La Crisis del Antiguo Régimen en España (1808-1833)
1. El Reinado de Carlos IV y la Figura de Manuel Godoy (1788-1808)
En 1788 sube al trono Carlos IV, hijo de Carlos III, un rey incapaz que se vio desbordado por la conflictiva situación de la época. En 1789 estalla la Revolución Francesa y Carlos, temeroso por lo que ocurre en Francia, congela las reformas ilustradas y destituye a los ministros ilustrados Floridablanca y Campomanes. En 1793 Luis XVI es guillotinado y Carlos IV declara la guerra a Francia (1793-1795), que termina en derrota española. En 1804 Napoleón se proclama emperador.
En 1792 Manuel Godoy es nombrado primer ministro, aunque en realidad su cargo se podría equiparar al de los validos del siglo XVII. Político ambicioso, ilustrado y con pocos escrúpulos, y favorito de los reyes, Godoy era odiado por diversos sectores:
- La nobleza: Por ser un plebeyo advenedizo.
- La Iglesia: Por ser un reformista peligroso.
- Los ilustrados: Que habían sido desplazados del gobierno.
- El príncipe heredero Fernando (futuro Fernando VII): Quien lo veía como un rival por tener la confianza de los reyes.
Pese a ello, Godoy era ilustrado y realizó una serie de reformas interiores como la desamortización de parte de las tierras del clero, frenó el poder de la Inquisición, promocionó las Sociedades Económicas de Amigos del País y protegió a intelectuales y artistas.
1.1. Política Exterior y el Acercamiento a Napoleón
En política exterior, su actuación fue nefasta para el país por su acercamiento a Napoleón:
- Alianza con Francia contra Inglaterra: La escuadra franco-española fue derrotada en Trafalgar por Nelson (1805).
- Tratado de Fontainebleau (1807): Godoy firma este acuerdo con Napoleón por el cual tropas francesas invadirían Portugal —tradicional aliado de Inglaterra— pasando por territorio español. El país se repartiría: el Norte sería para Francia, la parte central para España y el Sur sería posesión hereditaria de Godoy (Príncipe de los Algarves).
1.2. El Motín de Aranjuez
Motín de Aranjuez (18 de marzo de 1808): Ante la entrada de las tropas francesas en la península, el rey intenta trasladarse al Sur. En Aranjuez, los nobles y el clero se amotinan contra Carlos IV y Godoy. Carlos IV abdica a favor de Fernando VII y Godoy es destituido.
2. La Guerra de Independencia (1808-1814)
La monarquía española se encuentra en una profunda crisis. Carlos IV comete el error de escribir a Napoleón para que le ayude a recuperar el trono. Ante la debilidad de la familia real, la corrupción y la falta total de mando, Napoleón decide invadir España y anexionarla a su imperio.
2.1. El Reinado de José I Bonaparte (1808-1813)
Abdicación de Bayona (abril de 1808): Napoleón llama a Carlos IV y a Fernando VII a Bayona. Tras una reunión, ambos abdican en Napoleón y este nombra a su hermano José rey de España (José I).
Napoleón convoca Cortes en Bayona (junio de 1808) con dos claros objetivos: que reconozcan a José I como rey de España y que elaboren una constitución que se conocerá con el nombre de Estatuto de Bayona.
El reinado de José I tuvo muy escaso apoyo del pueblo español. Siguiendo la política de su hermano, realizó una serie de reformas destinadas a liquidar el Antiguo Régimen: abolición de la Inquisición, desamortización de parte de las tierras del clero y desvinculación de los mayorazgos.
2.2. La Resistencia Popular y las Juntas de Defensa
El 2 de mayo de 1808 el pueblo de Madrid se alza contra los ocupantes franceses, que responden con una dura represión dirigida por el general Murat. La rebelión se extiende por todo el país.
Surgen en muchas localidades de Andalucía, Galicia, Aragón, Castilla, etc., las llamadas Juntas de Armamento y Defensa para enfrentarse a los franceses ante el vacío de poder provocado por la abdicación de los reyes y el desconcierto de la élite del país. Estas Juntas locales se unieron en Juntas Provinciales y estas a su vez en una Junta Suprema Central, que se encargaría de coordinar la guerra contra los ocupantes franceses.
Ante la manifiesta inferioridad de los restos que quedaban del ejército español, reforzado por civiles armados, se optó por cambiar la táctica bélica para evitar el choque con las tropas francesas en campo abierto, donde eran superiores:
- Los Sitios: Para frenar el avance francés, algunas ciudades no se rindieron y fueron sitiadas por los invasores. Son famosos los casos de Zaragoza y Gerona.
- Las Guerrillas: Partidas que hostigaban a las tropas francesas aprovechando el terreno difícil, el factor sorpresa y contando con el apoyo de la población.
2.3. Las Diferentes Posiciones Políticas
Ante la presencia de las tropas francesas y el gobierno de un rey extraño, el pueblo español tomó partido, formándose dos claras corrientes ideológicas:
- Los Afrancesados: Un escaso número de españoles (intelectuales, altos funcionarios y parte de la alta nobleza), en su mayor parte procedentes del despotismo ilustrado, apoyaron a José I porque veían en él las garantías para modernizar el país sin que hubiera una revolución. La derrota de los franceses obligó a la mayor parte de ellos a exiliarse.
- El Frente Patriótico: La inmensa mayoría del pueblo español estaba en contra de la presencia francesa, pero dentro de este gran grupo había posturas políticas y expectativas muy diferentes:
- El Clero y la Nobleza: Buscaban el regreso de Fernando VII y de la monarquía absoluta. Defendían la tradición y la religión y contaban con el apoyo de la mayor parte del pueblo llano que odiaba a los franceses por invasores y por “revolucionarios”, es decir, por ir contra los valores tradicionales del país.
- Los Ilustrados (Floridablanca, Jovellanos): Deseaban la vuelta de Fernando VII y que se hicieran reformas, pero dentro de la monarquía tradicional.
- Los Liberales: Buscaban el fin del Antiguo Régimen y la implantación de un sistema liberal-parlamentario regido por una constitución.
2.4. El Curso de la Guerra
El ejército francés se despliega por todo el país ocupando las principales ciudades (Madrid, Barcelona, Vitoria, etc.). Napoleón esperaba encontrar poca resistencia, pero los sitios de Zaragoza y Gerona y sobre todo la derrota del general Dupont en Bailén (julio de 1808) obligan a José I a abandonar Madrid y a replegarse al río Ebro.
En otoño de 1808, Napoleón en persona entra en España con la Grand Armée (250.000 hombres), ocupa Madrid y consigue dominar casi toda la península. La respuesta ante tan gran ejército es la intensificación de la guerra de guerrillas.
Desde mediados de 1812, la guerra es desfavorable a los franceses: Napoleón desplaza parte de su ejército a Rusia y los españoles, con la ayuda de los ingleses (liderados por Wellington), derrotan a los franceses en Los Arapiles y San Marcial, quienes a finales de 1813 abandonan el país.