La Épica Medieval Castellana: Estructura, Temas y el Honor en el Poema de Mio Cid

La Épica: Definición y Contexto

La Épica es una narración heroica en verso. El poeta épico aborda las hazañas de un héroe fuertemente arraigado en su contexto comunitario.

Características de los Poemas Épicos

  • Son poemas extensos, de curso narrativo.
  • Están dispuestos en series de versos anisosilábicos (medida variable, divididos en dos hemistiquios).
  • Los versos se unen en tiradas que comparten la misma rima asonante.
  • El cambio de rima entre tiradas se usa a veces para señalar divisiones internas o para pasar de una narración al estilo directo.

Argumentos

Cuentan episodios de personajes nobles, en los que se celebran hazañas y casos de la vida social o familiar (vasallaje, amistad, venganza, amor, traición, odio, etc.).

El Cantar de Gesta

El Cantar de gesta significa literalmente “canción de hechos notables”.

Evolución y Características

Un cantar de gesta nace como noticia de hechos actuales, destinado a los contemporáneos, por lo que ha de ser bastante fiel. Conforme el cantar se repite entre generaciones cada vez más alejadas de los hechos, va perdiendo veracidad histórica y adquiere caracteres novelescos (propios de la Edad Media).

  • Son “gestas” (hechos), relatos de noticias que merecen correr de boca en boca.
  • Son “cantares” por ser obras interpretadas por juglares.
  • Poseen orígenes orales.
  • Los textos conservados suelen ser bastante cultos.
  • Presentan un alto porcentaje de fórmulas épicas.
  • Se sabe de cantares de gesta perdidos gracias a romances y crónicas.

Textos Épicos Castellanos Conservados

  1. Poema del Mio Cid: No está completo (falta la hoja inicial y dos interiores). Escrito en verso épico.
  2. Poema de Roncesvalles: Cien versos conservados. Narra el regreso de Carlomagno a Roncesvalles, encontrando a sus nobles heridos o muertos. Incluye el lamento ante los cadáveres. Escrito en verso épico.
  3. Poema de Fernán González: Temática de cantar de gesta. Métrica: cuaderna vía.
  4. Mocedades de Rodrigo: Finales del siglo XIV. Tema: juventud del Cid y matrimonio con Doña Jimena. Métrica: cuaderna vía.

El Poema del Mio Cid

Autoría y Datación

En la Edad Media, rara vez se creía que la fama en la tierra tenía derecho a sobrevivir. Esa es la causa por la que no se firmaban las obras. Los otros poemas épicos, incluidos los franceses, tampoco están firmados.

La crítica actual habla de un posible autor culto, aunque se desconoce su origen.

El Cantar se habría compuesto a finales del siglo XII o en los primeros años del siglo XIII. Estaba ya acabado en 1207, cuando Per Abbat lo copió.

El único texto que se conserva en la Biblioteca Nacional sería una copia del siglo XIV de la copia que Per Abbat hizo en 1207.

Tema y Estructura

El manuscrito original no aparece fragmentado. La división en tres cantares se debe a Menéndez Pidal (basada en el contenido de cierre de los versos 1805 y 2276).

El argumento abarca dos temas principales:

  1. El Destierro: Se centra en la honra pública o política del Campeador, narrando las hazañas que le permiten recuperar su situación social y alcanzar el perdón real.
  2. La Afrenta de Corpes: Tiene por objeto un asunto familiar o privado.

Todo el cantar se estructura en torno a un eje temático central: la honra (pérdida y recuperación).

  • Desde la expropiación de las tierras de Vivar y el exilio, se llega al dominio de Valencia y a la recuperación del favor real.
  • Desde la pérdida de la honra familiar provocada por los infantes, se asciende al máximo grado gracias a las nuevas bodas con hijos de reyes.

La Relación del Cid con el Monarca

El Cid, desterrado por las calumnias vertidas contra él por sus enemigos, nunca se rebela contra el monarca, sino que prefiere acatar la orden real y salir a territorio andalusí para ganarse la vida con el botín ganado a los enemigos.

A pesar de no estar obligado al estar desterrado, el Cid sigue enviando tras cada conquista la parte correspondiente al Rey Alfonso (un quinto del botín, repartido por los quiñoneros). El Rey responde con gestos de favor progresivos:

  1. Toma de Castejón y Alcocer: Regalo de 30 caballos. El Rey perdona a Álvar Fáñez.
  2. Toma de Valencia: Regalo de 100 caballos. El Rey permite que Jimena y sus hijas se reúnan en Valencia con el Cid.
  3. Defensa de Valencia contra Yusuf: Regalo de 200 caballos. Reconciliación y recuperación de la honra pública. Reunión con el Rey a orillas del Tajo. Proposición de casamiento con los Infantes de Carrión (“ricos omnes”).

El Conflicto Social y la Afrenta de Corpes

El Cid es un “infanzón” (escalafón más bajo de la nobleza). Los Infantes acceden al casamiento solo por codicia, dadas las riquezas del Cid. Ellos representan a la nobleza alta que defiende sus privilegios de clase frente al ascenso social que representa el Cid. En el juicio final esgrimirán en su defensa su deshonra por un casamiento desigual.

Tras la Afrenta de Corpes, las hijas del Cid quedan deshonradas. Esta deshonra afectará al Cid y al propio Rey Alfonso, quien fue el que propuso los matrimonios.

El Juicio en las Cortes de Toledo

El Cid podía haberse tomado la justicia por su mano; sin embargo, reclama al Rey, quien convocará Cortes en Toledo para que el derecho medieval pronuncie su fallo. Se utiliza el reto entre hidalgos como forma de reparar una afrenta.

En Toledo, el Rey le concede todos los honores debidos a un igual: lo toma de las manos y lo invita a sentarse en el mismo escaño donde está él.

Su honor se restaura mediante un duelo judicial; no se recurre a la venganza contra los traidores, sino a la declaración legal de su infamia. Con ello se establece una clara diferencia entre los jóvenes y consentidos Infantes (que representan los valores sociales de la rancia nobleza anquilosada) y el Campeador y los suyos (miembros de la baja nobleza que representan la renovación social).

El Cid exigirá que le sean devueltas las espadas que había entregado a sus yernos: La Colada (ganada al Conde de Barcelona) y La Tizona (ganada al rey Yusuf).

Con los Infantes de Carrión se batirán en duelo dos caballeros del Cid: Martín Antolínez y Pedro Bermúdez.

Finalmente, el Cid casará de nuevo a sus hijas con los Infantes de Navarra y Aragón (hijos de reyes). Esto supone la recuperación total de la honra familiar y pública del Cid.