Arquitectura y Diseño en la Primera Mitad del Siglo XX: El Auge del Funcionalismo
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, el mundo entró en la era atómica. De la guerra emergieron Estados Unidos y la URSS. En pocos años, los imperios coloniales desaparecían y el Tercer Mundo comenzaba a emerger. Por otra parte, el capitalismo cambiaría su rostro y comenzaría su carrera por transformar las sociedades industriales en sociedades de consumo.
El arte no es ajeno a todos estos procesos, y en la arquitectura se aprecia claramente. La arquitectura y el diseño, al igual que la sociedad, sufrieron grandes cambios e hicieron frente a nuevas y diferentes tensiones. Los artistas buscaron soluciones innovadoras, pero provenían de una tradición ineludible. Se trata de un proceso dialéctico entre la fidelidad a la tradición y la necesidad de la innovación.
Características y Tendencias de la Arquitectura
El Funcionalismo
Durante el siglo XX se produjeron una serie de cambios en la arquitectura, sin que pudiera encontrarse un rumbo fijo. El funcionalismo es una corriente que se ramifica. El lema de la nueva arquitectura es «la forma sigue a la función». La belleza reside en la forma que se corresponde con la función. El racionalismo es la base de esta concepción arquitectónica.
Se abandonan los principios del Art Nouveau para centrarse en la función, ya que la comodidad es la fuente de la belleza, y los ornamentos resultan superfluos.
Características del Funcionalismo
- Utilización de nuevos materiales: Metal, cristal y hormigón armado.
- Simplicidad de las formas: Líneas rectas y superficies simples.
- Vuelta a las formas elementales de la geometría: Cubo, esfera, etc.
- Eliminación del ornamento: Bajo el principio de que «menos es más».
- Protagonismo de la clase obrera: Se diseñan edificios pensando en las necesidades de quienes los deben habitar, lo que llevó a abaratar los costes de construcción y a la supresión de elementos decorativos.
Grandes Maestros del Siglo XX: Mies van der Rohe y Le Corbusier
La Bauhaus: Unificación de Arte y Técnica
La Bauhaus, en Alemania, supuso una revolución y fue el primer movimiento que intentó unificar el arte con la técnica, buscando la belleza también en la producción industrial. Walter Gropius hizo del lema «la forma sigue a la función» el principio básico de la Bauhaus.
Mies van der Rohe (1886-1969)
Gropius dejó la Bauhaus, que fue dirigida por Mies van der Rohe desde 1930 hasta 1933, un arquitecto de renombre. En 1922 conoció a Mondrian, quien lo influenció. En 1937 dejó Alemania y se trasladó a Estados Unidos.
Los materiales fueron uno de sus intereses centrales (acero, vidrio, ladrillo, piedra y mármol). Los muros cortina (de vidrio) fueron característicos de sus rascacielos, como en el edificio Seagram o IBM de Chicago.
Le Corbusier (1887-1965)
Su impacto en la arquitectura contemporánea ha sido inmenso, marcando una línea divisoria en su historia. El movimiento racionalista está intrínsecamente unido a Le Corbusier. Él estableció los principios de la nueva arquitectura:
- Uso de pilares de hormigón armado.
- La terraza jardín.
- La planta libre.
- Las ventanas longitudinales.
- La fachada libre.
Estos principios pueden apreciarse en La Villa Savoye. La Carta de Atenas es el manifiesto por excelencia del urbanismo del siglo XX, y se basa en cuatro necesidades fundamentales: habitación, ocio, comunicación y trabajo. La ciudad debe ser habitable y, a la vez, un lugar de comunicación.
Una de las aportaciones más discutidas de Le Corbusier es la concepción de la vivienda como «máquina para habitar». Las viviendas, según él, debían ser dignas, funcionales y prácticas. En sus diseños predominan las líneas rectas. Le Corbusier creó verdaderas obras de arte, como La Capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp, donde el juego entre luz, volúmenes y formas se expresa en un lenguaje arquitectónico sublime.
El Organicismo en la Arquitectura
Como reacción al funcionalismo, el valor expresivo de los materiales y las formas comenzó a acentuarse. El hormigón, por ejemplo, fue explorado mediante formas parabólicas y las llamadas bóvedas-membrana, buscando que la obra se inspirara en la naturaleza orgánica. Sus arquitectos clave son Frank Lloyd Wright y Alvar Aalto.
Características del Organicismo
- Relación con el hombre y la naturaleza: Las obras deben estar inspiradas en la naturaleza.
- Sostenibilidad: Arquitectura adaptable y muy flexible.
- Materiales flexibles: Hecha con materiales que permitan la flexibilidad, como el hormigón.
- Satisfacción humana: Responder a las necesidades sociales y físicas del ser humano.
- Importancia de los espacios interiores: Diseño centrado en la experiencia interna.
Frank Lloyd Wright (1867-1959)
Frank Lloyd Wright tuvo una larga vida en la que asistió al ascenso imparable de su país como primera potencia mundial. Fue una de las figuras más importantes de la arquitectura en torno a los años 50, y sus obras son claros ejemplos de la integración arquitectónica con la naturaleza.
La Casa de la Cascada (Fallingwater)
La Casa de la Cascada se proyectó en 1935 como casa de campo. La principal aportación de Wright al Estilo de la Pradera fue lograr que las estancias interiores estuvieran abiertas unas a otras, superando así el concepto anterior de habitáculos cerrados. Su visión aportó gran amplitud y luminosidad al interior de las viviendas. El Estilo de la Pradera se caracteriza por el predominio de las líneas horizontales, los tejados a cuatro aguas y grandes aleros que sobresalen de la construcción. Otra obra importante fue el Museo Guggenheim de Nueva York.
En La Casa de la Cascada, Wright prescinde de los techos a dos o cuatro aguas, sustituyendo los aleros por terrazas. La obra mantiene una gran armonía con el entorno e inspira serenidad. Su integración es magnífica, habiéndose tomado elementos del propio paisaje para lograrla. Los elementos horizontales ofrecen un fuerte contraste. La planta principal ofrece una vista en tres direcciones: dos terrazas, de horizontalidad marcada, una se abre al curso del río, mientras que la otra permite acceder a la visión de las rocas y la cascada. En la misma planta, una espléndida galería nos conduce al bosque.
Alvar Aalto (1898-1976)
Alvar Aalto fue un maestro en la utilización de materiales como el acero, el cristal y el hormigón. Fundó su estudio y se manifestó como seguidor de los principios funcionalistas. Se le encargó el Pabellón de Finlandia para la Exposición Internacional de París en 1937.
Viajó a Estados Unidos, donde proyectó la Baker House. Regresó a Finlandia y se dedicó a dirigir la Oficina de Reconstrucción después de la guerra. En la década de los 50, realizó en París la Maison Carré.
El Diseño Industrial: Orígenes y la Bauhaus
El diseño industrial comenzó en el siglo XIX, cuando el capitalismo inició la producción a gran escala. Peter Behrens fue el primer diseñador industrial reconocido como tal y ejerció gran influencia en Walter Gropius.
La Bauhaus: Escuela de Diseño Revolucionaria
Esta escuela tenía como objetivo principal introducir a sus estudiantes en los principios del diseño industrial. En su evolución, adoptó una teoría tripartita: formación en dibujo, artesanal y científico-técnica. La Bauhaus evolucionó, pero mantuvo sus principios, entre los que destaca que el diseño no debía estar al servicio de las minorías selectas, sino de las necesidades populares.
Existen tres etapas en la vida de la Bauhaus:
- En Weimar: de 1919 a 1925.
- En Dessau: de 1925 a 1932.
- En Berlín: de 1932 a 1933.
El Arte en las Décadas de 1960 y 1970: Un Cambio de Paradigma Global
El Traslado del Centro Artístico: De Europa a Estados Unidos
Tras la Segunda Guerra Mundial, el «centro geográfico del arte» cambió de Europa (fundamentalmente París) a Estados Unidos. Este país consiguió hacerse con el mercado del arte, pues el dinero estaba allí disponible por el surgimiento del capitalismo de consumo —que unos años más tarde desembarcaría en Europa— y el nacimiento de una nueva clase media que consumía arte.
El «traslado» había comenzado antes de la guerra, cuando en Alemania fueron prohibidas las obras que los nazis denominaron «arte degenerado» (Entartete Kunst) y muchos artistas se trasladaron a Estados Unidos y continuaron produciendo allí. Además, a partir de 1945, el MoMA (Museo de Arte Moderno de Nueva York) impuso —parece que apoyado generosamente por el Departamento de Estado— su interpretación del arte del siglo XX: las cumbres eran las obras en poder del MoMA, y se olvidaba a todos los artistas no representados allí. Es cierto que algunos artistas importantes se quedaron en Europa (el caso de Emil Nolde, que acabó pintando en acuarelas en papel), pero no ejercieron la función de referentes artísticos dada la situación. De hecho, puede decirse que las vanguardias se trasladaron a Nueva York, y los estadounidenses supieron sacar provecho de esta situación. Basta examinar la evolución del Salón de París (reinaugurado en 1944 con una mezcla de vanguardias anteriores a la guerra y una desdibujada nueva generación) para darse cuenta de la realidad. No cabe duda de que Picasso era ya la estrella en el firmamento de la pintura, reconocido en Estados Unidos, pero cabe recordar que en 1944 se afilió al Partido Comunista («Picasso es comunista; yo, tampoco», dijo algunos años más tarde Salvador Dalí), lo que no era visto con buenos ojos.
Además, los artistas que se quedaron en Europa estuvieron fuertemente marcados por las experiencias de la guerra —no solo Picasso, sino también Henry Moore o Francis Bacon—, lo que los alejó de la corriente principal del arte de la posguerra. Por decirlo así, quedaron «fuera del mercado». Esta situación fue aprovechada por Estados Unidos, cuyos artistas se convirtieron en la nueva vanguardia. De hecho, suele decirse que el Expresionismo Abstracto es la primera vanguardia creada fuera de Europa.
El Expresionismo Abstracto: Características y Técnicas
Como ya hemos visto en temas anteriores, el fin de la Segunda Guerra Mundial supuso una renovación en el mundo del arte, pero también una crisis debido a los profundos cambios globales. En Estados Unidos, como se ha mencionado, se habían instalado muchos pintores como Chagall, Mondrian o Max Ernst, y es en este país donde comienza una nueva tendencia artística.
El Expresionismo Abstracto es un movimiento pictórico que se desarrolla en Estados Unidos a principios de los años cuarenta. El término procede de Robert Coates, un crítico de arte de The New Yorker, quien lo acuñó para referirse a la forma que tomaba la pintura abstracta.
Se podría decir que existen varias tendencias dentro del Expresionismo Abstracto, pues poco tienen que ver las pinturas de Pollock con las de Rothko o Cy Twombly. Los primeros pasos de este estilo parecen estar relacionados con el surrealismo, como vemos en algunas obras de Mark Rothko, Arshile Gorky o Adolph Gottlieb.
Justo después del fin de la Segunda Guerra Mundial, aparece una etapa en que se consolida este movimiento con la llegada del «dripping» de Jackson Pollock, que inaugura la tendencia gestual o de acción («action painting»), donde se realiza una suerte de automatismo pictórico que prioriza el proceso o acto de pintar por encima del contenido. En Estados Unidos se había creado un programa federal de pintura en el que participaron muralistas mexicanos, que influyeron en el tamaño de los lienzos, que aumentó considerablemente; además, se utilizan nuevos tipos de pintura como el acrílico.
Otra tendencia es conocida como «campos de color», donde destacan las figuras de Mark Rothko, Barnett Newman o Clyfford Still. En estos casos, lo importante son las combinaciones de colores y sus diferentes posibilidades; se utilizan grandes superficies exentas de símbolos en las que se transmite sensación de espacio y paz. Finalmente, se podría hablar de la «tendencia sígnica», en la que se utilizan grandes brochazos sobre fondo blanco a modo de caligrafía oriental.
Es evidente la importancia de la expresión libre en el Expresionismo Abstracto; de hecho, se prescinde de cualquier referencia objetiva. No solo se busca la espontaneidad en la expresión, sino que incluso la casualidad y el azar son valorados como medios adecuados. Esto hace que, en ocasiones, las obras manifiesten la fuerza o incluso la rabia de sus autores. Lógicamente, las técnicas empleadas, a las que ya nos hemos referido, se encaminan a expresar esa sensibilidad.
Autores Clave del Expresionismo Abstracto
Jackson Pollock (1912-1956)
Jackson Pollock pertenece a la tendencia que hemos llamado «pintura de acción» (action painting), pues trata de expresar sus impulsos y sentimientos a través del acto de pintar más que con el contenido. Pollock comenzó a interesarse por el arte desde muy joven, incluso se trasladó con su hermano a Nueva York para estudiar Bellas Artes. Empezó a experimentar con nuevas técnicas y materiales, influenciado por el muralista mexicano David Alfaro Siqueiros. Para él, pintar era mucho más que el acto en sí mismo, era una necesidad. Abandonó la pintura figurativa y la forma tradicional de realizar ese trabajo (lienzo, caballete, óleo…).
Pollock pintaba con el cuerpo, se movía alrededor del lienzo como si estuviese bailando, de manera que la pintura era arrojada, salpicaba y goteaba, de ahí la técnica conocida como «dripping». A esta técnica pertenecen sus obras más conocidas. A partir de 1950, Pollock cambió su forma de pintar: su estilo se hizo un poco más oscuro; incluso aparece algo de figuración, aunque los colores se redujeron al blanco y negro. El pintor murió de manera inesperada en un accidente de tráfico a los 44 años de edad.
Mark Rothko (1903-1970)
Mark Rothko posee un estilo mucho más calmado que su compañero Pollock; su estilo pertenece al de los llamados «campos de color». Rothko nació en Letonia, aunque siendo niño emigró con su familia a Estados Unidos. En Letonia fue el único miembro de su familia obligado a estudiar en una escuela judía ortodoxa, lo que, sin duda, ejerció una fuerte influencia en su personalidad. Empezó su carrera como pintor de manera autodidacta y con una fuerte influencia del surrealismo, algo que podemos ver en sus primeras obras como Toro sirio.
En la segunda mitad de los años cuarenta, terminada la Segunda Guerra Mundial, su estilo comenzó a cambiar, se depuró, intentando expresar lo inexpresable. Sus lienzos se reducen a rectángulos de color con veladuras; una pintura atrayente, mística y enigmática. Sus formatos son grandes, pues quería hacer partícipe al espectador de una experiencia transformadora, algo que se exacerba a lo largo de su carrera, hasta sus últimas e impresionantes obras para la Rothko Chapel de Houston, un espacio para la meditación y la paz que se vuelven cada vez más oscuros. Algunos críticos han querido ver en esto un paralelismo con la vida del pintor, que terminó suicidándose en 1970. Rothko, como otros pintores de la época, no se preocupaba solo de sus pinturas, sino del contexto en que debían verse e incluso señalaba con frecuencia la distancia óptima para apreciar sus cuadros. Aunque incluido en el mismo saco que Pollock o Willem de Kooning, las obras de Rothko son personalísimas y su pintura tiene mucho de misticismo; de hecho, una de las influencias que se ha señalado en sus obras son las miniaturas medievales, en las que el color desempeña un papel fundamental.
Cy Twombly (1928-2011)
Cy Twombly es un pintor estadounidense que desde muy joven comenzó a interesarse por la pintura, hasta que viajó a Roma para estudiar arte, donde permanecería el resto de su vida. Trabajó como criptógrafo para el ejército de Estados Unidos, país en el que residió algunas temporadas; ese trabajo no es ajeno a su evolución pictórica, sino que se evidencia en el estilo caligráfico de sus pinturas. Twombly escribe en muchas de ellas, a veces el nombre de figuras mitológicas, otras veces algunos versos de Keats. Sus pinturas más conocidas pueden ser los dos ciclos sobre las estaciones, pero también tienen especial interés las de temas mitológicos. El artista no se dedicó en exclusiva a la actividad pictórica, también realizó collage, esculturas y fotografías Polaroids de una belleza cercana a la poesía.
Resumen de Autores Destacados
- Jackson Pollock: Creador del «dripping», una nueva técnica pictórica. Su arte evolucionó hasta hacerse más oscuro. Murió en un accidente de tráfico con 44 años.
- Mark Rothko: Se formó de manera autodidacta y comenzó muy influenciado por el surrealismo. Sus pinturas pertenecen a los «campos de color», en las que intenta expresar lo inexpresable. Sus obras se volvieron más oscuras hasta su suicidio en 1970.
- Cy Twombly: Se formó como criptógrafo, de ahí su interés por la pintura caligráfica. Sus obras más conocidas son el ciclo de las estaciones. También realizó escultura, collage y fotografía.
La Nueva Figuración: Características y Técnicas
A mitad del siglo XX, quizás cansados de algunos experimentos que parecían ya carentes de significado —pues parecía que algunos artistas se empeñaban en experimentar por experimentar, sin que este trabajo tuviera en cuenta la comunicación—, algunos autores retornan a la figuración. Sin duda, una de las claves de la evolución del arte posterior a la Segunda Guerra Mundial es la ruptura entre el arte y el público, que en muchos casos es absolutamente ajeno a las obras. Estas parecen convertidas en «gritos autistas» que no comunican y ni siquiera emocionan.
La Nueva Figuración (también llamada Neofiguración o conocida con otros nombres) preconiza, de alguna manera, la vuelta a la comunicación, que es, al menos parcialmente, un retorno al objeto. Sin duda, no se trata de un movimiento —como nos referimos, por ejemplo, a las vanguardias—, porque los autores no se reconocen «dentro» de la etiqueta; además, hay entre ellos notables diferencias.
Se trata, frente al Expresionismo Abstracto, de un movimiento plenamente europeo, pero con diferencias. Mientras que en Gran Bretaña encontramos básicamente una figuración de corte expresionista, en Francia tenemos a la Escuela de París, que da mucha importancia al color. El movimiento, si se puede llamar así, arraigó, fundamentalmente, en los países hispanohablantes (España, Argentina, Venezuela, México…) y tiene como característica común el rechazo de la abstracción como medio de expresión y el retorno de la figuración (de ahí su nombre). Se trata de presentar las cosas que nos rodean con toda su crudeza; los artistas reclamarán su libertad expresiva, aunque esto suponga, de alguna manera, deformar la realidad.
Las técnicas no son, sin embargo, las tradicionales de la pintura figurativa, sino que ahora encontramos técnicas que tienen su origen en las vanguardias: collage, informalismo, expresionismo, etc. Los materiales deben expresar en sí mismos algo mediante la representación de las cosas («objetos»), fundamentalmente de la figura humana; pero la materia misma se hará objeto de las obras, pues acaba convirtiéndose en metáfora en el marco de la figuración. Este es el caso, como veremos, del pintor anglo-irlandés Francis Bacon, aunque su obra ha sido catalogada de muy diversas maneras.
Como no se trata de un movimiento artístico stricto sensu, encontraremos muchas diferencias y la evolución será diferente. Hay que hacer notar, pese a todo, que buena parte de la Nueva Figuración comparte la denuncia social y política.
Autores Destacados de la Nueva Figuración
Como hemos dicho, la variedad de tendencias hace que quepa introducir en este grupo a numerosos autores. Mencionaremos solo aquellos que parecen, visto el decurso de la historia, especialmente relevantes. Empezaremos por lo que fue conocido como la Escuela de Londres.
Francis Bacon (1909-1992)
Lógicamente, comenzaremos por Francis Bacon, cuya obra destaca por la crudeza. Podemos caracterizarlo como un artista dentro de la Nueva Figuración, porque en su obra la imagen (el objeto, el ser humano) tiene una gran importancia, aunque ya no son los objetos tal y como los veía la figuración anterior a las vanguardias. Aquí encontramos un tratamiento desencarnado —a veces literalmente— del ser humano (véase el retrato de Lucian Freud).
Las influencias sobre Bacon son múltiples: desde el cine (compárense algunos fotogramas de El acorazado Potemkin con su Estudio para la cabeza de un papa gritando), a la literatura (Kafka) y, desde luego, la misma pintura (Picasso o Velázquez, por señalar dos influencias llamativas). Bacon deshace al ser humano, lo despedaza como si de un carnicero se tratase (¿o quizás un forense, porque pretende dar testimonio de aquello que la sociedad ha hecho con los seres humanos?). Sin duda, en su obra encontramos numerosos rasgos expresionistas (George Dyer ante un espejo), pero todo ha sido transformado por las experiencias de la guerra en las que los seres humanos fueron convertidos en animales. Quizás es el desvelamiento de esa animalidad oculta lo que mueve buena parte de la obra de Bacon. Las formas y el color, que a veces nos pueden parecer aberrantes, están usados para impactar y hacer que el espectador se sienta desubicado, pues aunque hay una figura que reconocer, esa figura está profundamente deformada.
Lucian Freud (1922-2011)
Lucian Freud puede contarse también entre los representantes de la Nueva Figuración. Nacido en Alemania, comenzó siguiendo el surrealismo, pero después de la guerra su estilo cambió y se centró en los retratos (y en los caballos, una de sus pasiones). Las obras de Freud se caracterizan por el tratamiento expresionista de la imagen, en la que da una gran importancia a la carnalidad, pues quería que sus obras transmitieran la textura de la carne.
Frank Auerbach (1931)
Frank Auerbach (Berlín, 1931, pero nacionalizado inglés) presenta otro tipo de figuración, pero comparte con los dos autores anteriores el tratamiento expresionista de las imágenes, que a veces deforma hasta convertir en lo que podría llamarse «monstruos». Para Auerbach, la pintura debe seguir siendo una expresión de lo profundo de la realidad y, por ello, es un misterio que se escapa a las explicaciones del propio autor. La carnalidad de sus obras (con su característico empaste, que le permite rascar una y otra vez sobre los lienzos) es en buena medida producto de su manera de trabajar: la energía se vuelca sobre la obra de manera que esta casi nos fuerza a mirarla y a preguntarnos su porqué (véase, por ejemplo, EOW, Half-Length Nude, en la que no solo el color y la forma, sino la textura hace que nos cuestionemos el significado de la obra).
El Grupo CoBrA
Podríamos citar al grupo CoBrA (iniciales de las ciudades donde el grupo se originó: Copenhague, Bruselas, Ámsterdam, aunque la fundación se hizo en París), que nació a finales de la década de los cuarenta y se deshizo hacia 1951. Las formas, que a veces nos pueden parecer abstractas, se inclinan aquí ante el color (a diferencia de lo que hemos llamado Escuela de Londres). Pintores de este grupo fueron Christian Dotremont, Asger Jorn, Erik Thommesen, J. Doucet y algunos otros.
La Escultura Española de Posguerra
La Escultura Española del Momento: Equipo 57
Durante la posguerra se produce una gran revolución en el terreno de la escultura protagonizada por un grupo de artistas que vivían en la capital francesa y muchos de los cuales se agruparon en torno al denominado Equipo 57, que estuvo activo entre los años 1957 y 1962. Estos artistas tenían un claro objetivo: reaccionar ante el Informalismo que dominaba desde hacía años el panorama artístico y sentar su nuevo lenguaje sobre unas claras normas matemáticas y geométricas que se basaran en la objetividad más que en la subjetividad individual del artista. Veremos cómo la obra de estos artistas es a la vez similar y singular, y tendrán como denominador común los procesos industriales de trabajo del metal.
La Escultura Vasca: Oteiza y Chillida
A partir de la década de los cincuenta, surge en el País Vasco un movimiento escultórico de gran fuerza que sitúa a España en la cabeza de la vanguardia gracias al esfuerzo y tesón de un grupo de escultores que se enfrentaron a las rígidas y trasnochadas normas estéticas que el régimen dictatorial promulgaba. Se trata de la Escuela Vasca, a la que también se suele hacer referencia como la Escultura Expresionista Vasca.
Jorge Oteiza (1908-2003)
Uno de los máximos exponentes de la Escuela Vasca de escultura y de la cultura vasca en general fue el escultor Jorge Oteiza. Durante la década de los años treinta, viajó por Sudamérica para estudiar la cultura precolombina, cuyos rasgos estilísticos le influirían notablemente. A su vuelta a España, colabora en el proyecto de la Basílica de Nuestra Señora de Aránzazu, junto a Chillida y el pintor Lucio Muñoz. Para la Basílica, realiza el gran Friso de los Apóstoles de la fachada principal.
A comienzos de los sesenta, abandona la escultura por unos años para dedicarse al estudio de la lengua y la cultura vasca. Cuando la retoma, realiza una serie de esculturas entre el constructivismo y el minimalismo con la fuerte presencia del vacío.
Eduardo Chillida (1924-2002)
La figura más destacada de esta escuela, y quien gozó de una mayor proyección y reconocimiento internacional, fue Eduardo Chillida, una de las figuras clave de la escultura durante la segunda mitad del siglo XX. Autodidacta, en su juventud realizó varios viajes a París donde entabló amistad con el también escultor Pablo Palazuelo.
En sus inicios, la obra de Chillida aún tiene rasgos figurativos e influencias de la escultura griega que admira en el Museo del Louvre, pero paulatinamente su interés se centrará en los vacíos, las formas interiores, la monumentalidad y los materiales de la sociedad agraria vasca: hierro, piedra y madera. A comienzos de la década de los cincuenta, su producción ya es plenamente abstracta, y comienza a investigar las posibilidades técnicas y expresivas del que será su material preferido: el hierro.
En 1952, comienza a realizar su serie de Peine del Viento, que culminará con las famosas esculturas ubicadas en la bahía de San Sebastián. Son colosales esculturas de hierro que combinan líneas rectas y curvas y en donde los fenómenos naturales forman parte intrínseca de la obra, en especial el agua y el viento. En 1954, realiza las puertas para la Basílica de Aránzazu. Además del hierro, Chillida investigó las posibilidades de otros materiales como el alabastro en su serie Elogio de la luz, creando estructuras cúbicas con estrechas aberturas que permiten pasar la luz y crear interesantes contrastes entre luces y sombras, así como con el hormigón armado para crear colosales estructuras que interactúan con el espacio circundante.