Eventos Clave de la Segunda Guerra Mundial: Impacto y Legado

Inicios de la Segunda Guerra Mundial y la Blitzkrieg

La Invasión de Polonia y la Guerra Relámpago

La invasión de Polonia duró tres semanas y mostró el nuevo tipo de guerra que iniciaba Alemania para imponer el “Nuevo Orden” en Europa: la guerra relámpago o Blitzkrieg, una acción rápida y por sorpresa, basada en la superioridad militar nazi, que destruía al enemigo en su propio territorio. Esta estrategia se mantuvo hasta finales de 1941. La ocupación de Polonia Occidental significó su destrucción como país y el asesinato y trato brutal a la población. Polonia mostró el camino que seguiría la política nazi en la Europa del Este, considerada racialmente inferior.

Expansión Nazi en Europa Occidental y el Norte

Alemania se dirigió al Norte, donde Suecia, neutral, mantenía un trato preferente con los nazis y les facilitaba el abastecimiento de hierro. Hitler invadió Dinamarca y Noruega. En el Reino Unido, Chamberlain dimitió y dio paso a un nuevo gobierno de unidad nacional encabezado por Winston Churchill. Alemania necesitaba incorporar a Francia en el “Nuevo Orden” y apartarla de la guerra. Procedió a su invasión a través de Holanda, Bélgica y Luxemburgo, ocupados en 48 horas. Los nazis entraron en París el 14 de junio de 1940. El gobierno del general Pétain capituló y firmó un armisticio, que dividió Francia en dos zonas: el Norte, bajo dominio directo alemán, y el Sur, donde se estableció un régimen colaboracionista con los nazis por Pétain.

La Formación del Eje y la Expansión en los Balcanes

Mussolini entró en la guerra atacando Francia y firmó el Pacto Tripartito que constituyó el Eje Berlín-Roma-Tokio. Hitler desplazó su atención al Este y consiguió transformar Hungría, Rumanía, Eslovaquia y Bulgaria en Estados satélites. Topó con una fuerte resistencia en Yugoslavia, procedió al bombardeo de Belgrado y a la destrucción del país. Se implantó el Estado Independiente de Croacia, de carácter fascista. Días después doblegó Grecia. Se abrió un nuevo espacio bélico en el Norte de África, con la intervención del ejército nazi.

La Guerra se Globaliza: Del Frente Occidental al Oriental y el Pacífico

La Batalla de Inglaterra y la Operación Barbarroja

El verano de 1940, Hitler decidió atacar al Reino Unido, al que sometió a intensos bombardeos. Los británicos resistieron y frustraron las aspiraciones nazis de invadir las islas. Hitler había decidido la “Operación Barbarroja”, la invasión de la URSS, contraviniendo el pacto de no agresión germano-soviético. La URSS había invadido Polonia Oriental y procedido a la conquista de Finlandia y de las repúblicas bálticas.

El Frente Oriental: Avance y Resistencia Soviética

La obsesión por exterminar las razas eslavas y el bolchevismo impulsó un ataque relámpago en tres direcciones: Leningrado, Moscú y Ucrania. Fue muy rápido. Las ciudades fueron arrasadas, los prisioneros soviéticos exterminados sobre el terreno, y las masacres de población civil fueron constantes. A finales de 1941, el Ejército Rojo frenó a los nazis a las puertas de Moscú, y Leningrado resistió el sitio durante casi 900 días. Hitler invadió Ucrania e inició la toma de Stalingrado; tras siete meses de asedio, la derrota nazi fue un hecho sin precedentes, el ejército alemán quedó destruido.

La Entrada de Estados Unidos y Japón: Una Guerra Mundial

En diciembre de 1941, el gobierno japonés atacó con aviones y por sorpresa la base de los EE.UU. de Pearl Harbor, lo que provocó la entrada estadounidense en la guerra, junto a Reino Unido, Francia y la URSS. Japón se incorporó al Eje. Con Francia ocupada por los nazis, el general De Gaulle había proclamado la Francia Libre y había llamado a la resistencia activa contra los nazis y el régimen de Vichy. La Batalla del Pacífico se inició con el avance de Japón, que conquistó colonias inglesas, francesas y holandesas y llegó a Filipinas.

El Declive del Eje y la Liberación de Europa

El Giro de la Guerra: Stalingrado y el Avance Aliado

Tras Stalingrado, se inició un cambio de tendencia en la guerra favorable a los Aliados. Las tropas soviéticas desplazaron a los alemanes de Europa del Este. En 1944 habían llegado a Hungría y Varsovia después de liberar Rumanía y Bulgaria. Los partisanos yugoslavos y albaneses habían organizado la resistencia contra los alemanes. Británicos y estadounidenses expulsaron a las tropas nazis del Norte de África, y después desembarcaron en Sicilia e Italia. El gobierno de Mussolini no pudo hacerle frente, y Hitler acudió e invadió el norte y el centro de la península, donde se implantó la República Social Italiana (República de Saló). En el sur se formó un gobierno antifascista que declaró la guerra a Alemania. La península había quedado dividida entre partisanos y fascistas.

El Frente Occidental: Desembarco de Normandía y Avance hacia París

El ataque decisivo en Europa occidental fue el desembarco aliado en Normandía con la participación de la resistencia francesa. Los combates fueron muy duros y los nazis se vieron forzados a retirarse, permitiendo a los ejércitos aliados avanzar hacia París.

La Caída de Berlín y el Fin de la Guerra en Europa

A finales de 1944, gran parte de Europa estaba liberada, pero los nazis continuaban manteniendo una voluntad de resistir. Tras un mes de combate, la victoria de los EE.UU. se hizo efectiva, anulando definitivamente la última gran ofensiva del ejército alemán. El avance soviético continuó y permitió conocer en toda su amplitud la realidad de los campos de concentración. En enero de 1945 llegaron a Auschwitz, donde hallaron prisioneros, enfermos y miles de cadáveres. Las tropas soviéticas llegaron a una devastada Berlín, ante una población aterrorizada. Alcanzaron el Rin. Hitler se suicidó en el búnker donde se refugiaba. El mando alemán en Berlín firmó la rendición incondicional. El ejército alemán también se rindió. En Italia, Mussolini fue detenido por los partisanos.

El Fin de la Guerra en el Pacífico y las Consecuencias

La Derrota de Japón y las Bombas Atómicas

La capitulación alemana cerraba la guerra en Europa, pero continuaba en el Pacífico. Los EE.UU. habían frenado la expansión japonesa y consiguieron ir recuperando los territorios. Los japoneses luchaban hasta el extremo; en octubre aparecieron los kamikazes, pilotos suicidas. Para doblegar esta resistencia, se iniciaron los bombardeos sobre 60 ciudades japonesas y la devastación material fue inmensa. Tokio sufrió 65 ataques. Todo aquello solo consiguió acentuar el furor nipón, que se expresó en las batallas de Iwo Jima y Okinawa, donde la derrota estuvo precedida de una resistencia brutal. En esta situación desesperada, el presidente de los Estados Unidos decidió el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki. Japón se rindió el 15 de agosto de 1945.

El Nuevo Orden Nazi en Europa

Tras la conquista, los nazis organizaron Europa a partir de Alemania y pretendían gobernar el mundo. La ocupación fue gestionada directamente por los nazis o por gobiernos títeres supeditados a ellos, en la implantación del Nuevo Orden y en el control de la sociedad. La violencia y el terror permitieron neutralizar a los enemigos políticos y quebrar todo tipo de resistencia. Alemania se erigía en superior jerárquico de una Europa racial, que exterminaba a los colectivos considerados inferiores o peligrosos para la pureza de la raza.

Las Conferencias de Paz y el Nuevo Orden Mundial

La preocupación por la paz estuvo presente en los Aliados y se concretó en la celebración de conferencias, en Teherán, Yalta y Potsdam. Se acordó la desnazificación de Alemania, su reparto entre los vencedores, la división de la ciudad de Berlín y las reparaciones económicas. Potsdam fue la última conferencia que reunió a los aliados y empezó a vislumbrarse el enfrentamiento entre dos grandes vencedores. En la Conferencia de París se elaboraron los tratados de paz con Italia, Rumanía, Bulgaria, Hungría y Finlandia.

La Creación de la ONU

Representantes de 50 países se reunieron en San Francisco en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional del 25 de abril al 26 de junio de 1945.