Explorando la Literatura Latina: Elegía, Fábula y Drama

Elegía

La poesía elegíaca consta de un subgénero de la lírica. Al igual que esta, es originalmente griega, pero en contraposición al metro variado, está escrita en dísticos elegíacos. Las composiciones solían ser una lamentación fúnebre llamada élegos, de ahí el nombre. Mientras, la elegía tenía una perspectiva más personal, aunque de Grecia tomó el carácter doloroso y triste e imitó la forma métrica. Los autores trataron en sus obras el amor y el erotismo, además de conservar el tratamiento mitológico.

Tibulo, también conocido como el poeta del amor y de la Arcadia por su temática amorosa y alabanza a la vida sencilla, dedicó sus obras a sus amantes y a la puella innominata.

Con mayor exaltación emocional escribió Propercio, quien dedicó sus primeros libros a su amada Cintia. Después de su muerte, abandonó el tema amoroso y pasó a tratar el sentimiento patriótico.

Ovidio aportó a la elegía latina obras como “Tristia”, “Pontica”, “Amores”, “Los remedios del amor”, “Fastos” y “Las Heroidas”.


La Fábula

La fábula nació en la cultura oriental como un texto narrativo caracterizado por su brevedad e intención didáctica manifestada mediante la moraleja. Se extendió por Europa debido a la difusión popular. En Roma estaba escrita en verso o en prosa y su contenido era ficticio.

Difiere de la epopeya en que los protagonistas de la fábula eran generalmente animales o plantas personificados y de carácter humilde, mientras que en la epopeya son héroes y dioses. En cuanto a la temática, la fábula trata costumbres cotidianas, vicios, defectos y virtudes; en cambio, la epopeya muestra los aspectos más nobles de la humanidad. El mundo que refleja la fábula es más ameno y alejado de la sociedad que el mundo aristocrático en el que se centra la epopeya.

El autor más importante de la fábula fue Fedro. Destacó por introducir la fábula esópica en la literatura latina. Su carrera tiene como fruto 5 libros que parecen estar incompletos debido a las promesas incumplidas que se hallan en los prólogos. Los primeros dos libros se escribieron bajo el mandato de Tiberio, el tercero en el imperio de Calígula y los últimos en los de Claudio o Nerón.

Sus fábulas se componen de un relato ejemplar y una moraleja que lo puede preceder, a lo que se llama Protimio, o seguir, denominado Epitimio, dependiendo de su posición en relación con el relato. De las 125 fábulas que escribió, 103 poseen moraleja. La finalidad de esta es cómica, moralizadora y reivindicativa. Fedro escribe en verso y su metro utilizado es el senario yámbico. Su estilo es simple y conciso, con profundización sobre conductas humanas y ocasionalmente son sustancia de motivación.


Género Dramático

El teatro en la final consistía en una composición en verso destacada por la ausencia de un metro establecido y por el empleo, en cambio, del verso polimétrico. Se introdujo en Roma durante la época arcaica y el contenido se trataba normalmente de traducciones y adaptaciones de obras griegas. Como ejemplo de ello tenemos a su primer autor, Livio Andrónico, que reinterpretó una tragedia griega en los “Ludi Romani” del 240 a.C.

La interpretación de los papeles será ejercida exclusivamente por hombres y el teatro era subvencionado por magistrados públicos para ganarse el favor popular en las elecciones. Cabe mencionar que el primer teatro fijo se construyó en el 55 a.C, siendo los anteriores escenarios desmontables.

Como característica del drama romano hallamos la manifestación, por un lado, de influencias del teatro cómico popular itálico, que tiende a lo mordaz y a la chanza. Por otro lado, encontramos una clara influencia griega en la que toman las temáticas de sus obras, un vocabulario helenizado y alusiones mitológicas que reflejan la ambientación griega. Destacar que los romanos innovaron con un cambio del verso utilizado, con la eliminación del coro, con un mayor enfoque sobre el acompañamiento instrumental y con el cambio parcial de los originales griegos.

Dentro del género dramático podemos observar la discriminación de 2 subgéneros:

El primero de ellos, la tragedia, está caracterizada por un lenguaje solemne, tono elevado y acción seria. Está protagonizada por dioses y héroes abrumados por problemas humanos. Los autores más destacados son Nevio, Pacuvio y Séneca. El último de ellos es el único del que conservamos sus obras completas: escribió 9 tragedias griegas denominadas “fábula cothurnata” y una tragedia romana, también llamada “fábula praetexta”.

El segundo subgénero es la comedia. En esta se presentan personajes comunes con escasa complejidad psicológica. Dará uso de un lenguaje mediocre y la obra acostumbrará a desenlazarse en un final feliz, con el objeto del deleite. Dependiendo de la ambientación, la obra podrá ser una fábula palliata o una fábula togata.

Plauto escribirá obras destacadas como “Aulularia” y “Miles gloriosus”.

Recurrirá a la ridiculización del personaje de la época, a los juegos de palabras y a la estereotipación para provocar la risa del público.

Terencio produjo una comedia psicológica en la que interesan más los propios personajes que la acción. Así, invita a la reflexión de una compleja trama y lenguaje refinado.