LAS TENSIONES SOCIALES
La crisis demográfica y económica de fines de la Edad Media se acompaña de una agudización de la conflictividad social.
Aumento y Endurecimiento del Poder Señorial
- Aumenta y se endurece el poder de los señoríos. Los señores cometen todo tipo de abusos sobre los campesinos, para evitar la pérdida de poder económico, aumentando sus rentas e impidiendo que se puedan marchar de sus tierras.
- La nobleza necesita para su supervivencia el favor del monarca, ambiciona ejercer la jurisdicción que corresponde al rey en un territorio y cobrar las rentas derivadas de este ejercicio.
- Para que su patrimonio no disminuya se consolida la institución del mayorazgo.
Control Urbano y Resistencia Campesina
- La baja nobleza controla los municipios y concejos urbanos. La pequeña nobleza se dedica a controlar los municipios y concejos urbanos, aliándose con los burgueses ricos, constituyendo lo que se denomina patriciado urbano.
- Resistencia campesina antiseñorial o anticoncejil. Desde finales del siglo XIII, surge un movimiento que asocia en “hermandades” a campesinos y trabajadores urbanos para defenderse de los abusos de los señores locales y del patriciado urbano; se trata de una solidaridad antiseñorial encubierta.
Ejemplos de Fuerte Conflictividad Social
Algunos ejemplos de la fuerte conflictividad social en el campo y en las ciudades:
- En la Corona de Castilla: en ocasiones se exponen a los monarcas quejas contra los abusos señoriales sin rebasar la legalidad, aunque también pueden traducirse en actos violentos o en revueltas sociales más generalizadas como las guerras irmandiñas en Galicia (1467-1470).
- En la Corona de Aragón: en Cataluña los campesinos de remensa, sometidos a los “malos usos”, buscan liberarse de sus señores, a los que se enfrentan abiertamente en varios momentos, son las guerras de los remensas (1458-1479; 1484-86).
Marginación y Persecución de las Minorías Religiosas
d) Marginación y persecución de las minorías religiosas.
- Hasta el siglo XIII, mudéjares y judíos conservaban sus prácticas religiosas, leyes y jueces propios y gozaban de cierta autonomía, bajo la protección directa de los reyes y de la alta nobleza.
- Los mudéjares se concentraban en el valle del Ebro, Valencia y Murcia, vivían fundamentalmente en el campo, eran campesinos y artesanos; su protagonismo social y político era menor que el de los judíos, que vivían en las ciudades formando una élite culta y rica, muy envidiada por sus vecinos cristianos; todas las ciudades importantes tenían juderías.
- A partir del siglo XIV comienza a difundirse tanto en Castilla como en la Corona de Aragón un antijudaísmo violento favorecido por el miedo a la crisis y las epidemias.
- Durante la guerra civil entre Pedro I y su hermano Enrique de Trastámara, hay asaltos a las juderías (aljamas) en Segovia, Valladolid y Toledo.
- En 1391, desde Andalucía y tras la predicación del arcediano de Écija Ferrán Martínez, se propagan “pogroms”, estallidos violentos en los que el pueblo asaltaba las juderías, dedicándose al pillaje y asesinato de sus moradores.
- Tras estos sucesos de 1391 muchos judíos se convierten al cristianismo como una forma de salvar la vida y evitar ser perseguidos.
- En el siglo XV el antijudaísmo dejará paso a una nueva forma de antisemitismo, la hostilidad contra los conversos o cristianos nuevos (“marranos”). Igual sucede en la Corona de Aragón.
PRIMEROS NÚCLEOS DE RESISTENCIA Y FORMACIÓN DE LOS REINOS CRISTIANOS
Reino Astur-Leonés
Los sucesos de Covadonga (Pelayo, 722) son el inicio de la formación del reino astur en torno a Oviedo, que con Alfonso II enlaza con la tradición visigoda al aplicar en el reino el Liber Iudiciorum. A lo largo del siglo IX el reino astur se extiende hacia el sur por el valle del Duero. A principios del siglo X, Alfonso III trasladó la capital del reino a León, motivo del cambio de denominación del reino por Reino de León. Asociados al desarrollo territorial del reino de León surgen los condados de Castilla –independiente con Fernán González hacia mediados del siglo X y convertida en reino en el siglo XI con Fernando I– y de Portugal –que asimismo se convierte en reino en el siglo XII–.
Navarra
En el Pirineo occidental navarro, tras la victoria de los vascones sobre el ejército carolingio en Roncesvalles (778), surge el reino de Pamplona, que durante la primera mitad del siglo X se extenderá hasta el Ebro y absorberá también temporalmente el condado de Aragón. Con el rey Sancho III el Mayor alcanzó su apogeo, imponiendo este reino su hegemonía sobre los demás territorios cristianos peninsulares. Muerto ese rey, su herencia se dividió entre sus hijos: García IV, que recibió Navarra; Fernando I, que recibió Castilla; y Ramiro I, que recibió Aragón.
Aragón
Su primer conde, Aznar Galindo, dependía de los monarcas francos, pero a lo largo del siglo IX se deshizo este vínculo y el pequeño territorio con capital en Jaca quedó subordinado a los reyes de Navarra. Con Ramiro I, su primer rey, en 1035 Aragón recuperó su total independencia para unirse finalmente al Condado de Barcelona en 1137 –unión catalano-aragonesa–.
Cataluña
Por último, la intervención carolingia en los Pirineos orientales hace surgir, a partir del inicio del siglo IX, la Marca Hispánica, conjunto de condados bajo el control de la monarquía franca que se crearon como freno al posible avance musulmán hacia el norte.
El régimen señorial y la sociedad estamental
Como en toda Europa feudal, la sociedad estaba constituida por tres estamentos: los que guerrean, los que oran y los que trabajan.
La Nobleza, el Clero y el Pueblo Llano
Los primeros eran los nobles, grupo minoritario, pero de carácter privilegiado. Dentro de la nobleza había diversos grados:
- En la cumbre se hallaban los llamados ricos hombres, en Castilla, y, barones, en la Corona de Aragón y Navarra.
- La baja nobleza la integraban los caballeros e hidalgos.
- La alta nobleza terminó por controlar amplios dominios territoriales, en los que, además de las rentas que percibían, gozaban de poder jurisdiccional. Eran los señoríos, que, en la Baja Edad Media, gracias a la institución del mayorazgo, pasaban íntegros al heredero. Dichos señoríos pervivieron hasta el siglo XIX en que fueron suprimidos.
Los eclesiásticos (el clero) eran otro grupo privilegiado:
- Había clero secular (obispos, curas…) y clero regular, que era el que vivía sometido a una regla monástica (abades, monjes…).
- La Iglesia contaba con importantes señoríos. Socialmente se distinguía el alto clero, generalmente reclutado en las filas de la nobleza, y el bajo clero, más próximo al pueblo.
El pueblo llano estaba formado principalmente por campesinos y, en menor medida, por grupos urbanos. Desde el siglo XI fueron surgiendo nuevos grupos, los burgueses, dedicados a la artesanía y al comercio, libres de las obligaciones señoriales.