Principios Fisiológicos del Entrenamiento Deportivo y Adaptación Orgánica

Definición de Adaptación y Ajuste Fisiológico

En todo momento, el organismo presenta una tendencia a mantener su equilibrio u **homeostasis natural**, es decir, a restablecer la situación anterior al estímulo lo antes posible. La **adaptación** es un cambio en estructura y función que sigue al entrenamiento y que capacita al organismo para responder más fácilmente a los estímulos producidos por el ejercicio físico. Es un cambio más o menos duradero y permanente, a diferencia del **ajuste**, que es un fenómeno de adaptación pasajero.

Un claro ejemplo de **ajuste** es el fenómeno que sigue a un ejercicio físico intenso: una disminución de la cantidad de azúcar en sangre (**hipoglucemia**) seguida por la respuesta del páncreas con la secreción de **glucagón**, lo que provoca que el hígado secrete **glucógeno** y, por tanto, aumente la **glucemia** (cantidad de azúcar en sangre).

Un claro ejemplo de **adaptación** sería la disminución de la **frecuencia cardíaca** en reposo o durante el ejercicio, o la **hipertrofia muscular**, los cuales son cambios duraderos en función y estructura.

Todos los procesos de adaptación están basados en tres leyes o teorías fundamentales que se estudiarán a continuación.

Ley del Umbral o Ley de Arnold-Schultz

Esta teoría parte de la existencia de un **umbral** o estímulo mínimo necesario para que se produzca alguna modificación, mejora o adaptación en el organismo. Se trata de una cuestión muy personal.

Existe también un **máximo de tolerancia** o punto a partir del cual solo se produce la **fatiga** y el **sobreentrenamiento**. Según esta ley, la **adaptación** se produce como consecuencia de esfuerzos físicos propuestos de forma consecutiva y adecuada para que el organismo los asimile progresivamente.

  • Estímulo muy bajo: El estímulo está muy alejado del umbral, por lo que no se produce entrenamiento ni mejoras.
  • Estímulo bajo: Podría darse el entrenamiento si se repitiera el trabajo varias veces, pero el resultado principal sería la fatiga y la disminución del rendimiento.
  • Estímulo óptimo: Este sería el caso ideal, donde se consiguen mejoras musculares, técnicas y orgánicas.
  • Estímulo excesivo: No se logra ningún tipo de mejora y conduce al sobreentrenamiento y la fatiga.

En el ámbito escolar, se recomienda trabajar siempre en el **umbral** o un poco por debajo de él. El **límite de tolerancia** es el techo del potencial individual y es personal porque viene dado genéticamente.

Ley del Síndrome General de Adaptación (Hans Selye)

Esta ley postula que el organismo responde con el fenómeno de **adaptación** ante todas las alteraciones que se producen en su equilibrio normal como consecuencia de un estímulo o un entrenamiento.

En el fenómeno de adaptación se desencadenan tres fases consecutivas:

  • Fase de alarma: Se aplica el esfuerzo que produce una respuesta inicial en el organismo, denominada **choque**, seguida de una de **antichoque**, constituyendo las primeras reacciones del organismo ante el ejercicio.
  • Fase de resistencia o adaptación: El organismo se adapta a la nueva situación y adquiere un estado de equilibrio.
  • Fase de agotamiento: Si el organismo sigue recibiendo estímulos sin la recuperación adecuada, no podrá adaptarse y se agotará.

Este planteamiento puede aplicarse tanto a una sesión como a una temporada de entrenamiento.

Principio de Supercompensación

Después de un entrenamiento, se requiere una **recuperación adecuada** para poder soportar convenientemente un nuevo entrenamiento. De este modo, entrenamientos y recuperaciones se encuentran relacionados, dando pie al fenómeno biológico de la **supercompensación**. Según este principio, después de una carga de trabajo y una recuperación adecuada, el organismo no solo restaura su nivel inicial (**compensación**), sino que establece un nivel superior (**supercompensación**).

Este es un fenómeno de **adaptación** que capacita al organismo para soportar estímulos crecientes y que constituye la base del **rendimiento deportivo** y la **mejora física**.

Sin embargo, esto no siempre es así. Podemos encontrarnos con entrenamientos donde los estímulos están muy seguidos y, en consecuencia, los descansos y recuperaciones son insuficientes. En estos casos, se obtiene un **rendimiento bajo** y una tendencia al **sobreentrenamiento** y al **agotamiento**.

Para evitar esto, es fundamental proporcionar un **amplio tiempo de recuperación**, lo que permitirá restablecer el nivel inicial.

La última situación posible es aquella en la que no se produce ninguna mejora. El organismo tiende a la **homeostasis** y recupera el nivel inicial.

Principales Efectos Fisiológicos del Entrenamiento

Entrenar significa conseguir una serie de mejoras en los distintos **sistemas orgánicos**, en función del tipo de entrenamiento. Las mejoras específicas en cada órgano o sistema son:

Sistema Cardiovascular

  • Aumento del tamaño y grosor del corazón.
  • Aumento del **volumen sistólico**.
  • Aumento del **gasto cardíaco**.
  • Aumento y mejora del **riego sanguíneo** en los músculos activos (**redistribución periférica**).
  • Mejora de la capacidad de transportar **oxígeno** y **nutrientes** a los músculos.
  • Aumento de la **diferencia arteriovenosa de oxígeno** (Dif A-V O2). Las arterias llevan sangre rica en oxígeno y las venas transportan sangre pobre en oxígeno.

Ejemplo:

  • Persona entrenada:
    • Sangre arterial con 10 unidades de oxígeno.
    • Sangre venosa con 3 unidades de oxígeno.
    • Diferencia arteriovenosa: 10 – 3 = 7.
  • Persona no entrenada:
    • Sangre arterial con 9 unidades de oxígeno.
    • Sangre venosa con 5 unidades de oxígeno.
    • Diferencia arteriovenosa: 9 – 5 = 4.
Disminución de la **frecuencia cardíaca** tanto en el ejercicio como en reposo, así como los tiempos de recuperación a los valores normales. Aumento de los **hematíes** y la **hemoglobina** en sangre. El contenido de **glucosa** se mantiene invariable durante el ejercicio.

Sistema Respiratorio

  • Mejora la **ventilación pulmonar** y la **difusión de gases** en pulmones y tejidos.
  • Disminuye el ritmo o **ciclos ventilatorios**, mejorando la intensidad de los mismos (disminuyen de 14-15 a 8-9 ciclos ventilatorios en reposo).
  • Aumenta la **capacidad vital**.

Sistema Endocrino

  • Favorece el **crecimiento**.
  • Mejora de la **salud**.
  • Favorece el **rendimiento global** del cuerpo.

Sistema Nervioso

  • Mejora la **coordinación**.
  • Mejora la capacidad de soportar **esfuerzos**.
  • Mejora la **concentración**.
  • Mejora la calidad y velocidad de los **impulsos nerviosos**.

Aparato Locomotor

  • Favorece el **crecimiento**.
  • Favorece el fortalecimiento de los **músculos**, **huesos** y **articulaciones**.
  • Mejora la capacidad de los músculos para aprovechar la **energía** y soportar **esfuerzos**.

Principios Generales del Desarrollo de las Capacidades Condicionantes

Principio de la Multilateralidad

Partiendo de este principio, hemos de considerar que la preparación trata de abarcar simultáneamente todos los **factores del entrenamiento**, porque se ha demostrado que con una **preparación multifacética** se consiguen mejores resultados. Por el contrario, con una **preparación unilateral** (siempre específica o que incide solamente sobre un sistema u órgano concreto), mientras se progresa en un sector, se regresa en los demás. La magnitud de pérdida en los otros sistemas, habilidades u órganos aumenta directamente en relación con el tiempo que se está practicando solo una actividad concreta.

Principio de la Continuidad

Al hablar de la dinámica de los esfuerzos, los **períodos de inactividad** deben reducirse al mínimo y, a ser posible, procurar que el **descanso** se realice de forma activa. Es evidente que un ejercicio aislado o un entrenamiento muy distante de otro no producirá ningún efecto positivo en el proceso de **adaptación** en el entrenamiento, ya que no será posible la **supercompensación** por haberse perdido los efectos del primer entrenamiento. Para que el desarrollo de las **cualidades motrices** se lleve a cabo, es necesaria una **preparación continuada**. La experiencia y la fisiología del ejercicio han demostrado que todo esfuerzo que se interrumpe por un período prolongado o es realizado sin continuidad, no crea hábito ni entrena. Es decir, no se produce **mejora funcional**, pues no ha habido **adaptación**.

Principio del Crecimiento Paulatino del Esfuerzo

La mayor o menor duración de la **forma deportiva** de un sujeto y, en suma, de su vida deportiva, dependerá de la capacidad de asimilación de **estímulos sucesivamente crecientes**, capacidad que solo podrá adquirirse si durante el proceso de entrenamiento hay un **crecimiento paulatino del esfuerzo**. Una vez elegido el método o sistema adecuado de entrenamiento, el número de ejercicios, las cargas a utilizar, etc., con los cuales se propone entrenar al deportista y desarrollar sus **capacidades básicas**, se conseguirá, mediante la **repetición sistemática** de los mismos y procurando que la **intensidad aumente paulatinamente**, que el sujeto se adapte progresivamente a esfuerzos más intensos en cantidad y calidad. Sabemos que a medida que aumenta la **capacidad funcional** del deportista gracias al entrenamiento, en la misma medida deben aumentar también los esfuerzos. Si no se sigue esta progresión, no se obtendrá beneficio alguno y la vida deportiva del atleta se verá acortada, estancándose el deportista. Las investigaciones han demostrado que los **esfuerzos intensos** no son ilimitados como consecuencia del **agotamiento de las sustancias energéticas**, ya que no se trata solo del agotamiento de estas sustancias, sino de la **inhibición del organismo** a continuar el esfuerzo como medida de seguridad. Ahora bien, cuando, a través del entrenamiento y la **adaptación progresiva** a esfuerzos crecientes, crece la **capacidad de respuesta emocional**, crece también la **movilización de reservas y sustancias energéticas**, intensificándose de esta manera la **capacidad de trabajo** (**supercompensación**). Si nunca se llega a los límites de esfuerzo, nunca se conseguirá esa **mejora funcional**.

Principio de la Sobrecarga

En íntima relación con el principio anterior está el **Principio de Sobrecarga**, según el cual las modificaciones funcionales causadas en el organismo mediante el esfuerzo físico solo permiten mejorar el estado de entrenamiento cuando su **intensidad** es suficiente para provocar una activación del **metabolismo energético o plástico de la célula**. Esto está en relación directa con el **volumen de entrenamiento**. Si bien en los primeros años de entrenamiento el volumen aumenta progresivamente, influyendo enormemente en el rendimiento, a medida que el deportista mejora su nivel, la importancia del volumen va disminuyendo y toma el primer lugar el factor **intensidad**. Las adaptaciones beneficiosas de la actividad humana solo se producen cuando responden a tensiones aplicadas a niveles superiores al **umbral** dentro de los límites de la **tolerancia**. Burke señala que, según el tipo de cualidad que se quiera desarrollar, habrá que utilizar una intensidad o volumen distinto. Por ejemplo, la **fuerza** será difícil mejorarla si se utiliza una carga muy liviana, o la **resistencia** no mejorará si se practica un número de repeticiones muy corto.

Principio de Transferencia

Al realizar ejercicios propios de unos **estereotipos** más o menos ajenos, las modificaciones pueden tener una triple influencia en el **estereotipo motor** propio de una especialidad concreta: **positiva, negativa o neutra**.

  • Influencia positiva: Se produce cuando la realización de un ejercicio, aunque sea de un estereotipo diferente al de la especialidad, influye en la mejora del estereotipo propio.
  • Influencia neutra: El estereotipo ajeno no supone ni la mejora ni el empeoramiento del estereotipo propio.
  • Influencia negativa: Los ejercicios ajenos causan modificaciones que entorpecen la ejecución del estereotipo propio.

Podríamos concluir que el **adiestramiento** para la mejora de un factor mejorará la posibilidad de realización de otros factores, siempre y cuando los ejercicios que se realicen para la mejora de aquel tengan relación con la especialidad que se practica. Por ejemplo, los ejercicios de **salto** para la mejora de la **impulsión** o **detente** pueden mejorar la **velocidad** de un sujeto, porque la capacidad de impulso está estrechamente relacionada con la velocidad. Por el contrario, un ejercicio de **resistencia** no mejorará la velocidad, porque la resistencia es inversamente proporcional a la velocidad.

Principio de Especificidad

Fauconier considera que en el deporte se han de ejercitar dos condiciones o cualidades relacionadas con el **resultado deportivo**. En primer lugar, se han de sentar las bases del entrenamiento a través del desarrollo de las **cualidades físicas**, y, por otro, han de desarrollarse unas **condiciones específicas** de acuerdo con las características particulares de cada deporte. Si comparáramos a deportistas de distintas especialidades, como un atleta saltador y un jugador, posiblemente ambos necesitarán gran **velocidad**, gran **potencia del tren inferior** que les permita una buena capacidad de salto, buena **resistencia**, excelente **coordinación**, etc. Pero el **dominio técnico** de sus diferentes especialidades ha de conseguirlo cada uno por caminos distintos y a través de **ejercicios puramente específicos**. El desarrollo de **destrezas específicas** exige cierta familiaridad con los objetos o móviles que deben ser utilizados en la especialidad que se practica, con el fin de poder llegar a una **coordinación de los movimientos** del cuerpo que son requeridos precisamente para la utilización de dichos objetos. Las **modificaciones funcionales** que se producen en el organismo a través del entrenamiento tienen una dirección perfectamente determinada. Por ejemplo, las modificaciones que tienen lugar en la **fibra muscular**, en el **aflujo de sangre** a los músculos, en la formación del **gesto deportivo**, etc., todo ello tiene un carácter dirigido a **metas concretas**. El **Principio de Especificidad** en el entrenamiento se confirma también por el análisis de las **fibras de los órganos motores** (tónicas y fásicas), y las **células nerviosas**, por las diferencias de los **procesos bioquímicos**, etc. Por tanto, el **estereotipo motor** no surge como una simple suma de sus elementos componentes, sino como una consecuencia programada del **entrenamiento específico** de la **fuerza**, la **velocidad**, la **agilidad**, la **resistencia**, etc., y significa una **modificación cualitativa** del proceso motor.

Principio de la Estimulación Voluntaria

Burke considera que las mejoras a través de la actividad física son más específicas cuando el deportista practica un **adiestramiento** dirigido por una **estimulación nerviosa voluntaria**. Según Rasch y Burke: «La estimulación eléctrica directa de los músculos por medios artificiales solamente es adecuada en patología. Los métodos y dispositivos que afirman un desarrollo sin esfuerzo de la potencia son fraudulentos… Existen pruebas evidentes de que tanto para el desarrollo de la potencia como de la resistencia no existen alimentos o procedimientos mágicos productores de energía, aunque esta derive de la alimentación».

Principio de Eficacia

Cuando se requiere que una actividad física resulte **eficaz**, es necesario ajustarse a todos los principios que se han analizado hasta el momento. Sin la **progresión**, **aplicación de cargas** y **descansos** adecuados, de acuerdo con el grado de entrenamiento y capacidad del deportista, no puede hablarse de un **entrenamiento eficaz**. Si se desea trabajar con **eficacia en velocidad**, se deberán realizar **estímulos máximos** y **descansos completos**. Si se busca trabajar con **eficacia en fuerza**, se tendrán que aplicar **cargas al borde del umbral** del sujeto y proporcionar los descansos adecuados. Si se quiere que un entrenamiento de **resistencia** sea eficaz, se deberán aplicar **períodos de trabajo prolongados** con cargas proporcionadas al tiempo de esfuerzo y a las características del sujeto, y así sucesivamente. Cualquier actividad o entrenamiento puede resultar **ineficaz** si no se siguen los principios fundamentales estudiados.

Principio de la Individualización

Este principio está determinado por las **características morfofisiológicas y funcionales** del deportista. Cada sujeto es un todo con características completamente distintas: desde el punto de vista **antropométrico**, **funcional**, **motor**, **psicológico**, de **adaptación**, etc. Ello explica las diferentes reacciones del sistema motor y de otros órganos a las mismas cargas de entrenamiento, no solo en diferentes deportistas, sino incluso en el mismo deportista en distintos períodos de tiempo. La **capacidad de reacción** del organismo es distinta en cada atleta, independientemente de los **estados de forma**, las **modificaciones del gesto deportivo** y las **transformaciones hormonales**. Por ejemplo, durante el proceso de entrenamiento, ejercen una influencia distinta en cada deportista. Para la obtención de **resultados positivos**, una condición fundamental es la **dosificación individualizada del esfuerzo** sobre la base de los exámenes de **reactividad cerebral** y la atenta vigilancia del comportamiento del organismo (Ulmeanu).