El Socialismo
Si el liberalismo enarbolaba la libertad, el socialismo subrayó la igualdad como requisito para que exista la libertad. El primero apostaba por el individualismo mientras el segundo apostaba por la dimensión colectiva. La propiedad privada es la garantía de la libertad para los liberales, mientras que para los socialistas es el origen de las desigualdades.
En el concepto de socialismo se incluye el conjunto de teorías que propugnan la igualdad como requisito para el libre desarrollo del individuo. Defienden la asociación humana para el beneficio colectivo y la intervención del Estado en la economía.
El Socialismo Utópico
Por socialismo utópico (término acuñado por Marx) se conoce a una serie de autores de la primera mitad del XIX que apuestan por una sociedad sin conflictos.
- Robert Owen: Era un empresario inglés que diseñó un plan de cooperativas como proyecto de una sociedad construida sobre el principio de asociación. En sus cooperativas no existían los salarios y el intercambio de mercancías se realizaba por valores de trabajo equivalentes.
- Charles Fourier: Diseñó una utopía rural con los falansterios. Se trata de agrupaciones comunitarias donde la propiedad es colectiva y todos pasan algún tiempo por todos los trabajos. Se puso en práctica con varias comunidades en EE. UU.
Socialismo Científico o Marxismo
Marx fue el gran crítico del capitalismo del siglo XIX y elaboró una doctrina, junto con Friedrich Engels, que usaba leyes para explicar el funcionamiento de la sociedad. Por ello denominará socialismo científico a su teoría.
El marxismo tiene como principales obras el Manifiesto Comunista de 1848 (Marx y Engels) y El Capital (Marx) de 1867. Principales planteamientos:
- En la sociedad capitalista la burguesía, a través de la propiedad, se apropia de los medios de producción (fábricas, capital…) dando lugar a una división de clases: propietarios y no propietarios.
- La explotación nace del hecho de que el empresario paga al trabajador por su fuerza de trabajo, pero ese pago solo equivale a una parte de lo que el trabajador produce (plusvalía). Es decir, la riqueza creada por el trabajador es superior al salario que recibe y gran parte de la plusvalía se la queda el empresario. Esta explotación es una característica del sistema capitalista.
- El Estado (superestructura) representa las fuerzas en lucha de la sociedad (infraestructura): su organización responde al modelo de la clase que ejerce el dominio (la que posee los medios de producción).
- Análisis de la historia a través de la lucha de clases. En la historia siempre ha habido una lucha entre los propietarios de los medios de producción (opresores) y los no propietarios (oprimidos): esclavos frente a esclavistas en la antigüedad, siervos frente a nobles en el feudalismo, proletarios frente a burgueses en el capitalismo…
- La revolución del proletariado (lucha de clases) conducirá a la propiedad colectiva de los medios de producción (modo de producción comunista). Antes de llegar a la sociedad comunista se produce una etapa de transición (dictadura del proletariado) con el objetivo de controlar el Estado y sustituir al Estado burgués.
En la sociedad comunista la economía es colectiva y no existen las clases ni la explotación. En ella el Estado debe disolverse al ser un instrumento de dominación.
Marx y Engels propondrán que los trabajadores deben organizarse en partidos políticos independientes de los partidos burgueses ya que sus intereses eran contrapuestos. La extensión de sus doctrinas dará lugar a la creación de partidos (socialdemócratas, socialistas o laboristas) en la segunda mitad del XIX.
El Anarquismo
Su doctrina es más heterogénea que la del marxismo y sus principales inspiradores son Proudhon (autor de frases célebres como “la propiedad es un robo” o “Dios es el mal”) y Bakunin. Mijail Bakunin, que fue encarcelado en Siberia por su actividad revolucionaria, planteó la creación de una sociedad igualitaria a partir de la asociación de las comunas.
- El anarquismo es una ideología contraria a todo poder o autoridad que pueda ir en contra de la libertad y de la igualdad de los individuos. Tiene como objeto la desaparición de todos los elementos represivos: el Estado, el ejército, la religión…
- Es antinacionalista y universalista.
- Su forma de organización es el horizontalismo (asamblearismo). Por ello están en contra de delegar en representantes: partidos y de los parlamentos (modelo vertical).
- A nivel económico apuestan por eliminar las clases sociales y la propiedad privada. La sociedad anarquista se organizará en comunas autogestionadas de producción. Los individuos ingresan en ellas de forma voluntaria y estas se federan, desde regionales, hasta mundiales.
El anarquismo se distingue del socialismo en la renuncia a controlar el Estado para cambiarlo (dictadura del proletariado). Para ellos el Estado está siempre controlado por un grupo y es siempre represor. También rechazan delegar el poder que tienen los ciudadanos en las asambleas (horizontal) a partidos políticos o parlamentos (vertical).
El anarquismo se dividirá entre los que defienden la acción sindical y los partidarios de la acción violenta. Este sector realizará atentados de impacto para divulgar el ideario anarquista e inducir a las masas a la revolución. Sus objetivos serán monarcas y presidentes: la emperatriz Isabel de Austria, El Presidente Cánovas del Castillo (España), Presidente Mackenly (EE. UU.), Alejandro II en Rusia…
La corriente partidaria de la acción sindical creará sindicatos anarquistas de masas: la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) en 1910 en España.
La Primera Internacional (1864 – 1881)
Con la idea de coordinar a nivel internacional a unas asociaciones obreras cada vez más fuertes se creará la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) en Londres en 1864. Marx redactó su manifiesto: supresión del trabajo infantil, reducción de la jornada laboral, mejora de las condiciones laborales de la mujer y la huelga como el medio más eficaz para conseguir estos objetivos. Las delegaciones de los países más industrializados apoyaban las tesis de Marx (Inglaterra, Alemania) frente a las de los países más agrarios que apoyaban a Bakunin (España, Francia e Italia).
Socialistas y anarquistas se opondrán a la Guerra Franco-Prusiana de 1870 ya que para ellos los burgueses utilizaban el nacionalismo y la guerra para defender sus intereses mientras enviaban a morir en ella a los trabajadores. Tras la derrota francesa, el vacío de poder en París dio lugar a la Comuna de París en marzo de 1871. Se trató de un gobierno de líderes obreros, tras unas elecciones, que puso en marcha un experimento de república democrática y social: cooperativas obreras, nacionalización de los bienes del clero, enseñanza pública y laica, moratoria de deudas y abolición de los intereses… Los líderes de la comuna podían ser destituidos por los electores y los comandantes del ejército de la comuna (guardia nacional) eran elegidos por los soldados.
A los dos meses, el ejército francés se reorganizó y ocupó París. La represión contra la comuna se saldó con alrededor de 20.000 muertos. Marx y Engels describieron al gobierno de la comuna como el modelo de su concepto de dictadura del proletariado.
La AIT fue acusada de instigar la Comuna y fue ilegalizada en la mayor parte de los países europeos. Un año después, los bakunistas fueron expulsados por no aceptar la creación de partidos obreros.
Creación de Partidos y Sindicatos Socialistas
El partido socialista más importante en Europa fue el Partido Social Demócrata Alemán (SPD) fundado en 1875. El SPD, partidario de la vía parlamentaria y de la acción revolucionaria no violenta, se convirtió en 1912 en la primera fuerza política del Parlamento Alemán con el 35% de los votos. Su programa se centró en la búsqueda de mejoras laborales. Junto al partido se creó la Unión General de Sindicatos Alemanes. Este binomio entre un partido (vía política) y un sindicato (vía laboral y huelguística) se repetirá en otros países. En Inglaterra se creará el Partido Laborista y en España se funda el PSOE en 1879 y la UGT en 1888.
La Segunda Internacional se fundó en París durante la conmemoración del centenario de la Revolución Francesa en 1889. En ella se integraron los partidos socialistas de cada país con la idea de plantear una agenda común: jornada de 8 horas, prohibición del trabajo infantil, la igualdad de la mujer y la oposición al colonialismo y a la guerra. Sus símbolos serán la jornada internacional del 1 de mayo (en recuerdo de los trabajadores ajusticiados de Chicago en 1886) y el himno de La Internacional.
Las campañas obreras darán lugar a algunas mejoras en países como Alemania y Gran Bretaña en los años previos a la Primera Guerra Mundial: jornada de 10 horas o la edad mínima para trabajar a los 12 años.
División en el Socialismo
En los partidos socialistas se producirá una división entre los que plantean revisar las tesis de Marx (revisionistas) y los defensores de su doctrina (revolucionarios).
- Bernstein (revisionista alemán) defendía que el crecimiento económico impulsado por el capitalismo se podía trasladar a los obreros con mejoras en sus condiciones de vida. Defendía participar en gobiernos burgueses para realizar reformas sociales y abandonar la revolución como objetivo.
- Otros como Rosa Luxemburgo (alemana) o Lenin defendían seguir los planteamientos de Marx. Para ellos el capitalismo era irreformable, conducía a la acumulación de riqueza en menos manos y al conflicto. Solo mediante la revolución se podía conseguir el fin del capitalismo y el fin de la explotación de los trabajadores.
La oposición a la Primera Guerra Mundial, con la excepción del grupo liderado por Rosa Luxemburgo y Lenin, fracasó al ceder los partidos socialistas a la euforia patriótica de sus países y votar a favor de los créditos de guerra.
El sector revolucionario se escindirá y formará la III Internacional o Internacional Comunista tras la Revolución Rusa de 1917.