La Evolución Humana: Origen, Rasgos Distintivos e Implicaciones Filosóficas

El Origen del Animal Humano: Modelos Explicativos

Este documento explora las diversas teorías y características que definen el origen y la evolución del ser humano, así como las profundas implicaciones filosóficas que de ello se derivan.

Modelos Explicativos del Origen de las Especies

  • El Creacionismo: Sostiene la intervención divina para justificar la existencia del mundo y de los seres vivos. Dios crea el mundo y los seres vivos, y sitúa a los seres humanos en un plano distinto y superior al del resto de los seres vivos.
  • El Fijismo: Según el cual, las especies surgen a partir de un acto de creación en un momento determinado y con forma idéntica a como se conocen en la actualidad. No cabe la posibilidad de la aparición o desaparición de especies ni de ninguna modificación de sus características. Apareció unido al creacionismo, aunque no se identifica con él. Aristóteles fue fijista, siendo Linneo el principal representante de esta posición.

El Origen del Homo Sapiens: Dos Teorías Clave

El Homo sapiens es un inventor eficaz. Construyó útiles para cazar y pescar, y para trabajar. Utilizó nuevos objetos. Su mente simbólica le permitió construir utensilios que no estaban vinculados con la supervivencia, sino también los adornos y el arte. La domesticación de plantas y animales implicó controlar los recursos disponibles y supuso la consolidación del proceso de hominización.

Teorías sobre el Origen del Homo Sapiens

  1. Modelo Multirregional: Surgió simultáneamente en diferentes lugares de los continentes africano y europeo. La unidad de la especie se habría mantenido gracias a los flujos génicos entre poblaciones, lo que ha evitado el aislamiento reproductivo y la diversificación de especies.
  2. Modelo del Reemplazamiento Africano: La especie humana actual solo tiene un único origen en África. Esta hipótesis está sostenida por los recientes estudios de la biología molecular que parecen apoyar la teoría de un antepasado africano común a todos los individuos que conforman la humanidad.

Los Rasgos Distintivos del Ser Humano

  • Marcha Bípeda: Supuso un cambio fundamental en la vida de los homínidos. Se consiguió la liberación de las manos y otros cambios estructurales que suponían una solución al problema de recorrer largas distancias por el suelo.
  • El Tipo de Parto: Con el bipedismo se dificultó el parto. El estrechamiento de la pelvis dificulta la bajada por el canal del parto, lo que requiere asistencia. Durante los primeros años de vida, el cerebro continúa madurando. También es más plástico y receptivo a la gran cantidad de aprendizaje. Es necesario un mayor nivel de cooperación entre los miembros del grupo y la estructura social es más compleja.
  • El Desarrollo Cerebral: El cráneo de los homínidos ha aumentado hasta los 1400 cm³ del Homo sapiens. Esto está vinculado a la progresiva adquisición de capacidades intelectuales, como el lenguaje y el pensamiento simbólico, y con el aumento de la inteligencia y la memoria.
  • La Liberación de las Manos: Supuso un impulso demográfico al permitir la protección más eficaz de las crías y el transporte de alimentos y materias primas. Por otro lado, permitió la fabricación de utensilios. La combinación de la liberación de las manos con el desarrollo del cerebro marcó la diferencia entre los animales y el hombre.
  • La Infancia Prolongada: La manipulación de objetos y la potencial modificación del medio que permitió un progresivo aumento del cerebro. A mayor cultura, mayor desarrollo del cerebro y, con este, mayor avance de la cultura. Esta relación recíproca se complementa con el progresivo alargamiento del período de crecimiento (infancia) de los homínidos. Una de las características más singulares del ser humano cuando lo comparamos con otros animales es, en efecto, el largo período de tiempo que transcurre desde el nacimiento hasta la pubertad. Durante este largo período de dependencia de los padres, las crías están sometidas a un intenso proceso de aprendizaje. Es el momento en el que el individuo adquiere todos los conocimientos necesarios para la vida en sociedad. Este alargamiento de la infancia puede considerarse un elemento más de la tendencia evolutiva a la neotenia. El ser humano maduro mantiene rasgos infantiles durante toda la edad adulta. En los humanos, estos rasgos no son solamente físicos, sino también intelectuales, como, por ejemplo, la curiosidad.
  • La Conducta Sexual: Uno de los cambios biológicos más importantes. En la mayor parte de los primates, la hembra solo se muestra sexualmente receptiva cuando el óvulo puede ser fertilizado. En las hembras humanas no hay signos claros del período fértil, de manera que las relaciones sexuales no se limitan a un período concreto con garantías de embarazo. Esta peculiaridad ha determinado el establecimiento de vínculos afectivos de larga duración con una pareja, aunque el modo en el que se crean los lazos está condicionado culturalmente. La estabilidad afectiva ha facilitado el largo período de infancia y de dependencia de las crías humanas respecto a sus progenitores.
  • El Lenguaje: Para que aparezca el lenguaje, es necesario, de una parte, el desarrollo de una serie de estructuras neuronales para su producción y comprensión, y de otra, la adaptación de la anatomía del aparato fonador. La vida social es clave para la supervivencia y la posibilidad de comunicarse garantiza el éxito evolutivo. Además, permite construir una imagen del mundo y ayuda a compartirla entre los miembros del grupo, lo que favorece el fortalecimiento de lazos sociales.
  • La Naturaleza Social y Cultural: A lo largo del proceso evolutivo, los seres humanos han ido perdiendo algunas especializaciones físicas; sin embargo, han desarrollado un mecanismo que les permite adaptarse a todas las situaciones y que ha modificado su relación con el medio: la cultura. La producción de instrumentos se convierte en el modo peculiar, aunque no sea exclusivo del hombre, mediante el que se enfrenta a la supervivencia. La cultura se va adquiriendo en un proceso de aprendizaje social y no mediante herencia, al contrario que la conducta instintiva. A medida que las respuestas para la supervivencia en el medio adquieren un carácter predominante cultural, aumenta la dependencia cría/adulto y la estructura social se hace más compleja.
  • La Preparación de Alimentos: Con la utilización de instrumentos y el dominio del fuego, el ser humano se convirtió en un animal singular capaz de cocinar. Esto aportó grandes ventajas para la supervivencia. Impulsó la socialización y el lenguaje.

Implicaciones Filosóficas del Evolucionismo

¿Tiene la Evolución Algún Sentido?

Numerosos filósofos han querido encontrar alguna intencionalidad en el proceso evolutivo. Se trata de determinar si la producción de seres inteligentes y reflexivos es una propiedad de la evolución y no solo uno de sus resultados posibles. Si fuera así, el final del proceso sería siempre un animal similar al ser humano. En el fondo, se debate sobre la necesidad o el azar como mecanismos reguladores de la evolución:

  1. Algunos filósofos, como Teilhard de Chardin, han considerado el progreso una cualidad inherente al proceso evolutivo, y al ser humano, la culminación de esa tendencia general hacia el aumento de complejidad y perfección. Asimismo, para Bergson, la evolución de la vida es, básicamente, la de la conciencia, lo que sitúa al ser humano en un lugar privilegiado en la naturaleza.
  2. Es la posición más actual. Frente a ellos, otros autores, como Jacques Monod, mantienen que el azar es el único mecanismo explicativo de la evolución, y el ser humano es uno más de los posibles resultados del proceso evolutivo, por lo que todo podría haber sido de otra manera.

¿Cuál es la Naturaleza Propia del Ser Humano?

Después de Darwin, desde la etología y la sociobiología se planteó que con el comportamiento podría suceder lo que con las disposiciones anatómicas; esto es, que las conductas, las emociones y las motivaciones que aportan una ventaja adaptativa se convierten en características de la especie. La información genética no almacena solo los rasgos físicos, sino también las pautas de comportamiento.

En esta línea, Robert Ardrey planteó la denominada “hipótesis del cazador”, en la que establece que el rasgo específico de la especie humana es su agresividad. Esta fue la que le permitió ser un cazador implacable y sobrevivir sin ninguna especialización física.

A su vez, la sociobiología considera que la selección natural actúa al nivel de los genes, favoreciendo los que desarrollan mecanismos de supervivencia. De la misma manera, las conductas de los individuos se orientan a perpetuar sus genes. De ahí surge la idea del “gen egoísta” y el problema de cómo explicar las conductas altruistas y cooperativas. Etólogos y sociobiólogos encuentran en un supuesto instinto de agresividad la explicación para las guerras y la violencia.

Se debate sobre si la selección natural ha hecho a los seres humanos altruistas o agresivos. Es la discusión ilustrada sobre la naturaleza humana: para Rousseau, los individuos son buenos por naturaleza y la sociedad los corrompe; para Hobbes, el hombre es su propio enemigo.

Eibl-Eibesfeldt considera que, aunque la agresión sea una característica innata de los humanos, estos han desarrollado mecanismos, a su vez innatos, para inhibirla. Lo cierto es que no se puede negar la influencia social y cultural que modela las conductas innatas o preprogramadas. La agresividad también se determina socialmente.