La España del Siglo XVI
7.1.- La Evolución Política
El Imperio de Carlos I (Carlos V)
Además de los reinos hispánicos que Carlos I heredó de los Reyes Católicos, de sus otros abuelos recibió importantes y ricos territorios en Europa. De Maximiliano I obtuvo los territorios austriacos y el derecho al Sacro Imperio Romano Germánico, y de María de Borgoña, los Países Bajos, Flandes y el Franco-Condado. De esta herencia surgió la idea imperial de Carlos V: un ideal de cruzada para unir a todos los reyes cristianos contra el enemigo común, los turcos otomanos, que amenazaban territorios de Centroeuropa. Sin embargo, no todos aceptaban esa idea de imperio ni la hegemonía de Carlos en Europa. Por ello, tuvo que mantener numerosas guerras, financiadas en gran medida gracias a los metales preciosos que llegaban de las Indias. Este esfuerzo bélico, continuado por su hijo Felipe II, dejó a España económicamente agotada.
Conflictos principales del reinado de Carlos I:
- Con Francia: Se enfrentó en varias ocasiones, fundamentalmente por el dominio de territorios en Italia (como el Milanesado), la pugna en los territorios de Flandes y Borgoña, y el cerco geopolítico que para Francia suponía que Carlos fuera elegido Emperador de Alemania. Destaca la victoria de Carlos en la Batalla de Pavía (1525) contra el rey francés Francisco I, tras la cual se hizo con el dominio del Milanesado. La actitud profrancesa del Papa Clemente VII llevó al Saqueo de Roma (1527) por las tropas imperiales amotinadas.
- En Alemania (Sacro Imperio Romano Germánico): Tuvo grandes enfrentamientos con los príncipes protestantes que apoyaban la Reforma de Lutero. Aunque los venció militarmente (Batalla de Mühlberg, 1547), no pudo acabar con el problema religioso, que se cerró en falso con la Paz de Augsburgo (1555), reconociendo la división religiosa del Imperio.
- Con el Imperio Otomano: Los turcos se convirtieron en una gran potencia en el Mediterráneo oriental y aspiraban a extender sus dominios por los Balcanes, Hungría y parte de Austria (llegaron a sitiar Viena en 1529). Aliados con los piratas berberiscos del norte de África, practicaban la piratería y amenazaban las costas y la navegación en el Mediterráneo occidental, lo que llevó a Carlos a enemistarse con ellos y a lanzar expediciones (fallida conquista de Argel en 1541, toma de Túnez en 1535).
Conflicto de las Germanías (1519-1523)
El problema de las Germanías se inició principalmente en Valencia y Mallorca. Fue un conflicto complejo con vertientes sociales y políticas:
- Ámbito urbano: La pequeña y media burguesía (artesanos, comerciantes modestos) se enfrentó a la alta burguesía y la nobleza urbana por el control del gobierno municipal, acusando a la oligarquía de tomar decisiones en beneficio propio.
- Ámbito rural: El campesinado cristiano se enfrentó a los señores feudales por la subida de los arrendamientos y al campesinado morisco, a quienes acusaban de aceptar peores condiciones laborales y económicas, perjudicando así sus propios intereses.
La revuelta se apoyó en las germanías, milicias ciudadanas originalmente organizadas para la defensa contra los piratas berberiscos. La revuelta fue finalmente sofocada por las tropas reales, que apoyaron a la alta nobleza y a la oligarquía urbana. La resolución de estos conflictos supuso un fortalecimiento del poder real y de su alianza con los sectores privilegiados, en detrimento de las aspiraciones de la pequeña burguesía y las clases populares.
La Monarquía Hispánica de Felipe II (1556-1598)
Felipe II, hijo de Carlos V e Isabel de Portugal, heredó la mayor parte del imperio de su padre tras la abdicación de este en 1556. Carlos cedió a su hermano Fernando el Imperio Alemán y las posesiones de los Habsburgo en Austria, mientras que Felipe recibió:
- La Corona de Castilla (incluido el imperio colonial americano y asiático y las posesiones norteafricanas).
- La Corona de Aragón (incluidas las posesiones italianas: Nápoles, Sicilia, Cerdeña, Milanesado).
- El Franco-Condado.
- Los Países Bajos.
En 1580, tras la muerte sin descendencia del rey portugués Sebastián I, Felipe II hizo valer sus derechos sucesorios (derivados de la política matrimonial de los Reyes Católicos) y, apoyado por una intervención militar, fue proclamado rey de Portugal en las Cortes de Tomar (1581), logrando la Unión Ibérica.
La concepción política de Felipe II se basaba en dos ideas esenciales:
- Mantener la hegemonía de la Monarquía Hispánica en Europa y el mundo, apoyándose en el potencial de Castilla y del imperio americano.
- La defensa a ultranza del catolicismo y de la unidad religiosa (Contrarreforma).
La aplicación de estas ideas generó resistencias internas y externas:
- Problemas internos:
- El caso de Antonio Pérez: Un antiguo secretario real que, implicado en una conjura política y acusado de corrupción, huyó a Aragón e invocó la protección de sus fueros. Esto originó un conflicto entre la monarquía y las instituciones aragonesas, que defendían sus privilegios. Felipe II impuso su autoridad por la fuerza. Pérez huyó al extranjero y contribuyó a la difusión de la “Leyenda Negra” antiespañola.
- La Rebelión de las Alpujarras (1568-1571): Sublevación de los moriscos granadinos ante la creciente presión para que abandonaran sus costumbres y su religión. La rebelión fue duramente reprimida por el ejército real, liderado por Don Juan de Austria, y culminó con la dispersión de los moriscos por Castilla.
- Política exterior y conflictos:
- Contra turcos y berberiscos: Continuó la lucha en el Mediterráneo, obteniendo una importante victoria naval en la Batalla de Lepanto (1571), al frente de la Liga Santa (coalición con Venecia y el Papado).
- Contra Francia: Aunque inicialmente hubo paz (Paz de Cateau-Cambrésis, 1559), intervino en las Guerras de Religión francesas apoyando al bando católico contra los hugonotes (protestantes), buscando evitar un rey protestante en Francia y mantener la influencia española.
- Contra Inglaterra: Las tensiones aumentaron por motivos religiosos (Inglaterra era protestante), económicos (rivalidad comercial y ataques de corsarios ingleses a barcos españoles) y políticos (apoyo inglés a los rebeldes holandeses). El intento de invasión con la “Armada Invencible” (1588) fracasó estrepitosamente.
- La Rebelión de los Países Bajos: Fue el conflicto más largo y costoso. En las provincias del norte (mayoritariamente calvinistas), la nobleza local, liderada por Guillermo de Orange, se rebeló contra la política autoritaria y religiosa de Felipe II, reclamando autonomía política y libertad religiosa. A pesar de los esfuerzos militares españoles (Duque de Alba, Alejandro Farnesio), la monarquía no pudo sofocar la rebelión, que conduciría a la independencia de facto de las Provincias Unidas (Holanda) en el siglo XVII.
La Organización Política y Administrativa de la Monarquía Española en el Siglo XVI
La consolidación del poder real, característica de la monarquía autoritaria iniciada por los Reyes Católicos, continuó bajo Carlos I y Felipe II. Su autoridad se manifestaba en el gobierno del Imperio, el control de la política exterior mediante la diplomacia y el ejército.
El ejercicio del poder se centralizó, reforzando instituciones como:
- Los Consejos: Órganos consultivos especializados (Consejo de Estado, de Castilla, de Aragón, de Indias, de Hacienda, etc.) que asesoraban al rey.
- Los Secretarios Reales: Personas de confianza del rey que actuaban como ministros, coordinando los Consejos y preparando los despachos para la firma real.
Por el contrario, instituciones representativas como las Cortes (de Castilla, Aragón, Navarra, etc.) perdieron poder y funciones, quedando subordinadas a la autoridad real, especialmente en Castilla, donde su función principal pasó a ser la aprobación de impuestos.
La complejidad y extensión del Imperio obligaron a crear figuras de máxima confianza que representaban al rey en diversos territorios:
- Virreyes: Representantes directos del rey con plenos poderes en reinos como Aragón, Nápoles, Sicilia, Nueva España o Perú.
- Gobernadores: Con funciones similares en territorios como los Países Bajos o el Milanesado.
Estas figuras ejercían control sobre otras instituciones territoriales como las Audiencias (tribunales de justicia con algunas funciones gubernativas) y nombraban a los corregidores, funcionarios reales en las principales ciudades castellanas con amplias funciones (judiciales, policiales, fiscales, militares, etc.).
Sin embargo, esta tendencia autoritaria encontraba limitaciones:
- La configuración territorial del Imperio: Territorios dispersos, con gran diversidad económica, social, cultural e institucional (fueros, leyes propias), dificultando un gobierno uniforme.
- La administración delegada: El poder real no siempre se ejercía directamente. Persistían ámbitos de poder autónomos, como los señoríos nobiliarios y eclesiásticos (poder señorial) y el poder municipal en muchas ciudades y villas.
7.2.- Demografía, Economía y Sociedad en la España del Siglo XVI
Evolución Demográfica (Siglos XVI y XVII)
- Fases:
- Expansión demográfica durante casi todo el siglo XVI (especialmente en Castilla).
- Crisis demográfica desde finales del siglo XVI hasta mediados del siglo XVII.
- Lenta recuperación en la segunda mitad del siglo XVII.
- Factores influyentes:
- Demográficos: Emigración a América (aunque su impacto directo fue limitado en el XVI), alta mortalidad (especialmente infantil), epidemias recurrentes (peste).
- Socio-económicos: Crisis agrarias (malas cosechas, escasez, hambre), creciente presión fiscal, impacto negativo del elevado número de soldados (levas) y clérigos (celibato) en la natalidad.
- Políticos: Costes humanos y económicos de la política imperialista.
- Sociales: Expulsión de los judíos (1492) y moriscos (1609-1614, ya en el XVII, pero consecuencia de la situación del XVI), mentalidad social poco favorable al trabajo productivo (ideal nobiliario).
Evolución Económica (Siglos XVI y XVII)
- Etapas:
- Expansión económica (hasta c. 1580): Crecimiento de la producción agraria y artesanal, desarrollo del comercio interior (ferias, mercados) y exterior (especialmente con las Indias a través de la Casa de Contratación de Sevilla), impulsado por el aumento de la demanda y la llegada de metales preciosos.
- Revolución de los Precios: La masiva afluencia de oro y plata americanos provocó un fuerte incremento de la masa monetaria y una espectacular subida de los precios, especialmente en Castilla.
- Declive o crisis económica (desde c. 1580 hasta mediados del XVII): Descenso de la producción agraria y artesanal, crisis del comercio, bancarrotas de la Hacienda Real.
- Ligera recuperación (segunda mitad del XVII): Desigual territorialmente, más acusada en la periferia (Cataluña, Valencia, País Vasco) que en el interior.
- Características de las actividades económicas:
- Actividad agraria: Predominio de los cereales. La ganadería ovina trashumante (organizada por la Mesta) mantuvo su importancia, aunque entró en declive. La crisis agraria se manifestó en el descenso de la producción, abandono de tierras y endeudamiento campesino.
- Artesanía y comercio: El sector textil castellano (Segovia, Cuenca) experimentó un auge inicial, pero decayó por la competencia extranjera y la rigidez gremial. El comercio con América fue vital, pero gran parte de la riqueza generada se desvió para pagar deudas, financiar guerras o importar manufacturas europeas. La crisis se manifestó en el declive de las ciudades manufactureras y comerciales del interior.
7.3.- La Cultura en la España del Siglo XVI: El Renacimiento
El Humanismo Renacentista
Introducción de las ideas humanistas, centradas en el ser humano y la cultura clásica grecolatina. Figuras destacadas:
- Antonio de Nebrija: Autor de la primera Gramática castellana (1492).
- Luis Vives: Filósofo y pedagogo de proyección europea.
El Derecho y la Teología: La Escuela de Salamanca
Renovación del pensamiento jurídico y teológico, abordando cuestiones como el derecho de gentes, la legitimidad de la conquista de América o la teoría de la guerra justa.
- Derecho Internacional y Teología: Francisco de Vitoria, Melchor Cano, Domingo de Soto.
- Pensamiento Económico: También dentro de la Escuela de Salamanca, se analizaron los efectos de la llegada de metales preciosos y la inflación (Tomás de Mercado, Martín de Azpilicueta).
La Religión
Época marcada por la Contrarreforma católica frente al protestantismo. Se reafirmó la ortodoxia religiosa (Concilio de Trento) y se persiguió la disidencia a través de la Inquisición (luteranos, calvinistas, erasmistas, judaizantes, etc.). Gran desarrollo de la mística.
La Literatura: El Siglo de Oro (Inicio)
Florecimiento excepcional de la literatura castellana:
- Lírica: Introducción de las formas italianas (soneto, terceto) por Garcilaso de la Vega y Juan Boscán. Poesía religiosa y mística con Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús.
- Novela: Nacimiento de la novela picaresca con El Lazarillo de Tormes (anónimo, 1554). Inicio de la producción de Miguel de Cervantes (primera parte de El Quijote, 1605, aunque escrita a finales del XVI; Novelas Ejemplares).
El Arte del Renacimiento
a) Arquitectura
- Transición del Gótico al Renacimiento:
- Plateresco: Estilo inicial con abundante decoración menuda y detallista de influencia italiana y mudéjar sobre estructuras a menudo góticas (Ej: Fachada de la Universidad de Salamanca).
- Purismo o Clasicismo: Mayor simplicidad decorativa, interés por las estructuras y proporciones clásicas (influencia directa italiana). Destaca el Palacio de Carlos V en la Alhambra de Granada, obra de Pedro Machuca.
- Estilo Herreriano (segunda mitad del siglo XVI): Caracterizado por la austeridad decorativa, la monumentalidad, el rigor geométrico y el predominio de las líneas rectas. Su obra cumbre es el Monasterio de El Escorial, proyectado inicialmente por Juan Bautista de Toledo y finalizado por Juan de Herrera.
- Elementos decorativos: Medallones, escudos, hornacinas, grutescos, columnas abalaustradas (típicas del plateresco).
- Tipologías: Gran importancia de la arquitectura civil (palacios, hospitales, universidades) además de la religiosa.
b) Escultura
- Influencia italiana: Presencia de escultores italianos y asimilación de modelos clásicos.
- Materiales y Temática: Gran desarrollo de la imaginería religiosa en madera policromada (retablos) y de la escultura funeraria en mármol o alabastro.
- Características: Naturalismo en la anatomía y los ropajes, expresividad dramática.
- Escultores representativos: Alonso Berruguete, Bartolomé Ordóñez, Diego de Siloé, Juan de Juni, Gaspar Becerra.
c) Pintura
- Características: Asimilación de las técnicas renacentistas italianas (perspectiva lineal, composición equilibrada, interés por la anatomía y el paisaje), aunque con pervivencia de la expresividad flamenca. Tratamiento naturalista.
- Pintores: Pedro Berruguete (transición), Juan de Juanes, Luis de Morales “El Divino”. La figura cumbre es Doménikos Theotokópoulos, El Greco, pintor de origen cretense formado en Italia y afincado en Toledo, cuyo estilo personalísimo (figuras alargadas, colorido vibrante, espiritualidad intensa) cierra el Renacimiento y anticipa el Barroco.