Otitis Media en Pediatría: Patogenia, Clasificación y Estrategias de Tratamiento

Introducción a la Otitis Media

La otitis media abarca tanto el cuadro infeccioso agudo como la inflamación no infecciosa del oído asociada a derrame. Entre las posibles razones de la frecuencia de la enfermedad en niños pequeños se encuentran el menor desarrollo de las defensas inmunitarias y ciertos factores estructurales y funcionales desfavorables de la trompa de Eustaquio (TE).

Patogenia de la Otitis Media

Es una enfermedad continua, multifactorial y dinámica que puede evolucionar a otras complicaciones. La Otitis Media Aguda (OMA) se presenta por una disfunción de la trompa de Eustaquio originada por una infección respiratoria viral, lo que da origen a una otitis media viral que avanzará con invasión y proliferación de bacterias. La obstrucción de la TE provoca absorción de gas, presión negativa y aparición de líquido en el oído medio.

Existen muchos factores mecánicos y funcionales que condicionan el mal funcionamiento de la TE:

  • Tumores nasofaríngeos
  • Hipertrofia adenoidea
  • Adenoiditis supurativa
  • Alergia
  • Hipotonía muscular
  • Apertura inadecuada
  • Barotraumas

Todos estos factores estimulan la liberación de citocinas, interleucinas, interferones, histamina, bradicininas, FAP, fosfolipasas, leucotrienos y prostaglandinas, lo que incrementa la permeabilidad vascular y la actividad secretora de la mucosa, dando origen al derrame, el daño tisular local y a efectos clínicos. La OM purulenta puede evolucionar a OM con derrame seroso o mucoide y, finalmente, a Otitis Media Crónica (OMC), donde existe un cambio histopatológico.

Diagnóstico de la Otitis Media

Historia Clínica

Se debe indagar sobre el inicio de los síntomas inespecíficos (fiebre, irritabilidad, conjuntivitis, vómito, diarrea) y específicos (otalgia, hipoacusia, plenitud, vértigo, acúfenos). Se dirige el interrogatorio a los factores de riesgo como:

  • Edad
  • Sexo
  • Raza
  • Estación del año
  • Infecciones recientes
  • Obstrucción nasal
  • Asistencia a guardería
  • Falta de alimentación al seno materno
  • Mala nutrición
  • Tabaquismo pasivo

Exploración Física Completa de Cabeza y Cuello

Es fundamental evaluar anomalías craneofaciales, infección de vías respiratorias superiores, complicaciones intratemporales, complicaciones intracraneales u otitis externa. Es importante sospechar una complicación neurológica cuando exista otorrea purulenta, fétida, con cefalea y fiebre; y más tardíamente, si existe exacerbación de los síntomas, desarrollo de síntomas vestibulares u otalgia.

Otoscopia

Se valora la posición, la apariencia (la coloración amarilla o azulosa es indicativa de derrame; el enrojecimiento no siempre es anormal) y la movilidad de la Membrana Timpánica (MT).

Clasificación y Tipos Específicos de Otitis Media

Otitis Media Aguda (OMA)

Es la enfermedad más común de la infancia, con excepción de las infecciones virales respiratorias altas. Se observa una mayor prevalencia entre los 6 y 36 meses de edad, con un pico menor entre los 4 y 7 años. Es la inflamación del oído medio sin hacer referencia a su etiología o patogénesis. Puede ser o no con derrame.

Definiciones Clave

  • Otitis media sin derrame (Miringitis): Estado que puede reflejar la incapacidad para identificar derrame en el oído medio.
  • Otitis media aguda: Trastorno que consiste en supuración del oído medio de inicio reciente y súbito, con signos y síntomas de infección.

Factores de Riesgo

  • Infancia temprana
  • Sexo masculino
  • Predisposición genética
  • Paciente de guardería
  • Inmunocomprometidos
  • No ser alimentado al seno materno
  • Tabaquismo pasivo

Otitis Media Viral Aguda

El 40% de los pacientes (Px) presentan una infección concomitante de vías respiratorias superiores. El virus sincitial respiratorio ha sido el más frecuentemente aislado, seguido por el rinovirus, influenza y adenovirus.

Existen antecedentes de infección de vías respiratorias superiores, sensación de plenitud que evoluciona a otalgia, hipoacusia, febrícula, astenia y adinamia.

Es autolimitada, de 2 días a 2 semanas, y puede pasar desapercibida en varias ocasiones sin dejar secuelas.

A la otoscopia, la mucosa se encuentra gruesa, hiperémica, con secreción mucoide clara. La membrana timpánica está engrosada con inyección leve de los vasos a lo largo del mango del martillo y parte posterior del anillo timpánico. Existe la posibilidad de aparición de ampollas y tímpano púrpura; esto condiciona un medio vulnerable para la invasión bacteriana y en la mayoría de los casos evoluciona a una Otitis Media Bacteriana (OMB).

Tratamiento

Buena hidratación, mantener libres las vías aéreas superiores, reposo relativo, sintomáticos como analgésicos, antihistamínicos, antipiréticos y antivirales.

Otitis Media Bacteriana Aguda

El diagnóstico se ha basado en datos clínicos sobre los cambios inflamatorios de la MT y otorrea aguda en el oído medio, conjuntamente con otalgia y fiebre mayor a 38.5°C. Al inicio, la MT se aprecia enrojecida y a medida que avanza se abomba y cambia de color. En ocasiones se presenta una pequeña perforación que permite la salida de material purulento, con lo que cede el dolor. Los microorganismos más frecuentes son S. pneumoniae, H. influenzae, S. aureus, S. epidermidis y M. catarrhalis. En niños de 6 meses a cinco años, la principal diferencia entre Otitis Media con Derrame (OMD) y OMA es el predominio de H. influenzae y el papel menor de S. pneumoniae en otitis con derrame.

Tratamiento

Se debe poner énfasis en las secreciones, ya que por medio de su color, olor, cantidad y características se efectúa el diagnóstico. El tratamiento de elección para OMA es ampicilina o amoxicilina. Pero debido a la resistencia, se ha optado por agregar betalactamasas. La amoxicilina, eritromicina y TMP/SMX alcanzan concentraciones necesarias en el oído medio. Las cefalosporinas tienen buen efecto para estafilococos. Para H. influenzae se puede dar de alternativa amoxicilina con ácido clavulánico, cefuroxima, cefixima o cefaclor. El tratamiento debe administrarse por 10 a 14 días.

Niños de bajo riesgo

Mayores de 2 años, sin antecedentes de OM, unilateral y no asiste a guarderías.

Amoxicilina, TMP/SMX, cefprozil, cefaclor, aritrosulfa, cefuroxima, loracarbef.

Niños de alto riesgo

Menores de 2 años, OM antes de los 6 meses, OM recurrente o con derrame, bilateral o asiste a guarderías.

Amoxicilina/ácido clavulánico, cefpodoxima, cefixime.

La vancomicina, imipenem y cefalosporinas de tercera generación se deben reservar para cepas de alta resistencia.

Otitis Media Necrotizante

Se caracteriza por un curso fulminante y por la existencia de amplias zonas de destrucción del oído medio, del tímpano y huesecillos. Su curso es más rápido y grave. El primer síntoma es la otorrea purulenta poco espesa, maloliente, con olor a hueso quemado. Es debida a gérmenes de extrema virulencia en inmunocomprometidos o como consecuencia de infecciones graves. Los síntomas básicos son provocados por la inflamación aguda del oído medio, y son comunes a todas las otitis, aunque con ligeras variantes: fiebre, dolor intenso localizado en la región mastoidea y hemicránea del lado afectado, hipoacusia exagerada, otorrea de carácter purulento, muy abundante y de olor fétido.

Síntomas Concomitantes

  • Cefaleas intensas y prolongadas, especialmente nocturnas, que indican la propagación del proceso al endocráneo.
  • Dolor y edema retroauriculares de rápida duración que evidencian la extensión a la región mastoidea.
  • Neuralgias del V par acompañadas o no de parálisis o paresia del VI par.
  • Vértigo intenso acompañado de hipoacusia y nistagmo que indica la propagación laberíntica.

A la otoscopia se observa una congestión de la MT y pronto aparece una perforación central que crece rápido de tamaño, pérdida casi completa de la superficie y, a través de la perforación, el hueso se encuentra descubierto, acompañado de tejido de granulación friable y supuración ótica clara, purulenta y maloliente.

Otitis Media Neonatal

Su identificación depende de la búsqueda de factores de riesgo asociados o no a fiebre, falta de respuesta al tratamiento médico, sospecha de complicaciones y enfermedad persistente o recurrente. La timpanocentesis deberá realizarse en la medida de lo posible, preferentemente con un especialista experimentado.

Otitis Media del Lactante

Evoluciona de manera distinta en el niño normal y en el de trastorno nutritivo, carencial o distrófico. La distrofia es una desnutrición por carencia alimenticia que es agravada por otros factores que perturban la ingestión o aprovechamiento del alimento. Esto provoca que el niño esté con defensas bajas, especialmente en las mucosas, y lo hace vulnerable a procesos inflamatorios. En el niño distrófico, la infección ótica es solamente una manifestación de una grave alteración del estado general. La sintomatología es silenciosa y bilateral. La fiebre de aparición brusca, diarreas rebeldes y vómitos de intensidad variable confirman el diagnóstico.

En el niño normal, la otitis tiene la evolución de una otitis media aguda genuina: fiebre intensa, dolor persistente y supuración cuando hay perforación. El signo de Vacher es positivo. El tratamiento para el niño distrófico está a cargo del pediatra; en el niño normal se basa en analgésicos y antibióticos. Si no retrocede, se efectúa una paracentesis. Ante una complicación, se procede con una antrotomía.

Otitis Media Recurrente

Episodios frecuentes de OM sin presencia de derrame. Si se presentan 3 en 6 meses o 4 en un año, se justifica la prevención. Se deben investigar factores predisponentes; una vez descartados, se plantea:

  • Quimioprofilaxis: Dirigida a niños con 3 episodios en 6 meses o 4 al año, especialmente si se presentan en los primeros 6 meses de vida y siempre y cuando haya factores de riesgo. Se administra amoxicilina o eritromicina.
  • Miringotomía con tubos de ventilación.
  • Adenoidectomía: Puede acompañarse o no de amigdalectomía. Es un procedimiento invasivo y no se recomienda como tratamiento inicial.