Franz Kafka: El Autor y su Época
Franz Kafka está considerado como el autor más representativo del siglo XX, porque reúne la complejidad de un periodo histórico caracterizado por guerras, incomprensiones, paradojas y pasiones desmesuradas, y, en general, por la extrañeza y la modernidad. Es recordado por su obra prolífica, entre ellas La Metamorfosis. Hacia 1919, contrajo tuberculosis, de la que acabaría muriendo cinco años después. Esta enfermedad lo acompañó toda su vida. Cuando supo que le quedaba poco tiempo de vida, le pidió a un amigo suyo, Max Brod, que cumpliera su último deseo, y este no era otro que destrozara sus escritos, que no los publicara. Pero su amigo, en lugar de hacerle caso, hizo todo lo contrario: publicó su obra, otorgando así el reconocimiento a Kafka.
Volviendo a su obra literaria, hacia 1912, entre noviembre y diciembre, escribió Die Verwandlung, que traducido significa “La transformación” y no “La metamorfosis”. Quienes decidieron cambiarle el nombre fueron los norteamericanos, porque encontraban el nombre “Metamorfosis” más comercial que “Transformación”. Toda la obra de Kafka está impregnada de una gran intención simbólica, parabólica y elíptica. Kafka intenta transformar la realidad hasta el punto de dar cuenta de la más estricta realidad con mayor eficacia que si se hubiera limitado a contar las cosas de forma detallada, sin alejarse lo más mínimo de la realidad. Su vida estuvo llena de contradicciones. Súbdito del agonizante Imperio Austrohúngaro, nacido en Praga, de familia de ascendencia judía, Kafka no fue ni judío, ni alemán, ni checo, ni austriaco, sino el conglomerado de todo esto.
La Metamorfosis: Sinopsis y Desarrollo Argumental
Gregor Samsa, el protagonista, es un viajante que vive en la calle Charlottenstrasse, una calle tranquila pero completamente urbana, con su hermana, Grete, y sus padres, los señores Samsa. Como cada mañana, Gregor se disponía a levantarse a las 5 de la mañana para ir a trabajar, pero ese día algo iba mal. De repente, al despertarse y mirarse las piernas, vio que no eran sus piernas de siempre: ahora tenía patas. Gregor se quedó boquiabierto. Intentaba moverse, pero el cuerpo le pesaba tanto que era casi imposible. Mientras, sus padres le gritaban desde fuera diciéndole que se apurara, que perdería el tren. Un compañero de trabajo decidió ir a buscarlo a casa.
Ahora, los padres y el apoderado no hacen más que decirle al pobre Gregor que deje la habitación, algo impensable para él porque no quiere que nadie sepa cómo era ahora. Pero Gregor no podía quedarse más tiempo en la habitación, así que decidió abrir la puerta. Al verlo, todos se quedaron boquiabiertos, incluso el apoderado abandonó la casa.
Los días y las semanas fueron pasando y la situación llegó a ser insostenible. Por el momento, solo su hermana entraba a su habitación para darle la comida, hasta que su madre se atrevió a entrar. Un día, el padre se encaró con él porque pensaba que iba a atacar a su esposa, y comenzó a lanzarle todo tipo de comida hasta que se le quedó clavada una manzana que lo dejó casi muerto, sangrando y herido. Los días pasaron y Gregor ya no comía nada; había adelgazado muchísimo.
Un buen día, casi toda la familia estaba en el comedor con los tres inquilinos (que ahora vivían con ellos); Grete estaba tocando el violín para los inquilinos y, de repente, estos vieron cómo Gregor entraba en la habitación y, con cara de sorpresa, le dijeron a la familia Samsa que los demandaban porque no se podía vivir en esas condiciones, todo sucio y lleno de insectos. Entonces Grete dijo que la situación era insoportable, que esa cosa monstruosa no era su hermano y que había que hacer algo con urgencia. Al día siguiente, encontraron a Gregor tumbado, muerto. De esta manera, la familia decidió mudarse a otra ciudad para abandonar el pasado y olvidarse de Gregor para siempre.
Interpretaciones de La Metamorfosis
A lo largo de los años han aparecido diversas interpretaciones sobre el sentido de la transformación de Gregor Samsa, protagonista de La Metamorfosis, de Franz Kafka (1883-1924). Algunos expertos explican la transformación de este personaje mediante los siguientes métodos:
Método Biográfico
Esta línea de interpretación se refiere a la hipótesis de Kafka como Samsa. La “metamorfosis” de Gregor, que no preocupa al personaje, no es más que una alegoría de la transformación de Franz Kafka en escritor. El escarabajo en que se convierte el protagonista produce una especie de sustancia pegajosa —que los escarabajos no segregan— que puede ser otra alegoría de la escritura, la cual es completamente necesaria para Kafka. En esta interpretación autobiográfica también cabe señalar la importancia que tiene para Samsa el escritorio situado en su habitación. De esta manera, entendemos cómo el autor de La Metamorfosis utiliza el personaje de su obra para reflejarse a sí mismo.
Método Psicoanalítico
Según este método, la obra de Kafka es la historia de un complejo de Edipo. Gregor, el protagonista, odia y teme a su padre, al igual que Kafka. Hermann Kafka poseía un gran poder sobre su hijo, y este siempre se sentía intimidado e inútil. En la obra, Samsa no siente más que verdadera pasión por su madre y su hermana.
Método Ambiental
Esta línea de interpretación se refiere a la confrontación del individuo racional e inteligente con la sociedad burguesa que lo rodea y a cómo este individuo se siente impotente ante el poder. Kafka, para escribir, tuvo que renunciar a muchos de los placeres existenciales. De esta manera, la literatura y la voluntad de escribir son una decisión heroica por lo que tienen de renuncia. Además, Kafka realiza un diagnóstico del ciudadano medio de la sociedad burocrática del siglo XX. Un buen ejemplo de ello son los inquilinos que aparecen en la obra, tres burócratas oportunistas que están en el extremo opuesto a Samsa.