Grandes Obras de la Pintura Universal: De Goya a Van Gogh

La Gallina Ciega por Francisco de Goya

Identificación

Título completo:
La Gallina Ciega (Serie de los Cartones para Tapices)
Autor:
Francisco de Goya y Lucientes
Cronología:
1791
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
269 x 350 cm
Localización original:
Palacio del Pardo
Localización actual:
Museo del Prado
Tema:
Escena costumbrista

Contexto y Características

Esta obra, pintada en 1791, pertenece a la primera etapa de Goya, cuando trabajaba como pintor de cartones para la Real Fábrica de Tapices. Su obra durante este período se caracteriza por la representación de temas alegres de verbenas y juegos con personajes ataviados con trajes típicos. La factura es muy academicista y la estética muy rococó. Estaba destinado al dormitorio de las infantas en el Palacio del Pardo, y hoy se halla en el Museo del Prado.

Según palabras del pintor, «representa un corro de varios jóvenes y señoras jugando al cucharón». Los jugadores visten trajes que hablan de su elevada posición y vestidos populares de majas y majos, con redecillas en el pelo. El traje popular estuvo de moda entre las clases altas y demuestra, según Ortega, la voluntad de imitar a la plebe por parte de la alta sociedad del siglo XVIII.

La inspiración populista de Goya, iniciada en La vendimia, se vuelve más sutil en este cartón. Las figuras son más pequeñas. Los colores blancos y grises ayudan a valorar más la fuerza de los tonos calientes (rojos, pardos y ocres), que reflejan la evolución de su paleta. El ambiente de la escena es amable y galante, en una línea rococó, tendente a idealizar la realidad. Goya nos ofrece una visión optimista, alegre y despreocupada de una aristocracia en el marco de un paisaje idílico.

Según Hauser, en estos cartones, «el arte se hace más humano, más accesible, con menos pretensiones; para comunes mortales ya no expresa la grandeza y el poder, sino la belleza y la gracia de la vida».

La Condesa de Chinchón por Francisco de Goya

Identificación

Título:
La Condesa de Chinchón
Autor:
Francisco de Goya y Lucientes
Cronología:
1800
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
216 x 144 cm
Localización actual:
Museo del Prado
Tema:
Retrato individual

Contexto y Características

En esta obra, Goya retrata a la joven condesa (esposa de Godoy) embarazada y con un lujoso traje para mostrar su posición social. Es un auténtico retrato psicológico en el que Goya nos transmite su simpatía hacia el personaje por medio de un rostro dulce y melancólico que gira hacia la derecha con elegancia, y con una profunda tristeza (fue obligada a casarse con solo 20 años). La luz parece emanar de la propia condesa y, por encima de la extraordinaria pincelada, suelta y vaporosa, o de la sinfonía plateada del vestido, la belleza del cuadro radica en la incomparable sensación de ternura.

Goya consigue hacernos partícipes del afecto que siente hacia la condesa gracias a la plasmación de sus gestos tímidos y casi infantiles, a su sonrisa triste y apenas esbozada, y a la dulzura con la que cuida su vientre. El tratamiento de la luz es típico de Goya, y en él se ve cómo ilumina el vientre. El tratamiento de los materiales es magistral.

La Familia de Carlos IV por Francisco de Goya

Identificación

Título:
La Familia de Carlos IV
Autor:
Francisco de Goya y Lucientes
Cronología:
1800-1801
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
280 x 336 cm
Localización actual:
Museo del Prado
Tema:
Retrato de grupo

Contexto y Características

En este retrato de la Familia Real, realizado entre 1800 y 1801, Goya muestra una pincelada suelta y vigorosa, relegando el dibujo a un nivel secundario. Destaca el cromatismo de los ropajes, especialmente el rojo intenso del infante Francisco de Paula y el dorado de la ropa de la reina María Luisa. El realismo con que Goya retrata a sus modelos, mostrándonos también la simpatía, interés o indiferencia que siente hacia ellos, no se oculta ni en la representación de la Familia Real (se ha querido ver en esta obra una sátira de la Familia Real, de manera que se observa el carácter apocado del rey frente al gesto dominante de la reina).

En este retrato de grupo, muestra a todos los miembros de la familia real de pie y con escaso movimiento. La poca profundidad otorgada a la escena y la gran cantidad de personajes acentúan la sensación de falta de espacio. Al igual que Velázquez en Las Meninas, el pintor se retrata en la penumbra, delante del caballete. Cabe citar el espléndido estudio de la composición y la interrelación entre los personajes, interrelación meramente física, ya que no se advierte la más mínima vinculación afectiva entre ellos.

El gran retrato colectivo de la familia de Carlos IV marca el apogeo de la carrera oficial de Goya, nombrado recientemente pintor de Cámara del rey. De izquierda a derecha aparecen: don Carlos María Isidro; Goya (en último plano); el príncipe Fernando (luego Fernando VII); doña María Josefa; la prometida del príncipe (con el rostro vuelto por ignorarse todavía quién sería); doña María Isabel; la reina María Luisa; don Francisco de Paula; el rey Carlos IV; don Antonio Pascual; doña Carlota Joaquina; don Luis y su mujer, doña María Luisa, con su hijo Carlos Luis en brazos.

Aquí se confirma el profundo cambio experimentado en la pintura de Goya, reduciendo todo aquello que es superfluo en un retrato y concentrándose en el estudio de los caracteres individuales. Utilizando con gran sabiduría las luces, que de las sombras del fondo pasan al centelleo rutilante del colorido de los trajes en primer plano, crea esa falta de profundidad tan característica. La línea compositiva es frontal, muy neoclásica, pero sabiamente interrumpida por la reina y sus dos hijos menores, que se destacan en el centro. Una vez más, Goya ha querido unir su nombre al de Velázquez, uno de los pintores que más admiró, imitando a Las Meninas en la introducción de su persona como protagonista de la obra.

Por último, habría que considerar el aspecto crítico tan unido a esta obra: los rostros, de gran realismo, dejan traslucir sus caracteres individuales; pero es la posición de la reina, eje de toda la composición —desplazando a la figura del rey a pesar de estar situado este en un plano anterior—, donde se resume la genialidad de Goya, que, interpretando el sentir popular, ha sabido concentrar todos los elementos en una sola dirección: la figura de la reina, sin romper con el protocolo.

Los Fusilamientos del Tres de Mayo por Francisco de Goya

Identificación

Título:
Los fusilamientos de la Moncloa (El Tres de Mayo)
Autor:
Francisco de Goya y Lucientes
Cronología:
1814
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
2,66 x 3,45 m
Localización actual:
Museo del Prado
Tema:
Pintura histórica

Contexto y Características

En Los fusilamientos, la composición se organiza a partir de la iluminación con una clara función dramática. Así, la luz que emana de una farola situada en el suelo separa simbólicamente la zona iluminada, donde esperan los condenados a ser fusilados, y la zona en penumbra, donde se alinean los soldados. En la zona iluminada, la camisa blanca de uno de los que van a ser fusilados parece absorber toda la luz con una fuerte carga expresiva y simbólica.

El pelotón de militares, sin rostros, forma una diagonal cerrada que prácticamente obliga al espectador a contemplar la escena desde su perspectiva. Ocultando sus rostros, el pintor los despersonaliza y los convierte en máquinas de matar. La representación de las fisonomías de los condenados, en cambio, les confiere dignidad. Estos adoptan las más variadas actitudes: unos se cubren el rostro, otros se muerden los nudillos o rezan. A su lado yacen sus predecesores, cuya sangre impregna el suelo.

Goya puso todos los elementos al servicio de la expresión: redujo la gama cromática (ocre, negro, rojo y blanco), potenció el dramatismo de la posición creando escorzos dinámicos e intensificó el clímax mediante el lenguaje de las manos.

Saturno devorando a un hijo por Francisco de Goya

Identificación

Título:
Saturno devorando a un hijo
Autor:
Francisco de Goya y Lucientes
Cronología:
1820-1823
Técnica y materiales:
Óleo sobre estuco transferido a lienzo
Dimensiones:
146 x 83 cm
Localización original:
Quinta del Sordo
Localización actual:
Museo del Prado
Tema:
Mitológico

Contexto y Características

Forma parte de las Pinturas Negras que Goya pintó con un vigor extraordinario en las paredes de la Quinta del Sordo. En ella, Saturno (Cronos en la mitología griega) aparece devorando a uno de sus hijos para impedir que se cumpla la profecía de que uno de ellos lo destronaría. Goya representa a un Saturno alejado de los textos clásicos, con los ojos extraviados, la boca bestial, los dedos hundidos en el cuerpo de su víctima (que es un adulto y cuyo estatismo contrasta con la agitación de Saturno). Destaca además la oscuridad del fondo y el rojo de la sangre.

Se hace difícil interpretar esta serie de pinturas llenas de visiones de ultratumba, de obsesiones y de pesadillas. He aquí una posible interpretación: esta obra no tiene otro objetivo que expresar la crueldad. Aquí el expresionismo es una realidad. Contra un fondo casi negro, color que simboliza la melancolía, una luz deslumbrante golpea el cuerpo de Saturno, fragmentándolo en zonas de luz y sombra. No hay una representación realista de la anatomía. Brazos y piernas son simplemente masas cromáticas. La nota de color no la dan ni los grises del cabello, ni el marrón grisáceo, ni el marrón claro, ni el blanco de unos ojos desorbitados por la locura, sino el chorro rojizo de la sangre.

Goya recurre a la iconografía de un Saturno devorador de sus hijos para representar la voracidad de la tiranía, basándose en Quevedo: la España que devora a sus hijos más preclaros. Podría ser también el temor a ser engullido por el «terror absolutista», al haber jurado la Constitución en 1812, lo que le impulsaría a pintar tan espeluznante obra.

El sueño de la razón produce monstruos por Francisco de Goya

Identificación

Título:
El sueño de la razón produce monstruos (Capricho n.º 43)
Autor:
Francisco de Goya y Lucientes
Cronología:
1799
Técnica y materiales:
Grabado al aguafuerte y aguatinta
Dimensiones:
20,7 x 14,5 cm (huella)
Localización:
Real Calcografía Nacional (Madrid), entre otras colecciones
Tema:
Colección de estampas de asuntos caprichosos

Contexto y Características

Son 80 estampas impresas en 1799, con anuncio de venta en la Gaceta de Madrid del 6 de febrero como «Colección de estampas de asuntos caprichosos, inventadas y grabadas al aguafuerte por don Francisco de Goya». En un extenso texto, el autor justifica su trabajo afirmando que la pintura puede ser también un vehículo para censurar «los errores y los vicios humanos» al igual que la poesía, y defiende la capacidad creativa del artista oponiéndola al «copiante servil». Al final del texto se indica: «Se venden en la calle del Desengaño, número 1, tienda de perfumes y licores».

En principio, Goya tenía previsto que esta estampa fuera la portada de sus grabados. Aquí se retrató de forma muy diferente a como finalmente decidió presentarse en el inicio de Los Caprichos: abstraído, medio dormido y rodeado de sus obsesiones. Un búho le alcanza los útiles de dibujar, señalando claramente la procedencia de sus invenciones. En el dibujo preparatorio, pensado como Sueño, dice: «El Autor soñando. Su intento solo es desterrar vulgaridades perjudiciales y perpetuar con esta obra de caprichos, el testimonio sólido de la verdad. Cuando los hombres no oyen el grito de la razón, todo se vuelven visiones».

Almuerzo sobre la hierba por Édouard Manet

Identificación

Título original:
Le Déjeuner sur l’herbe
Título en español:
Almuerzo sobre la hierba
Autor:
Édouard Manet
Cronología:
1863
Estilo:
Realismo / Preimpresionismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
2,08 x 2,64 m
Localización actual:
Museo de Orsay (París, Francia)
Tema:
Escena de paisaje con figuras

Contexto y Características

Almuerzo sobre la hierba (en francés, Le Déjeuner sur l’herbe) es un cuadro realizado por Manet en 1863. La yuxtaposición de un desnudo femenino con caballeros completamente vestidos suscitó controversia cuando la obra se mostró por vez primera en el Salon des Refusés (Salón de los Rechazados) en 1863, después de ser rechazada por el Salón oficial. Los críticos fueron muy tajantes con la escena de Manet, mientras que los jóvenes artistas que más tarde formaron el grupo impresionista consideraron la obra como una muestra de vanguardismo, animando a Manet a crear imágenes de esas características y agrupándose en torno a él. Por lo tanto, El Baño (título inicial) se considera el punto de ruptura con el arte académico y tradicional. El título de Almuerzo en la hierba sustituyó al original cuatro años después.

Manet pareció inspirarse en una jornada de baño en el Sena para realizar un desnudo en un paisaje, el sueño de todo pintor. Los tres personajes principales se sitúan entre los árboles, apreciándose el Sena al fondo y otra joven que sale del baño. La mujer desnuda ha colocado sus vestidos a su izquierda, junto a una cesta de fruta. Por supuesto, resulta chocante el contraste entre la desnudez de la joven y los dos hombres que la acompañan, siendo esta la gran novedad de la imagen. Y es que Manet buscó su inspiración en las «fiestas galantes» del último Barroco francés, en las que también aparecían mujeres desnudas junto a hombres vestidos.

En cuanto a los tonos empleados, resulta sorprendente el contraste entre los negros trajes masculinos y la clara desnudez de la modelo, que elimina las tonalidades intermedias para marcar aún más ese contraste. El empleo del negro puro no era muy académico, por lo que las obras de Manet siempre eran censuradas por críticos y jurados oficiales. Un fuerte foco de luz incide directamente sobre el grupo, sin apenas crear sombras, apreciándose aquí la influencia de las estampas japonesas. Resulta interesante mencionar el excelente dibujo del que siempre hará gala el artista.

Impresión, sol naciente por Claude Monet

Identificación

Título original:
Impression, soleil levant
Título en español:
Impresión, sol naciente
Autor:
Claude Monet
Cronología:
1872 (probablemente pintado en 1873)
Estilo:
Impresionismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
47 x 64 cm
Localización actual:
Museo Marmottan Monet (París, Francia)
Tema:
Paisaje marino

Contexto y Características

Impresión, sol naciente (en francés, Impression, soleil levant) es el cuadro del pintor francés Claude Monet que dio su nombre al movimiento impresionista. Fechado en 1872, aunque pintado más probablemente en 1873, su motivo es el puerto de Le Havre en Francia, usando muy pocos toques de pincel que sugieren en vez de delinear.

Monet explicó posteriormente el título: «El paisaje no es otra cosa que una impresión, una impresión instantánea, de ahí el título, una impresión que me dio. Me preguntaron por un título para el catálogo, no podía realmente ser una vista de Le Havre y dije: “Pongan impresión”».

La pintura se exhibió en 1874 durante la primera exposición independiente de los impresionistas, todavía no conocidos por ese nombre. El crítico Louis Leroy, inspirado por el título del cuadro, tituló su hostil crítica en la prensa «Exhibición de los impresionistas», dando nombre inadvertidamente al movimiento. Leroy escribió allí: «Impresión… No me cabe duda. Me decía a mí mismo que, como estaba impresionado, debía haber alguna impresión allí… ¡Y qué libertad, qué fácil artesanía! El empapelado en su estado más embrionario tiene más terminación que este paisaje marino…».

La sensación atmosférica domina una escena en donde las formas desaparecen casi por completo. Los colores han sido aplicados con pinceladas rápidas y empastadas, apreciándose la dirección del pincel a simple vista, resultando una imagen de enorme atractivo tanto por su significado como por su estética.

Baile en el Moulin de la Galette por Auguste Renoir

Identificación

Título original:
Bal du moulin de la Galette
Título en español:
Baile en el Moulin de la Galette
Autor:
Auguste Renoir
Cronología:
1876
Estilo:
Impresionismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
131 x 175 cm
Localización actual:
Museo de Orsay (París, Francia)
Tema:
Escena de género

Contexto y Características

Baile en el Moulin de la Galette (en francés: Bal du moulin de la Galette) es una de las obras más célebres de Renoir y uno de los cuadros más emblemáticos del museo. Renoir era maestro en representar los eventos comunes y cotidianos. En esta obra maestra del impresionismo, fija un momento de la vida parisina en una atmósfera de feliz abandono. Presenta a la gente sencilla y popular que se divierte un soleado día de verano en el Moulin de la Galette. Este establecimiento era un antiguo molino reconvertido en café, al que se acudía los domingos porque allí se celebraba un baile muy concurrido.

La composición se desarrolla en torno a un esquema curvilíneo. La pincelada es borrosa y consigue un gran colorido y efectos de luz, como filtrada a través de las hojas.

Niños en la playa por Joaquín Sorolla

Identificación

Título:
Niños en la playa
Autor:
Joaquín Sorolla y Bastida
Cronología:
1910
Estilo:
Impresionismo / Luminismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
118 x 185 cm
Localización actual:
Museo del Prado (Madrid, España)
Tema:
Escena de género

Contexto y Características

Niños en la playa es una de las obras cumbres del pintor. Las sombras para Sorolla no son de color negro, tal y como dictaba la tradición, sino que tienen un color especial, según consideraba el impresionismo. Por eso aquí emplea el malva, el blanco y el marrón para conseguir los tonos de las sombras. Una de las preocupaciones del pintor eran las expresiones de los rostros, que ha sabido captar perfectamente en el niño que nos mira, aunque su cara no esté claramente definida. Observando este cuadro, el espectador puede respirar la atmósfera del Mediterráneo.

La obra está pintada con grandes pinceladas continuadas, que forman los cuerpos de una manera rápida y poco minuciosa, característica principal de la pintura impresionista. Los cuerpos de los niños se funden con las olas del mar, y todo ello forma un conjunto sereno y tranquilo. Tres niños aparecen tumbados en la playa, en el lugar donde el agua de las olas se mezcla con la arena, muy cerca de la orilla. Los niños desnudos, como se bañaban en los primeros años de siglo los muchachos del pueblo, demuestran el perfecto dominio del pintor sobre la anatomía infantil. Pero el tema no deja de ser una excusa para realizar un estudio de luz, una luz intensa que resbala por los cuerpos desnudos de los pequeños.

¿Cuándo te casas? por Paul Gauguin

Identificación

Título original:
Nafea faa ipoipo?
Título en español:
¿Cuándo te casas?
Autor:
Paul Gauguin
Cronología:
1892 (el documento original dice 1899, pero la obra es de 1892)
Estilo:
Postimpresionismo / Simbolismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
101 x 77 cm (el documento original dice 94×72, pero las dimensiones más aceptadas son estas)
Localización:
Colección privada (anteriormente Kunstmuseum Basel, vendido en 2015)
Tema:
Costumbrismo / Escena tahitiana

Contexto y Características

Contenido: La escena plasmada en esta obra no es una simple representación de dos muchachas tahitianas, sino la plasmación de la armonía y la sencillez de la vida de su pueblo y de todos los que viven de acuerdo con la naturaleza.

Elementos plásticos: Los contornos están claramente delimitados por líneas negras que acentúan la separación entre ellas (objeto pictórico) y el fondo. Predominan los trazos curvilíneos; las pinceladas son amplias y los colores, vivos y planos. La ausencia de motivos decorativos en el fondo contribuye a destacar las figuras de las chicas y da a la escena un aire de intemporalidad.

Bodegón con manzanas y naranjas por Paul Cézanne

Identificación

Título:
Bodegón con manzanas y naranjas
Autor:
Paul Cézanne
Cronología:
c. 1895-1900
Estilo:
Postimpresionismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
74 x 93 cm
Localización actual:
Museo de Orsay (París, Francia)
Tema:
Bodegón

Contexto y Características

Debido a su meticulosa manera de trabajar, Cézanne se especializó en paisajes y bodegones. Aquí encontramos desarrollado el nuevo concepto de la pintura que crea el maestro de Provenza: el pintor debe buscar la esfera, el cono y el cilindro en la naturaleza, formas con las que pretende recuperar el volumen perdido por los maestros impresionistas, anticipándose así al cubismo. Aplicando el color como sistema de modelado —«la forma alcanza solo su plenitud cuando el color posee su mayor riqueza»— conseguirá conjuntos de altísima calidad como este magnífico bodegón.

Las esferas de manzanas y naranjas se distribuyen por el conjunto rodeadas de diferentes telas en las que se aplican distintas tonalidades. En la iluminación empleada aún existe un punto de conexión con el Impresionismo. Sin duda, Cézanne ha recuperado la forma, que se estaba perdiendo en los últimos cuadros de Monet.

Autorretrato por Vincent van Gogh

Identificación

Título:
Autorretrato
Autor:
Vincent van Gogh
Cronología:
1889
Estilo:
Postimpresionismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
65 x 54 cm (el documento original dice 65×45, pero esta es una de las versiones más conocidas con dimensiones aproximadas)
Localización actual:
Museo de Orsay (París, Francia)
Tema:
Retrato

Contexto y Características

A lo largo de su vida artística, Vincent pintó un gran número de autorretratos. Su continuo recurso a sí mismo como modelo obedecía muchas veces a una razón práctica: la falta de personas dispuestas a posar para él, circunstancia que lo afligía y que a menudo lamentaba, dado que tenía el retrato por el género principal de la pintura.

En este lienzo, el artista se representa de tres cuartos, vestido de una manera cuidada y elegante, con el cabello peinado hacia atrás, dejando al descubierto la frente. La expresión del rostro es tensa, casi agresiva, y la mirada infunde un cierto temor. Las cejas están contraídas y la boca se pliega ligeramente hacia abajo.

Toda la obra está dominada por el color azul, que se refleja en la piel del rostro, los labios y el cabello. Tanto la chaqueta como el fondo están pintados con trazos ondulantes, transmitiendo la idea de permanente cólera y angustia, haciendo de este lienzo una de las imágenes que el artista ha producido de manera más dramática.

La noche estrellada por Vincent van Gogh

Identificación

Título:
La noche estrellada
Autor:
Vincent van Gogh
Cronología:
1889
Estilo:
Postimpresionismo
Técnica y materiales:
Óleo sobre lienzo
Dimensiones:
73,7 x 92,1 cm
Localización actual:
Museo de Arte Moderno (MoMA) (Nueva York, EE. UU.)
Tema:
Paisaje nocturno

Contexto y Características

A diferencia de su amigo Gauguin, que estaba elaborando una pintura de contenido simbolista, fruto de su imaginación y no inspirada en modelos reales, Vincent se decanta por el contacto directo con la realidad; pero esto le supone un problema, ya que le resultaba difícil representar el cielo nocturno. Para ello ideó un sistema tan extravagante como ingenioso: colocó velas encendidas en su sombrero y pudo así realizar la primera obra nocturna al aire libre de la historia.

Sin embargo, y a pesar de haber trabajado al natural, el resultado es cualquier cosa menos realista: la poderosa imaginación del autor transforma la vista nocturna en una especie de acontecimiento cósmico, donde el cielo parece iluminado por multitud de cometas que giran vertiginosamente, creando una serie de remolinos de luz y haciendo que el pueblo parezca sumergido en una atmósfera sobrenatural.

La composición del cuadro es magistral: la línea diagonal de las montañas, las ondulaciones amarillas de los astros, las pinceladas espirales que forman los árboles diseminados entre las casas, mientras que el largo tejado en punta del campanario rima con la forma del solitario ciprés, cuya silueta cierra la escena en primer plano.