La Formación y Consolidación de la Monarquía Hispánica (Siglos XV-XVII)
3.1 La Época de los Reyes Católicos (1474-1516): La Unión Dinástica
La época de los Reyes Católicos (1474-1516) constituye un momento clave en la historia de la península Ibérica. Con el matrimonio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón se produjo la unión dinástica de los dos grandes reinos, pero esta no supuso una unificación de los Estados, pues cada reino mantuvo sus propias instituciones. En 1475 se firmó la Concordia de Segovia, donde se fijó el sistema de gobierno. En Castilla, Fernando sería rey consorte, por lo que Isabel tenía los derechos sucesorios. En Aragón, Fernando concedió a su esposa la corregencia.
Aragón y Castilla mantuvieron sus fronteras, sus leyes y sus particularidades, pero por su amplitud, Castilla tenía el poder hegemónico. La unión permitió establecer objetivos comunes como la unidad territorial y religiosa.
Fortalecimiento de la Corona
Las instituciones de gobierno se basaron en fortalecer la Corona, ejerciendo el poder personalmente, apartando a los nobles del gobierno y legislando sobre el mayorazgo. Potenciaron la figura de los corregidores para recaudar impuestos y se reorganizó el Consejo Real, principal órgano de gobierno, así como el poder judicial con las Audiencias y la Santa Hermandad. Aragón mantuvo las instituciones tradicionales y se reformó la Iglesia creando la Inquisición.
3.2 Unidad de la Fe, Conquista de Granada y el Descubrimiento de América
Uno de los objetivos de los Reyes Católicos era la unidad de la fe, y para ello había que acabar con la presencia del Islam en la Península Ibérica. Las relaciones castellanas y granadinas se fueron deteriorando. El reino nazarí estaba débil por una guerra civil entre el rey y su hijo Boabdil. La guerra se inició a finales de 1481 y culminó con la conquista de Granada en 1492.
La capitulación garantizaba la libertad, los bienes y la conservación de la religión y costumbres, pero algunos se exiliaron, lo que supuso la pérdida de la mitad de la población. Aparecen los moriscos (musulmanes bautizados), aunque la mayoría de estos mantuvo sus costumbres, lengua y religión. También en 1492, los Reyes Católicos expulsaron a los judíos.
El Descubrimiento de América
El descubrimiento de América se produjo por factores técnicos (como la cartografía), económicos, políticos e ideológicos. En 1479 se firmó el Tratado de Alcaçovas y Toledo para repartir los territorios del Atlántico. La propuesta de Colón era encontrar una ruta a Asia más corta, rápida y barata. Antes de partir se firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, en las que se le concedió el título de virrey y gobernador de las nuevas tierras y el 10% de los beneficios. El 12 de octubre de 1492 llegó a América. Esto permitió otras rutas comerciales; en 1494 se firmó el Tratado de Tordesillas con una nueva distribución del territorio.
Los Austrias Mayores: Carlos I y Felipe II
3.3 Carlos I (V de Alemania): El Imperio Universal (1516-1556)
Carlos I (V de Alemania) fue el primer rey de la Casa de los Habsburgo, heredando un gran imperio. La elección imperial fue mal recibida en Castilla, ya que el dinero salía de allí. Carlos entregó la administración a nobles flamencos para recibir la dignidad imperial, dejando a Adriano de Utrecht como gobernador.
Conflictos Internos
- Rebelión de las Comunidades de Castilla (1520-1522): La rebelión estalló en Toledo y los comuneros tomaron Tordesillas, organizando allí la Santa Junta. Carlos I consiguió derrotarlos.
- Las Germanías: Se dieron en Valencia y eran movimientos sociales contra la oligarquía urbana y la nobleza.
Carlos I confundió los intereses de su dinastía con los del Imperio, como la cruzada contra los turcos y la unidad ideológica europea, siendo Castilla quien más dinero aportó.
Conflictos Externos
En el momento de la elección imperial, Lutero acababa de publicar sus tesis. Carlos I convocó en 1521 en Worms una Dieta con todos los príncipes alemanes, pero estos crearon la Liga de Esmalcalda. En 1547, Carlos los derrotó en la batalla de Mühlberg y en 1555 firmó la Paz de Augsburgo. La rivalidad entre Francia y los Austrias desencadenó varias guerras. El Papa se sumó a la Liga de Coñac y Carlos V respondió saqueando Roma.
3.4 Felipe II: La Monarquía Hispánica (1556-1598)
Felipe II heredó España (Castilla y Aragón) y los Países Bajos. Felipe tuvo una gran solidaridad con la Casa de Austria y afirmó su voluntad de imponer su hegemonía en Europa, consolidando la Monarquía Hispánica. Fue un rey sedentario, impuso la capital en Madrid, donde construyó su palacio-monasterio (*El Escorial*). Dirigió personalmente el gobierno de sus reinos, fue un rey burócrata, mantuvo la herencia recibida, era autoritario y ultracatólico. Castilla era el motor financiero y militar de la herencia.
Conflictos Internos
- La muerte de su hijo Carlos, que provocó acusaciones a Felipe.
- La rebelión de los moriscos en las Alpujarras en 1568.
- La rebelión aragonesa con Antonio Pérez, que vendió información del rey a los franceses.
- La crisis de Hacienda.
Conflictos Externos
En 1571, las fuerzas hispánicas frenaron a los turcos en la batalla de Lepanto. Contra los Países Bajos, envió a los tercios y al Duque de Alba, pero agravó la situación y en 1579 se creó un gobierno independiente en las Provincias Unidas. También cabe destacar la Leyenda Negra antihispánica difundida por Guillermo de Orange, así como la anexión de Portugal (1580), aunque conservando su autonomía e instituciones.
3.5 La Conquista y Administración del Continente Americano
La conquista del continente americano se desarrolló en dos grandes etapas:
- La conquista del Imperio Azteca: Que tenía un elevado grado de civilización, capitaneada por Hernán Cortés a partir de 1519, aprovechándose del descontento de los pueblos sometidos por los aztecas. En 1535 se estableció el Virreinato de Nueva España.
- La conquista del Imperio Inca: (Desde Colombia hasta Chile) en 1531, liderada por Francisco Pizarro. En 1542 se fundó el Virreinato del Perú, para más tarde incorporar las tierras del Río de la Plata.
La explotación del territorio se hizo mediante las capitulaciones, por las que la Corona acordaba empresas financiadas por particulares que recibían títulos y privilegios.
Organización Administrativa
- Los virreyes eran la máxima autoridad en América.
- Las Audiencias eran un órgano administrativo y un tribunal de justicia.
- La Casa de Contratación (sistema aduanero) gestionaba el comercio con España.
Una importante fuente de ingresos fue la explotación de las tierras y minas mediante el sistema de encomiendas (sistema de trabajo forzoso). Fray Bartolomé de Las Casas denunció la explotación y en 1542 se promulgaron las Leyes Nuevas. A España y a Europa, el descubrimiento de América les trajo muchas riquezas y otras rutas de comercio; en cambio, para los indígenas las consecuencias fueron la explotación y la llegada de virus.
3.6 Los Austrias Menores y la Crisis del Siglo XVII
La principal novedad de los Austrias menores fue la figura de los validos, personas que tomaban las principales decisiones de gobierno y, en muchas ocasiones, para su beneficio propio.
- Felipe III (1598-1621): Tuvo como valido al Duque de Lerma. Su gobierno se caracterizó por una política exterior de pacificación y la expulsión de los moriscos en 1609.
- Felipe IV (1621-1665): Tuvo como valido al Conde-Duque de Olivares, que quiso mantener la herencia dinástica y la reputación de la monarquía. Entre las reformas destaca la Unión de Armas (1625), que supuso una fuerte resistencia de los reinos.
- Carlos II (1665-1700): Tuvo varios validos, destacando su hermanastro Juan José de Austria.
La Crisis de 1640
La crisis de 1640 se dio por las rebeliones de Cataluña y Portugal. En Cataluña, la Unión de Armas, la guerra con Francia, la prohibición de comerciar con esta y la presencia de tropas en territorio catalán desembocaron en una rebelión, terminándose en 1659 con la Paz de los Pirineos. En diciembre de 1640 se produjo un levantamiento en Portugal, entre otras cosas, por la presencia de castellanos en el gobierno, e instauraron una nueva dinastía: la Casa de Braganza.
3.7 La Guerra de los Treinta Años y el Declive de la Hegemonía Española
La Guerra de los Treinta Años (1618-1648) fue un conflicto religioso y una pugna política en la que España intervino en ayuda de los Habsburgo. Felipe IV concluyó la Tregua de los Doce Años, no reconociendo así la independencia de las Provincias Unidas.
Al principio, Felipe IV consiguió numerosas victorias, conquistando Breda, pero la guerra pronto cambió de rumbo con la Guerra de Mantua, una retirada española, y la conquista sueca de Baviera (aunque más tarde se recuperase). Esta victoria desencadenó otra guerra con Francia, encabezada por el Cardenal Richelieu, con derrota española.
Finalmente, en 1648 se firmó la Paz de Westfalia, poniendo fin a la Guerra de los Treinta Años y donde Felipe IV reconoció la independencia de las Provincias Unidas. También Inglaterra exigió la apertura de América al libre comercio y se apoderó de Jamaica en 1655.
En 1659 se firmó la Paz de los Pirineos, que puso fin a la guerra con Francia, cediendo el Rosellón y la Cerdaña. Carlos II reconoció la independencia de Portugal en 1668 y la pérdida de varios territorios como el Franco Condado. Cuarenta años de guerra minaron la hegemonía española en Europa y los gastos de guerra hundieron a los reinos españoles.