El Fortalecimiento del Poder Real bajo los Reyes Católicos

Para afianzar su autoridad y estructurar un estado moderno, los Reyes Católicos llevaron a cabo una serie de reformas institucionales clave:

• Corregidores: Funcionarios que presidían los ayuntamientos y tenían funciones judiciales y de orden público.
• Santa Hermandad: Un cuerpo armado encargado de perseguir a los criminales y mantener el orden en las zonas rurales.
• El Consejo Real: Principal órgano de asesoramiento a los reyes. Junto a este, surgen los Secretarios Reales, hombres de confianza de los monarcas que servían de enlace entre los diversos consejos.
• Real Audiencia: Creada para asegurarse el control sobre la justicia y hacerla más eficaz.
• Contaduría Real de Hacienda: Institución dedicada a la recaudación de impuestos.

Para completar el sistema, las órdenes militares fueron puestas bajo el control de la monarquía con el nombramiento del rey Fernando como maestre. Las Cortes, sobre todo en la Corona de Castilla, perdieron protagonismo y se reunían principalmente cuando los monarcas necesitaban recursos financieros o confirmar al nuevo rey.

En la Corona de Aragón se mantuvieron las instituciones tradicionales, así como el mayor peso político de las Cortes. Allí se creó la figura del Virrey, un representante de los monarcas en cada uno de los reinos de la corona.

Dado que controlar los vastos territorios de la Corona, imponer leyes y someter los excesos de la nobleza y el clero no fueron tareas fáciles, los Reyes Católicos se desplazaban continuamente por todo el territorio para impartir justicia y reforzar su autoridad, sin establecer una capital fija para sus reinos.

La Búsqueda de la Unidad Religiosa

Otro de los objetivos fundamentales de los Reyes Católicos para reforzar el poder real fue conseguir la unidad religiosa, lo que inspiró muchas de sus políticas. En 1492, decretaron la conversión forzosa de los judíos y, posteriormente, su expulsión. También impulsaron la conversión de los musulmanes, dando lugar a los llamados moriscos, o su expulsión.

Para acabar con las herejías y perseguir a quienes se apartaran de la fe católica, se volvió a instituir el Tribunal de la Inquisición (1478), que se convirtió en el principal instrumento para conseguir la unidad religiosa y fue el único órgano común a las Coronas de Castilla y Aragón. Además, fomentaron las regalías, que suponían, entre otras cosas, un control real en el nombramiento de los obispos (Patronato Regio).

1492: Un Año Decisivo en la Historia de España

El año 1492 fue crucial en el reinado de los Reyes Católicos y en la historia mundial por tres acontecimientos de enorme relevancia:

• La expulsión de los judíos, decretada con el objetivo de lograr la unidad religiosa en sus reinos.
• La finalización de la conquista del Reino nazarí de Granada, que puso fin a la Reconquista.
• El descubrimiento de América por Cristóbal Colón, uno de los hitos más importantes de la historia de la humanidad.

Causas del Descubrimiento de América

El hecho de que una expedición castellana liderada por Colón llegara a América en 1492 se debió a una confluencia de factores:

• Políticas: La Corona de Castilla, con una organización política consolidada y una vez finalizada la Reconquista en la Península, inició una política expansiva. Existía una fuerte rivalidad con Portugal por el control de nuevas rutas y territorios. La única vía de expansión era el océano Atlántico, para lo que gozaban de una privilegiada situación geográfica, y las islas Canarias se encontraban en la línea de los vientos alisios que hicieron viable el viaje.
• Científico-técnicas: Los avances técnicos permitieron esta aventura. Se dominaba la construcción de la carabela, un nuevo tipo de barco más rápido y resistente, y se conocían técnicas de navegación avanzadas, como el uso del astrolabio, la brújula, los portulanos y el timón. Además, se había extendido la idea de que la Tierra era esférica, aunque se calculaba que su tamaño era menor al real.
• Económicas e ideológicas: El contexto económico era favorable. A lo largo del siglo XV, una importante recuperación económica ayudó a financiar estas exploraciones, con ciudades como Sevilla convertidas en centros de mercaderes. Por otro lado, existía la necesidad de encontrar una nueva ruta hacia las Indias, ya que los turcos habían conquistado Constantinopla, bloqueando las rutas tradicionales hacia Oriente. Esto dificultaba el acceso a productos de lujo muy demandados, como la seda o las especias.

En este contexto, Cristóbal Colón presentó su propuesta, primero a la corte portuguesa y después a los Reyes Católicos. Su plan, basado en la esfericidad de la Tierra, consistía en abrir una nueva ruta hacia las Indias navegando hacia el oeste.

Isabel de Castilla aceptó el proyecto y puso a disposición del navegante los medios para el viaje a través de las Capitulaciones de Santa Fe. La reina tenía poco que perder y mucho que ganar: las posibles riquezas de lo descubierto y la oportunidad de cristianizar a la población que hallasen. Finalmente, el 12 de octubre de 1492, la expedición descubrió América. Colón erró en sus cálculos sobre las dimensiones del planeta, pero tuvo la fortuna de encontrarse con un continente insospechado en su viaje. Realizó tres viajes más, convencido de que navegaba por las costas de Asia.

Consecuencias del Descubrimiento de América

El descubrimiento tuvo importantes consecuencias políticas, económicas, sociales y culturales, tanto para España y Europa como para América.

Para España y Europa

• Políticas: Se creó un vasto imperio colonial, ya que las tierras conquistadas fueron incorporadas a la Corona de Castilla, que financió el descubrimiento y controló la colonización. España se convirtió en la potencia hegemónica del siglo XVI y gran parte del XVII.
• Sociales y demográficas: Se produjo una importante emigración, principalmente castellana (gallegos, extremeños, andaluces, canarios), hacia América. La burguesía adquirió mayor protagonismo buscando enriquecerse, y surgió un grupo de conquistadores que demandaban beneficios a la Corona. Destaca el fenómeno del indiano: el emigrante que partía pobre de su aldea y regresaba rico tras años en América.
• Económicas: Los nuevos territorios supusieron una fuente crucial de ingresos para Castilla y la Corona, que controlaba el tráfico comercial y se reservaba el quinto real (la quinta parte de todo el metal precioso) y un gravamen del 7,5 % sobre los productos. El oro y la plata fueron las mayores riquezas extraídas. Las tierras y minas se explotaron mediante sistemas como la encomienda y la mita. El comercio con el Nuevo Mundo experimentó un desarrollo sin precedentes. Castilla suministraba trigo, vid, aceite, ganado y armas, mientras que de América llegaban oro, plata y productos agrícolas desconocidos como el maíz, la patata, el cacao o el tabaco. El monopolio del comercio americano se otorgó al puerto de Sevilla, donde se creó la Casa de Contratación para controlar todo el tráfico. Una consecuencia negativa fue la revolución de los precios, una gran inflación provocada por la alta demanda americana y la llegada masiva de metales preciosos, lo que contribuyó al elevado endeudamiento de la Corona española para mantener su imperio.
• Culturales: Se produjo un gran enriquecimiento científico y cultural, así como un notable mestizaje artístico.

Para América

• Políticas: Los territorios americanos adoptaron la organización institucional castellana.
• Económicas: Se introdujo una economía monetaria, así como nuevos cultivos (trigo, vid) y especies ganaderas (caballos, vacas, ovejas). Se intensificó la explotación de tierras y minas para beneficio de la metrópoli.
• Sociales y demográficas: La conquista y colonización tuvieron consecuencias demográficas desastrosas para la población indígena, cuya mortalidad se disparó debido a las guerras, las duras condiciones de trabajo y las enfermedades traídas por los europeos. Esto impulsó el tráfico de esclavos negros desde África. La mezcla de indígenas, colonizadores y población africana configuró un mundo interracial, formado por criollos (descendientes de españoles), mestizos y mulatos. A pesar de esta mezcla, la sociedad era profundamente desigual: tras los españoles peninsulares, los criollos acaparaban las riquezas y los puestos de la administración.
• Culturales: Se impusieron la lengua castellana, la cultura europea y la religión católica, mientras que las culturas indígenas fueron relegadas o suprimidas.