidad del Estado, establecía la enseñanza primaria obligatoria y la creación del ejército nacional con un servicio militar obligatorio. Organizaba territorialmente el Estado en provincias y municipios, que se gobernaban mediante diputaciones y ayuntamientos electivos. Además, se regulaba la creación de la Milicia Nacional como cuerpo de ciudadanos armados para defender los preceptos liberales ante quienes se opusieran a su desarrollo.

La Abolición del Antiguo Régimen

Además del texto constitucional, las Cortes de Cádiz aprobaron una serie de leyes y decretos destinados a eliminar legalmente el Antiguo Régimen y a ordenar el Estado como un régimen liberal.

  • Se abolió el régimen señorial, por lo que toda la población dejó de estar sometida a la jurisdicción privada para pasar a depender de la autoridad pública y de la legislación del Estado.
  • Las tierras se mantuvieron en manos de los señores, que se transformaron en propietarios, lo que originó conflictos con los campesinos que las reclamaban.
  • Se intentó iniciar una reforma agraria, mediante la expropiación de bienes de los conventos suprimidos por el gobierno de Napoleón, la venta o reparto de terrenos baldíos y bienes comunales, y la limitación de los mayorazgos.
  • Se introdujeron medidas próximas al liberalismo económico, para impulsar la producción y el comercio, suprimiendo los gremios y las aduanas interiores. Se decretó la libertad de comercio, de industria y de trabajo.

La Dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

El sistema de la Restauración, incapaz de resolver sus contradicciones internas y los desafíos sociales y políticos, acabó abruptamente en septiembre de 1923 con un golpe de Estado que estableció la dictadura de Miguel Primo de Rivera.

Argumentos esgrimidos para el golpe:

  • Acabar con el caciquismo y la inestabilidad política crónica.
  • Frenar el riesgo de revolución social (agitación desde 1917), las huelgas y el pistolerismo, especialmente en Barcelona.
  • Resolver la cuestión marroquí y restaurar el prestigio del ejército.
  • Defender la unidad nacional frente a los nacionalismos periféricos.

7.1. La Quiebra del Régimen Constitucional

  • En 1923, el último gobierno constitucional, presidido por García Prieto, intentó una serie de reformas (Constitución, ley electoral, relaciones Iglesia-Estado, relaciones laborales, etc.).
  • Contaba con mayoría parlamentaria pero con la oposición del rey Alfonso XIII y de sectores influyentes del ejército y la burguesía.
  • El Expediente Picasso, que investigaba las responsabilidades por el Desastre de Annual (1921), generaba un enorme descontento en el estamento militar, temeroso de sus conclusiones.
  • Para impedir el debate del expediente en las Cortes y ante la creciente inestabilidad:
  • El capitán general de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, dio un golpe de Estado el 13 de septiembre de 1923.
  • El rey se negó a destituir a los militares sublevados y encargó a Primo de Rivera formar gobierno. (El golpe llevaba tiempo fraguándose, con la mirada puesta en el ascenso de Mussolini en Italia).
  • Justificación pública del golpe:
    • Acabar con el caciquismo, la corrupción política y regenerar la vida política.
    • Recuperar el orden público (fin a huelgas, pistolerismo).
    • Garantizar la unidad nacional (contra los nacionalismos).
  • Apoyos iniciales:
    • Alta burguesía (especialmente catalana), clases medias conservadoras y gran parte del ejército.
    • El resto de la población mostró mayoritariamente indiferencia o una expectativa pasiva.
  • Oposición escasa al inicio: Principalmente la CNT anarcosindicalista y pequeños grupos republicanos y comunistas.
  • Puntos a favor de Primo de Rivera en sus inicios:
    • Prometía una dictadura temporal, un paréntesis para solucionar los problemas del país.
    • Se presentaba como un “cirujano de hierro”, necesario para sanear España (influencia del regeneracionismo).
    • Contexto económico internacional favorable: “Los felices años veinte” permitieron cierto crecimiento económico.

7.2. El Directorio Militar (1923-1925)

  • Alfonso XIII nombró a Primo de Rivera presidente del Directorio, un gobierno formado exclusivamente por militares.
  • Primeras medidas:
    • Declaración del Estado de Guerra en todo el país (vigente hasta 1925).
    • Suspensión de la Constitución de 1876.
    • Disolución del Parlamento (Cortes).
    • Ilegalización de los partidos políticos y sindicatos obreros (excepto la UGT, que mostró cierta colaboración inicial).
    • Liquidación de la Mancomunidad catalana (1925).
  • Para acabar con el caciquismo:
    • Disolución de ayuntamientos y diputaciones, sustituidos por juntas de vocales asociados o militares.
    • Promulgación tardía de un estatuto municipal (1924) y provincial (1925) con escasa aplicación.
  • Para acabar con la conflictividad laboral:
    • Restablecimiento del orden público mediante la prohibición del derecho a huelga, la censura de prensa y una dura represión contra el movimiento obrero más radical (CNT, comunistas).
    • Puso fin al pistolerismo en Barcelona.
  • La cuestión de Marruecos:
    • Inicialmente, Primo era partidario de abandonar el protectorado, pero cambió de postura.
    • Los ataques del líder rifeño Abd el-Krim a la zona del protectorado francés propiciaron una acción militar conjunta hispano-francesa.
    • En 1925, se produjo el exitoso desembarco de Alhucemas.
    • En 1926, Abd el-Krim se rindió a las autoridades francesas. El éxito en Marruecos dio gran popularidad al dictador.
  • Otras medidas populares de Primo de Rivera:
    • Cierta legislación social paternalista: reguló el trabajo de la mujer, promovió la construcción de viviendas para obreros.
    • Una ambiciosa política de obras públicas para acabar con el paro y mejorar la economía:
      • Creación de escuelas.
      • Modernización de la red ferroviaria (electrificación) y de carreteras (creación del Circuito Nacional de Firmes Especiales).
      • Obras hidráulicas (creación de las Confederaciones Hidrográficas).
      • Creación de monopolios estatales como CAMPSA (petróleo) y concesión del servicio telefónico a la Compañía Telefónica Nacional de España (Telefónica).
  • Los éxitos en Marruecos, la mejora del orden público y la favorable coyuntura económica impulsaron a Primo de Rivera a intentar perpetuarse en el poder, abandonando la idea de una dictadura temporal.

7.3. El Directorio Civil (1925-1930)

  • Resueltos aparentemente los problemas más urgentes (Marruecos, orden público), se estableció el Directorio Civil en diciembre de 1925, buscando abandonar la “excepcionalidad” política inicial y dar una fachada de normalidad institucional.
  • Directorio Civil: Gobierno integrado mayoritariamente por civiles, aunque Primo de Rivera seguía concentrando todo el poder. Destacó la figura de José Calvo Sotelo como Ministro de Hacienda.
    • Mostraba una clara voluntad de permanencia y consolidación en el poder.
    • Contó con el apoyo de sectores conservadores, la banca y la industria.
    • Se benefició de la buena coyuntura económica internacional (“felices años veinte”).
  • Se intentó una reorganización de las instituciones del Estado siguiendo una imitación del modelo de la Italia fascista de Mussolini.
  • Se creó un partido único, la Unión Patriótica (1924), concebido más como un movimiento de apoyo al régimen y una red clientelar que como un partido político moderno. Sus apoyos provinieron de:
    • Funcionarios afines al régimen.
    • Organizaciones católicas conservadoras.
    • Militares.
    • Propietarios agrarios y empresarios beneficiados por la dictadura.

7.4. La Organización Corporativista del Estado

  • En 1927, con la finalidad de institucionalizar y perpetuar el régimen, Primo de Rivera convocó una Asamblea Nacional Consultiva.
  • Características de la Asamblea:
    • Sus miembros no fueron elegidos por sufragio, sino designados por el gobierno o elegidos por sufragio indirecto entre corporaciones e instituciones.
    • Era un organismo corporativo, es decir, sus miembros representaban teóricamente a colectivos sociales e instituciones (Iglesia, ejército, universidad, municipios, diputaciones, Unión Patriótica, etc.).
    • Composición: Alrededor de 400 miembros.
    • Tenía un carácter meramente consultivo, sin poder legislativo real.
    • Misión principal: Elaborar un anteproyecto de Estatuto Fundamental de la Monarquía a modo de “Constitución”, que no llegó a aprobarse debido a las críticas y la falta de apoyos suficientes. Establecía un régimen autoritario, antiliberal y centralista.
  • Para evitar la conflictividad laboral y controlar al movimiento obrero, se creó una Organización Corporativa Nacional (1926), inspirada en el corporativismo fascista. Era un tipo de sindicato vertical compuesto por:
    • Comités paritarios con representantes de obreros y empresarios de cada oficio o sector.
    • Misión: Regular salarios y condiciones laborales, siempre bajo el estricto control del Estado.
  • La UGT (socialista) colaboró inicialmente en los comités paritarios, buscando obtener ventajas para los trabajadores, pero acabó retirándose. La CNT (anarquista) se negó a participar y fue duramente perseguida.

7.5. La Oposición a la Dictadura

  • A partir de 1926, la oposición a la dictadura fue creciendo progresivamente (al inicio era casi inexistente o estaba desarticulada).
  • Primeras conspiraciones militares: Como la “Sanjuanada” (1926), un intento fallido de golpe de Estado por parte de militares descontentos.
  • Republicanos: Se reorganizaron y crearon la Alianza Republicana (1926), que aglutinó a diversas facciones y figuras (Lerroux, Azaña) y se convirtió en el principal referente de la alternativa política.
  • Intelectuales y universitarios: Criticaron la dictadura a través de manifiestos, artículos en prensa (cuando la censura lo permitía) y protestas estudiantiles (conflictos con la FUE – Federación Universitaria Escolar). Figuras como Unamuno, Ortega y Gasset o Blasco Ibáñez se opusieron al régimen.
  • Burguesía catalana: Inicialmente favorable, se distanció por la política centralista y la liquidación de la Mancomunidad.
  • Oposición obrera: La CNT, en la clandestinidad, mantuvo una oposición radical. El Partido Comunista también actuó desde la ilegalidad.
  • Al final de la dictadura: El PSOE y la UGT abandonaron su postura colaboracionista inicial y se sumaron a la oposición republicana.
  • El creciente descontento social, la crisis económica de 1929, la pérdida de apoyos (incluido el del rey y parte del ejército) y la propia enfermedad del dictador llevaron a la dimisión de Primo de Rivera en enero de 1930 y al fin de la dictadura.