Orígenes del Movimiento Obrero e Industrialización en España (1868-1910)

El Movimiento Obrero y las Corrientes Ideológicas en España (1868-1910)

Las corrientes ideológicas europeas se introdujeron en España al amparo del Sexenio Democrático (1868-1874).

La Irrupción del Anarquismo y el Marxismo

  • El anarquismo, de la mano del bakunismo, llegó en 1868 con la creación de las primeras asociaciones de obreros.
  • Las ideas marxistas llegaron a Madrid en 1872, a través de Paul Lafargue, quien formó a Pablo Iglesias.

En 1879, en Barcelona, se constituyó la Federación Regional Española (FRE) de tendencia bakunista. El anarquismo fue la corriente mayoritaria en el siglo XIX, contando con 57.933 afiliados y 238 federaciones locales, destacando regiones como:

  • Andalucía (38.300 afiliados)
  • Cataluña (13.200 afiliados)
  • Valencia (2.355 afiliados)

Tendencias dentro del Anarquismo

En la militancia anarquista coexistieron tres tendencias principales:

  1. La corriente anarcosindicalista, que defendía la acción sindical para mejorar las condiciones laborales y la vida del proletariado.
  2. La insurreccional, que defendía la “propaganda por el hecho”.
  3. La corriente anarcocomunista.

Consolidación de las Organizaciones Obreras

La ruptura entre el anarquismo y el socialismo cristalizó en los años 1871-1872. Pablo Iglesias, tras su expulsión de la FRE, creó la NFM en 1872 y la NFE en 1873.

Con la llegada de la Restauración en 1874, las organizaciones obreras fueron declaradas ilegales y reprimidas hasta 1881. Gracias a una cobertura legal posterior, 25 personas fundaron el PSOE (Partido Socialista Obrero Español), siendo Pablo Iglesias su primer secretario.

Con la llegada del gobierno liberal de Sagasta, se celebró la Federación de Trabajadores de la Región Española (FTRE), de carácter anarcosindicalista. No obstante, la brutal represión que desató el gobierno sobre los anarquistas andaluces contribuyó a que el insurreccionalismo se fortaleciera, provocando a su vez un mayor rechazo al insurreccionalismo dentro del propio anarquismo. Esto hizo que la vía anarcosindicalista se convirtiera en la corriente obrerista mayoritaria.

Con la legalización de las organizaciones obreras, se fundó la UGT (Unión General de Trabajadores) en Cataluña en 1888. Sus reivindicaciones más importantes fueron el reconocimiento a la huelga y la negociación colectiva.

Evolución Política del PSOE

En 1890, el PSOE abandonó su objetivo primordial, la revolución social, ya que con el recién aprobado sufragio universal masculino, concentraron sus esfuerzos en participar en las elecciones. La afiliación al PSOE y UGT fue lenta (en 1896 contaban con 6.154 afiliados), y no fue hasta 1910 que, en alianza con los republicanos, consiguieron un escaño, ocupado por Pablo Iglesias.

La Industrialización y la Economía Española en el Siglo XIX

En España, durante el siglo XIX, se desmantelaron las estructuras feudales del Antiguo Régimen y se consolidó un modelo económico basado en la industria y el capitalismo. Sin embargo, la industrialización se realizó con retraso y el país continuó siendo eminentemente agrícola, con solo algunos núcleos industrializados destacados, como Cataluña o el País Vasco.

El Desarrollo de la Industria Textil Catalana

La industria textil catalana se inició con el sector algodonero y se desarrolló gracias a la existencia de una manufactura dedicada a la producción de indianas y de empresarios dispuestos a invertir. A pesar de sus limitaciones, como la dependencia del carbón (escaso y de mala calidad) o la debilidad del mercado interno, fue creciendo gracias a la introducción de máquinas movidas por energías hidráulicas o vapor.

La pérdida de las últimas colonias supuso un duro golpe para el sector, pero se recuperó pronto gracias a la repatriación de capitales y a la política económica proteccionista que favoreció su desarrollo.

La Industria Siderúrgica: Un Desarrollo Accidentado

La industria siderúrgica estuvo limitada por la escasez de buen carbón y de demanda suficiente, lo que explica su desarrollo accidentado, dividido en tres etapas:

  • Etapa andaluza: Hasta los años 70, en torno a Málaga. Se basaba en la explotación de hierro. Su inconveniente era la falta de carbón mineral, por lo que se recurría al vegetal, mucho más caro. Se apogeó debido a las Guerras Carlistas, que impedían la explotación de la minería del norte.
  • Etapa asturiana: Entre los años 70 y 80, en torno a las cuencas carboníferas de Mieres y Langreo. El carbón de esta zona no era de gran calidad.
  • Etapa vizcaína: Se desarrolla a partir de 1876 con la llegada del carbón galés a Bilbao. Bilbao exportaba hierro y compraba carbón galés, más caro, pero de más calidad y, por tanto, más rentable que el asturiano.

La Minería y la Inversión Extranjera

La minería estuvo estancada casi todo el siglo debido a la escasa demanda, el atraso económico, la falta de capitales, la tecnología y la intervención del Estado que frenaba la inversión extranjera. Sin embargo, con la Ley de Minas de 1868, la situación cambió, ya que simplificaba la adjudicación de concesiones, fomentando la inversión extranjera, sobre todo, francesa e inglesa.

Fueron importantes los yacimientos de:

  • Plomo y cobre en Huelva.
  • Mercurio en Ciudad Real.
  • Cinc en Cantabria.

Las exportaciones de metales y minerales llegaron a representar un tercio de las exportaciones totales. En las primeras décadas del siglo XX, el proceso de industrialización en España se fue diversificando con el desarrollo de la industria química y la siderúrgica.

Reiteración del Proceso de Industrialización (Contenido Original Duplicado)

En España, durante el siglo XIX, se desmantelaron las estructuras feudales del Antiguo Régimen y se consolidó un modelo económico basado en la industria y el capitalismo. Sin embargo, la industrialización se realizó con retraso y el país continuó siendo eminentemente agrícola, con solo algunos núcleos industrializados destacados, como Cataluña o el País Vasco.

El Desarrollo de la Industria Textil Catalana (Repetición)

La industria textil catalana se inició con el sector algodonero y se desarrolló gracias a la existencia de una manufactura dedicada a la producción de indianas y de empresarios dispuestos a invertir. A pesar de sus limitaciones, como la dependencia del carbón (escaso y de mala calidad) o la debilidad del mercado interno, fue creciendo gracias a la introducción de máquinas movidas por energías hidráulicas o vapor.

La pérdida de las últimas colonias supuso un duro golpe para el sector, pero se recuperó pronto gracias a la repatriación de capitales y a la política económica proteccionista que favoreció su desarrollo.

La Industria Siderúrgica: Un Desarrollo Accidentado (Repetición)

La industria siderúrgica estuvo limitada por la escasez de buen carbón y de demanda suficiente, lo que explica su desarrollo accidentado, dividido en tres etapas:

  • Etapa andaluza: Hasta los años 70, en torno a Málaga. Se basaba en la explotación de hierro. Su inconveniente era la falta de carbón mineral, por lo que se recurría al vegetal, mucho más caro. Se apogeó debido a las Guerras Carlistas, que impedían la explotación de la minería del norte.
  • Etapa asturiana: Entre los años 70 y 80, en torno a las cuencas carboníferas de Mieres y Langreo. El carbón de esta zona no era de gran calidad.
  • Etapa vizcaína: Se desarrolla a partir de 1876 con la llegada del carbón galés a Bilbao. Bilbao exportaba hierro y compraba carbón galés, más caro, pero de más calidad y, por tanto, más rentable que el asturiano.

La Minería y la Inversión Extranjera (Repetición)

La minería estuvo estancada casi todo el siglo debido a la escasa demanda, el atraso económico, la falta de capitales, la tecnología y la intervención del Estado que frenaba la inversión extranjera. Sin embargo, con la Ley de Minas de 1868, la situación cambió, ya que simplificaba la adjudicación de concesiones, fomentando la inversión extranjera, sobre todo, francesa e inglesa.

Fueron importantes los yacimientos de:

  • Plomo y cobre en Huelva.
  • Mercurio en Ciudad Real.
  • Cinc en Cantabria.

Las exportaciones de metales y minerales llegaron a representar un tercio de las exportaciones totales. En las primeras décadas del siglo XX, el proceso de industrialización en España se fue diversificando con el desarrollo de la industria química y la siderúrgica.