El Sexenio Democrático (1868-1874): Revolución, Regencia y República

El Sexenio Democrático (1868-1874)

La Revolución y el Gobierno Provisional

1. Las causas de la revolución de 1868

A partir de 1860, la prosperidad económica comenzó a declinar, provocando una situación política inestable debido a:

  • Crisis financiera: Las inversiones ferroviarias no eran rentables, generando escasos rendimientos y la caída de las acciones ferroviarias y de la deuda pública.
  • Crisis industrial: El encarecimiento del precio del algodón en rama, derivado de la Guerra de Secesión en Estados Unidos, afectó gravemente a la industria textil.
  • Crisis de subsistencias: Una serie de malas cosechas provocaron escasez de trigo y un aumento significativo de su precio, afectando a la alimentación básica de la población.

La oposición popular creció ante la inacción del Partido Moderado en el poder, que respondió con represión. La oposición se unió en el Pacto de Ostende, que condujo a un levantamiento contra el gobierno y la monarquía.

2. La Revolución Gloriosa

El 18 de septiembre de 1868, la escuadra concentrada en Cádiz al mando del brigadier Topete inició una revuelta. Al día siguiente, se unió el general Serrano, publicando un manifiesto que denunciaba la corrupción monárquica y llamaba a la participación ciudadana en defensa de la libertad. La sublevación se extendió rápidamente por toda la península.

El 28 de septiembre, la batalla de Alcolea resultó en la derrota de las tropas borbónicas, lo que llevó a la dimisión del gobierno y al exilio de Isabel II.

3. El movimiento revolucionario y las juntas

Paralelamente al levantamiento militar, se formaron juntas revolucionarias que actuaron como poderes autónomos, destituyendo autoridades, impulsando la Milicia Nacional e incorporando demandas populares a su programa.

4. El Gobierno Provisional y las primeras reformas

Con el acuerdo de la Junta de Madrid, se formó un Gobierno Provisional encabezado por Prim, con el general Serrano como regente. El nuevo gobierno disolvió las juntas y frenó el proceso revolucionario, promulgando decretos democratizadores y aceptando algunas demandas populares.

El objetivo era que la iniciativa política estuviera en manos de los gobernantes. Para ello, se convocaron elecciones con sufragio universal masculino para mayores de 25 años.

En 1869, las elecciones dieron el poder a progresistas, unionistas y demócratas monárquicos.

5. La Constitución de 1869

Las Cortes se reunieron y proclamaron una constitución que establecía un amplio régimen de derechos y libertades, incluyendo el sufragio universal masculino.

Se estableció la soberanía nacional y unas Cortes compuestas por Congreso y Senado. Se proclamó un poder judicial independiente y la reforma del sistema de gobierno de las provincias de Ultramar para incorporarlas a la Constitución.

Se impuso una monarquía parlamentaria en la que la potestad de hacer leyes correspondía a las Cortes, y el monarca no tenía derecho a veto.

Las Cortes establecieron una regencia del general Serrano, mientras que Prim fue designado jefe de gobierno.

6. El auge del republicanismo

El republicanismo se dividía en:

  • Unitarios: Liderados por Emilio Castelar, defendían una república unitaria y mantenían posiciones más conservadoras.
  • Federales: Dirigidos por Pi y Margall y Figueras, defendían una república federal, promulgaban el laicismo, se oponían a la intervención del ejército en política y defendían la ampliación de derechos.

7. Las dificultades de la regencia

Desde el principio, los carlistas se opusieron, defendiendo la monarquía tradicional. También se opusieron los moderados, que defendían la monarquía borbónica y se agruparon bajo el liderazgo de Cánovas del Castillo.

La frustración de las aspiraciones populares de mejoras sociales derivó en una intensa conflictividad social. El campesinado pretendía el reparto de la tierra, mientras que en las ciudades se producían motines contra las quintas y el aumento de precios. El movimiento obrero se fue radicalizando con la difusión del internacionalismo, que postulaba la revolución social. En 1868, se inició en Cuba un movimiento independentista que desencadenó una guerra.

¡Abajo las quintas!

El liberalismo impuso el reemplazo como sistema más importante de reclutamiento de las tropas, convirtiendo el servicio militar obligatorio en un deber constitucional que garantizaba la renovación anual y permanente de las fuerzas militares. Los reclutas suponían alrededor de una quinta parte de los jóvenes y se elegían por sorteo, por eso se llamaban las quintas.

La Monarquía de Amadeo de Saboya (1871-1873)

1. Una nueva monarquía

Se inició un proceso de búsqueda de un nuevo rey. El general Prim fue encargado de gestionar una elección que recayó en Amadeo de Saboya.

El nuevo monarca fue propuesto a las Cortes y constituyó una mayoría de diputados muy alejada de un consenso generalizado.

Amadeo I llegó a España el 30 de diciembre y el 3 de enero de 1871 fue proclamado rey. Se pusieron de manifiesto dificultades como la no aceptación de las clases populares y, por otro lado, la aristocracia isabelina no aceptó al nuevo rey, le hizo vacío y apostó por la restauración de los Borbones.

La Iglesia también expresó su hostilidad hacia Saboya. Los carlistas lo consideraron ilegítimo y pasaron a la lucha armada.

Serrano presidió el primer gobierno de la monarquía, donde participaron los tres partidos de la coalición, y en meses siguientes se fragmentó en dos bloques:

  • El Partido Constitucional: Dirigido por Sagasta, consideraba que la revolución había ido demasiado lejos y entendía que la monarquía necesitaba incorporar a sectores moderados.
  • El Partido Radical: De Ruiz Zorrilla, buscaba un desarrollo más democrático con la colaboración de republicanos.

Los enfrentamientos entre estos dos grupos provocaron gran inestabilidad. Finalmente, la coalición se desintegró y la monarquía se debilitó.

2. Los movimientos contra la monarquía

La monarquía tuvo que hacer frente a fuertes movimientos de oposición.

  • Los conservadores: Dejaron de participar en las elecciones de 1872 bajo la dirección de Antonio Cánovas del Castillo. Tuvieron el apoyo de la Iglesia y la burguesía.
  • Los carlistas: Abandonaron el sistema y desde abril de 1872 iniciaron una nueva guerra en defensa del trono del pretendiente Carlos VII, de la tradición y del catolicismo. Esta guerra se prolongó hasta 1876.
  • En Cuba: La insurrección iniciada en 1868 se amplió hasta convertirse en una guerra colonial. El gobierno intentó introducir reformas, pero se encontró con la oposición de españoles con intereses en Cuba. La guerra se convirtió en un grave problema político, militar y económico.
  • Finalmente, las revueltas y protestas de los sectores populares favorecieron el aumento de la influencia del internacionalismo.

Ante esta mala situación, Amadeo de Saboya renunció al trono el 10 de febrero de 1873.

La Primera República

1. El proyecto constitucional federal de 1873

Las nuevas Cortes se abrieron y se formó un nuevo gobierno presidido por Pi y Margall, cuyo lema era “orden y progreso”. Su objetivo era pacificar las insurrecciones que se extendieron por la Península y elaborar un nuevo proyecto de Constitución. Establecía la soberanía popular con sufragio universal masculino y unas Cortes bicamerales con Congreso y Senado, que declaraba la libertad de culto y la separación de Iglesia y Estado.

El cambio más radical fue en la estructura del Estado. Definía la República federal y establecía la nación española compuesta de 17 estados. Organizaba el poder a nivel de los estados regionales, cada uno con su constitución y regulación de poderes.

2. Las guerras y el cantonalismo

La proclamación de la República animó el conflicto carlista, que pasó a ser un frente abierto, con un auténtico ejército y con el dominio de diversos territorios carlistas.

La guerra en Cuba continuaba extendiéndose y la República fue incapaz de frenarla.

La sublevación cantonal fue el conflicto más grave. El cantonalismo era un fenómeno complejo en el que se mezclaban las aspiraciones autonomistas propiciadas por intransigentes, con las aspiraciones de revolución social. El 12 de junio de 1873 se proclamó el cantón de Cartagena, que se constituía en estado independiente y proclamaba la República Federal de España.

Pi y Margall se opuso a sofocar la revuelta con armas y dimitió. Nicolás Salmerón inició una acción militar contra el cantonalismo, que fue sofocado. Aun así, Salmerón dimitió en septiembre y le sucedió Emilio Castelar, que consiguió poderes de las Cortes que no tardó en cerrar. Restableció la autoridad y reorganizó el ejército frente a los carlistas.

3. La liquidación de la República

La derrota de Castelar abría la puerta a un gobierno federal. Esto precipitó el golpe de Estado del general Pavía, que irrumpió en las Cortes el 3 de enero. Se impuso y el poder pasó a una coalición de unionistas y progresistas encabezada por Serrano, que impuso un régimen autoritario. Enfrentado a republicanos, pretendía incorporar a los conservadores, pero la mayoría apoyaban a los Borbones.

El 29 de diciembre de 1874, el general Martínez Campos encabezó un pronunciamiento que proclamó rey de España a Alfonso XII, hijo de Isabel II. Era el inicio de la Restauración.