El Imperialismo y sus Causas en el Siglo XIX
A mediados del siglo XIX, varias potencias europeas, junto con Estados Unidos y Japón, iniciaron un proceso de dominación sobre extensos territorios, fenómeno conocido como imperialismo.
Causas Económicas
Desde una perspectiva socialista, las motivaciones económicas fueron primordiales, considerándose una consecuencia del capitalismo en su búsqueda de:
- Materias Primas y Fuentes de Energía: La Segunda Revolución Industrial incrementó las necesidades de las grandes potencias. Asegurar el abastecimiento se convirtió en una cuestión crucial.
- Nuevos Mercados: La crisis económica de 1873 impulsó el proteccionismo. La aparición de nuevos países competidores y la excesiva competencia en los mercados existentes dificultaron la obtención de beneficios. Las colonias se presentaron como una oportunidad para invertir y expandir mercados.
Causas Demográficas
Europa experimentó un notable crecimiento demográfico debido a los avances sociales y económicos derivados de la industrialización. La disponibilidad de territorios para asentar el excedente de población fue un factor clave en la expansión imperialista. Los colonos, a menudo, demandaron apoyo gubernamental para la ocupación y colonización de nuevas tierras.
Causas Políticas
La posesión de vastos dominios se asociaba directamente con el prestigio nacional y la rivalidad territorial entre potencias:
- Francia: Tras la derrota en la guerra franco-prusiana, la expansión territorial se vio como una vía para recuperar el prestigio.
- Alemania: Como nuevo Estado y gran potencia mundial, consideraba la expansión una consecuencia lógica de su estatus.
- Reino Unido: El imperialismo británico se sustentaba en la posesión de bases estratégicas para apoyar su marina y comercio.
Causas Ideológicas
El nacionalismo fundamentó el progreso de un país en su extensión territorial. Se promovió la idea de una misión civilizadora de la raza blanca, considerada superior. Esta justificación se apoyaba en la teoría del progreso y el darwinismo social, desembocando en un marcado racismo. En Estados Unidos, el deseo de explorar y cristianizar nuevos territorios impulsó numerosas expediciones.
El Reparto de África
Inicios de la Colonización
La colonización africana comenzó con la ocupación de Argelia por Francia en 1830. La construcción del Canal de Suez propició que Francia y el Reino Unido se hicieran con el control de Egipto. Leopoldo II de Bélgica dominó parte del Congo, generando controversias.
La Conferencia de Berlín y la Carrera por África
Ante la creciente competencia, se convocó la Conferencia de Berlín (1884-1885) para regular el reparto de África. Se acordó la libertad de navegación y comercio por los ríos Níger y Congo, y se declaró la abolición del tráfico de esclavos, aunque sin una aplicación efectiva inmediata.
Las potencias iniciaron una frenética carrera de expansión territorial:
- Expansión Occidental: Francia consolidó su control sobre Marruecos, Argelia, Túnez, Senegal, Costa de Marfil, la cuenca del Níger y África ecuatorial.
- Expansión Británica: Se orientó hacia el norte y el este. Los británicos conectaron sus dominios con el valle del Nilo para impedir la unión de colonias alemanas y portuguesas. El Reino Unido controló Egipto y el valle del Nilo, mientras Italia y Francia se conformaron con pequeñas posesiones en la costa del Índico. El incidente de Fachoda fortaleció el control británico sobre el valle del Nilo.
En 1900, África estaba mayoritariamente repartida entre las potencias europeas, con solo Abisinia (Etiopía) y Liberia como estados independientes.
El Reparto de Asia
Asia Central
En Asia Central, la revuelta de los cipayos cuestionó la autoridad de la Compañía Británica de las Indias Orientales.
Asia Sudoriental
Francia conquistó Indochina. El reino de Siam (actual Tailandia) se mantuvo independiente. Holanda conservó el control de Indonesia tras una cesión británica.
Asia Oriental
La debilidad de China provocó una intensa pugna por su control. Los británicos impulsaron las Guerras del Opio:
- Primer Tratado de Nankín: China cedió Hong Kong a los británicos.
- Segundo Tratado: Se abrió más territorio al comercio y se concedieron libertades a los extranjeros.
Rusia expandió su influencia, y Japón emergió como potencia tras derrotar a China en la Guerra Chino-Japonesa (Tratado de Shimonoseki). La Revueltas de los Bóxeres evidenció la resistencia china a la colonización. La Guerra Ruso-Japonesa (Tratado de Portsmouth) consolidó el control de Japón sobre Corea y Manchuria.
La Organización de los Imperios Coloniales
Formas de Administración Colonial
El imperialismo buscaba la explotación de recursos y mercados. La administración colonial adoptó diversas formas:
- Colonias: Territorios dominados por una potencia, sin gobierno autónomo, destinados a la explotación de recursos. Podían incluir la migración de población y mano de obra de la metrópoli.
- Protectorados: El gobierno indígena subsistía formalmente, encargándose de la política interior, pero sometido al control de la metrópoli en política exterior y ejército.
- Concesiones: Acuerdos forzados por la metrópoli para establecer negocios y facilitar el comercio en territorios específicos.
- Mandatos: Territorios de países perdedores de conflictos administrados temporalmente por las potencias vencedoras.
Impacto del Imperialismo
El imperialismo tuvo profundas consecuencias:
- Impacto Económico: Se sustituyeron los modos de producción tradicionales por monocultivos orientados a la exportación. Mientras algunas élites indígenas colaboraron, la mayoría de la población vio deteriorada su situación. El traslado de población blanca generó problemas de subsistencia para la población local.
- Impacto Social: El trazado de fronteras artificiales, a menudo ignorando criterios étnicos o religiosos, provocó conflictos posteriores.
- Impacto Cultural: La aceleración de la urbanización y la difusión de la enseñanza y religión occidentales provocaron la pérdida de identidad cultural (aculturación) en muchas sociedades.
Realpolitik
La realpolitik describe una política exterior basada en intereses prácticos y acciones concretas, priorizando la eficacia sobre la teoría o la filosofía.