Envejecimiento y Bienestar: Una Mirada Integral desde la Psicología y Sociología

El Envejecimiento: Un Proceso Diverso y Multifactorial

El envejecimiento es un proceso que se caracteriza por su diversidad, influenciado por múltiples factores. Entre ellos, destacan la herencia genética, el estado de salud, el estatus socioeconómico, las influencias sociales derivadas de la educación y la ocupación ejercida, las diferencias generacionales y la personalidad individual.

Es crucial comprender que la vejez no es una etapa homogénea para personas de la misma edad. La fragilidad que pueden experimentar las personas de edad avanzada plantea nuevos requerimientos tanto a los miembros de sus familias así como a la comunidad y a los sistemas de protección social.

Desarrollo Físico en la Vejez: Cambios y Adaptaciones

El envejecimiento afecta en mayor o menor grado a todos los canales sensoriales. Los sentidos pierden parte de su funcionalidad, lo que puede impactar significativamente tanto el estilo de vida habitual como las relaciones sociales de los adultos mayores.

Principales Cambios Sensoriales y Motores:

  • Cambios en la visión: Manifestaciones comunes incluyen la presbicia y las cataratas, que pueden dificultar la percepción visual.
  • Cambios auditivos: Son más comunes que los visuales. La pérdida auditiva es uno de los motivos más frecuentes de aislamiento social, lo que puede llevar a la incomunicación con el entorno y aumentar el riesgo de padecer trastornos mentales.
  • Olfato, gusto y tacto: La pérdida de receptores y las alteraciones en algunas vías neuronales pueden producir cambios en la percepción olfativa y gustativa. No obstante, estos cambios también pueden ser influenciados por otros factores como el tabaquismo, la diabetes o el uso de ciertos medicamentos, etcétera.
  • Cambios motores: Se observa una pérdida de la velocidad motora, acompañada de: disminución del tiempo de reacción, aumento de la fatiga muscular, imprecisión en movimientos finos, reducción de los movimientos de balanceo de los brazos, dificultades en los desplazamientos (como sentarse o levantarse), pérdida progresiva de flexibilidad (rigidez) y temblor, entre otros.

La actuación psicomotora puede considerarse una estrategia preventiva eficaz, capaz de aminorar los efectos que estas pérdidas motoras comportan sobre la calidad de vida de los adultos mayores. Al mismo tiempo, proporciona una mayor satisfacción vital a individuos que aún pueden sentirse activos y participativos.

Desarrollo Cognitivo en la Tercera Edad

El ámbito cognitivo también experimenta transformaciones durante el envejecimiento, aunque de manera heterogénea.

Aspectos Clave del Funcionamiento Cognitivo:

  1. Inteligencia y lenguaje: Durante el proceso de envejecimiento, las funciones visoespaciales, visoperceptivas y visoconstructivas suelen encontrarse más deterioradas que las actividades lingüísticas, las cuales tienden a conservarse mejor.
  2. Memoria: La memoria semántica (referente a nombres de lugares, personas, direcciones, conceptos, etcétera) y la memoria episódica (datos concretos y aislados de lo vivido) sufren modificaciones con la edad. A mayor edad, mayor dificultad para recordar información de tipo semántico. La memoria reciente es la que más se reduce durante el envejecimiento. Por otro lado, la memoria inmediata no se pierde con la edad, pero su rendimiento puede verse afectado por dificultades de atención e interferencias emocionales como la ansiedad o la depresión.

Factores que Inciden en el Deterioro de la Memoria:

  • Jubilación
  • Aislamiento social
  • Ansiedad y estrés
  • La propia vivencia de las dificultades externas

Factores de Conservación y Bienestar en la Vejez

Contrario a ciertas percepciones, gran parte de la capacidad en la vejez puede conservarse y potenciarse.

  • Los gerontólogos (especialistas en el estudio del envejecimiento) estiman que solo el 25% de la incapacidad en los adultos mayores es de origen médico; el restante 75% es de naturaleza social, política y cultural. Muchos adultos mayores son tan capaces mentalmente como un adulto joven, ya que las habilidades cristalizadas, como el vocabulario y los hechos almacenados, pueden mejorar hasta los 60 años, aunque las habilidades fluidas (aquellas que requieren velocidad o aprendizaje rápido) pueden disminuir.
  • Las personas que se conservan mejor en la tercera edad son aquellas que han seguido trabajando o permanecen activas desde el punto de vista intelectual.
  • Según el gerontólogo Warner Schaie (1994), es más probable que se conserve una mente aguda en la vejez si se cumplen ciertas condiciones:
    • Se permanece sano.
    • Se vive en un ambiente favorable (con buena educación, ocupación estimulante, buen ingreso y una familia intacta).
    • Se participa en actividades estimulantes para el intelecto (lectura, viajes, acontecimientos culturales, educación continua, clubes, asociaciones profesionales).
    • Se tiene una personalidad flexible.
    • Se está casado/a con un cónyuge inteligente.
    • Se mantiene la velocidad de procesamiento perceptivo.
    • Se está satisfecho/a con los logros alcanzados en los años intermedios de la vida.

Teorías de Adaptación al Envejecimiento

Se han propuesto diversas teorías para explicar la adaptación exitosa al envejecimiento, cada una con una perspectiva particular:

  1. Teoría del Desprendimiento: Esta teoría sugiere que es normal y deseable que las personas se retiren de la sociedad a medida que envejecen. Según esta perspectiva, los adultos mayores acogen el desprendimiento porque los alivia de tareas y responsabilidades que son menos capaces de cumplir. Del mismo modo, la sociedad se beneficia del hecho de que los más jóvenes ocupan los puestos que han dejado los individuos de mayor edad. Aunque el desprendimiento pueda ser deseable en algunos contextos, no necesariamente es la situación ideal para todos.
  2. Teoría de la Actividad: Esta teoría postula que la actividad es la esencia de la vida para las personas de todas las edades. Predice que quienes se mantienen activos física, mental y socialmente se adaptarán mejor al envejecimiento. Sus defensores consideran que los adultos mayores deben mantener, en la medida de lo posible, sus actividades anteriores. Si una persona se ve obligada a abandonar tareas particulares, estas deben reemplazarse con otras. Así, el adulto mayor es capaz de mantener una mejor imagen de sí mismo, mayor satisfacción y apoyo social, lo que resulta en un envejecimiento más exitoso.
  3. Teoría de la Continuidad: Propuesta por Atchley en 1971, esta teoría busca explicar la diversidad observable en las actitudes y conductas de las personas mayores, basándose en la estructura de la personalidad. La estructura básica de la personalidad persiste a lo largo de los años y permite una amplia gama de adaptaciones, de modo que las experiencias pasadas facilitan la elaboración de estrategias frente a los cambios, lo que permite vincular el recuerdo del pasado (tanto de aspectos internos como externos) con los hechos actuales.

    Una baja continuidad generaría en el adulto mayor una sensación de imprevisibilidad frente a los acontecimientos. Un nivel óptimo sería aquel que permite que los cambios se den de acuerdo con las capacidades y preferencias de las personas, facilitando su adaptación a las exigencias sociales. Un exceso de continuidad, por otro lado, resultaría negativo, ya que provocaría una sensación de incomodidad ante la ausencia de cambios, generando una carencia de estímulos que enriquezcan la vida.