El Jardín de las Delicias de El Bosco: Interpretación Profunda y Simbolismo

El Jardín de las Delicias: Una Obra Maestra de El Bosco

Esta obra es un tríptico y, por tanto, se puede analizar tanto cerrado como abierto.

El Tríptico Cerrado

El tríptico cerrado muestra la creación, donde no hay humanos, pero sí está presente Dios. En la parte superior se pueden observar dos inscripciones latinas: una dice «Lo dijo y fue hecho» y la otra «Lo mandó y fue creado».

El Tríptico Abierto: Paneles y Simbolismo

El tríptico abierto está dividido en tres paneles, en los que el espacio escénico se divide en tres franjas horizontales superpuestas que permiten al artista lograr una gran profundidad en el campo.

Panel Izquierdo: El Paraíso y la Creación de Eva

En la tabla de la izquierda se representa la Creación de Eva. En ella encontramos tres figuras principales: Dios, quien acaba de crear a Eva, llama la atención de Adán para mostrársela. Todos ellos se encuentran en un paraíso colorido, lleno de animales fantásticos y con un río en medio, del cual emerge una fuente.

Además, se observa una figura tetramorfa con la cara del demonio, de la cual emerge una serpiente que ofrece la manzana, la fruta prohibida. Esta figura demoníaca está presente desde el día de la Creación, junto a Adán, Eva y Dios. De ella sale la serpiente que ofrecería la fruta prohibida a Eva, y esta, engañada, la aceptaría. Dios, quien había prohibido que la tomaran, por desobedecer sus órdenes, castigaría a la humanidad expulsándola del Paraíso para siempre.

Junto a la Fuente de la Vida (de donde emana la vida), se encuentra en un agujero una lechuza, esperando a que el desastre se apodere del paraíso.

Panel Central: El Jardín de las Delicias y la Lujuria

Seguidamente, en la tabla central se encuentra el llamado Jardín de las Delicias, donde el hombre es tentado por el pecado. Se encuentran en un paraíso semejante al de la primera tabla: un lugar verde, lleno de colores, con un lago, edificios surrealistas y seres fantásticos que se mezclan entre una gran multitud de personas.

Estas personas, desnudas, participan en una gran orgía donde se observan diversas posturas sexuales curiosas y otras actividades extrañas. El pintor escenifica aquí uno de los siete pecados capitales: la lujuria.

Un gran número de hombres y mujeres desnudos representan escenas lascivas y sexuales, acompañadas de frutas silvestres como cerezas, frambuesas, fresas o uvas, símbolos de la lujuria. Muchas de estas frutas son de color rojo, por su carácter afrodisíaco. Las manzanas simbolizan los pechos de la mujer y los peces se vinculan al órgano fálico.

Además, alrededor del lago de la juventud, se observa un gran número de personas y seres fantásticos que representan los vicios, y al fondo se representa el estanque del adulterio.

Panel Derecho: El Infierno y el Castigo

Y en la tabla derecha se representa el Infierno, donde todas las personas que se habían entregado a la lujuria reciben su castigo. Aquí encontramos todo lo contrario al paraíso: un mundo oscuro, lleno de seres horribles y humanos sufriendo grandes torturas. No hay luz, solo el fuego de los incendios de la ciudad al fondo.

Ejemplos del horror de este lugar son el monstruo que devora personas o la máquina surrealista de orejas que tortura. Aquí, el propio El Bosco se representó, de una manera bastante surrealista, como un árbol con un sombrero lleno de criaturas, quizás porque pensaba que él mismo debería pertenecer más al Infierno.

Además, en este panel, El Bosco critica a la Iglesia (una cerda vestida de monja), la música (instrumentos musicales), el juego (dados y cartas) y el dinero (monedas), ya que, según él, todo ello es una perversión.

Estilo y Técnica

En las tres tablas, el autor utiliza una gran minuciosidad para reflejar hasta el último detalle de lo que está pintando. Además, los colores y la luz son aspectos que El Bosco subordina al tema tratado en cada panel, con el objetivo de reforzar la idea que quiere transmitir.

Así, los tonos blancos, verdes y amarillos que dominan el paraíso aún prevalecen en el panel central y confieren gran claridad a la escena. En cambio, en el Infierno utiliza el rojo, el negro y otras tonalidades opacas como el gris, más cercanos al miedo y al terror.

El estilo de esta obra, como ya se ha mencionado, es gótico flamenco. Una de las características más importantes de este estilo es el gran cuidado por la minuciosidad, donde la precisión y la delicadeza del trazo hacen referencia a la escuela flamenca.

En cuanto a la temática, la fantasía grotesca y turbulenta de muchas de las imágenes parece tener su fuente iconográfica en la cultura popular de su época, mezclada con sus fuertes convicciones religiosas.

Simbolismo y Mensaje

Este tríptico muestra de manera alegórica que los placeres de la vida son efímeros y las consecuencias de seguirlos son tremendas. En la tabla central, el pintor escenifica uno de los siete pecados capitales: la lujuria.

Recepción e Influencia

En el siglo XX, la originalidad de sus composiciones y personajes tuvo gran aceptación en el movimiento surrealista, y El Bosco fue considerado uno de sus predecesores, gracias a retablos como este.