La Dictadura de Primo de Rivera en España (1923-1930): Orígenes, Política, Economía y Sociedad

La crisis de estado y de sociedad (1923-1936)

La dictadura de Primo de Rivera: orígenes y planteamientos políticos, ideológicos, sociales y económicos.

Los orígenes de la Dictadura de Primo de Rivera

Los orígenes se encuentran en varios factores, fundamentalmente en la crisis de la Restauración que se venía haciendo cada vez más evidente en los últimos años y que liquidaron la estabilidad y concordia política y social. Esa crisis se plasmó en:

  • El fracaso del sistema de turnos de partidos de la Restauración, incapaz de solucionar los problemas y de evolucionar en un sentido democratizador.
  • El problema de Marruecos: En 1921 se produjo el Desastre de Annual, que provocó miles de muertos, destrucción de numeroso material militar y una verdadera conmoción nacional. Creó un clima de malestar en la opinión pública española, lo que acentuó el descontento hacia el sistema y las críticas republicano-socialistas contra los militares, los políticos y el Rey.
  • La generalización de los desórdenes públicos y la agudización de los conflictos sociales y económicos (la Semana Trágica de Barcelona de 1909, la crisis de 1917, etc.).
  • La violencia terrorista (atentados anarquistas).

El triunfo del golpe de Estado de Primo de Rivera, que supuso la instauración de una dictadura, es impensable sin el apoyo de la monarquía: Alfonso XIII. También el general contó con el apoyo de una parte importante del ejército, de las burguesías industriales y financieras, así como de sectores conservadores del país (terratenientes, etc.).

El régimen atraviesa dos fases:

  • Directorio Militar (1923-1925): durante este periodo se toman las medidas más represivas. Se declara el estado de guerra durante 2 años, se suspende la Constitución de 1876 y las garantías constitucionales, se disolvieron las Cortes, se implantó la censura de prensa y se prohibieron los partidos políticos y los sindicatos. También se prohibió el uso de símbolos nacionalistas y del idioma catalán en el ámbito oficial.
  • Directorio Civil (1925-1930): resuelto el problema de orden público se sustituyó el Directorio Militar por un gobierno civil, restableciéndose el Consejo de Ministros con las carteras tradicionales y con una composición mitad militares y mitad civiles, como José Calvo Sotelo, representante de una clase política conservadora.

Planteamientos político-ideológicos de la Dictadura de Primo de Rivera

El régimen fue una dictadura, un régimen autoritario. La ideología que sustentaba esta dictadura era profundamente conservadora y tradicional, basada en los ideales de orden, eficacia, disciplina, amor a España y se presentó a sí mismo como “el salvador de la patria”. Sus planteamientos políticos se plasmaron en el Manifiesto al país y al ejército del año 1923, en el cual Primo de Rivera presentó en un principio su gobierno como una solución transitoria, pero animado por el éxito, intentó mantenerse en el poder, creando un sistema político nuevo.

En cierto sentido, sus planteamientos políticos imitaban al fascismo de Mussolini: un Estado corporativo con un partido único; en este caso llamado la Unión Patriótica. Pero aunque se inspiró en el fascismo italiano de Mussolini, que había subido al poder en 1922, no fue en verdad un régimen fascista:

  • Primo de Rivera no accedió al poder con un partido de masas con credo doctrinal y un programa concreto, sino que estableció una dictadura militar autoritaria, fuertemente condicionada por su propia personalidad.
  • La Unión Patriótica fue una formación creada e impulsada desde el poder como un partido que defendía una férrea unidad nacional y un cierto hispanoamericanismo, respaldado por el recuerdo glorioso del antiguo imperio español de los siglos XVI y XVII. Carecía de un programa y una ideología definida, nunca logró convertirse en un partido potente y de masas y solo fue un instrumento de propaganda gubernamental.
  • Sus primeros impulsores provenían del catolicismo político y social con ideas antiliberales y la mayoría de los afiliados eran funcionarios y pequeños y medianos propietarios rurales.

Su gran proyecto regeneracionista consistía en: liquidar la vieja estructura de poder de la Restauración y organizar el nuevo régimen con una reforma que destruyese el caciquismo. Pero lejos de desaparecer, el viejo caciquismo solo cambió de forma, persiguiendo a los desafectos y creando una nueva administración centralizada y partidaria del régimen.

El Dictador Primo de Rivera:

  • Se concedió a sí mismo amplios poderes, entre los que figuraba la facultad de gobernar mediante decretos-ley.
  • Los gobernadores civiles fueron sustituidos por gobernadores militares en el gobierno de las provincias.
  • Los ayuntamientos fueron disueltos y sustituidos por juntas formadas por personas estrechamente relacionadas al sistema caciquil.

La actitud represiva del régimen se aprecia en muchos aspectos:

  • Acabó con el sistema de turno de partidos.
  • Suprimió la Constitución de 1876.
  • Disolvió las Cortes.
  • Apartó a los partidos políticos y los sindicatos de la vida pública.
  • Se estableció una fuerte censura de la prensa.
  • Toda la vida política fue militarizada.
  • Luchó contra el anticlericalismo y el separatismo.

Actuó en varios frentes:

  • El movimiento obrero: persiguió a la CNT, que se vio obligada a pasar a la clandestinidad.
  • Los nacionalismos: se mostró intransigente con los movimientos catalanes y vascos, prohibiendo el uso del catalán, el baile de sardanas, etc.
  • La Guerra de Marruecos: desembarco hispano-francés en Alhucemas (1925) y fin de la guerra colonial en 1927, logrando al final la paz con Marruecos.

Planteamientos económicos de la Dictadura de Primo de Rivera

La etapa de la Dictadura de Primo de Rivera coincide con una época de expansión de la economía europea e internacional: son los felices años veinte. Por lo que la política económica de la dictadura se beneficiaría de la coyuntura expansiva internacional. Son siete años de abundancia, uno de cuyos pilares lo constituyó la pacificación africana que terminó con la sangría de gastos militares abierta desde 1909. Todos los indicadores coyunturales de esos años reflejan una prosperidad económica y productiva nunca antes conseguida, con un claro movimiento expansivo industrial.

Durante la dictadura, la política económica se caracterizaría por el intervencionismo estatal y el nacionalismo económico. Esta economía fuertemente dirigida desde el poder, es decir, vigilada y potenciada por el Estado, produjo una fuerte intervención del Estado en todos los ámbitos económicos cuyos objetivos fueron:

  • Regular la industria nacional mediante elevados aranceles proteccionistas: Se reforzó el proteccionismo arancelario para salvaguardar los productos agrarios e industriales nacionales de la competencia exterior. España llegó a tener los impuestos aduaneros más elevados de toda Europa tras la URSS.
  • La concesión de ayudas a las grandes empresas: el Estado subvencionó grandes empresas deficitarias.
  • El aumento del gasto público: el fomento de obras públicas fue uno de los aspectos más destacados: construcción de carreteras (casi 10.000 Km de carreteras), embalses, ferrocarriles, puertos. Se crearon confederaciones hidrográficas para el aprovechamiento de los ríos, tanto para regadíos como para la producción de electricidad (se extendió la electricidad al mundo rural, se electrificó parte de la red de ferrocarriles).
  • La creación de empresas estatales que pudieran aportar a la Hacienda los beneficios procedentes del excelente momento económico. Se crearon una serie de grandes monopolios estatales de los que el Estado mantenía la dirección con empresas que tenían la exclusividad de sus servicios en todo el país. Ejemplo: CAMPSA, a la que concedió en exclusiva la importación, refinado, distribución y venta del petróleo, la gasolina y derivados; Telefónica; Iberia.

Los efectos del plan, como desencadenante de una mejoría temporal, fueron decisivos en:

  • Los sectores básicos de la siderurgia y el cemento: la siderurgia alcanzó un enorme desarrollo; el acero español sobrepasaba por primera vez el millón de toneladas. También gran desarrollo de la minería, la producción de cementos y papel.
  • La pequeña y mediana empresa disfrutó, igualmente, de una fase de bonanza, al constituirse el Estado en el mayor demandante de bienes y servicios.
  • Son también años de fuerte penetración de capital extranjero, colocado preferentemente en sectores punta: teléfonos, material eléctrico, alimentación, químicas o caucho.

Pero esta política de gasto público no se acompañó de una reforma fiscal que aumentase los ingresos, lo que incrementó el déficit presupuestario y obligó a una emisión constante de deuda pública.

Planteamientos sociales de la Dictadura de Primo de Rivera

Durante esta etapa se inicia un periodo de paz social en el que desaparecen casi por completo atentados, huelgas revolucionarias y gran parte de los conflictos laborales. Los atentados político-sociales, que en 1923 sumaron más de ochocientos, disminuyen drásticamente ante la voluntad pacificadora de Primo de Rivera. La escasa conflictividad social durante este periodo se explica:

  • En parte por la represión: porque esta paz social se hizo a costa de la desaparición de derechos constitucionales como las libertades de expresión y reunión, censura de prensa y mano dura contra movimientos obreros y nacionalistas. Se realizaron detenciones de líderes de la CNT (sindicato anarquista) y comunistas, ordenándose el cierre de sus locales y periódicos. Sin embargo, contó con la colaboración del PSOE, cuyo líder, Francisco Largo Caballero, ocupó la Secretaría de Estado para el Trabajo.
  • Pero también por dos factores: el desarrollo de una amplia política social basada en la construcción de viviendas baratas, creación de escuelas, servicios sanitarios, etc., y la influencia del nuevo modelo de relaciones laborales, el “sistema corporativo”, basado en la intervención del Estado y en la integración de las organizaciones obreras moderadas y reformistas.

Se crearon comités paritarios de cada uno de los oficios. Eran unos organismos oficiales formados por representantes de patronos y obreros a quienes se sumaba un delegado gubernamental y que tenían como objetivo resolver pacíficamente los conflictos mediante la negociación (sueldos, despidos, condiciones laborales, etc.), evitando los enfrentamientos sociales y las huelgas. La creación de estos comités contó con la colaboración de los socialistas, que los consideraban ventajosos para mantener y consolidar el partido y el sindicato. Pero un sector minoritario opinaba que esa colaboración desprestigiaría a los socialistas.

Fueron los intelectuales, universitarios, ateneístas y estudiantes los que con su enfrentamiento a la Dictadura darían el tono de la vitalidad de un país mal avenido con autoritarismos e imposiciones. Cuando a finales de 1929 se empezaron a notar los efectos del crac de la Bolsa de Nueva York (octubre) y fue necesario devaluar la peseta, el general Primo de Rivera perdió buena parte de la confianza de la burguesía. Fue entonces cuando se produjo una grave crisis económica a nivel mundial.

Creciente oposición y fin de la Dictadura de Primo de Rivera

La euforia económica había permitido a Primo de Rivera gobernar sin oposición, pero cuando el dinero empezó a escasear y la peseta se desplomó, los descontentos se movilizaron. La Dictadura comenzó a perder apoyos y aumentaron las críticas y la oposición, de las que no se libró Alfonso XIII.

El dictador tuvo que enfrentarse a:

  • Una opinión pública cada vez más adversa.
  • Dificultades financieras.
  • Agitación social y huelgas en 1929.
  • Falta de apoyo del ejército, provocada por algunas reformas militares: aprobación de una norma que suprimía ascensos por antigüedad a cambio de los méritos de guerra, lo que provocó distanciamiento de parte del ejército.
  • Creciente número de opositores (republicanos, anarquistas, nacionalistas, intelectuales, periodistas, estudiantes, etc.) que se enfrentaron a pesar de la censura.
  • Deterioro de las relaciones de Primo de Rivera con Alfonso XIII.

Intelectuales, escritores y periodistas como Unamuno (al que llegó a desterrar en 1924 a Fuerteventura) representaron esta postura. También destacaron Gregorio Marañón, Ortega y Gasset, Blasco Ibáñez, entre otros muchos intelectuales.

Republicanos como Azaña, Marcelino Domingo o Lerroux, que reactivaron los partidos republicanos y liberales como el de Alcalá Zamora.

Nacionalistas: partidos de izquierda catalanes se agruparon en ERC (Esquerra Republicana de Catalunya). En Galicia, la ORGA (Organización Republicana Gallega Autónoma). Anarquistas partidarios de la insurrección armada se reagruparon en la FAI (Federación Anarquista Ibérica).

El general presentó la dimisión al Rey (28 de enero de 1930), muriendo poco después en París, en el exilio. Primo de Rivera fue sustituido por un gobierno provisional presidido por el general Berenguer, conocido popularmente como la ‘dictablanda’. Con este gobierno, el Rey pretendía volver al sistema de la Restauración, restituyendo la Constitución de 1876 y convocando elecciones, pero después de los acontecimientos vividos, el cambio de sistema político era ya inevitable.

Conclusión

La Dictadura de Primo de Rivera se extiende desde el año 1923 hasta 1930. Es una etapa marcada por la paz social, la expansión económica, el final victorioso de la Guerra en Marruecos (tras derrotas y frustraciones para España desde inicios de siglo) y la represión de los nacionalismos y los movimientos obreros. Sistemas dictatoriales como esta fueron comunes en la Europa de la época: Italia, Portugal, Grecia, Polonia, etc.